02/03/03
"Estoy contento de que estés a mi lado. Sin embargo tu cada día estas mas rara, pero... mis sentimientos hacia ti no han cambiado: te quería y te querré siempre"
- Que recuerdos. ¿Cuanto tiempo ha pasado desde que yo dije esas palabras?
Un chico de unos veintisiete años, estaba sentado en una mesa de la sala de profesores con la cabeza apoyada en una ventana, observando pensativo, como caía la lluvia.
Kareshi Kanojo no Jijô'LATER' EP.1: Recordando una historia
[En la sala de profesores de la universidad de Tokio.]
Sôichirô Arima, esperaba impaciente a que llegara la hora de irse por fin a su casa, para olvidarse de aquel día, y de la lluvia que parecía incesante.
Horas más tarde, Sôichirô, abandonaba la universidad, que era el puesto que había tenido desde que se sacó la carrera de magisterio en la misma. Se encamino hacia su casa, situada en el centro de Tokio.
- ¡¡Buf!! Que día más duro que he tenido hoy. Suerte que mañana es sábado y no hace falta que vaya a dar clase.
Sôichirô se metió en su habitación después de entrar en su apartamento, se puso cómodo, y se sentó en la cama, observando de reojo una fotografía posada en la mesilla de noche. En esta se observaban a dos personas: una de ellas era Sôichirô con unos diecisiete años, vestido con el uniforme del instituto Hokuei, y a su lado, una chica de pelo corto y rojo también de la misma edad, con el uniforme también de ese instituto. Ella era Yukino Miyazawa, una chica de excelentes notas, con la que Sôichirô había estado saliendo hasta haber empezado la facultad.
Sôichirô, recordó aquellos tiempos en los que todavía iba al instituto; lo bien que se lo pasaba con Yukino y con todos sus amigos.
- No se porque he recordado hoy esa frase que le dije a Yukino. ¿Por que? No lo entiendo. Bueno, la verdad es que estaba muy enamorado de ella, y no esperaba que las cosas sucedieran así. No sé que habrá sido de ella... ¿Qué estará haciendo en este momento? ¿Estará casada o no? ¿Vivirá todavía en Kyoto, o la habrán trasladado a otro sitio? ¡Buf! Me encantaría saberlo, y también me gustaría saber si todavía se acuerda de mi y de todo lo que vivimos juntos, aunque... no creo que se acuerde...
-o-o-o-o-o-o-o-o-
A la mañana siguiente, al otro extremo de la ciudad, cuatro mujeres, descargaban un camión de mudanzas.
- ¡¡¡Mamáaaaa!!! ¿Donde quieres que deje esto?- dijo una niña de siete años. Tenía el pelo de un color rojizo oscuro, y unos ojos gris azulado-.
Una chica delgada de casi veintisiete años, se acercó a la niña. Tenía una melena roja y ondulada que le llegaba a la cintura, y unos ojos rojos.
- ¡No hace falta que ayudes Sue! Ya te he dicho que lo podemos hacer nosotras. Anda deja eso que al final te harás daño.
- ¡¡No!! Yo quiero ayudar, mamá. Porfa déjame llevar algo...- dijo la niña con una mirada suplicante- prometo no hacerme daño de verdad.
- ¡¡Vamos mujer!! Déjala. ¿Que no ves que lo único que quiere es ayudar? No creo que le pase nada porque coja un par de cajas...- dijo una de las mujeres que ayudaban a descargar. Esta tenía el pelo negro y por los hombros, y unos ojos violáceos oscuros-.
- Mmm... Está bien, pero solo un par de cajas, ¿eh? esta déjala en el recibidor. Luego ves a mirar tu nueva habitación.
- Shí mamá- dijo la niña, y seguidamente se fue dando saltitos con una caja entre los brazos-.
La madre se la quedó mirando durante unos instantes, pensativa, hasta que otra de las mujeres que estaba con ella, se le acercó y le llamo la atención.
- ¿¿Oye... te pasa algo?? Te veo muy pensativa. ¿¿Que te arrepientes de haber vuelto??- dijo la chica. A ésta se la veía mas joven que las anteriores; con un pelo a media espalda, rubio y algo alborotado, y de ojos marrón rojizo-.
- ¿Eh? No nada. Solo pensaba.
- ¿Como te sientes al volver a Tokio? Seguro que encuentras todo esto muy cambiado, ¿no?
- Sí. Todo esto me trae muchos recuerdos, la mayoría buenos. Escucha una cosa Kano: ¿te acuerdas de cuando íbamos Tsukino, tu y yo al cine casi cada semana?
- ¡¡¡Sí!! Claro, como no me iba a acordar, nos lo pasábamos tan bien...
La chica de pelo negro, se acercaba ahora para hablar.
- ¡Eh! Oíd chicas: ¿Os acordáis de cuando fuimos al cine para ver una película que se estrenaba ese mismo día, y que para tener entradas nos fuimos cuatro horas antes para hacer cola? ¡¡Fue buenísimo!!
- Sí es verdad, y luego la taquillera nos dijo que las podíamos haber reservado por teléfono- dijo la chica rubia riendo-.
Las tres chicas estuvieron riendo durante un buen rato, hasta que apareció una cuarta mujer, esta mas mayor que las demás, aparentaba cuarenta y seis años, y tenía una larga melena de color rojizo oscuro, recogida en una cola alta, y los ojos castaños.
- ¿De que os reís tanto si se puede saber?
- ¡Ah! Hola mamá- dijeron las tres chicas a coro-.
- Os queríais divertir sin mi, ¿eh?... nunca cambiareis, de pequeñas siempre os paso lo mismo, cada vez que os metíais en la habitación para hablar, no salíais hasta que os hartabais- dijo la mujer recordando-. Si queréis que os diga la verdad, es que echaba de menos veros a las tres juntas riéndoos...
- Es cierto mamá, pero es que he estado fuera ocho años- dijo la chica de pelo rojo-.
- ¡Ocho años! Madre mía. Que rápido pasa el tiempo.
- ¡Anda mamá! ¡No te pongas dramática! Que al menos no se ha olvidado de nosotras y nos ha dicho que volvía ¿no?- dijo la chica morena-.
- Oye Tsukino, que no es malo recordar el pasado, ¿eh?- dijo la madre-.
- Sí mamá- dijo la pelirroja-, pero al menos a mi no me gustaría removerlo.
- Oye- salto de repente la rubia, Kano- ¿que vas ha hacer? ¿Vas ha avisarle de que has vuelto?
- No, de momento no.
- ¿Y ya has encontrado trabajo?- dijo la morena, Tsukino-.
- Sí. Haré de profesora en una universidad. Como me iban a trasladar, les dije a los de la universidad de Kyoto, si podía ser a Tokio, porque tenía toda la familia allí, y no me pusieron ninguna pega.
De repente la niña que había entrado anteriormente en la casa, Sue, salió corriendo y se agarró a la mano de su madre.
- ¡Mamá, mamá! Ya he visto mi habitación- dijo la niña muy contenta a su madre-.
- Y que, ¿te ha gustado Sue?- dijo la madre de esta-.
- ¡Shí mucho! Es muy grande y tiene balcón.
- Me alegro hija.
Todas se quedaron mirando aquella entrañable escena entre madre e hija.
- Si quieres que te diga la verdad- dijo Kano-, todavía no me acostumbro a que seas madre.
- Sue ha crecido muchísimo desde la última vez que la vi- dijo la madre de las chicas-.
- Oídme todas- dijo Kano-, llevamos aquí un buen rato hablando, y con la tontería ya se esta haciendo la hora de comer.
- ¡Si es verdad! Será mejor que entremos y te ayudemos ha deshacer las maletas- dijo sonriendo Tsukino-.
- Vale, de acuerdo entremos de una vez que se nos hará tarde.
Todas entraron en la casa. Al cabo de unas horas, las cuatro mujeres y la niña salieron de la casa.
- Bueno- dijo la madre de las chicas-, nosotras nos vamos que se nos hace tarde.
- ¿Seguro que no os queréis quedar a cenar?- dijo la chica pelirroja-.
- No gracias, pero es que tenemos que prepararle la cena a papá, antes de que vuelva de trabajar- dijo Kano-.
- Nos ha encantado volver ha verte después de tanto tiempo- dijo Tsukino-.
Las tres hermanas se abrazaron para despedirse.
- Bueno, espero que te pases un día por casa- dijo la madre-, tu padre tiene muchas ganas de verte.
- ¡Sí! Y también tiene ganas de conocer a su nieta- dijo Kano-.
- ¡Uy sí! No hace mas que hablar de lo que le escribes en las cartas sobre Sue- dijo la madre-.
- Me alegro mamá- dijo la chica-. Pero bueno será mejor que os vayáis si no queréis que se os haga mas tarde.
- Esta bien de acuerdo.
- ¡¡¡Adiós!!!!- dijeron todas a coro-.
La chica se las quedó mirando hasta que desaparecieron
- Oye mamá, ¿entramos en casa? Se está haciendo oscuro y comienzo a tener hambre. ¿Por que no me preparas la cena? Yo te ayudo si quieres- dijo la niña con una sonrisa que iba de oreja a oreja-.
- Sí, entra que ahora voy yo- contestó la madre de la niña-.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Vale, no tardes!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
La niña entró corriendo dentro de la casa. Detrás, la madre se giró para mirar hacia la puesta de sol, y se la quedó mirando un rato, como ausente.
Yukino, había vuelto de nuevo, pero ahora era otra persona; era Yukino Kairi, y en su cabeza solo se repetía una pregunta: ¿He hecho bien?
-o-o-o-o-o-o-o-o-
Sôichirô había sido invitado a cenar al apartamento de Hideaki Asaba, el que había sido su mejor amigo en el instituto y el que por fin había sentado la cabeza, en el que también estaban invitados; Takefume Tonami, que había sido amigo suyo desde la infancia; y Kazuma Ikeda, que al casarse con Tsubasa Shibahime y conocer a Sôichirô, se hicieron muy amigos.
- Sôichirô, me ha extrañado que no quisieras venir a mi apartamento- dijo Hideaki-.
- Es cierto. ¿Cuánto hacía que no nos veíamos los cuatro juntos?- preguntó Tonami-. Seguro que...
- Pues...- interrumpió Sôichirô-, un montón.
- ¡Buaah! Si que hace- dijo Kazuma-.
- Sí...- contestó Sôichirô, muy empanado-.
Los tres amigos se le quedaron mirando en silencio, con cara de preocupación.
- Oye Sôichirô, ¿se puede saber por que no querías venir? Es que me ha extrañado que no quisieras- dijo Kazuma-.
- Hoy... hoy hace... ocho años...- comenzó Sôichirô-.
- ¿Eh?- se sorprendieron todos a la vez-.
- ...que se marchó a Kyoto. El tiempo vuela.
Los tres miraron tristemente a Sôichirô, pensando lo mal que lo debía de estar pasando, y en como lo podían animar.
- Aún no la has olvidado- dijo Hideaki-, ¿verdad?
Sôichirô negó con la cabeza agachada, e instantáneamente le recorrió una lágrima por la mejilla.
- Vamos hombre...- comenzó Tonami-, no creo que te cueste tanto superarlo...
- Eso es lo que dices tu- saltó Sôichirô-. Vosotros, por si no os habíais dado cuenta, tenéis mucha suerte; Hideaki, tú no te has casado, pero vives en tu apartamento con Maho; Kazuma, no puedes quejarte, te has casado ni más ni menos que con Tsubasa Shibahime, y eso es todo un merito; y tu, Tonami, tampoco te has casado, pero estas apunto de hacerlo con Tsubaki.
- ¿Y que?- dijo Kazuma- ¿Qué más da lo que hallamos hecho o dejado de hacer? Mira un poco por ti, también. Por si no te habías dado cuenta, eres el entrenador del equipo que está en círculo de kendo. Después de mucho tiempo, has encontrado a tu madre biológica y resulta que tienes una hermana pequeña, la que siempre quisiste tener.
- Pero...- quiso decir Sôichirô, pero Kazuma no le dejó-.
- Y para colmo- siguió-, todavía nos tienes a nosotros que, aunque no seamos Yukino Miyazawa, siempre nos tendrás para lo que haga falta. Así que no nos vengas ahora con que nosotros tenemos suerte y tu no, porque el amor no lo es todo en la vida, aunque se crea que así es.
Todos se quedaron perplejos al oír el pedazo de discurso de Kazuma, a lo que a él le sorprendió mucho.
- Tío, no me extraña que seas cantante, porque con lo que acabas de soltar ahora mismo, podrías grabar un disco y ponerle de título 'El amor no lo es todo, mira por ti', seguro que se vendería en dos horas- se burló Tonami-.
- ¡Muy gracioso! Seguro que tu no serías capaz de decir lo que yo he dicho, ¿a que no, eh?- le reprochó Kazuma-.
Los dos se levantaron e comenzaron a simular una pelea, mientras Hideaki y Sôichirô los miraban atónitos.
- ¡¡¡Jejejeje...- comenzó a reír Sôichirô- ...aaajajajaja!!! ¡Tíos, siempre estáis igual!
Todos se lo quedaron mirando, y Tonami y Kazuma, se miraron satisfechos.
- ¡¡¡¡¡Tonami!!!!! Hemos conseguido que se riera- le gritó Kazuma a Tonami, agarrándolo del cuello de la camisa-.
- Seguro que ha sido gracias a que me he metido contigo y hemos empezado un 'simulacro de pelea' porque sino...- volvió a burlarse Tonami-.
- ¡Ehhhh! ¡De eso nada!- se quejó Kazuma-. ¡Ha sido gracias a mi gran discurso! A demás, como no se va a reír, si no haces más que hacer chorradas. No se porque Tsubaki Sakura está prometida con semejante payaso.
- ¿Repite eso que has dicho?- dijo amenazante Tonami-.
- Eres un payaso- repitió Kazuma-.
- ¡Anda que tú! Ahora que lo pienso; ¿por qué Tsubasa Shibahime se habrá casado contigo?- Tonami se quedó un rato pensativo-. ¡Ah! ¡Ya sé! Será porque eres un rico y famoso cantante de rock. ¡Eso tiene que ser! Porque sino no lo entiendo, con lo buena que ha estado siempre ella, y casarse precisamente contigo...- siguió Tonami con una sonrisa malévola-.
- ¡Te voy a...!
- ¡Eh! ¡Ya basta por hoy chicos!- dijo separándolos Hideaki-. Escuchadme; ¿qué os parece si el domingo de la semana que viene vamos al campus del instituto Hokuei? Seguro que está muy cambiado.
- Sí- dijo contento Tonami-, y podríamos mirar si el profesor Kawashima todavía sigue en el centro, seguro que se alegrará de vernos.
- Lo siento chicos- dijo Sôichirô- pero yo no puedo.
- ¿Qué?- se sorprendió Kazuma-, vamos Arima, no te rayes. ¿No pensarás estar aquí encerrado todo el santo día corrigiendo exámenes?
- No- le corrigió Sôichirô-, si no es por eso. Es que ese día, aunque sea domingo, tengo que ir a la universidad.
- ¿A la universidad? Pero... ¿a qué?- preguntó Tonami-.
- Es que hacen la presentación de una nueva profesora y tengo que estar presente.
- ¡Vamos tío! Hace tiempo que no nos veíamos...- soltó Hideaki-, ¿no podrías escabullirte por un día?
- Sí- dijo Tonami-. A demás, es solo una presentación ¿verdad? Llámales y di que no te encuentras bien, no creo que vengan a tu casa a averiguar si es verdad o no.
- Venga, vamos tío- dijo Kazuma-. Nos lo pasaremos de coña. ¿Qué dices?
- Mmm...- Sôichirô estudió la situación-. Está bien. Llamaré por la mañana para decirles que me encuentro mal. A demás, seguro que al director le parecerá mejor que falte un domingo a la presentación de una profesora que no un lunes que es día de clases. Si un caso, le pediré el teléfono de la profesora, y cuando volvamos, la llamo para disculparme.
- ¡Muy bien, tío!- celebraron todos-. ¡Así se habla!
Todos se pusieron a planear lo que harían la semana siguiente al llegar a la ciudad de Kawasaki, en la prefectura de Kanagawa.
-o-o-o-o-o-o-o-o-
A la semana siguiente en la universidad, el director hablaba con una mujer joven, de melena roja y ondulada, recogida con una cola alta.
- Bueno, esperemos que su instancia en la Universidad de Tokio sea de su agrado, y que usted satisfaga los requisitos mínimos de esta universidad- dijo el director-. Ah, y ruego me disculpe, uno de los profesores, el entrenador del equipo de kendo, no ha podido asistir, ya que llamó esta mañana diciendo que no se encontraba bien. Ya me dijo él, que la llamaría más tarde para disculparse, y le di su teléfono.
- No se preocupe señor director- dijo la chica-, y le prometo que me entregaré al cien por cien a mi trabajo.
A lo lejos, una niña vino correteando hacia la chica y el director.
- ¡Mamá, mamá!
La chica, que parecía ser la madre de la niña, se agachó y la cogió en brazos.
- Hola mi vida. Qué...-comenzó la chica-, ¿té lo estás pasando bien?
- ¡¡Shí!!
- ¿Estás siendo buena y te estás portando bien?
- Shí mamá. Yo quiero ser una señorita como lo fuiste tú- dijo sonriendo, la niña-.
- Ja ja- se rió el director-, que niña más espabilada. ¿Es suya?
- Sí- dijo la chica mientras miraba a la niña irse hacia el patio-.
- La tuvo muy joven, ¿verdad? Habrá pasado muy malas temporadas, usted sola con esa niña en Kyoto.
- Bueno, no estaba sola; me fui a vivir con mi abuelo que está en Kyoto- dijo la chica-, mientras yo estaba en la universidad, él cuidaba de ella.
- ¡Buf!- se expresó el director-. Seguro que las ha pasado canutas para salir adelante.
- Sí, bueno...- recordó la chica-.
A la mente de esta, le vino una conversación que tuvo con un chico, días antes de marcharse:
- "Oye, me marcho a Kyoto.
- ¿A Kyoto? Pero... ¿Por qué?
- Después de todo lo que ha pasado, me voy a vivir con mi abuelo y a estudiar en la universidad de allí.
- ¿Y entonces que pasará conmigo?
- Lo nuestro se acabó hace dos meses, ya no hay marcha atrás.
- No te vayas... por favor.
- No insistas. Me voy a Kyoto después de la boda.
- ¡¿Qué?! Pero si eso es pasado mañana.
- Ya lo se. Por eso te he avisado ahora. Si me hubiera dado la gana, no te hubieras enterado hasta el mismo día en el que me fuera. Y te lo digo por favor; no me busques, no hagas más difícil la decisión que he tomado. Esto es lo ultimo que te pido."
La mujer se había quedado paralizada al recordar esa conversación. ¿Por qué se acordaba de eso ahora?
- ...iga... oiga- dijo el director-, ¿se encuentra bien?
- ¿Eh? ¿Qué?- se sobresaltó la chica-, ¡sí, claro!
- Pues vamos que va a comenzar la presentación.
Todos los presentes se sentaron en sus mesas, incluida la niña de antes.
- Buenos días- empezó el director-, tengo el placer de presentarles a una mujer que ha venido desde Kyoto y que será la nueva profesora de interpretación y expresión del centro- hubo una pausa-. Les presento a Yukino Kairi- todos aplaudieron-.
La mujer, miró a la sala con cara de satisfacción, y se dijo a si misma:
- ¡He vuelto! Después de ocho largos años, ¡por fin he vuelto!
Continuará...
[Nota de la autora]: Nihao!!!
¡wolas a todos!!! Soy la autora de este fan fic y espero que os esté gustando. Es que un día que estaba leyendo unas historias de una amiga me vino la inspiración y aquí tenéis este peaaaaaaaaxo de capitulo. ¡Espero que os guste!!!!!!!!!!! Si alguien quiere hacer algún comentario... ¡ya sabeis! Pero también podéis contactar conmigo en mi mail.
Sayonara!!!!
Hikari Katsuragi ][ Lúthien Girl (uso los dos nombres... U)
