DENLE UNA OPORTUNIDAD, LÉANLA HASTA EL FINAL Y LUEGO DECIDAN.
LEVE CROSSOVER Y REFERENCIA HACIA "STARGATE" Y "STARWARS"
POST 7 LIBRO…. MUUUUUUUUUCHO MUY DESPUES.
En una computadora muy, muy lejana de la suya propia…
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"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas."
Las palabras emergieron remilgosas de la boca de un hombre de gran presencia y poder, carrasposas, casi como si el mero acto de hablar le hubiese costado mucho esfuerzo.
Su largo cabello blanco apenas sujetado por un trozo demacrado de tela, ondeaba de un lado al otro mientras caminaba pasivamente entre los viejos pasillos de lo que alguna vez fue el ministerio de magia.
Su cuerpo, que debería estar decadente y moribundo portaba un aire juvenil, demasiado irreal considerando que actualmente contaba con doscientos tres años de edad. Físicamente aparentaba aun tener cincuenta años, pero él sabía que todo esto no era más que un resultado de las decisiones que había tomado años atrás.
Sus ojos, que en alguna oportunidad gozaron con un vibrante verde jade, parecían haber oscurecido con la edad, careciendo de toda señal de jovialidad o alegría, que hoy en día parecen haber sido reemplazadas con severidad y consternación.
Sus ropas estaban ajustadas a su cuerpo, de hecho su anatomía estaba cubierta enteramente por lo que parecía ser una especie de armadura. Que cubría su epidermis enteramente hasta el cuello, como si intentara ocultar algo debajo de la misma.
Se detuvo de inmediato cuando alcanzó su ansiado objetivo, la sala de los innombrables, seres que habían renunciado a su vida con tal de seguir ayudando al mundo en áreas no conocidas para el público. Suspiró, ante él estaba el aun activo velo de la muerte, uno de los últimos artefactos mágicos aun existentes hoy en día.
Sus manos, manchadas con sangre fresca, obviamente no suya, temblaban ligeramente ante los recuerdos lejanos que traía este lugar, un mísero error le había costado mucho, demasiado para su gusto.
Nunca se dio cuenta que a su espalda desde el suelo emergía un rostro, que a medida que transcurría el tiempo formaba una silueta femenina, una mujer de aparentes cuarenta años, o mejor dicho, su espectro de lo que alguna vez fue al estar con vida. Su largo cabello rojo caía entre sus hombros como el agua de una cascada, adornando su silueta, embelleciéndola aun más de lo que ya era.
Él hombre simplemente ignoró esta presencia, delatando que su aparición no estaba del todo desapercibida por él, Dejó que la espectral fémina envolviera sus brazos alrededor de su cuerpo, en un vano intento por otorgarle un abrazo consolador.
Las manos de la mujer atravesaron su cuerpo, ocasionándole un serio escalofrió que de inmediato intentó liberarse al separarse bruscamente de la entidad. "¡No hagas eso Ginevra!" comentó en reproche al ver las acciones de su ex – esposa. Ella solo asintió con su rostro, admitiendo que por más que lo intentara no podría conseguir abrazarlo tanto como lo deseaba.
"¡Lo siento Harry!" respondió algo apenada de aun insistir en recibirlo de la misma forma en que lo hace en cada oportunidad que reingresaba a este lugar. Él hombre frunció el ceño al escuchar sus palabras. "Sabes, aparte de Hermione, eres la única que sigue llamándome así."
El espectro sonrió complaciente, después de todo se había quedado en la tierra con tal de hacerle compañía a su mejor amigo y antiguo amante. "Para mi siempre serás Harry, de hecho muchas veces maldigo a los muggle por haber creado esa aberración de película. ¡Si no, tal vez no hubieses tomado el nombre de tan vil criatura!"
El hombre bicentenario se carcajeó, debía admitir que tenía algo de razón. "Pero tienes que reconocer que Lord Grievous tiene un impacto profundo en nuestros enemigos." El espectro negó con el rostro, a pesar de todo aun seguía siendo un incorregible, al menos entre amigos.
El sonido de pasos acercarse por medio de la misma entrada por la que ingresó, detuvo toda plática de inmediato. El espectro desapareció por un instante con tal de verificar quien acudía a estos privados aposentos.
Reapareció unos minutos luego con un rostro algo enfurecido por quien acudía a este lugar. Harry simplemente bufó, su buena amiga y una de las pocas personas de su pasado que aun estaban con vida hoy en día, no era más que una pesadilla últimamente. "Supongo que por tu enojo, Hermione viene encolerizada, puedo creer que finalmente descubrió mis planes para el futuro… ¿o será pasado?"
La puerta, que hasta hace poco había permanecido sellada se abrió de golpe y desde atrás de ella emergía una mujer de aparentes cincuenta años, Pero que en realidad contaba con un año extra al suyo propio.
Se dio la vuelta para entablar una discusión, para cuando una presión en su pecho le reveló que estaba siendo atacado, y expulsado con violencia hacia la pared más cercana. Se estrelló estrepitosamente, rompiendo el concreto reforzado producto de su impacto. Su armadura crujía ligeramente, pero parecía mantenerse en su lugar, conservando su cuerpo con vida mientras aun la portase encima.
De nuevo la presión a su alrededor le indicó que estaba a punto de ser atacado nuevamente con una onda de magia, por lo que desplegó la suya propia contrarrestando con mero poder los intentos de Hermione por detenerle.
Lo más gracioso del acto es que ninguno portaba una varita en sus manos.
Cuando el polvo se dispersó, revelando la vista de una enojada mujer ante él, dijo anonadado. "Jamás pensé que vería el día en que me atacases con tú propia tecnología Granger." Su voz era calmada, pero podía percibirse un atisbo de veneno en ella, como si esperase que ella comentase algo fuera de lugar con tal de suscitar su ira.
La mujer de largo e incontrolable cabello blanco, le miró con igual indignación, totalmente consternada de que no pudiese dominarlo aun cuando lo estaba intentando con todas sus fuerzas. "Y lo seguiré intentando mientras tengas en tu cabeza cometer semejante estupidez."
Ella supo de inmediato que había dicho lo equivocado, el aumento de presión alrededor de ella que poco a poco comenzaba a aplastarle ante su peso, no hacían más que indicarle de su mala decisión.
"Y dime porque, ¡Oh sabia mujer! Es tan mala idea cambiar el desastre de vida que vivimos hoy en día." Comentó con falsa serenidad el bicentenario. Ella solo sonrió satisfecha, Grievous comprendió que había caído en una trampa cuando una nueva presión sobre su pecho le indicó que había sido emboscado desde otro ángulo por una nueva presencia.
De inmediato intentó contrarrestarla, pero sabía que si descuidaba a Hermione, esta se uniría a quien sabe quien estaba atacándole actualmente, y el no podía permitirse perder esta oportunidad. Alzó su mano hacia Hermione, concentrando una gran cantidad de poder mágico en ella con tal de arrojarla en contra de la pared más cercana. Valla sorpresa recibió cuando su misma carta fue jugada en su contra, justo al mismo instante en que atacó a Hermione.
De nuevo golpeó con fuerza el concreto, lo más curioso es que esta vez su armadura terminó por ceder un poco ante el continuo presionar de magia sobre su ser. Logrando que un leve grito adolorido emergiese de sus labios mientras sujetaba su costado en un intento por detener el ahora fluyente liquido escarlata.
De inmediato el ataque culmino cuando ambas perpetradoras percibieron los daños en el cuerpo del hombre. Hermione fue la que reaccionó más rápido. "Oh por merlín, Harry" a pesar de estar agotada y algo magullada, corrió a una velocidad vertiginosa en dirección del hombre herido, sujetándolo a pesar de sus protestas con tal de atenderle de inmediato.
El espectro finalmente se hizo escuchar. "¿Qué demonios esta ocurriendo, primero tratan de matarse el uno al otro, y ahora estas desesperada por salvarlo?" la escueta carcajada de una tercera fémina en el lugar indicó con claridad la identidad del segundo atacante.
Una mujer rubia de ojos azul-grisáceos envuelta en el mismo tipo de armadura que los dos seres ante ella, negó con su rostro las alegaciones del espectro de su en algún tiempo pasado, buena amiga. "Si quisiéramos asesinar a Grievous, habríamos utilizado los sables de luz." Dicho esto, sacó de su sostenedor de cintura un pequeño aparato similar a una linterna, cuyo núcleo no era más que la varita mágica que algún día les fue asignada, rodeada de un metal trasluciente repleto de runas mágicas.
Hermione bufó mientras atendía al ahora confundido hombre ante ella. "Queríamos subyugarte, detenerte, no asesinarte… hemos perdido a demasiados seres amados como para perder al último hombre en nuestras vidas."
Ginevra bufó enojada, al ser un espectro podía viajar por donde se le antojase, por lo que no era difícil descubrir que las dos mujeres aquí ahora compartían algo mas que "amistad" ante el hombre que alguna vez ella reclamó como suyo propio. "Y aun estoy enojada con ustedes por ello, Harry es mío, MÍO, o al menos lo era." Al final a pesar de su enojo tenía que reconocer que ella no podía entregarle el mismo nivel de atención que alguien con un cuerpo vivo.
Luna asintió ligeramente comprendiendo los sentimientos del espectro. "Se que tienes rencor hacia nosotras por dormir con Grievous, pero como bien hemos dicho, es el último hombre en nuestras vidas, mi marido hace más de un siglo que pereció a manos de los Muggle, yo estoy viva de milagro gracias a la intervención de Hermione y sus sorprendentes amiguitos."
La mujer del cabello aun indomable, suspiró resignada al proseguir la conversación. "Ronald murió hace mas de cincuenta años Ginny, todo por mi culpa al no haber educado mejor a Hugo, debí reconocer que al igual que su padre, cometería errores catastróficos, pero jamás pensé que llegaría a esos extremos."
Harry, quien seguía insistiendo en llamarse Grievous, decidió poner dos centavos a la conversa. "No fue su culpa, nadie imaginó que los Muggle inventarían una máquina capaz de ver a través de los campos mágicos. Ni mucho menos que nos atacarían con tanta velocidad una vez el velo del mundo mágico cayó sobre los periódicos del mundo muggle."
Hermione se negaba a admitir su dimisión ante la culpabilidad de su hijo. "Harry, Hugo cometió errores imperdonables para una madre. Debí saber que lo estaba tratando de igual forma que Molly trató a Percy, como incapaz de ocasionar daño alguno a sus semejantes, al menos de forma conciente."
Ginevra suspiró resignada, ella misma había perecido junto a su hermano y su sobrina gracias a las acciones de Hugo. Y todo por ganar un mejor puesto en la nueva coalición entre el mundo mágico y el muggle.
"Todos debimos haberlo visto venir, era demasiado bueno para ser verdad que la señora Potter, en conjunción con Ronald Weasley, habían sido invitados a una gala ante la coalición. Ron estaba tan orgulloso de los logros de su hijo, por lo que decidí aceptar su invitación para acompañarle, a pesar de que ni Hermione ni Harry se encontraban en el continente."
Luna añadió su parte. "Ambos acudieron a mi llamado ante las sospechas de un movimiento anti-mágico que se estaba desarrollando en Europa. Los dos como embajadores debían asistir con tal de apaciguar las flamas, nunca supimos que los gobiernos muggle se habían unido con tal de eliminar la treta que representábamos para su mundo."
Ginny finalizó la historia. "Hugo había sido engañado, manipulado por su codicia de una mejor posición, llevó sin que lo supiera a que varios miembros de importancia del gobierno mágico fuesen asesinados en ese mismo día, entre ellos su padre, su hermana y su tía, al haberlos reunido a todos en un solo lugar."
Hermione temblaba ligeramente, el dolor aun le era difícil de superar, quizás jamás lo lograría, pero sabía que debía concentrarse si deseaba que sus nano-máquinas reparasen el daño en la anatomía de Harry.
"Harry y yo sobrevivimos a duras penas el primer embiste, pero él terminó con graves quemaduras en el cuerpo además de perder un brazo y una pierna. Yo perdí ambas, junto a mi mano izquierda. De no haber sido rescatados por Luna, dudo mucho que estuviésemos en este lugar discutiendo que tan descuidada fui como madre."
Luna comprendiendo la situación de su compañera, agregó. "Pero eso te llevo a buscar una solución para tu problema y el de Grievous, gracias a tu inteligencia y a tus contactos en el mundo muggle, pudiste posar tus manos en la nano-tecnología de la época, cruzarla con nuestra magia y crear lo que hoy en día aun nos mantiene en buen estado a pesar de nuestra avanzada edad."
Ginny añadió. "Sin contar que para complacer a Harry, creaste el sostenedor que ahora usan alrededor de sus varitas con tal de que su magia tome la forma de una espada incandescente, siempre odié que complacieras a Harry en su afición por esa horrible película."
La del cabello incontrolable sonrió. "Me tomó su tiempo, pero pude hacerlo, lo único malo es que al introducirlas al cinto mágico, la varita no puede usarse como tal, sino como un catalizador de nuestro poder con tal de hacerlo tomar forma a través de su punta. Lo cual reducía su uso drásticamente, además de que el tiempo en que podía emplearse dependía de las reservas mágicas de su usuario, al alimentarse de su núcleo directamente con tal de hacerlas funcionar. Por lo que no podías utilizar otros hechizos, a menos que la sacases de su cinto, pero entonces se me ocurrió modificar las nano-máquinas para que modifiquen nuestros cuerpos, y que pudiésemos expeler nuestra magia en forma agresiva a través de nuestros dedos, me basta con decir que gracias a las maquinas nosotros fuimos los primeros de muchos "Jedi" en surgir al mundo."
Grievous suspiró, "Lo cual creo una ruptura entre la resistencia mágica, aquellos puristas que se negaban a ser inducidos debido a que en teoría, la tecnología fue creada por los enemigos contra los que ahora luchaban."
Hermione asintió decaída. "Las ultimas familias de "linaje puro" se separaron de la rebelión y comenzaron a atacar a todo aquel que portase nuestra tecnología encima. Nadie esperaba las consecuencias que vendrían con ello."
Grievous, una vez curado y detenido a Hermione de sus constantes toqueteos para asegurarse de su bienestar, prosiguió. "Los puristas nunca creyeron digno el destruir o enterrar los cuerpos de los "Jedi" por lo que los Muggle no tardaron en tomar muestras de nuestra tecnología con tal de aplicarla a sus propios ejércitos, jamás pensamos que fuesen capaces de crear nano-máquinas diseñadas para modificar sus cuerpos y darles "la fuerza" por pequeños periodos de tiempo. En un solo ser no era algo a tomarse en cuenta, pero cuando más de cinco mil soldados atacan con una habilidad una y otra vez, las cosas no hicieron más que tornarse de mal en peor."
Ginny flotó en dirección de su antiguo amante, con tal de golpear la mano de Hermione, fallando al traspasar su cuerpo de inmediato ante su intento. La del cabello incontrolable le lanzó una mirada sucia, entre las dos aun existía animosidad por el hecho de que Hermione no guardase celibato ante la muerte de su esposo.
Mucho menos que rompiera tal cosa con su ex – marido, ahora viudo.
Grievous, quien no solo había tomado ese nombre debido al diseño que le otorgó a su armadura en forma su de batalla, sino que por su similitud con la palabra "acongojarse" en su idioma natal. La cual parecía quedarle como anillo al dedo.
"Los primeros ataques eliminaron a los puristas, las siguientes olas fueron más difíciles debido a que nuestra tecnología y habilidades eran superiores, más no nuestros números, mis hijos y nietos cayeron ante mis ojos, mientras que yo, como siempre, sobrevivía. Es como si estuviese maldito con inmortalidad."
Ninguna de las chicas objetó…
Luna reconoció entristecida. "El tiempo en que estuve prisionera por los Devoradores de la muerte, impidieron debido al constante abuso, que en un futuro pudiese tener hijos propios. Algo de lo que aun estoy completamente herida hoy en día."
Hermione, siendo su compañera de cama y en vida, se alzó con tal de abrazarle para consolarle. "Y debido a mis máquinas, que optimizan cada aspecto de tu anatomía que aun este funcional, impidió que te recluyeras en tu mundo de fantasías y criaturas imaginarias con tal de protegerte."
Luna reciprocó el cariño, sonriendo un poco en los hombros de la chica. "Imagina mi sorpresa para cuando hace cinco años atrás cinco de esas criaturas resultaron ser animales muggle. Que en centurias no habían sido divisados por las personas recluidas en el mundo mágico."
Hermione asintió apenada. "Y yo, que era una insufrible sabelotodo" El trío carraspeo sus gargantas. "OK, aun sigo siendo una insufrible sabelotodo, jamás fui lo suficientemente flexible como para ver las cosas desde tu punto de vista."
La del cabello incontrolable soltó un ligero grito al ser sorprendida por un pellizco en su parte posterior. "LUNA, eres incorregible, lamento el día en que la armadura fue diseñada para ser tan suave como tela ante los otros usuarios de la "fuerza". Ahora no dejas mis nalgas en paz."
Ginny frunció el ceño, "No se si sentirme celosa, o asqueada, ósea, técnicamente aunque parecen más jóvenes, son un trío de cadáveres ambulantes que aun se sostienen en vida gracias a la tecnología que inunda sus cuerpos. ¡PARA COLMO! Al ser los últimos sobrevivientes de la resistencia en más de doce años, los ha llevado a ser un trío de amantes, jamás pensé que Hermione tuviese en si la capacidad para amar a una mujer íntimamente, de Harry no me sorprende, por favor que hombre no saltaría ante la oportunidad de tener mas de una amante."
Grievous bufó indignado. "Hey, para que sepas protesté y profesé mucha resistencia." Luna sonrió pícara. "Hasta que yo decidí administrarte una lamida donde esta señorita se negaba a juguetear con su boca."
Ginny gritó exasperada, en varias oportunidades tuvo discusiones épicas con su antiguo amante por el hecho de "engañarla" con dos mujeres, mas aun dejar que ellas hicieran con él lo que se les antojase. Al menos aun podía mantener a Luna a raya, ante su insistencia en polymorfearse, en miembros del sexo opuesto con tal de experimentar. Harry aterrado ante la idea de ser fémina y atacado por dos "hombres" al mismo tiempo, aun profesaba resistencia ante la curiosidad nata de la antigua Ravenclaw.
El terror le invadió por una época en que Hermione profesó sentir curiosidad por el acto mismo. Lo cual le llevó a escapar por más de cinco meses de las garras de sus amantes, con tal de salvar su virtud…. No que le quedase mucho, pero al menos su orgullo como hombre, el cual gracias al cielo aun estaba intacto hasta la fecha de hoy.
Lord Grievous se alejó lentamente de la mirada inquisitiva de Luna, antes de que Hermione pusiera un fin a todas estas reminiscencias. "Ya basta de esto, vinimos a detenerte Harry, no puedo permitir que hagas lo que tienes pensado hacer."
De nuevo el aire juguetón en la atmósfera desapareció ante el regreso de la realidad, "No entiendo porque te niegas tanto a la realidad, el pasado es incambiable, somos los últimos miembros de una raza destinada a desaparecer de la tierra. Solo debemos vivir hasta que nuestras almas no puedan más, o nuestra tecnología se agote." Comentó Hermione mientras sujetaba ligeramente su "sable de luz".
Luna sorprendiendo a todos en un acto inesperado, tomó su sable y de inmediato lo ubicó peligrosamente cercano a la garganta de su compañera y amante. "¡Lu-luna, que haces!"
Ginny intentó intervenir, "Por favor Luna, no lo hagas, detesto que se acuesten con Harry, pero odiaría verlos matarse el uno al otro. Les amo demasiado como para verlos destruirse mutuamente." El trío se sorprendió ante la emoción que poseían sus palabras. Ella bufó exasperada. "Que demonios esperan, podré estar muerta pero aun tengo sentimientos, si, me duele ver a Harry con otras mujeres, pero soy lo suficientemente cuerda como para envidiar lo que tienen hoy en día, las personas cambian con el transcurrir del tiempo, centuria y media fue suficiente para mi como para envidiar sus posiciones."
Grievous tuvo suficiente. "YA BASTA, como puedes envidiar algo así Ginny, de todo el mundo mágico, nosotros somos los últimos representantes de la raza, el mundo esta en caos debido a la guerra mundial que se desató por el dominio de los últimos remanentes de los recursos naturales. Míranos, todos hemos perdido a nuestros seres amados, yo corrí con la suerte y la maldición de tener a mi ex – esposa a mi lado en forma de espectro. Extraño al idiota de Ron, a mis hijos, a mis amigos, mi vida moderadamente normal… Esto no es envidiable, es un infierno, las amó chicas, pero prefiero arriesgarme a cambiar el pasado bajo el riesgo de destruir el mundo entero, a permitir que sigamos existiendo en esta miseria."
"¿Eso es todo lo que significamos para ti Harry? ¡MISERIA! Hemos estado a tu lado por más de cincuenta años, he sido junto a Luna tu amante por mucho menos tiempo de lo que he sido tu amiga. Hemos tratado en contra de todas las contrariedades de hacerte feliz, pero aun así." El desaparecer del sable de luz de su mentón basto para llamar su atención.
"Siempre te apoye en tu idea Gri… Harry, pero odio pensar que nos olvidarás e intentaras reconstruir tu vida con Ginny, dejándonos olvidadas a merced de nuestros antiguos amores. No sé si lo sabías, pero fui miserable mientras estaba al lado de mi ex – marido. He sido mas feliz estando a tu lado y el de Hermione de lo que nunca fui en mi vida. Yo, no quiero perder eso."
Ginny estaba indignada. "Claro que quiere regresar a mi lado, somos marido y mujer, lo seriamos si no hubiese muerto. Lo que ocurre hoy entre ustedes no es más que un reemplazo de lo que ya han perdido. No pueden esperar que Harry sacrifique todo solo para hacerlas felices. ¿Qué hay con Ron, el también amó a Hermione, acaso Harry debería arrebatársela con tal de tener a tres mujeres a su lado, que sucede conmigo, que acaso no tengo sentimientos?"
El espectro fue en dirección de Hermione en busca de apoyo, "Hermione, eras mi cuñada, ayúdame a convencerla de que la simple idea de que Harry regrese al pasado para tener un Harem privado es insensata… tu amaste a Ron mas que a nadie en este mundo."
El silencio que recibió como respuesta le inquietó demasiado. "¿Hermione?"
La mujer del cabello incontrolable le miró fijamente al rostro. "Amé a Ron como no tienes idea, pero el tiempo que transcurrí a su lado no siempre fue el mejor, ni el más memorable en mi vida. Con el tiempo el esperaba que ocupase el papel de Molly, y por un tiempo decidí darle el gusto, tuve mis hijos con el, los amé a pesar del resultado final, pero después de un tiempo el amor simplemente desapareció y comenzamos a convivir. Ron había mejorado mucho en comparación a su conducta en la escuela, pero sus celos eran terribles, por años discutimos por mis constantes salidas al trabajo, su inseguridad siempre lo llevaba a creer que le estaba engañando cuando no lo hacía, la presión constante, la vigilancia, su continuo hurgar; me llevo a perder los pocos amigos que tenia, y mi única amiga, era su hermana, no podía confesárselo a nadie. Amé a Ron como no tienes idea, pero muchas veces su inhabilidad para pensar antes de hablar terminaban con palabras hirientes hacia mi persona, siempre lo perdoné por que lo amaba, pero nunca me daba tiempo suficiente como para sanar las viejas heridas. No pude hacer más el papel de Molly, de esposa dedicada únicamente al hogar y a sus incontables hijos, necesitaba mucho más de lo que Ron podía ofrecerme, pero era demasiado obstinada y le amaba demasiado como para renunciar a tantos años de matrimonio. No Ginny, la razón principal por la que no deseo que Harry regrese al pasado es porque no quiero tener que revivir todo eso, aun cuando no este conciente de que ya lo he vivido, no quiero tener que repetir esa etapa de mi vida. He sido más feliz con mi bisexualidad hoy en día a pesar de la pesadilla en la que vivimos, que en todos esos años que compartí con tu hermano."
El silencio fue profundo, no le sorprendió que Harry y Ginny fueran los primeros en hablar. Mucho menos casi al unísono. "¿Por qué nunca me contaste eso?" Ambos hablantes se miraron el uno al otro, y el hombre decidió dejarle la palabra al espectro.
"Hermione, pensé que éramos amigas, ¿Por qué nunca me contaste lo que ocurría, yo pude haber enfrentado a Ronald al respectó?" comentó Ginny, esto pareció enfurecer a la del cabello indomable.
"¡Por eso JAMAS lo mencioné! Eras su hermana Ginevra, lo único que ocasionarías seria empeorar las cosas, tú mejor que nadie deberías saber cuanto odiaba Ron que se inmiscuyeran en sus asuntos, y SÚ matrimonio, era algo que en específico odiaría que introdujeras tu nariz. Y te sugiero que te guardes tu opinión Lord Grievous, tú intervención en particular no habría hecho mas que destruir lo que restaba de amistad entre Ronald y tú. Me habrías sometido a un infierno mucho peor que este, ante las oleadas de celos que Ron habría sentido ante tus comentarios de "como tratar mejor a una mujer, mucho más la mujer que era tu compañera en la embajada por la paz entre los mundos."
El espectro entendió de inmediato hacia donde se dirigía esta conversación. "Demonios, no me digas que el estúpido de mi hermano se creyó todos esos rumores de que tú y Harry tenían una relación más que profesional…" Cuando Harry aclaró su garganta, ella guardó silencio de inmediato al recordar el breve lapso en que su propio matrimonio estuvo frágil ante tales rumores.
"¡Oh, si… lo siento!" agregó apenada al recordar ese pequeño detalle.
Luna decidió intervenir con tal de regresar el tema a su rumbo original nuevamente. "Harry, no quiero perder lo que tengo hoy en día, te amo, y amo a Hermione, y en cierta forma amo a Ginny con una intensidad que me es imposible de describir. ¡Quiero un mejor futuro! Pero no ante el riesgo de perder lo que en estos momentos es lo único que me mantiene cuerda."
"Oye mis máquinas evitan que," Ante la mirada que la sorprendentemente aun rubia mujer le arrojó, ella comprendió que hablaba en forma figurativa. "Lo siento."
Grievous, quien decidió que de nuevo su nombre le quedaba demasiado bien, debido al desconsuelo que lo consumía en esta oportunidad. Decidió renunciar a su sueño de regresar al pasado, a riesgo de destruir este mundo o realidad.
"Tengo que admitir que no pensaba incluirlas como mis amantes una vez regresaré al pasado, de hecho pensaba dejarlas vivir en lo que yo creí, eran matrimonios felices." Ginny protestó de inmediato. "¿Harry, yo fui feliz, acaso eso no importa?" Él la miró por algunos segundos antes de responder con sinceridad. "Se real Ginny, no tenías amigas con quienes compartir, no eras en lo absoluto como Molly, no soportabas estar encerrada en una casa atendiéndola día y noche, odiabas a las interesabas que se acercaban a ti con tal de intentar acercarse y arrastrar algo de fama o ganancia por nuestra parte, no discutíamos mucho, pero cuando ocurría terminábamos durmiendo separados por meses, la asolación de la soledad fue lo que nos volvía a unir. Todo eso empeoró cuando los chicos comenzaron a tener vidas propias en Hogwarts. ¿Recuerdas que por primera vez comprendías la reticencia de tu madre en dejarlos crecer? Estabas aterrada al igual que ella en quedarte sola entre cuatro paredes, con un marido que luchaba por trabajar y ganarse el sustento la mayoría del día, y sin muchas amigas REALES con las que compartir, que más te quedaba actualmente."
Hermione los observó curiosa por unos instantes ante tal estatuto. "Harry, creí que tus padres te habían dejado una buena cantidad de dinero." La extraña pareja, se carcajeó por un buen rato ante tal estatuto.
"Hermione, ¿Tú crees sinceramente que los Goblins no tomarían represalias por mis actos en contra de su institución? Si, ante los ojos del mundo se me prohibió la entrada, pero sus acciones fueron más allá de lo evidente, mi cuenta fue vaciada como respuesta y ejemplo para aquellos pocos que se atrevan a creer que la nación Goblin se quedaría con una bofetada a su rostro de tal magnitud. El sueldo que obtuve como Auror en conjunción con mi fama es todo lo que tenía aparte de mi familia."
Tanto Luna como Hermione desconocían esto en especial. "Quieres decir que discutí AÑOS con Ronald por un dinero que no existía." Todos decidieron ignorarla por un momento mientras descargaba grandes cantidades de magia hacia ningún objetivo en específico, por miedo a convertirse en tal, al llamar su atención. "Por años Ron guardó rencor del hecho de que no podía tener todo lo que gustaba, y gran parte de mis discusiones con él fueron por comentarios como "Oh si, discúlpame por no ser Harry Potter." Fue tan frustrante, qué…" Decidió guardar silencio ante la señal que le informaban sus sensores, segundos después, sus compañeros recibieron la misma alarma perimetral en los suyos propios.
"¡Mierda, en un momento como este!" Dijo Hermione sin vergüenza al descubrir que el enemigo había localizado su posición actual y se dirigía junto a un gran escuadrón con tal de acabarles.
En tan solo una milésima de segundo, sus objetivos cambiaron definitivamente. "Harry, recuerdas la cuarta película de las guerras de las galaxias, donde reciben a los Jedi con unos androides, necesito que tú junto a Luna, me ayuden a transfigurar varios objetos para que asemejen a esas máquinas, si yo sacrifico cinco de los "sables láser" que tan macabramente te ha dado por coleccionar, podremos darles la capacidad para disparar y entretener por un largo periodo de tiempo al enemigo. Dándonos oportunidad de prepararte para regresar algo que con suerte sobrevivirá el viaje."
Grievous de inmediato puso su mente en acción. "Hermione, mis cálculos son…" Ella no le dejó terminar. "Maldición Harry, he leído tus cálculos, no eres tan cuidadoso como crees, para aquel que te conoce tan bien como nosotras, es imposible que nos escondas algo en específico, tengo mucha mas experiencia que tu en Arithmancia, y no se diga de runas, jamás tomaste en cuenta que tu cuerpo ahora no es mas que una fusión de BIO-máquinas con organismos biológicos de alta complejidad. Sin pensar con que planeas usar el velo de la muerte como si fuese una "STARGATE" aplicando runas en el marco que veo has estado muy ocupado creando en los últimos años con tal de lograr tus metas, es imposible enviar tu cuerpo al pasado, no cuando ya existes en el mismo. NO PODRAS entrenarte, no podrás ni siquiera estar en el mismo sitio que él, ya que no puedes ser VISTO, ni mucho menos tocarte a ti mismo sin ocasionar un desastre. EN cambio, tus nano-máquinas si pueden hacerlo, ya que están diseñadas para ser parte de TÚ cuerpo, así sea tanto hoy como en el pasado…" se detuvo un instante al terminar de transfigurar varias rocas para simular androides de batalla. "LUNA TOMA LOS SABLES DE LUZ DEL CINTURON DE HARRY Y TRÁEMELOS DE INMEDIATO."
Obedeciendo a la ahora demandante mujer, ambos procedieron a terminar y enviar a las criaturas con tal de entretener al enemigo mientras preparaban lo que quizás seria su última oportunidad de corregir las cosas.
Hermione regresó a modificar las runas que ahora rodeaban el velo mientras explicaba su situación. "Planeabas regresar justo en el momento en que estuvieses más cerca del mismo en el pasado, que fue en nuestro quinto año, y debo admitir que tienes mucha razón salvo en un detalle en especial, tu cuerpo tardará alrededor de año y medio en acostumbrarse a las nano-máquinas, de hecho les tomara ese periodo de tiempo el corregir y readaptar tu anatomía con tal de funcionar a la perfección, y conociendo a Dumbledore, no tardará en intentar ayudarte con tal de evitar que sufras de lo que sea te este carcomiendo, debido a que te veras frágil de salud hasta que las máquinas, que serán indetectables tanto para la tecnología de la época como para la magia gracias a su sistema de camuflaje. Puedan administrar en tu cuerpo las habilidades que tenías en el momento que decidiste transferirlas."
Harry no se esperaba eso. "A que te refieres, pensé que sería mucho mas simple el regresar y mejorar las cosas por mi mismo para mi yo mas joven. No convertirme a una edad mucho más temprana en el arma que soy… Hermione, intento evitar convertirme en lo que soy hoy en día, no adelantarlo."
Una enorme explosión remeció el lugar, extrañamente la primera en abrir su boca para corregir a Harry fue Luna. "Harry, necesitamos que seas tú, quien cambie las cosas, ya tienes la experiencia necesaria para corregir la situación. Sabes bien que tú verdadero enemigo no es Voldemort, sino la sociedad misma que lo creó, esa sociedad que no mejoró en lo absoluto una vez el problema desapareció, los pura sangre aun seguían dominando la política, el desdén hacia los muggle seguía siendo pan de cada día, es el modo de pensar de nuestra sociedad el que nos llevó a enemistar con la tecnológicamente avanzada civilización Muggle, que finalmente había descubierto un modo de presenciar lo que por milenios les fue invisible gracias a sus nuevos inventos."
Hermione finalizando de reescribir las runas, concluyó lo que ella quiso decir. "Necesitamos a Grievous en el pasado, no a Harry James Potter. El – niño - qué - vivió seguirá cumpliendo la profecía, pero el ser endurecido que optó por un nombre melodramático de película…" Ginny añadió de inmediato. "Díselo nena, que yo tengo años diciéndole lo ridículo que se escucha con el nombre de una creación Muggle."
Hermione por su parte miró a su amiga con una sonrisa a medias, debido a que sus palabras por más juguetonas que fuesen, servían para demostrarle a Harry que tanto menospreciaban los seres mágicos a todo aquello creado por los Muggle.
El hombre comprendió de inmediato, Harry Potter los salvaría… Lord Grievous los cambiaría aunque fuere a la fuerza.
De inmediato activó su armadura, su cuerpo comenzó a romperse y a reconfigurarse al tomar la forma de batalla que emulaba en casi su totalidad a excepción del torso, y cuello, al personaje ficticio Lord Grievous.
Hermione negó con su cabeza, mientras Luna activaba su armadura con tal de proseguir con la segunda fase del plan. La del cabello incontrolable decidió continuar. "Nunca me gustó como tus piernas se rompen en las rodillas y toman esa posición tan antinatural en el cuerpo humano, pero debo admitir que tiene su impacto ver que tus piernas toman un ángulo tan animal, diría que emula a los hombres lobo en cierta forma. Y Por Merlín Harry, cuanto tiempo tienes con tu armadura llena de sangre, siquiera has pensado en limpiarla de vez en cuando, las garras de tus pies apestan y ni se diga de tus manos…" Resignada a que el hombre nunca cambiará, tomó su varita, la extrajo de su cinto mágico. Aplicando un hechizo a la antigua con tal de eliminar la suciedad y restos.
Luna se acercó a la silueta que había aprendido a amar, su forma propia aun era humana, pero en su espalda portaba un par de alas en miniatura, meros adornos de su armadura que delataban su capacidad única para volar gracias a su magia. Acercándose a la figura agresiva de su amante, posó sus manos en su pecho antes de enviarle gran parte de sus propias nano-máquinas en su sistema, programándolas para solo reaccionar ante la sangre de su yo más joven.
"Gran parte de mi armadura se va contigo, las programé para que no interfieran con tu programa, ni mucho menos con tu misión, por lo que no son consideradas como un virus y eliminadas por tu sistema inmunológico, estarán dormidas, esperando ser introducidas en mi cuerpo más joven, por favor, hazlo lo más pronto posible, si puedes antes de mi ingreso a Hogwarts, me encantaría salvar a mi madre."
Dicho esto se separó del ser que ahora solo asentía silente a su petición, podía hablar, pero eligió no hacerlo, su voz en esta forma estaba destinada solamente a sus enemigos, ninguna de las presentes merecía esa catalogación.
Luna se dirigió rumbo al velo, y tomando la posición que Hermione le indicó, procedió a enviar toda su energía y magia con tal de que el hechizo que recitaba resultase como lo deseaba.
Ginny, quien sabía no había vuelta atrás, vociferó su preocupación. "Si esto funciona, ustedes tres tendrán habilidades sorprendentes, lo mas probable es que mi yo pasado se sienta inadecuada ante su presencia, además de que dudo mucho que acepte fácilmente la idea de compartir a Harry, aun a mí me cuesta."
Hermione decidió responder. "De eso me encargo yo Ginny, veras, entre mis datos se encuentra una versión generalizada de lo que usan Luna y Harry, debido a que controlo a la perfección mis nano-máquinas, no necesito especializarme, pero mi yo pasado no tendrá estos conocimientos, por lo que puedo programar a mis pequeñas para procrear un nuevo sistema diseñado específicamente para una nueva fuente de ADN, si Harry lo hace bien, y puede "contagiarte" podrás tener tu propia armadura, aunque no sabré que capacidades tendrás. Verás, Luna puede volar, yo puedo crear nueva vida con mi nano-máquinas, y Harry puede tomar distintas formas gracias a la capacidad limitada de su cuerpo, nada como nuestra amiga Tonks, pero al menos cumple su función para portar la silueta de Grievous que hemos aprendido tanto a amar como a despreciar, por lo que quien sabe, tal vez poseas una habilidad que nos resulte útil. Ahora Harry, debo transmitirte tres paquetes de datos al transferirte mi porción de las nano-máquinas, los primeros dos son para Ginny y para mí como podrás suponer, el tercero destruirá toda materia orgánica que cruce por el velo. Por lo que tu conciencia aun programada en tu propio sistema, solo sobrevivirá por si sola en la forma de Grievous por unos quince minutos, si fallas en añadirte a tu cuerpo anterior, todo será en vano."
Dicho esto, Harry se sorprendió cuando Hermione apuntó su varita en dirección de Ginny y con unas cuantas palabras, exorcizó su espíritu, enviándola al otro lado. Su mente comprendió que de fallar, al menos uno de ellos estaría en el mas allá, a pesar de enojarle el jamás haber sido consultada antes del proceso.
Posicionándose ante el velo, escucho a Hermione por una última vez mientras sentía como su sistema comenzaba a devorar indoloramente todo aquello que era orgánico. O al menos insensibilizando su capacidad para tener dolor antes de cruzar el velo.
"Harry, se que Ron no esta en ninguna de nuestras listas de salvar, pero a pesar de que no deseo regresar con él, no quiero que crezca siendo el ser en el que se convirtió, ayúdalo a ser mejor, y si es posible, júntalo con alguien que lo mantenga en línea. Daphne o Susan serían buenas candidatas… o ambas si están dispuestas o abiertas a compartir… lo cual lo dudo."
"De acuerdo," ignoró el temblor que surcó los cuerpos de las chicas ante el, sus voz estaba hechizada para causar temor. Por lo que de inmediato, guardó silencio de nuevo mientras esperaba la señal de Hermione en la que debía proceder.
Dos minutos luego, la chica le dio luz verde, y el titubeó cuando escucho sus cuerpos caer grotescamente al suelo completamente sin vida al otorgar sus energías y magia con tal de que él tuviese éxito en su misión.
Una explosión en la puerta con la clave de los merodeadores, fue el último incentivo que tuvo para arrojarse al velo, antes de que alguien pudiese impedirle el continuar.
El problema es que no sabía que tan atrás Hermione le había enviado con tal de que su cuerpo estuviese al menos al sesenta por ciento de efectividad.
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El departamento de los innombrables estaba en alerta máxima, el velo de la muerte estaba reaccionando en una forma que jamás lo había hecho, varios de los misteriosos encapuchados observaban atónitos como algo de horrible silueta tomaba forma ante ellos y procedía a cruzar lo que se creía era un camino de tan solo ida.
Un ser de blanca armadura, de ojos verdes y penetrantes, de irises partidas que asemejaban a un lagarto, de piernas invertidas que rayaban a las de un animal, cruzó el velo hacia su mundo solo para encontrarse con una gran cantidad de hechizos aturdidores en su paso.
La desesperanza predomino cuando su armadura rechazaba cada hechizo, maldición, y encanto que se les ocurriera.
Por un instante parecía buscar algo en su cintura, al menos hasta que decidió renunciar a la búsqueda de lo que sea necesitare, y emprendiera una veloz carrera en dirección del ascensor que lo llevaría hacia la superficie.
Bloquearon la puerta, pero la criatura les sorprendió nuevamente cuando con el simple alzar de su mano las puertas se arrugaron como papel y salieron disparadas contra las paredes aledañas. Un innombrable arrojó un Bombarda a su máxima potencia destruyendo el elevador. Pero la bestia no tomó atención de esto, con sus garras se aferró a la pared, y ante la vista atónita de todos, ascendió hasta la superficie incluso mas rápido de lo que el elevador mismo podía.
Simplemente los innombrables solo pudieron observar la puerta por la que la bestia escapó, con una mirada de shock y con la sensación en sus corazones, de que algo terrible había llegado a su mundo.
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Grievous emergió en el pasillo del ministerio de magia solo para ser confrontado con una gran cantidad de hombres y mujeres aterrados ante su silueta, los ignoró por completo, mas aun cuando los Aurores, eran su mayor preocupación, su memoria le indicaba que contaba con tal solo diez minutos para lograr su objetivo, y que su armadura repelería cualquier ataque conocido hoy en día.
Y al carecer de conciencia o alma al ser máquinas programables, ninguno de los imperdonables funcionaria en su persona.
Ignoró los rayos que rebotaban en su armadura, Hermione había trabajado mucho para crear una protección máxima al no poder protegerse con su propia magia mientras utilizaban el sable. Nunca esperó conseguir una frecuencia en cada hechizo, un espectro en específico el cual podía ser programado con su contraparte en la armadura y repelido constantemente por un programa inteligente que identificaba el hechizo con tan solo verlo.
El único problema resultó que Avada Kedavra atacaba el alma humana, y de eso no había salvación, podría repelerse, pero el alma seguiría partiendo del cuerpo. Por tanto había utilizado animales transfigurados con la "fuerza" con tal de evitar tal hechizo. Ella disfrutaba usar felinos, él en honor a su padrino, cánidos, y Luna siendo tan peculiar como siempre, una multitud de animales imaginarios o peculiares.
Saltó hacia el techo de la estructura, aforrándose a el gracias a sus garras afiladas, no tenía tiempo para desperdiciarlo con los Aurores, ni repeliendo ataques continuos sobre su ser, mientras salvaba a alguno que otro brujo o bruja descuidado.
Emergió por las puertas principales, sintiendo que toda la fuerza policial estaba sobre sus talones. Sus datos le informaban que varias barreras habían sido erigidas a su alrededor y que no podría "aparecer". Pero eso no evitaba que se "deslizara", un sistema de transporte símil que Luna había creado, cuando él expreso su interés en una habilidad símil al ver una película con ese tema en particular. Debido incomodidad que sentía al utilizar la aparición en cada oportunidad.
Se sorprendió cuando ante sus ojos apareció Albus Dumbledore, en toda su gloria, intentando como cosa rara, dialogar con él antes de entablar batalla alguna. Por un breve instante se detuvo con tal de usar Ligilimencia sobre su persona, con el único motivo de saber que fecha era en específico, y ubicar a su versión mas joven.
Albus luchó, pero al ver que "la bestia" solo intentaba saber que fecha en particular era este día, permitió a su curiosidad acceder a la información.
Grievous, en un último acto de amabilidad, le negó todo acceso a su propia mente al carecer de una, además de la que ya estaba programada. Se inclinó agradeciendo la información y partió de inmediato en dirección de Privet drive número 4.
Albus, siendo algo paranoico, espero por unos segundos antes de recurrir a una imagen mental de qué era lo más importante que existía en su conocimiento que de ser eliminado, cambiaría las cosas en este mundo.
Aspiró aire espantado al recordar a Harry James Potter, la última esperanza del mundo mágico.
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Un niño de ocho años estaba tendido sobre el banco más cercano, llorando desconsolado ante la soledad que lo consumía. Su primo Dudley había de nuevo espantado a su más reciente prospecto para amigo.
No era justo, no cuando él tenía a los suyos propios, miraba hacia el suelo, completamente desconsolado y sin esperanzas de un futuro mejor, para cuando el sonido de algo apareciendo junto a él, en conjunción con los gritos aterrados de los niños y profesores, llamaron su atención de inmediato.
Alzó su mirada para ver algo que jamás pensó creería, un robot o algo por el estilo le miraba fijamente, intentó escapar de su mirada inquisidora, pero sus ojos le seguían de un lugar a otro mientras alzaba la mano con tal de tomarle.
Un "POP" se escuchó lejos de la máquina, seguido muy de cerca por muchos otros, pero la máquina no parecía preocupada por ello, de hecho su cuerpo estaba siendo iluminado y atacado por varios rayos de luz que jamás había visto. La máquina tomo su mano, y sin importarle el dolor que le causaba, corto su piel y abrió sus venas mientras ignoraba los gritos del niño y los adultos cercanos. Harry solo pudo observar como este extraño ser metálico, introducía un líquido plateado en sus adentros, y como algo caliente se esparcía por su cuerpo a medida que el líquido ingresaba.
Un anciano se acercó a la máquina y apuntó su varita en dirección de su rostro, específicamente a sus ojos antes de que la máquina simplemente dejase de funcionar y el líquido finalizara su recorrido por todo el cuerpo del chico.
Habiendo cumplida su misión, y todas las nano-máquinas introducidas en el chico, el caparazón vacío de la silueta de Grievous quedó detenido como un recuerdo de un futuro que quizás no se daría en la forma que se dio gracias a su intervención.
Albus corrió en dirección del niño, examinándolo y notando que no presentaba herida alguna en su cuerpo, ignorando que hacia poco su muñeca estaba abierta de par en par si la sangre era indicador alguno. Pomfrey tomó de inmediato al chico y lo llevo a su sala médica con tal de vigilarlo como era debido. Los aurores que recién habían llegado se encargaban de los Muggle, y los miembros de la orden le felicitaban por haber detenido a la criatura oscura que tenia como obvia misión, destruir al niño- que- vivió.
En un momento de honestidad declaró que no había hecho nada en lo absoluto, que en realidad había sido la habilidad innata del niño la que lo salvó de la desconocida criatura. Nadie le creyó excepto algunos que repartirían sus palabras a la prensa casi de inmediato.
El motivo de sus acciones era sencillo, el mundo mágico conocía donde estudiaba el niño, por tanto tenían a una ciudad como punto de inicio para conseguir la localización del chico. Por lo que el dejarlo en Privet Drive seria una completa locura de su parte.
Maldijo por lo bajo, necesitaba que el niño odiara el mundo Muggle con tal de que huyera al mundo mágico como un alivio a tantos años de sufrimiento que vivió en el anterior. La única opción que le restaba era un orfanato, pero para ello debía modificar algunas memorias, la del chico en particular y la del director de donde sea escoja el dejarle.
Si, esa era la mejor opción por ahora… más su verdadero objetivo era encargarse del daño colateral que había causado esta aberración que ahora estaba siendo cuidadosamente estudiada por los Innombrables.
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En Hogwarts, un niño de ocho años pasaba por una transformación increíble, los años de malnutrición parecían desaparecer ante los ojos de una aterrorizada enfermera, que por más que intentaba detener el crecimiento del chico, no podía mas que observarlo, cuando todos sus hechizos fallaban o rebotaban en él como bandas elásticas.
Unos angustiosos doce minutos después, todo crecimiento terminó, ella desapareció las ropas del chico por miedo a que se asfixiara con ellas, y cubrió su cuerpo desnudo con una bata de hospital, esperando que al menos Minerva consiguiese ropa adecuada para el joven ahora que había crecido ante todas las expectativas.
Dumbledore apareció minutos luego, escuchando de su parte su informe preciso de qué había ocurrido, lográndose una merecida modificación de memoria por parte del generoso director, una vez esta le aseguró que el chico estaba completamente sano y fuera de peligro.
Habiendo tomado el cuerpo del chico, este desapareció nuevamente gracias a las bondades de Fawks, que a pesar de sus protestas, no podía más que acceder a su amo.
Harry James Potter, sin que lo supiera, fue abandonado por sus padres en un orfanato y toda su vida la había transcurrido en el mismo, alienado y maltratado por sus cuidadores quienes odiaban cuan distinto era.
O al menos eso es lo que el Director introdujo en su mente una vez había corregido todo los desperfectos en las memorias de los Muggle.
Albus Dumbledore, una vez finalizó su tarea, partió satisfecho de sus logros desconociendo que las máquinas dentro de Harry habían desecho todo cambio mágico realizado en el niño y todo ser que tuviese contacto con el mismo.
Siendo inteligentes al ser programadas por Hermione, las máquinas identificaron la situación y la modificaron a su placer. Debido a la condición casi comatosa del chico, gran parte del personal necesitaba cuidar de su cuerpo.
Por lo que las máquinas podían acceder a distintas anatomías con tal de esparcirse poco a poco por todo el orfanato, implantando pequeñas nano-máquinas en cada uno de los seres que infectaban, corrigiendo los cambios mágicos en sus memorias y alterándolos para no ser tan agresivos con su huésped.
Además de eliminar todo rastro de racismo en cientos de niños, pero que desgraciadamente no podrían esparcirse a otros seres fuera del rango mágico de Harry, en el cual se alimentaban las mismas.
Aquellos que convivan en el orfanato por al menos un mínimo de dos meses, y hallan sido infectados por las nano-máquinas, sufrirán un efecto permanente en la modificación que habían realizado en sus cabezas.
Los que no pudiesen compartir ese periodo mínimo de tiempo, regresarían a ser sus yo "originales" Antes de que alguien hurgara en sus cerebros.
Pero mientras tanto, lo más importante para estos pequeños seres artificiales, era el mantener con vida al niño, mientras mejoraban su cuerpo y reingresaban y organizaban los recuerdos almacenados en sus bases de datos en el cerebro del chico, con tal de que la personalidad de Grievous fuese instalada sin problema alguno.
Eso y que tres paquetes aun sin activar, esperaban dentro del joven, el más reciente a activarse sería dentro de dos meses. Con un objetivo de nombre Luna Lovegood, su siguiente victima sería su creadora, Hermione Granger, y por ultimo pero no menos importante, Ginevra Weasley, todas están diseñadas para contagiarse por medios mucho menos agresivos que el que había sufrido el chico, con tal de no llamar la atención ante el patrón que mas adelante presentarían los jóvenes.
Una sonrisa maligna, no muy apta en el rostro de un joven de ocho años se formó sin que nadie pudiese ver o hacer algo al respecto.
¿Continuará?
Esta es una historia que cree para desahogarme un poco y matar estrés mientras tanto, no esperen actualizaciones rápidas. Por lo que colóquenla en alertas, haaa y una advertencia, si solo veo Alertas y nada de review, no actualizaré.
Al igual que mis otras historias, uno no se mata mucho escribiendo algo moderadamente decente. Para que nadie opine del mismo o no recibir recompensa en alguna forma. (Si, soy tan desgraciado que los estoy extorsionando con: + reviews, posibles capítulos + rápidos.)
SI es un HAREM, mala suerte si no les gusta…
NO, no habrá mas adiciones a la misma…
SI, se que es bastante machista, pero por una vez en mi vida… no me importa. Siempre quise escribir uno, y nadie me impedirá lo contrario.
Habrá muertes, ligero muy ligero Bashing, no mucho si puedo evitarlo, ya que no soy fanático del mismo y leer "como se tortura al personaje que no te agrada" lo encuentro fastidioso, monótono y en extremo inmaduro.
A diferencia de mi otra historia de Harry Potter, Aquí Dumbledore no es redimible, es el bastardo que es… Ósea, el "Líder de la luz" que manipula a todo mundo como si fuese pieza de ajedrez, con único motivo del bien mayor.
Ósea, ni siquiera eliminó a Grindewald, o como se llame… si comprendo que lo amara, (eso fue una maldad de J.K.R.) (No. No por hacer un personaje gay, sino que lo encontré mas como un truco publicitario, que como un movimiento por ecuanimidad)
