Historia participante de la Ronda de Retos: ¡Cardcaptor Family! del foro "¡Libérate!" de SCC

Tema: Vejez

Palabra: 527

Comentarios: No sé, sol oescribí lo que se me cruzó por la mente... Onda, no me los puedo imaginar viejos, se me hacen que a lo Clow vivirán eternamente jóvenes xD


Escena favorita

...

Si había algo que a la mujer de ojos verdes nunca le iba aburrir en su vida, era observar como su marido practicaba artes marciales.

Simplemente le encantaba.

Sentada en el cómodo sillón de la terraza, lo miraba detalladamente con una sonrisa enamorada y con un par de suspiros escapando de sus labios pintados de un rosa suave.

¿Cómo aún lograba eso?

Sus hijos se burlaban de los enamorados que lucían sus padres, aún con la edad avanzada que ellos tenían. Pero, ¿cuál era el problema?

Ambos se sentían tan enamorado del otro como cuando todo eso había empezado. Y el programa favorito de Sakura, no fallaba nunca todos los sábados a las siete de la mañana desde que se habían casado, incluso aunque lloviera.

Es que la madurez le había hecho un favor a su marido y, aunque los signos de la vejez que le afectaba a ambos estuvieran marcados en sus caras, la agilidad que habían desarrollado de niños, no la habían perdido.

Shaoran practicaba todos los sábados sin falta, había iniciado solo, luego agregó a sus hijos y ahora lo hacía con sus nietos. No quería que sus raíces chinas se perdieran de esa familia radicada completamente en Japón.

Dio un aplauso cuando vio a Shaoran saltar hacia atrás para evitar el golpe de su nieta más chica, la pequeña Mika de siete años, era la más ágil de los cinco nietos que tenían.

Terminaron la práctica y se acercaron a ella, quien los esperaba con el té sobre la mesa de centro, para que recuperaran el aliento.

—¡Abuelo! —dijo la pequeña tras tomarse su vaso de té helado— ¿Cómo te mueves tan rápido? —ambos observaron a la niña, sus bellos ojos ámbar brillaban por la rabia de haber fallado el último golpe.

—¿A qué te refieres? —preguntó sentándose junto a su esposa.

—Es que abue… ¡Estás viejo! —dijo jugando con sus dedos—. Ni mi papá se mueve tan bien como tú…

Sakura y Shaoran se miraron y, lejos de enojarse con la pequeña, sonrieron.

—Las artes marciales no dependen de la edad, no porque seas una niña y yo esté viejo, vas a ganarme —le indicó cruzado de brazos—. Las artes marciales son la fortaleza de la mente y el espíritu, mientras la mente y el espíritu se mantengan jóvenes, la vejez del cuerpo no afecta en absoluto.

—Wow —exclamó, dejando de lado su rabia por una clara demostración de orgullo— ¡Quiero ser como usted cuando sea mayor! —declaró— ¡Ya quiero que sea sábado nuevamente para que me enseñe a fortalecer mi mente y espíritu!

—De acuerdo —afirmó Shaoran con una sonrisa.

—Ya —la pequeña les hizo una reverencia y dejó a la pareja sola.

—Yo también quiero que sea sábado de nuevo —comentó Sakura apoyándose contra el hombro de su esposo, el cual no tardó en colorear sus mejillas de rojo.

Sakura sonrió, llevaban cincuenta años juntos y aún lograba sonrojarlo.

—Iré a bañarme —dijo apresuradamente, dejando a la mujer sola con sus pensamientos de joven enamorada una vez más…

Porque como Shaoran le había explicado a su nieta, la mente y el espíritu no envejecían… y los sentimientos tampoco…