Memorias de un juguete tímido

Buzz Lightyear – Brilla en la oscuridad

Al pasar de los años, conoces a alguien, sonríe, te enamoras. Así de simple es la vida, así de complicada la volvemos nosotros.

Han pasado ya tres días desde que nos mudamos a este nuevo hogar. Ningún juguete quedó atrás y finalmente sobrevivimos a todas las adversidades como una familia. Pero de lo que quiero hablarles hoy es de mi historia con ella. Finalmente, le diré con palabras lo que mi ser entero siente.

Eran las dos de la mañana, tenía aproximadamente 4 horas desde que Andy se durmió. Esa noche jugamos por largo rato hasta que por fin nuestro dueño quedó exhausto, dormido entre nosotros. Su madre llegó a meterlo a la cama y taparlo con su edredón favorito, el que tenía mi cara. Era la primera noche que pasaba en su cuarto desde el campamento de verano. Su mamá, conociendo sus gustos, dejó que Woody y yo lo acompañáramos en la cajonera, justo al lado de la cama. El resto fue aventado (literalmente) al baúl de los juguetes, entre ellos las "nuevas adquisiciones" Tiro al Blanco y Jessie.

Yo moría de sueño, estaba feliz de que Andy regresara pero algo había cambiado en mí y no era exactamente él la razón. En algún momento, en mis divagaciones nocturnas mi buen amigo Woody me despertó, dando lugar a una conversación atípica de nosotros.

-¡Buzz! ¡Buzz! Despierta – Susurraba él con cuidado de que Andy no despertara.

-Eh… ¿Eh? … ¿Pasa algo? – Mi mente volaba libre por el universo pensando en todo y nada a la vez.

-¿Qué día no?

-Sí, fue un día largo… muy bueno también – Bostecé – Jugar así me deja rendido siempre…

-¿Estás cansado? ¿Buzz, el guardián espacial cansado? –Lo miré extrañado – Mi amigo Buzz no dormiría cuando un miembro de la tropa está en peligro…

-¿Peligro? – Desperté completamente - ¿Quién está en peligro?

-No, no, no, Buzz… tranquilo. –Lo miré preguntándome si se habría golpeado en la cabeza mientras jugábamos – Yo sólo decía – Continuó con toda la paciencia posible – que hay miembros del grupo a los que les da miedo la oscuridad.

-Pero eso no es posible, todos duermen en el baúl que… - Mi mente empezó a captar la idea.

-Sí, un baúl oscuro… pero a nosotros no nos afecta eso, porque tenemos a nuestro Buzz Lightyear que brilla en la oscuridad – Volteó a ver a Andy dormido – Lo bueno es que él ya está soñando y yo no tengo miedo… - Saltó a la cama para colocarse junto a su dueño, se quedó dormido y yo pensando.

"Tú eres el guardián espacial más lindo que he visto"

Esa estructura, su cabello de estambre delgado, rojo, brillante, sus ojos vivos, sonrisa inmensa, osada como pocos juguetes, toda esa energía… ¿temía a la oscuridad?

Brinqué de la cajonera hasta el baúl de los juguetes. Con algo de esfuerzo lo abrí y observé como todos dormían. Señor y Señora cara de papa, tomados de la mano, sentí un vuelco en la parte de mi estómago (o lo que debía serlo). Observé con detenimiento todo el largo del baúl hasta encontrarla.

Jessie estaba en la esquina izquierda, dormida en posición fetal, abrazando su cuerpo de tela. Se veía tan indefensa, tierna, sabía que era fuerte pero verla con esa expresión en el rostro la hacía más cercana a mí. Noté que estaba despierta, estaba pensando e intentando dormir. Se movió un poco y luego clavó sus maravillosos ojos verdes sobre mí. El universo y las estrellas no se pueden comparar con lo que vi en ese instante, brillaban más que nada, podía ver a través de ellos.

Entré al baúl con cuidado de no despertar a nadie y me senté junto a ella. Fue un impulso porque en verdad quería salir corriendo de ese lugar en dirección contraria a donde ella estuviera, pero entre más pensaba en irme más me acercaba, más miedo tenía y más ganas tenía de sostenerla en mis brazos.

-No te gusta la oscuridad ¿verdad?

Ella afirmó con su cabeza, me senté junto a ella, tan solo nos separaba un poco de aire. Sentí calor, mucho calor y ganas de gritar o lanzarme sobre ella. Mi cuerpo brillaba, formando un aura alrededor nuestro color verde y finalmente terminó de atraparme. Recargó su cabeza en mi hombro. Mis articulaciones me parecieron horriblemente duras para ella, pero su cabello se acomodaba perfectamente en una sensación de calidez y suavidad. Era toda energía, optimismo, valentía y me dejaba ver su alma tal y como era. Esa debilidad y todos sus miedos eran nada, comparados con su belleza y su forma de ser.

En un segundo, me perdí entre tantas emociones y pensamientos que no me di cuenta de que esa señorita acababa de bajar mi casco, dejando mi cabeza libre. La incliné ligeramente a la derecha y la coloqué sobre la de ella. Eso bastó para que mi corazón de polímero se agitara como nunca en mi vida. Estaba enamorado, profundamente enamorado. Era tímido, extremadamente tímido. Nunca le dije nada.

NA:

Este es el primer capítulo de una serie de momentos que imaginé que vivió Buzz desde el final de Toy Story 2 terminando unos años después de Toy Story 3.

En realidad, creo que todas serán emotivas en cierto sentido, más por la situación actual en la que vivo, mi amor por la película y mi imaginación.

Este es mi regreso a los fics, espero alguien lo lea y sea de su agrado.