Se recuerda el fuego.
Fuego. Cenizas. Cosas que arden hasta el suelo.
Y luego, oscuridad.
Oscura y absorbente oscuridad.
Cae y cae.
No se detiene.
Quema.
Arde como si algo te estuviera calcinando.
Por dentro.
¿Lo sientes?
¿Puedes sentirlo?
No puedes verlo, no no.
Recuerda.
Rebobina.
¿Lo recuerdas, ya?
Otra vez.
Y cae.
Y cae.
Una y otra, y otra vez.
¿Quieres parar?
Ya no hay vuelta atrás.
Acepta quién deberás ser.
Y despierta.
Sangre, ve la sangre.
Piensa.
Pero, ya no puedes volver a atrás.
