Clasificación: T
Narración: Primera persona
AU: Universo Alterno
Disclaimer: Naruto no me pertenece, pertenece a Kishimoto
Notas: Ok…mi segundo Fic a pedido del Foro la Aldea oculta entre las Hojas de Fanfiction :D
Este fic es a pedido de Crimela, la cual pidió un fic bastante liberal de Kakuzu y Sakura, con la condición de que estos dos se vieran obligados a relacionarse de una forma natural, no forzada, todo libre, desde ambiente hasta género y ambos personajes en IC
Honestamente no encontré la forma de hacer eso en el mundo ninja con otras especificaciones que ella dio y que no vienen al caso ya que no estoy trabajando ese mundo, sin embargo dio la opción de hacerlo en un AU donde Kakuzu fuese un médico de algún tipo, y Sakura fuese estudiante de medicina o internista o algo similar, ese fue el enfoque que tome para hacer este fic, un Two…posiblemente Threeshot…
Genio Innegable.
"Quizás…él podría curarlo…" esas fueron mis palabras después de ser su asistente de cirugía; por más despreciable que me pareciera que alguien como él tocara a Naruto; era innegable su habilidad, la cual podía decir a ciencia cierta que rivalizaba con la de mi maestra, probablemente la superaba en creces…
Mi nombre es Sakura Haruno, tengo veintiún años y trabajo en el Hospital Konoha localizado en Tokio, uno de los hospitales más prestigiosos de todo el país el cual alberga muchas de las más brillantes mentes medicas de esta, y la pasada generación; y en el caso de un hombre en particular… de dos; si no es que posiblemente, unas veinte generaciones atrás…
Por ahora, y me enorgullece decirlo, soy asistente y aprendiz de una de las mentes más brillantes de todo Tokio, Senju Tsunade. Mi maestra se especializa en cirugías de todo tipo, sin importar el paciente y la condición ella es capaz de regresarlo a como era antes, o por lo menos eso creía; hasta que conoció a un paciente el cual no pudo tratar, mi mejor amigo, Uzumaki Naruto.
Un rubio tonto, que siempre se ríe a cada rato como un idiota, me saca de quicio de cada rato con sus estupideces, puedo enumerando un sinfín de defectos de ese tonto, pero aun así; no puedo negar que es una de las personas más fieles y leales que jamás he conocido, y que por desgracia demuestra que las cosas malas siempre le ocurren a la gente buena…
Hace un par de años, Naruto se dirigía a visitar a su novia Hinata - una chica que fácilmente podría ser confundida con una muñeca de porcelana de tamaño real, en serio, con piel pálida y delicada como seda, hermosos ojos aperlados, un largo cabello azulado y un cuerpo que, deseable para los hombres, envidiable para las mujeres… personalmente desearía un poco de los dotes que recibió Hinata, pero no tuve tanta suerte - ese día que prometía ser como cualquier otro, se transformó en tragedia cuando me entere de que Naruto sufrió un terrible asciéndete tránsito.
Aunque sobrevivió, la terrible contusión que sufrió lo dejo en un estado paralitico, muy cerca del vegetativo, jamás olvidare ese día; el ver la condición en la que quedó el más fastidioso y mejor de mis amigos, y a Hinata; llorando desgarrada y sin descanso a su lado, sintiéndose culpable por lo que le había sucedido a su amado Naruto.
No soportaba verlos de esa manera; jure ante Hinata que sin importar que; sin importar cuanto me costase curaría a Naruto. Nunca creí que las palabras "costase" se volverían tan literales.
Mi maestra no pudo hacer nada por Naruto, pero eso no me detuvo; durante mi tiempo libre estudiaba la condición de Naruto y buscaba médicos famosos en tratar dicha condición, no me importaba si quedaba endeuda en esta vida y la siguiente con tal de curar a Naruto en lo que se llamaba una situación "incurable". Mis estudios e investigaciones me llevaron a la persona más miserable, asquerosa, avara, cuestionable y despreciable de todo el Hospital Konoha, y de la cual mi maestra me había advertido no acercarme, Kakuzu.
Nunca me relacione con esa persona, ya que mi primera impresión de él fue no tan solo deplorable – si debo juzgarlo por la apariencia, podría decir que se trataba de un zombi; un hombre de mostraba unos sesenta cuando realmente rayaba en los noventa, ojos esmeralda vacíos y vidriosos, piel morena quemada, cabellos plateados y blancos, y una máscara negra cubriendo su boca – él me hizo dudar de la integridad del Hospital cuando llegue a presentar mis pasantías por tener a semejante basura contratada.
El sujeto es un AVARO con todas en mayúsculas, si te caes frente a él y le pedes ayuda para levantarte, te cobraba para hacerlo, sus operaciones - ya que era un cirujano – las más caras de toda Konoha, sin mencionar que él no resultaba compatible con nadie – es decir, nadie podía trabajar a su ritmo o seguir sus métodos - salvo por su y su equipo de trabajo.
Como anestesiólogo tenia a un sujeto llamado Hidan, el cual debería de estar en un hospital psiquiátrico…COMO PACIENTE, no como doctor; su enfermera era una chica que conocí en la facultad y con la cual termine cruzando puños más de una vez por su constante acoso a mi novio Sasuke, la pelirroja odiosa – y que hasta la fecha me cuesta creer sea familia de Naruto y fuese tan indiferente de su situación, trabajando para semejante médico – Uzumaki Karin; como primer y único asistente, un chico legendario en la facultad de medicina de nombre Kabuto, no sabía mucho de él, salvo que tenía un talento innato para la medicina.
Un día escuche que Kakuzu estaba buscando un miembro más para su equipo para una operación venidera, y contra todo pronóstico y por más repúgnate que me pareciera la idea, me apunte a su llamado… y sin sorpresa alguna fui la única en la lista.
Las chispas volaron cuando Karin y yo nos cruzamos las miradas en la reunión previa a la operación, siendo Kabuto quien tuvo que controlarnos mientras que Hidan parecía disfrutar del hecho que sangre podía correr dentro de poco.
—Realizaremos una operación de corazón— comentó mi nuevo jefe sin muchos ánimos, sentando con los pies sobre su escritorio.
—¿Trasplante?— pregunte confundida al ver que el paciente requería uno nuevo, ya había sufrido de un fuerte ataque.
—Si hicieras tu tarea, sabrías que no HAY corazones disponibles ahorita mismo en el hospital— comentó Karin obstinada de tenerme a su lado.
—…Y por desgracia no tenemos un donante compatible— añadió Hidan en tono trágico y dramático. Algo me decía que no hablaba así por pena por el paciente… si no por el hecho de poder arrancar el corazón latiente de otra persona para transferírselo a este paciente.
—Si no hay corazón, ni donante, ¿qué vamos a hacer?— pregunte desconcertada.
—Repararlo— respondió Kabuto sin mucho desdén
¿¡Repararlo?! me dije; según la información en mis manos este corazón estaba más allá de la salvación, la razón por la que Kakuzu había solicitado un asistente adicional es porque requería de que una persona lo ayudara a él o a Kabuto durante la cirugía.
No tenía idea de lo que me había metido, pero ya no me quedaba de otra más que seguir adelante, sin mencionar que tenía curiosidad de que hacía a Kakuzu tan famoso; no había videos de sus operaciones ya que él las catalogaba como "confidencial", no quería que sus métodos fueran robados por otros.
Después de discutirlo por un rato, se acordó que yo asistirá a Kakuzu. La operación comenzó a la hora y transcurrió de manera normal hasta que llegamos al punto de remover el corazón.
Tengo que admitir que estaba sorprendida, a medida que se removía el corazón, Karin y Kabuto conectaban la máquina que remplazaría el corazón temporalmente a nuestro paciente con una sincronización asombrosa.
Una segunda mesa estaba preparada en el quirófano para depositar el recién extraído corazón —Sakura…— comandó solo con nuestros nombres con su áspera voz, me separe de la mesa de operaciones y seguí a Kakuzu a la otra mesa con un kit limpio para asistirlo, me miro de reojo algo sorprendido por mi velocidad, no pensaba dejar en mal el nombre y la recomendación de mi maestra Tsunade, mucho menos pensaba perder ante la odiosa de Karin.
—Comencemos— comandó con su áspera voz, aunque ante mis ojos yo me perdí la parte de "comenzar", ya que antes de que me diera cuenta ya habíamos terminado.
Las velocidad de las ordenes de Kakuzu eran sorprendentes, no sé cómo hice para no quedarme atrás y responder a todas y cada una de ellas, llegó un punto que sentí que fue más por reflejo, que por voluntad que mi cuerpo se movía; lo que hizo con el corazón fue algo que nunca había visto, parecía un crítico de un restaurante fino, cortando y asimilando cada centímetro de un corte fino de carne, buscando la más mínima imperfección, a solo unos cinco minutos de haber comenzado, me pidió un tazón en el cual deposito lo que me pareció era un tumor que, de alguna forma no había sido localizado.
De ahí en adelante fue suturar los cortes, curarlos y listo, el corazón estaba como nuevo y menos de media hora el paciente lo tenía nuevamente en su lugar revivido y bombeando sangre a por todo su cuerpo. Una operación que debería haber tomado un par de horas, Kakuzu la completó en tan solo una, fue ahí cuando aquellas palabras cruzaron mi mente "Quizás…él podría curarlo"
Aunque esa operación había sido casi milagrosa, tenía que estar segura, necesitaba más prueba de la habilidad de Kakuzu. Tuve que retirarme de mi maestra por un tiempo para unirme al equipo de Kakuzu, lo cual literalmente me "costo" una cuota y la advertencia que al más mínimo error me enterraría viva, un error para mí no era una opción, estaba dispuesta a conocer más de este repulsivo pero innegable genio de la medicina.
Operación tras operación no dejaba de asombrarme con las técnicas inusuales pero efectivas de Kakuzu, sin duda un dotado genio, que por desgracia solo entregaba sus habilidades al mejor postor. No me importaba en lo más mínimo, había decidido que, por más repulsiva que me parecía la idea de que esta persona tocase a Naruto, él era el único médico que quizás podría ayudarlo.
Un día, me presente en nuestra oficina con una carpeta en mano y sobre amarrillo, para mi mala fortuna todo el equipo estaba reunido, sin embargo tan pronto me dirigí a Kakuzu y le dije que tenía hablar con el de negocios, todos se salieron de inmediato, cosa que me sorprendió.
Sentado en su escritorio, extendió su mano haciéndome un gesto para que me sentara, me sorprendió solo un poco. Si hay algo que aprendí trabajando con él, es que si existe dinero de por medio, este despreciable ser humano se convierte en el caballero más grande del planeta.
—Así…que vas a mostrar tus verdaderos colores…— comentó frio, pero con un aire tan gentil que no sabía si odiarlo o sentirme alagada.
Coloque la carpeta sobre la mesa sin abrirla —quisiera que examinara a esta persona— la miro por encima, puede ver como sus ojos se fijaron en el nombre escrito en esta, Uzumaki Naruto. Antes de que pudiera hacer comentario alguno, abrí mi sobre amarrillo y saque un fajo de billetes que Hinata y yo habíamos reunido.
—si los cuentas; se dará cuenta que ahí está la cantidad exacta para sus chequeos físico complet — me dirigí a Kakuzu de forma cortante; introduje nuevamente mi mano en el sobre y saque un segundo fajo y añadí con el mismo tono —y este es para sus exámenes de sangres personales.
Sus ojos vidriosos se fijaron en mi por un momento, casi pude distinguir una sonrisa dibujarse debajo de esa mascara que siempre llevaba.
—A diferencia de Karin…tu si hablas mi idioma Sakura…— dijo en tono siniestro mientras tomaba el primer fajo de billetes para contarlos uno a uno.
—¿A diferencia de Karin?— pregunte confundida. Sería posible que Karin le haya intentado presentar el caso de Naruto a Kakuzu anteriormente.
Sin separar sus ojos de los billetes asintió y añadió —Karin intento presentarme el caso de este chico, su primo si no me equivoco, pero yo no hago caridad— me respondió, si sabía que Karin y yo estábamos con él por interés, porque nos mantenía a su lado pregunte.
—Ambas son realmente competentes en su área— respondió aun contando el primer fajo, parecía deleitarse del solo hecho de sostener los billetes —entre más competente mi equipo; más puedo cobrar por cada trabajo…— añadió, si hay algo que no negaba es que las operaciones de Kakuzu me daban más regalía e ingresos que los que conseguía trabajando para Tsunade, quizás Kakuzu era una basura como persona, pero en cuanto a dinero se refiere, era bastante justo con su equipo, quizás una forma de mantenerlos enganchados a él.
Termino de contar el primer fajo y procedió al segundo en silencio, a medio fajo añadió —sin mencionar, que no me preocupa que intenten copiar mis métodos— haciendo una pausa me dirigió una mirada siniestra y añadió —como te has dado cuenta, mis métodos no son para nada sencillos, ni correctos para la mayoría de la comunidad médica.
Sentí aquellas palabras como una amenaza, lo cual me hizo fruncir el ceño en reflejo a la ira que me producían. Terminó de contar el dinero y lo coloco sobre la mesa.
—El dinero de la sangre está completo; el del chequeo… también lo está, siempre y cuando lo traigan…— comento menospreciándome.
—¡Eso lo sé muy bien!— replique molesta por su tono de voz —si quisiera que usted lo fuera a visitar, debería agregar unos miles de yens más— nuevamente pude ver como se dibujaba aquella sonrisa siniestra debajo de su máscara, abrió una de las gavetas de su escritorio y sacó una agenda.
—tráelo dentro de dos días, a las tres; seré generoso y te daré hasta las seis como hora tope para realizar y terminar el chequeo…— ciertamente era para sentirme alagada, ¿tres horas para la consulta?, apenas pagamos para una hora, no para tres…¿acaso este hombre realmente tiene alma?.
Extendió su mano como gesto para cerrar el trato y por más que me disgustaba se la estreche, este hombre, por más repulsivo que era, por más miserable y poco ético que me parecía…era quien, me gustase admitir o no; tenía la mayor posibilidad de curar a Naruto.
Había sido testigo de los milagros médicos que había realizado, había sido parte de ellos. Era hora de cumplir la promesa que le hice a Hinata, ya era hora para que Naruto volvería sonreírnos como siempre lo ha hecho, porque honestamente… extrañaba esa dulce y tonta sonrisa suya…
Hola Crimela, los géneros que te di en el foro eran para el mundo ninja, pero como no pude, o mi cabeza no encontró la forma de hacerlo dentro del mundo ninja, opte por este pequeño drama médico que espero disfrutes tú, y todos los lectores de este fic :D
Saludos, nos vemos en el siguiente capítulo, cuídense mucho :D
