Y yo lo acepto, al principio, esto es un poco aburrido, pero llegando a Hogwarts todo es muy diferente y con más sensibilidad, esto lo escribí hace poco más de 1 año, y por consiguiente, Harry Potter era algo nuevo para mi, por lo que puse "Malfoy" en vez de "Draco", espero les guste.

CAPÍTULO 1: El pensamiento

No aguantaba más, lo sentía, Draco era un muchacho de 15 años, era de cabello rubio platinado, ojos grises azulados, tez blanca y alto, acababa de despertar de su hermoso, largo y extraño sueño, no dejaba de pensar en ella, una muggle, una sangre sucia, una insignificante sangre sucia, tenía un tipo hechizo que lo hacía pensar en ella. Bajó a desayunar con su padre, Lucius Malfoy, (/un hombre alto, pelo rubio platinado y largo, tez blanca, ojos grises azulados, igual que Draco), y con su madre, Narcisa (una mujer alta, tez blanca, pelo largo y rubio, ojos grises azulados, en fin, los dos, lucius y narcisa tenian que ser los padres de Draco), que discutían por ellos, por lo sangre sucia, su padre, con su tono de voz bajo y frío dijo a su hijo:

-Draco, hijo mío, ¿que te parecen a tí los muggles?, porque la verdad a mi me parecen asquerosos, no se como Albus los acepta en el colegio, la verdad, es lo peor que le ha pasado a Hogwarts, es el colmo- dijo.

-Sí, son asquerosos, verdaderamente asquerosos, es lo que más deshonra el nombre de un mago, en especial esa sabelotodo de Hermione Granger- dijo Draco, aunque ya le dolía llamar así a Hermione.

-Draco, hijo, ¿Qué te ha hecho esa sangre sucia, te ha tocado...- dijo su madre en tono alarmante, amenazador y despectivo

-No madre, lo que pasa es que esa Granger siempre se anda pavoneando y creyéndose de ser siempre la primera, siempre siempre - turbó Draco a su madre, y dicho ésto subió a su recámara, algo enojado y sin haber casi probado bocado.

La habitación de Draco era grande, oscura, a excepción de unas cuantas velas que iluminaban sutilmente su cuarto, y su olor dulce y embriagante como de olor a bebé de Draco hacían de esa habitación un lugar agradable.

-¿Qué tendrá Granger, qué, qué?- dijo Draco en sus pensamientos, y, cuando estuvo a punto de tirarse en su cama, llegó la carta de Hogwarts.

Capítulo 2: Ansiedad

La carta decía así:

Estimado Sr. Malfoy: Le recordamos que el curso empezará el 1º ero de Septiembre, el expreso de Hogwarts saldrá a las 11 de la mañana en punto en el andén 9 3/4 pedimos llegue puntual, no olvide comprar sus útiles.

ATTE.

Profra. Minerva McGonagall

Draco quería que llegara el día de llegada a Hogwarts, pues ansiaba ver a Hermione, aunque sólo la molestáse. Draco esperaba, con muchas ansias, en secreto, los días pasaron como una completa eternidad, así pasaron 3 eternos días, Draco sentía que nunca llegaría ese maravilloso 1ºero de Septiembre...

Mientras... Hermione, Ron y Harry, pasaban unas felices vacaciones en La Madriguera jugando y divirtiéndose todo el día, de pronto, a Harry empezó a dolerle la cicatriz, pero tan poco era ese dolor, que Harry no lo tomó en cuenta, pero no se imaginaba que pasaría algo terrible en Hogwarts. De pronto, Hermione dijo:

-Ron, Harry, ¿no creen que deberíamos estudiar aunque sea un poco? sólo faltan 10 días para el inicio del curso, y no hemos estudiado nada, y...

-Hay Hermione, tu siempre tan preocupada por estudiar, mejor disfruta las vacaciones al máximo, porque Fred y George me dijeron que en 5ºto ponen muchos deberes y casi no tienes tiempo para jugar ni para tí mismo.- dijo Ron.

-Si, Ron, pero no por eso hay que dejar de estudiar, pero tampoco dejar de divertirse, hay que seguir divirtiéndonos y luego estudiamos. -dijo Harry, y, en ese momento les llamó la Sra. Weasley:

-Niños, a comer, ¡Ronald Weasley, ayúdame a poner la mesa!, tu, Harry cielo, y Hermione cariño, esperen a que pongan la mesa para que coman.

Después de comer, Harry y Ron fueron a seguir jugando, mientras Hermione se iba a estudiar. Hermione tenía un secreto que a nadie había contado, solo ella lo sabía, nadie más, su secreto era que ¡amaba a Draco! y fue ese hermoso pensamiento la que no la dejó estudiar, de pronto, quedó profundamente dormida sobre la mesa.

Capítulo 3: El sueño

Hermione entró en un largo pero hermoso sueño, soñaba que estaba en un hermoso jardín, estaba sentada sobre unas hermosas flores.

De pronto, Draco la detuvo y le dijo:

-Espera, Hermione -dijo con un tono de voz muy diferente del habitual- no te vayas, quiero hablar contigo...

-¿Para qué? ¿Para humillarme? ¿Para recordarme que soy muggle? Hija de padres no magos, ¿Para decirme sangre su...

-¡No! No pronuncies esa asquerosa palabra- dijo Draco poniéndose rojo- en verdad yo nunca quise lastimarte, yo no soy como mi padre- dijo Draco queriendo casi llorar, pero no lo hizo

-¿En verdad? ¡No! No tengo que creerte, esto es una jugarreta para humillarme ¡Para burlarte!- dijo Hermione

-No, lo que pasa es que...

-¿Que? ¿Que ya descubrí tu juego?

-No, lo que quiero decirte es que...

-¿Qué? Anda dímelo, por esta vez te escuchar

-Es que ¡te amo!- dijo Draco, y salió corriendo

-Espera, Draco Draco se sorprendió al oír que Hermione le hablaba por primera vez por su nombre.

-¿Enserio me amas?- dijo Hermione

-Sí- afirmó Draco

-¿Por qué no me lo habías dicho?

-Lo que pasa es que mi padre no le gustaría que yo deshonráse el apellido de un Malfoy, amando a un muggle- dijo Draco con tono apenado y sincero

-Es que yo te quería decir a tí que...

-Que me odias y no me crees...

-No, yo también te amo

-¿Por qué no me lo habías dicho?

-Yo creí que me odiabas y sólo te podría anhelar en mi imaginación

-Yo también creí eso, pero...

Hermione puso un dedo en los labios de Draco, y entonces se besaron, fue un beso hermoso, un beso apasionante...

De pronto, Hermione despertó, creía que el sueño había sido una realidad, pero pensó que Draco no la iba a querer por el simple hecho de que era muggle, pero estaba muy equivocada.

Capítulo 4: En el Callejón Diagon

Mientras Hermione seguía pensando en ese aturdidor sueño, Draco platicaba con su padre de un posible cambio de colegio:

-Draco, hijo ¿no te gustaría cambiar de colegio? Hogwarts se está volviendo un verdadero manicomio, gracias a que Dumbledore acepte a los sangre sucia.

-Sí, papá, pero ¿Crabbe y Goyle mis amigos?

-No te preocupes, hablo con sus padres...

-Pero, el profesor Snape, es el único que me comprende, me defiende en Hogwarts de Potter y sus amigos y...

-Bueno, quédate, pero si a mitad de curso quieres cambiar olvídalo.

-Está bien. Dicho esto, Lucius Malfoy salió de la sala y se fue a trabajar al Ministerio.

Mientras, Draco pensaba en ese cambio, pensó en Hermione, había dicho una mentira para no cambiar de colegio, porque no se quería cambiar, sólo quedarse en Hogwarts por Hermione.

Así pasaron 9 días, era el día de ir al Callejón Diagon, Draco se apresuró a cambiarse y salió rumbo al Callejón Diagon con sus padres. Harry, Ron y Hermione también salieron rumbo al Callejón Diagon, con Ginny, Fred, George, la señora Weasley y el señor Weasley, fueron por los polvos Flú, camino a Gringotts, sacaron su dinero, claro, Harry de su dçmonton de dinero no dejo que nadie se acercara porque le daba vergüenza que vieran tanto y ellos casi no tuvieran, salieron y Harry, Ron, Ginny, Fred, George y los señores Weasley salieron a comprar la ropa, mientras Hermione iba a la tienda de su interés, Flourish y Blotts a comprar sus libros para luego salir para comprar ropa, donde la esperarían los Weasley.

Draco se separó de sus padre, que fueron camino hacia Las Tres Escobas, a tomarse una cerveza de mantequilla y a platicar asuntos del Ministerio. Draco, fue a Flourish y Blotts, iba despistado buscando los libros que utilizaría cuando tropezó con Hermione y el tropiezo provocó una caída en la que Draco y Hermione se dieron, accidentalmente un beso en la boca, les hubiera gustado seguir, pero ambos creían que uno a otro se odiaban, Draco se levantó de inmediato se limpió la boca y dijo:

-Fíjate por donde caminas, Granger, ahora tendré que limpiarme, que asco, huellas muggles.- dijo Draco con un poco de dolor a ofender a Hermione

-Hay que delicado, yo sólo buscaba los libros del quiento curso, bueno, adiós.

-Adiós

-Adiós. Ya puedes retirarte Draco, ya bastante me molestaste

-¡Draco, deja en paz a Hermione!- dijeron Harry y Ron

-Ni quien la viera- dijo Draco y siguió buscando sus libros

-¿Que te ha hecho ese cara pálida?- dijo Ron

-Nada- dijo Hermione - solo nos tropezamos.

-¿segura Hermione?- dijo Harry

-segura

Los tres amigos y la familia Weasley siguieron comprando lo necesario para Hogwarts y marcharon a La Madriguera, al día siguiente marcharían a Hogwarts. Y en La Madriguera cenaron y subieron para dormirse. La señora Weasley les dijo:

-Mañana nos levantaremos muy temprano, no se desvelen, duérmanse ahorita, buenas noches niños.

-Buenas noches- dijeron los tres.

Y se durmieron, al día siguiente sería el regreso a Hogwarts.