Los personajes no me pertenecen son propiedad de Suzanne Collins, yo solo los uso para con esta historia que es mía
Camino.
No es que tenga que pensarlo mis pies me llevan a donde quiero ir, y yo simplemente me dejo llevar por ellos.
Las uñas negras de mis dedos, se clavan en la palma de mi mano, por acto de reflejo. Ya era muy tarde cuando me di cuenta que era un tic nervioso. Veo como la luz tenue se filtra a través de las ventanas del pasillo, complementándose en un paisaje melancólico, amo los días así son especiales, de alguna forma me hacen sentir, que, está bien.
El cielo gris, ningún rastro de rayos de sol, el aire frio inyectándose en mi piel. Perfecto
Pero, nada puede ser perfecto, puedo escucharlos, como sus palabras se clavan como espadas en mi espalda.
— ¿Qué le pasó? — preguntó una voz.
Pude imaginar su expresión de asco o incluso miedo en sus caras, en esquina en cualquier parte, hablando por lo bajo, cotilleando, susurrándose cosas al oído.
—Nadie sabe.
¿Saber?. Ja. No tienen idea.
—Dicen que sus padres murieron en un accidente.
Strike dos.
—Que feo.
—Y que lo digas solo mírala. Parece un muerto que camina , ¿como es que se llama? una zombi.
Strike tres. Estas fuera.
La rabia se arremolino en mi interior y pude sentir como el color de mis mejillas cambiaban a rojo.
Me detuve en seco, pude escuchar como retenían el aire, pobres niñas. Me voltee hacia ellas. Ambas con minifaldas tontas de colores pasteles. Abrazaban sus libros como si se les fuese la vida en ello.
Ugh colores pasteles, me recuerdan al tapiz del orfanato.
—No estoy muerta— dije al fin— al menos no aún.
Ambas abrieron sus ojos como platos, me miraron como si fuera un nuevo animal de zoológico, pude ver como una de ellas temblaba de miedo. Y como todos en el pasillo dejaban sus quehaceres para mirar el espectáculo.
—Yo, yo lo siento. — Tartamudeo una de ellas. Mientras la otra no podía hablar.
¿Qué que soy?
No lo se exactamente, soy esa persona que ignoras pero no sabes porque, la que se sienta a tu lado mas no dice nada, la que escribe garabatos sin sentido en su cuaderno durante toda una clase, soy la sombra que nadie nota, solo alguien más. Sí podría ser aquella, pero no lo crees, solo importa lo que tu pienses.
Todos seguían mirándome, me encogí de hombros y seguí mi camino en línea recta, lentamente.
Hasta que… solo escuche mis pasos.
Estaba pasando otra vez.
Podía sentirlo.
Eso es todo, gracias a todas las personas que me ayudaron y me dijeron que podía hacerlo, a Valentina, Gaby del Rey, Aryam, y ya :P Gracias
