Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto

Y su fantástico manga Naruto

La historia es mía y espero que sea de su agrado.

Se dice que los viajes en el tiempo son por demás peligrosos, que incluso mover una piedra de su lugar podría desatar un mundo completamente distinto, un mundo que no conocíamos y cambiar el destino de miles de personas solo por mover un insignificante objeto. Pero si el presente es tan devastador, tan doloroso, tan triste y sombrío para muchos, ¿No vale la pena intentar mover esa simple piedra con tal de ver un poco de luz al final del camino? ¿Nos atreveríamos a cambiar ese futuro sin tener la certeza de que no será peor de lo que vivimos ahora? ¿Nos atreveríamos a ser los jueces y verdugos al tener la posibilidad de cambiar cosas que de otro modo no podríamos? Simplemente.. ¿Nos atreveríamos..?

El sol brillaba sobre la ahora recién reconstruida Konoha, varios aldeanos habían vuelto a la tierra que tantos les dieron para no dejarla caer. Para todos, las perdidas habían sido numerosas, varios muertos había dejado la devastadora guerra que habían vivido hace poco, varios familiares y amigos ahora estaban sepultados, siendo recordados como héroes por dar todo de ellos para defender el lugar que los vio nacer a todos.

Muchos de los que una vez fueron llamados novatos, ahora se alzaban por las grandezas que habían realizado, pero el costo fue muy alto para algunos. El equipo diez había perdido más personas queridas que cualquier otro equipo, no solo su sensei había fallecido sino también los padres de Ino y Shikamaru, dejándoles el peso de su clan sobre sus hombros pero también una increíble sensación de vacío por perder a personas tan allegadas a ellos. Lo más duro había sido volver y explicarles a sus madres que estos habían padecido en la guerra, la entereza con la que tomaron la noticia era tan falsa como que la guerra había sido solo un sueño, pero aun así ellas sabían el camino que habían elegido sus maridos y ahora solo podían velar por sus hijos. Otras de las grandes bajas, fue la que sufrió el equipo de Gai-sensei, se había visto reducido debido al fallecimiento de uno de sus integrantes, todos recordaban el sacrificio que Neji Hyuga había hecho durante la guerra con tal de proteger a su adorada prima. Si bien evito que inmensas estacas fueran clavadas en Naruto, lo cierto es que lo hizo sabiendo que quien se interpondría era Hinata, la peliazul era capaz de dar su vida por el rubio y él, como protector y como primo no lo iba a permitir, evitaría a toda costa que ella se sacrificara como una vez estuvo a punto de hacer.

No solo el equipo de Gai se había encontrado afectado por esa perdida, una persona que había cambiado completamente desde ese momento, también se vio afectada. Hinata, desde ese momento no volvió a ser la misma, rara vez sonreía y se había encerrado en sí misma al momento en que vio los ojos de su primo cerrarse por completo. Una parte de ella murió ese día con él y nunca más la iba a recuperar, y tampoco pretendía hacerlo ya que sin su primo, no le veía sentido. Si bien en un inicio no habían sido de los más allegados, con el tiempo lograron romper esa brecha que dividía a las dos familias para ser solo una, ellos dos eran más que primos, eran hermano. Hermanos que eligieron serlo y que no dejarían que nadie los separara, claro que el gran verdugo les tenía otro destino preparado. Otra vez se volvían a encontrar separados el uno del otro pero esta vez no iban a tener otra oportunidad, no contaban con una segunda oportunidad respecto a su relación, estaban separados hasta que ese mismo verdugo los uniera de nuevo en la eternidad.

En fin, varias vidas se habían perdidos y ninguna valía más que la otra, todas dolían y dolían demasiado para cualquiera que los recordara. Nunca en la historia de la aldea, había sido tan triste ver en esa gran piedra con nombres en ella, encontrar tantos que no merecían estar ahí por ahora. Tantos que tenían aun familias, amigos y compañeros por disfrutar, ahora se habían vuelto un simple nombre y un recuerdo.

A pesar de todo eso, la aldea trataba lo mejor posible, el volver a levantarse con la ayuda de todos. Cada uno ponía un poco para así ayudar a resurgir como un fénix. Los ninjas se dividían entre misiones y trabajos de construcción para así volver a su lugar, casa por casa. Las misiones no habían quedado de lado ya que aún quedaban ninjas renegados que aun buscaban pelear y desestabilizar el mundo shinobi. Y es por eso que, dentro de un inmenso complejo que de a poco se iba alzando de nuevo, una joven peliazul se encontraba sentada en el borde de su ventana mirando un punto indefinido en el horizonte, pensando únicamente en una persona que no estaba más a su lado. A los pocos minutos, llamaron a su puerta y con un sutil "pase", entro una de las encargadas de la mansión, para darle un comunicado.

- Hinata-sama.. Hokage-sama la mando a llamar.. – Dijo una joven con su banda shinobi cubriendo su frente.

- Muchas gracias Yuno-san.. – Respondió la peliazul con una sonrisa aunque no se sentía segura si era sincera o no – Seguro es por una misión.. ¿Podrías asegurarte de que tengamos algunas cosas en la cocina para así preparar algo..?

- Claro.. – Dijo con una reverencia para luego salir.

- Otro día más Nii-san.. – Dijo Hinata una vez que se encontró sola – Otro día más sin ti..

Cerrando los ojos para llenarse de valor, emprendió el camino hasta la torre del Hokage para saber sobre su próxima misión, ya hace varios días que no le daban una y estaba segura de la razón pero aun así quería salir, salir de esa paredes, de ese lugar, de esa mansión que lo único que hacía era recordarle a alguien que no podía tener de vuelta.

Llegando a la oficina del Hokage, toco la puerta con suavidad y cuando se le permitió pasar, entro encontrándose de frente con el sexto Hokage y con un shinobi que no esperaba verlo. Había escuchado rumores de que había logrado volver a la aldea luego de su pelea con Naruto en la cual ambos perdieron un brazo pero aun así, habían vuelto a ser los mejores amigos que siempre fueron. El último de los Uchiha no había aceptado el que se le diera otro brazo para así seguir con su vida como antes, aceptando su situación como un castigo por los crímenes que cometió pero aun así no dejada de ser uno de los mejores ninjas de la aldea. Volvió su atención al Hokage que, a pesar de la máscara, sabía que le estaba sonriendo gratamente.

- Hola Hinata-chan! – Dijo animadamente el peliblanco, parecía nunca perder el buen humor.

- Buen día Hokage-sama.. – Respondió Hinata con una corta reverencia – ¿Mando usted a llamarme?

- Claro.. – Dijo animado de que por lo menos alguien lo tratara con respeto por su cargo – Veras.. Tengo una misión para ti.. Pidieron específicamente por ti..

- ¿Por mí? – Pregunto curiosa, nunca nadie había pedido por ella.

- Así es.. Veras.. Gaara pidió por un usuario del Byakugan en el cual confié ciegamente.. Es por eso que pensé en ti.. – Dijo tranquilamente el ninja copia, sin darse cuenta que ese dato entristecía por dentro a la peliazul que sabía que ella era la elegida solo porque su primo no estaba.

- ¿En.. En que consiste la misión? – Trato de sonar lo más serena posible ya que si algo había aprendido de su padre era no mostrar sus lágrimas innecesariamente.

- La misión te la darán una vez estés en Suna.. El Kazekage se encargara de dártela.. – Dijo el ninja copia mientras miraba a su ex alumno – Pero la misión no la harás sola..

- ¿Tendré un compañero? – Pregunto algo sorprendida ya que no había tantos shinobis en la aldea para que la acompañaran, incluso sus amigos estaban ocupados con sus propias misiones o reconstruyendo la aldea.

- Iras con Sasuke.. – Dijo el Hokage mientras lo señalaba, si Hinata se sorprendió no lo demostró en ningún momento – Pueden salir cuando quieran.. Pero les recuerdo que Gaara pidió con urgencia que lleguen..

- Claro.. – Dijeron ambos al mismo tiempo sin siquiera mirarse.

- Bueno eso sería todo.. – Los despidió el Hokage, solo para ver como Sasuke salía sin decir nada, y Hinata salía luego de hacer una reverencia por respeto, una vez solo volvió a mirar la solicitud de la misión y sentía que algo iba a cambiar con esta misión – Mmmm.. Espero que este presentimiento no sea algo malo..

Fuera de la oficina, ambos caminaban uno alado del otro pero sin decir una palabra entre ellos, Hinata hacia todo lo posible por no mirarlo aunque se sentía completamente nerviosa de hacer una misión con él cuándo ni siquiera habían hablado un par de palabras antes, es mas no recordaba si quiera que él la conociese hasta este momento, ella por supuesto que sabía quién era ya que su amado rubio siempre busco traerlo de vuelta. Por su parte, Sasuke no prestaba tanta atención a su nueva compañera, solo podía esperar que no fuera una molestia como solían serlo las demás. Si fuera por él nunca elegiría una kunoichi como compañera o siquiera a cualquier otro ninja pero Kakashi le había insistido en que una misión pedida por un Kage podía hacer que su lealtad sea más creíble y necesitaba de eso para poder defender la aldea que su hermano había dado todo por protegerla.

Saliendo de la torre, ambos detuvieron el paso y antes de que todo fuera más extraño entre ellos, Hinata decidió hablar.

- Etto.. Uchiha-san.. – Dijo con voz suave y algo nerviosa – Sí.. Si quiere podemos salir cuando usted diga..

- Bien.. Dentro de una hora te espero en la entrada de la aldea.. – Dijo sin más Sasuke, mientras desaparecía en un torbellino de hojas.

Hinata se encontró de nuevo sola en las afueras de la torre del Hokage y como si hubiese estado reteniendo todo el aire del mundo, lo soltó pesadamente. No había sido el mejor comienzo, había tartamudeado y no se había mostrado tan segura de sí misma frente a un gran ninja como lo era el pelinegro.

- Nii-san.. Dame fuerzas como siempre.. – Dijo Hinata desapareciendo del lugar para llegar a la mansión lo más rápido que podía, tenía que preparar todo.

Al llegar, fue recibida como siempre por todos los encargados y saludando cortésmente se dirigió a su cuarto donde preparo su bolso y se alisto con su ropa ninja como siempre. Una vez lista, salió a preparar unos cuantos bocadillos para el camino, a Suna tenían casi un día y medio de viaje si no es mas. Era seguro que acamparían en medio de la nada antes de llegar por eso quería preparar algo, no tenía tiempo de algo elaborado pero si podía preparar cosas que por lo menos ayudarían a que sus estómagos no rugieran por la noche. Tan concentrada se encontrada que no sintió la presencia de su padre detrás de ella.

- ¿Saldrás de misión? – Pregunto en tono frio el líder del clan.

- Así es.. – Respondió sin dejar de revolver el sartén que estaba utilizando – Saldré para Suna por una misión del Kazekage-sama..

- Hinata.. – Dijo el hombre con algo de dolor en la voz que hizo que la peliazul apretara más fuerte el mango de la sartén – No dejes que te hieran de nuevo..

- No sucederá de nuevo padre.. – Dijo Hinata mordiéndose el labio, no quería que la tomara por débil otra vez, había participado de la guerra y esperaba que eso mostrara su valor.

- No me malinterpretes.. – Dijo con un suspiro cansado su padre – De nada servirá que te esfuerces hasta la muerte.. Eso no lo traerá de vuelta.. No hagas que su sacrificio sea en vano.. Cuídate.. Por ti y por él..

- Lo.. Lo sé.. – Dijo con lágrimas silenciosas.

Luego de ese pequeño intercambio de palabras, el líder del clan salió de la cocina para volver a sus actividades, dejando a una Hinata que trataba de tranquilizarse para no llorar más de lo que debía. Armo rápidamente los bentos con comida y miro la hora, aun tenia media hora antes de ir a la entrada donde se encontraría con su nuevo compañero de misión. Subió a su cuarto y tomo lo último que le faltaba antes de hacer una visita necesaria, tomo la banda ninja que no le pertenecía, sino que era de su primo. Llevaba siempre su banda para sentirlo cerca, para que le diera valor en todo momento y ahora no sería distinto, se la coloco alrededor de su cuello como siempre y salió a donde quería ir antes de salir de la aldea.

Rápidamente paso por la florería Yamanaka en la cual Ino la saludo animadamente pero se disculpó diciendo que tenía algo de prisa, tomo las flores que tanto quería y le recordaban a su primo y salió rumbo a su tumba. Prácticamente no demoro nada y se encontró de rodillas dejando los hermosos girasoles en su tumba. Se sintió tranquila y pronto reconoció una presencia cerca de ella.

- ¿Son girasoles para Neji? – Pregunto alguien a sus espaldas.

- Sí.. – Dijo con una sonrisa sabiendo quien estaba detrás de ella – ¿Viniste a saludar Naruto-kun?

- Últimamente no pude verte.. Si no era una misión era otra cosa.. – Dijo con pena el rubio mientras se rascaba la nuca.

- ¿Como se encuentra tu brazo? – Pregunto sin levantarse aun de su lugar, dejando al rubio parado detrás de ella.

- La vieja Tsunade dice que está reaccionando bien.. – Dijo con una sonrisa mientras lo miraba – Pronto podre practicar jutsus de nuevo..

- Me alegra mucho escuchar eso.. – Dijo para luego juntar sus manos y cerrar los ojos, Naruto la espero sin decir una palabra, sabiendo que estaba diciendo una plegaria. Cuando termino, se paró y volteo a verlo – Sé que no viniste solo para verme Naruto-kun..

- Yo.. Yo creo que nunca te pude responder como debía.. – Dijo Naruto angustiado ya que por la guerra y la reconstrucción de la aldea no había podido hablar con ella.

- Sabes.. – Dijo Hinata cuando el viento soplo entre ambos – No me arrepiento de habértelo dicho.. Creo.. Creo.. – Dijo viendo la tumba de su primo – Que a veces.. Damos por sentado que los otros conocen nuestros sentimientos..

- Hina.. – Dijo con angustia el rubio viendo la tumba de su amigo.

- Pero es necesario decirlo.. Yo pude decírtelo.. Y sé que no soy correspondida.. – Dijo Hinata tratando de sonreír sinceramente – ¿Puedo pedirte un favor Naruto-kun?

Naruto se tensó al escucharla de esa forma, podía ver que trataba de sonreír cuando no podía y lo primero que pensó es que le pediría que nunca más le hablara por no corresponderle. Algo de eso lo asusto, no quería perderla como amiga, no cuando ella dio tanto por él, cuando fue la única en mirarlo.

- Cla.. Claro.. – Dijo con temor Naruto.

- Dile a Sakura-san lo que en verdad sientes.. – Dijo con una sonrisa sincera mientras lo veía – No des por sentado que ella sabe que la quieres.. Dile que en verdad la amas.. Sin juegos.. Sin bromas.. Solo siendo sincero.. Nunca se sabe cuándo puede ser tarde para decir las cosas..

Naruto entendió lo que le quería decir y algo de dolor se posó en su pecho, agradecía que Hinata fuera tan buena con él, incluso en esos momentos que no encontraba las palabras correctas que decirle.

- Sí.. Si lo dices por Neji.. Estoy seguro que él sabe cuánto lo quieres.. – Dijo Naruto mientras se acercaba a la tumba de su amigo y la tocaba con la mano vendada.

- Pero nunca lo sabremos.. – Dijo con una sonrisa triste Hinata – En fin.. Promete que lo harás Naruto-kun.. – Pidió llamando la atención del rubio.

- Te lo prometo Hinata-chan – Dijo con una sonrisa zorruna mientras la abrazaba – Gracias por estar siempre a mi lado..

- Gracias por permitirme ser tu amiga Naruto-kun.. – Dijo respondiendo el abrazo, sabía que con esto estaba dejando atrás a su primer amor, pero tenía que ser fuerte y más en presencia de la tumba de su primo – Etto.. – Dijo nerviosa ya que recordó que tenía que irse y no quería que el rubio pensara que lo quería alejar – Te.. Tengo que irme Naruto-kun..

- ¿Eh? – Pregunto confundido mientras la soltaba, solo para notar su bolso de viaje y además que estaba con su ropa ninja – ¿Tienes una misión?

- Así es.. – Dijo con una sonrisa Hinata, viendo lo despistado que era el rubio – En diez minutos tengo que estar en la entrada sino mi compañero se podría molestar..

- Entonces vamos.. – Dijo tomándola de la mano para salir corriendo del lugar.

Hinata lo siguió como pudo, no sin antes darle una última mirada a la tumba de su primo.

- Nos vemos Nii-san.. – Pensó mientras volvía a mirar adelante – Prometo que esta vez tendré más cuidado..

Ambos corrieron por todas las calles de la aldea, animadamente ya que era divertido poder hacer ese tipo de cosas cuando lo único que rondaban eran misiones y reconstrucción, era divertido poder "divertirse" con pequeñas cosas de la vida o que en ese momento podían disfrutar. Llegaron rápidamente a la entrada de la aldea donde no se encontraba nadie más que los guardias que cuidaban la entrada, eso sorprendió al rubio ya que esperaba a los compañeros de Hinata como siempre, no es que ella llegara tarde sino que seguramente se había demorado porque él la entretuvo hace un rato.

- Qué bueno que no llegue tarde.. – Dijo con alegría Hinata, lo último que quería era empezar mal una misión con su nuevo compañero.

- Por cierto.. ¿Con quién harás la misi..? – Quiso preguntar Naruto pero una voz conocida para él lo interrumpió.

- ¿Lista Hyuga? – Pregunto el pelinegro recién llegando, notando a su amigo pero no le dio tanta importancia.

- ¿Us.. Ustedes irán juntos? – Pregunto el rubio sin poder creerlo, el pelinegro últimamente solo salía de misiones solo, incluso ya no era parte del equipo siete, dejando a Sai ese lugar.

- ¿Algún problema? – Dijo Sasuke con arrogancia mientras lo desafiaba con la mirada, lo último que necesitaba era que su amigo lo molestara.

- No.. Claro no.. – Dijo Naruto nervioso, por lo menos sabía que Hinata estaría bien cuidada con su amigo – ¿Dónde es la misión?

- ¿Porque tantas preguntas Dobe? – Pregunto Sasuke algo molesto de que el rubio cuestionara todo.

- Naruto-kun.. Iremos a Suna.. – Dijo Hinata para tratar de calmar las cosas y salir lo antes posible – Y antes de que preguntes.. – Dijo viéndolo abrir la boca – No sabemos la misión.. Recién allí nos enteraremos..

- ¿Gaara pidió por ustedes? – Pregunto de nuevo Naruto.

- Escucha Dobe.. Deja de molestar y vuelve a tus cosas.. – Dijo Sasuke dándose la vuelta para irse, ya estaba molesto y ni había salido de la aldea – No tengo tiempo para todo esto..

- Espera.. – Dijo Naruto sujetándolo del hombro, cuando el pelinegro se detuvo, él se acercó más para que Hinata no los escuchara – Cuídala Teme.. Es una gran amiga para todos..

- Como sea.. – Dijo soltándose del agarre del rubio para seguir el camino – Vámonos Hyuga..

- Cla.. Claro Uchiha-san.. – Dijo Hinata para correr tras de él – Nos vemos Naruto-kun..

- Nos vemos Hinata-chan! – Se despidió con la mano – Recuerda lo que te dije Teme!

Sin recibir respuesta de vuelta, los vio a ambos perderse entre los arboles de la aldea. Sentía que algo extraño estaba sucediendo y que algo aún más extraño sucedería, pero no sabía que podía ser. Solo le quedaba creer que los únicos problemas que tendrían serian por posibles ninjas renegados pero nada más, Akatsuki ya había sido derrotado y no contaban con ningún enemigo igual de poderoso que ellos o incluso que apareciera otro que igualara su fuerza con Mandara. Sea quien fuera contra lo que sus amigos se enfrentarían, ellos podían hacerle frente. Solo debía esperar a su regreso para estar tranquilo con esa sensación que le estaba inundando en el pecho.

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Hola a todo el que me lea!.. Bueno después del gran apoyo que tuve con mis otras historias de SasuHina, me decidí por compartirles esta otra historia. Como podrán leer en el título, se pueden dar una idea de por dónde va la cosa.. ii es que luego de ver la peli del Príncipe de Persia, no pude evitar pensar en esta historia.. Se podría decir que es más larga.. O por lo menos tiene más de tres cap que es lo máximo que llegue con este shippeo.. Espero que les guste ii si veo mucho apoyo quizás el domingo suba el siguiente cap.. Sino será dentro de una semanita..

Bueno espero que le den una oportunidad.. Me animaría mucho ii sé que siempre fueron muy amables conmigo así que espero que lo sigan siendo con sus reviews..

Por cierto esta historia la invente pero si es parecida a otra, juro que lo desconozco.. La parte de las "arenas del tiempo" como lo verán más adelante es sacado de la peli del Príncipe de Persia (aquí entre nos.. se la re recomiendo! Es de mis favoritas)..

Siempre lo aclaro por si hay errores (o horrores) no termine ni el manga ni el anime de Naruto.. Todo lo que se es por los fanfic que leí o por la wiki.. Si me confundo en algo importante sepan que es por eso..

En fin.. Gracias de corazón al que me lea.. Bezotes

_¡Mumumuak!_