El alma de Wilson

Disclaimer: Nada de esto me pertenece, sólo escribo por diversión.

Esta es la traducción de mi fic Wilson's soul. Gracias a LackyChan por proporcionarme la motivación necesaria para traducirlo. Este ha sido mi primer fic de House MD. Actualmente, no estoy muy satisfecha de los dos primeros capítulos, pero arreglarlo supondría escribir un fic algo diferente en español, por lo que he decidido mantenerlo fiel al original. Tened paciencia. A partir del tercer capítulo el fic mejora.

Este fic fue inspirado por la promoción del episodio 8x15, previa a su emisión en USA y por el fic The gift de rslhilson (si leéis aquí algo que os recuerde a ese fic, entonces le doy el crédito a él/ella). El fic está basado en las teorías que por entonces circulaban al respecto por Internet.

Advertencias: Este fic implica la muerte de un personaje principal. La historia es SLASH, lo cual implica una relación física entre dos hombres. Si esto no es de vuestro gusto, no lo leais.

Aunque el fic en inglés está calificado M, este lo he calificado como T, ya que, extrañamente, no soy capaz de escribir (ni traducir) adecuadamente escenas de sexo en mi lengua materna. Cuando llegue a las escenas M del fic en inglés, decidiré si saltarlas, o traducirlas y subir el rating (aunque probablemente será lo primero).

Capítulo 1:

Wilson contemplaba al niño que dormía plácidamente en la cama que había pertenecido a House cuando habían vivido juntos en el loft, tiempo atrás... Tiempo atrás, durante los días más felices de su vida. Tiempo atrás, cuando habían pretendido que ellos dos eran sólo amigos. Tiempo atrás, antes de la enfermedad. Tiempo atrás, cuando House aún estaba vivo.

Wilson dejó que la tristeza se apoderase de él. Cuatro meses atrás, su amigo había exhalado su último suspiro y él se había sentido totalmente perdido. Lo único que le había impedido abandonarlo todo, había sido la promesa que había hecho a House: cuidar del niño, el hijo del diagnosticador.

La existencia del niño había sido una sorpresa para ambos. Según le había explicado House, le habían pedido que bajara a Urgencias porque así lo había solicitado el hijo de una paciente. A pesar de haber hecho caso omiso, una hora más tarde había encontrado a un niño dentro de su oficina. La mirada desafiante y terca en los enrojecidos ojos del niño le había parecido desconcertante y familiar. Según House, el niño simplemente le había dicho "Soy tu hijo". Él se había reído de eso, pero, después que el niño le proporcionara ciertos datos, House había empezado a dudar.

Así que había realizado una prueba de paternidad que había resultado positiva. La madre del chico había muerto poco después en emergencias debido a las lesiones causadas por un grave accidente de coche y House se había visto obligado a cuidar del niño. Eso sí, con la ayuda de Dominika.

Pero, la forma en que su amigo había actuado con el niño, un casi perfecto desconocido, había sido aún más sorprendente que su propia existencia. La amabilidad y la paciencia nunca habían sido rasgos característicos del diagnosticador. Por eso, Wilson se había sorprendido cuando había visto a House comportarse de esa manera con su hijo, mientras seguía siendo un imbécil con todos los demás. Ésto había hecho pensar a Wilson que las acciones de House hacia su hijo estaban estrechamente relacionadas con su propia experiencia con su detestado padre.

Así pues, Wilson no se había sorprendido cuando, sólo unos pocos días antes de morir, el diagnosticador le había pedido que fuese él el tutor legal del niño. Le había explicado que no quería dejar a su hijo al cuidado de Dominika; que, para ella, el niño sería sólo una manera de conseguir lo que quería: la ciudadanía. Y eso podría traducirse en que su hijo se viera obligado a vivir en una casa donde no se le quisiera, donde fuese un mero instrumento

House había mirado a Wilson con una franqueza y una sinceridad que el oncólogo nunca había visto en su amigo y le había dicho que él no quería que su hijo tuviera una infancia tan miserable como la que él mismo había tenido. Cuando Wilson había mirado a aquellos bellos ojos azules que le observaban llenos de amor y preocupación, había sabido que estaba condenado. No le podía negar nada a House, no cuando se veía tan vulnerable. Y, aunque él no tenía ni idea de cómo educar a un hijo, le había prometido a House hacerlo lo mejor posible. Eso parecía haber sido suficiente para su amigo, puesto que había sonreído y se había relajado visiblemente.

El diagnóstico de la enfermedad de House había coincidido con la aparición de su hijo. Wilson recordaba como la Dra. Adams le había contado sobre sus sospechas de que House estaba enfermo. Como era de esperar, su obstinado amigo le había evitado durante algún tiempo. Pero, al final, se había rendido y había dejado que su equipo -y él mismo- le diagnosticaran.

Había sido el propio House el que había entrado en la oficina de Wilson con una expresión sombría en su rostro y una carpeta en la mano. Se había sentado pesadamente en el sofá y había permanecido en silencio durante casi un minuto sin mirar a su amigo. Wilson se había ido preocupando cada vez más con cada segundo que pasaba. Ese comportamiento había sido una mala señal.

Al final, no había podido soportar más el silencio y le había preguntado a House si había resuelto el rompecabezas. Había tratado de sonar animado, pero en realidad había resultado lamentable. Tal vez, si su voz no hubiera temblado tanto mientras lo decía...