En guerra avisada no muere gente. Así que desde ahora les aviso esto es un fic cien x ciento yaoi. Además tiene Mpreg=Embarazo Masculino y es un fic de humor con mil y una locura, se tocaran temas series pero se tocaran con humor están advertidos.
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Así que no me vengan después con comentarios del tipo, que asco dos hombres juntos o es una monstruosidad los hombres no pueden quedar preñados, ect por que ya están advertido de que todo eso estará en este fic, así que si no te gusta nada de esto ni te molestes en leerlo ahórrate un disgusto y dale a tu botoncito de atrás y sal de aquí ^^
Ahora si después de las pertinentes advertencias quieres seguir leyendo.. Bienvenido ^^
Por cierto los personajes no me pertenesen son de JK si fueran mios no serian heteros ^^
Capítulo 1
-¿Ron? Ronald, ¿qué demonios te pasa? ¿Por qué lloras así amigo?
Le preguntó Harry Potter asustado a su mejor amigo, quien ya no parecía el roquerito alegre que era, sino un muchacho vestido en un estilo rebelde y aterrado a sus 24 años. Ron sólo siguió llorando, con los cabellos rojos desordenados y comiendo helado de chocolate directamente del envase e impulsivamente. Harry le quitó el helado de chocolate y lo cogió por los hombros.
-¡¿Qué demonios te pasa?!
Ronald Weasley miró con sus ojos azules a su amigo, igual que siempre, Harry vestía de negro, esta vez eran elegantes pantalones negros, con botas y una camiseta negra con un diseño de Quidditch en plateado. Y como era común en él, tenía una expresión seria que alarmaría a cualquiera... que no lo conociera y supiera que esa era su expresión común. Ron no tenía ni la más mínima idea de cómo darle la noticia a su amigo, así que lo hizo de la única forma que se le ocurrió, sin rodeos.
-Estoy embarazado.
-¡¿Qué?!
Gritó Harry.
-Que estoy embarazado, soltero, sin un techo y sin un céntimo.
Sollozó Ron.
-El dinero y el techo es lo de menos, sabes que te puedes quedar aquí en mi casa comiéndote mis helados, pero ¿quién es el padre?
-Una aventura de una noche, sólo sé su nombre.
-Pues dímelo y contrataré a un detective. Ese hombre responderá por esto.
Juró Harry.
-No te lo diré, eres capaz de matarlo si te lo digo.
Sollozó Ron.
-No lo mataré, sólo lo obligaré a casarse contigo y a responder por ti y el bebé, aunque lo tenga que llevar ante el juez a punta de varita.
Gruñó Harry.
-Se llama...
En ese momento sonó el móvil de Harry interrumpiéndolo.
-Maldita sea -Murmuró Harry tomando el móvil- Potter al habla, diga.
-¿Harry?
-¿Cedric?
-Harry, necesito que me hagas un favor.
-¿Qué ocurre Cedric?
-Me cogieron volando borracho, podrías venir a sacarme de Azkaban.
-¿De nuevo?
-Sip.
Harry suspiró molesto.
-En Azkaban de nuevo y la misma fianza, ¿verdad?
-Sí.
Respondió Cedric Diggory.
-Ahora mismo envío a mi magiabogado a sacarte de prisión.
-Gracias jefe.
-Olvídate de las gracias, el lunes te quiero en el trabajo y sobrio Cedric, sobrio.
-De acuerdo.
Harry colgó el móvil con un bufido; dicho sea de paso, Harry era dueño del mejor restaurante del mundo mágico (El Ámbar-Iris).
-¿Cedric de nuevo volando más borracho que Mundungus en sus días malos?
Preguntó Ron enarcando una ceja. Harry asintió mientras llamaba a su magiabogado y le daba instrucciones a diestra y siniestra. Luego llamó a una agencia de detectives y citaba al que se encargaría de todo en su penthouse en una hora para darle los detalles.
-Bien ¿quién demonios es el padre?
Preguntó Harry soltando el móvil.
-Blaise Alexander Zabini.
-Bien, le dirás todo al detective Krum.
-¿Krum?
-Sí, se llama Viktor Krum.
Ronald asintió volviendo a comer helado. En ese momento, la puerta del lujoso departamento de Harry se abrió de golpe dando paso a uno de los mejores amigos de Harry, Oliver Wood, de cabello castaño, estatura normal y ojos pardos.
-Un momento, no soy San Potter el resuelve problemas.
Pensó Harry al ver a Oliver llorando.
-¿Qué te pasa Oli?
Le preguntó Harry tratando de consolarlo.
-Encontré a Marcus con otro en nuestra cama, no lo quiero volver a ver, lo abandoné.
-Maldito bastardo- Exclamó Harry. Marcus Flint era el hombre con quien Oliver se había ido a convivir como pareja.
-No tengo a dónde ir, todos mis ahorros los gasté en el departamento que alquilamos juntos.
Sollozó Oliver.
-Eso es lo de menos, Cedric, tú y yo siempre tendremos una habitación disponible aquí.
Dijo Ron abrazándolo consoladoramente.
-No te importa que me quede aquí, ¿verdad Harry?
-Esta es tu casa Oliver.
Le sonrió Harry.
-Lo más estúpido es que tú siempre me dijiste que Marcus no era el hombre correcto.
-Harry dice eso de todo hombre o mujer que se pone mínimamente romántico, por eso tiene 23 años y míralo, es virgen.
Consoló Ron a Oliver. Harry se recordó que Ron estaba embarazado para no darle un buen zape, así que se encogió de hombros y dijo:
-Y ven que he tenido razón. El desgraciado del que Cedric estuvo enamorado lo volvió un alcohólico, tú estás embarazado y a Oliver le montaron el cuerno.
-Sigue siendo tan cínico y acabarás por ser un solterón.
Le regañó Oliver.
-Mejor solo que mal acompañado.
Masculló Harry.
-¿Amabas mucho a Marcus?
Preguntó Ron.
-Ni un poco, pero no podía seguir siendo virgen a los 25 años. Y lo peor es que ni siquiera era bueno en la cama.
Sollozó Oliver, mientras Harry bufada.
La puerta del departamento de Harry se abrió esta vez para dar paso a un guapo castaño de ojos verdes, Cedric (Sólo ellos tres tenían duplicado de la llave del departamento de Harry).
-Harry, ¿puedo quedarme aquí? Papá me volvió a echar de casa.
Dijo Cedric. Harry entornó los ojos; era la tercera vez en dos meses que el padre de Cedric echaba a este de la casa.
-Claro Cedric. Usen los cuartos que siempre que se quedan aquí usan. Y el lunes los quiero a los tres en el trabajo.
-¿Nos darás el fin de semana libre?
Preguntó Ron asombrado.
Harry lo fulminó con la mirada.
-¿Qué creen?
-Que sí.
Contestaron Cedric y Ron felices.
-Yo no creo, yo chupo.
Contestó Cedric.
Continuará...
