"EL PLACER DE HACER LO INCORRECTO"

"Porque yo soy un asesino y ella mi cómplice. y nosotros hacemos lo que muchos no pueden hacer, somos asesinos de quienes lo merecen. Es mas venganza que placer, pero esa venganza me llevo a conocer el placer, el placer de hacer lo incorrecto."

"CONOSIENDO A ALFRED"

ISABELLA POV'.

Mi nombre es Isabella swan, vivo en chicago en un barrio pobre. Mi madre Reneè me crio sola, porque asesinaron a mi padre, cuando yo solo tenia tres años de edad. Y la verdad no me quejo de la vida que me toco hasta ahora, que esta vida me llevo a conocer a mi primer y único amor.

Ahora soy aprendiz de pintora por las mañanas y en las tardes trabajo en un teatro, con un papel secundario. Por las noches llevo una vida diferente a todas las demás, soy ladrona. En el teatro no me pagan lo suficiente para mantenerme y mantener a mi mama, puesto que ella esta enferma y no puede trabajar.

Esta noche entrare a robar a un despacho cerca del teatro. Cuando mi turno termino me cambie para lo planeado, me puse unos pantalones vaqueros de mezclilla obscuros y una blusa manga larga color negra y unos guantes, y me dirigí al despacho. Cuando llegue entre por una ventana trasera, no fue tan difícil solo era un salto. La habitación era blanca con un librero detrás del escritorio de madera, me hacer que a ver mas de cerca ese librero, tenia una gran variedad de libros, que alguna vez quisiera leer. "concéntrate"

Me dije a mi misma tenia que tomar el dinero, me gire al escritorio y busque en los cajones, no había nada, solo me faltaba uno que tenia llave, tome un brocho del cabello y lo abrí, lotería! Ahí estaba el dinero tome unos cuantos fajos de billetes y los metí en mi bolsa, me iba a disponer a salir cuando abrieron la puerta, mis ojos se abrieron como platos. Entro un señor alto con canas en la cabeza, y de ojos cafes con un arma apuntándome directamente ala cabeza.

-eres Isabella? –me pregunto con voz ronca

-y a ti, que te importa quien sea? – le dije mordaz

-eres si o no Isabella? –me volvió a preguntar acercándose a mi – te pregunte algo! –me grito

-si soy Isabella –le dije

-oh, ya veo, vaya nunca pensé conocerte de esta manera. –comenzó- pero bueno algún dia te tenia que conocer.

-que quieres de mi? –dije- vamos si me vas a entregar ala policía hazlo ahora, no tengo toda la noche para esto.

-entregarte? –pregunto asombrado- ja! Me sirves mas estando libre mi querida Isabella, además tienes buen temperamento para el trabajo que te voy a ofrecer.

-que trabajo?, quien eres? –pregunte este loco ya se había pasado.

-déjame que te explique, por favor toma asiento – me dijo con cortesía sentándose el, le obedecí y me senté enfrente de el

–soy Alfred, la muerte. Y tu eres la pequeña Isabella, hija de Reneè y Charlie swan. Mira tu padre no murió por una simple bala perdida , a tu padre lo asesinaron y yo conozco ha esas personas.

-y eso a mi que? –dije

-pues que yo te ofrezco, trabajo… -me dijo con una sonrisa en los labios.

-trabajo de que? –dije confusa

-de asesina.

-usted esta loco!, si cree que voy ha asesinar personas inocentes. –dije levantándome de la silla

-hija, claro que te pagare… y además no son personas inocentes, son personas que no han recibido justicia. –dijo con un estivó de coraje

-pero yo, yo no soy buena en esas cosas, además porque me elijo a mi? –pregunte

-porque tu eres la hija de Charlie swan, el mayor asesino justiciero, y por lo que veo no eres nada mala, actuando, ni robando.

-quiere decir, que mi papa era un… asesino? – pregunte casi en shock, no podía creer que mi papa hiciera esas cosas.

-si, por esa razón mataron a tu padre…-me contesto

-por asesino? –pregunte

-no, …-dijo como recordando algo- mira quieres el trabajo si o no?

-estee… yo no lo se –dije dubitativa

-mira mañana alas 6 p.m. te veo en el café de enfrente de donde trabajas, y me dices tu respuesta.

-pero es que…

-pero nada! , piénsalo, esto las puede beneficiar a ti y a tu madre, ahora vete

-esta bien.

Sin decir nada mas, tome mi bolso y me fui del despacho, tenia mucho que pensar. Cuando llegue a mi barrio mama me esperaba a fuera de la casa.

-hija, te ves preocupada –me dijo soltando un pequeño tosido

-hee, no te preocupes, no me pasa nada –le mentí para tranquilizarla

-oh, vamos a mi no me engañas –me dijo

-tu tranquilízate, estoy bien –le dije

-te fue a buscar verdad? – me dijo con una tonada preocupante

-de que hablas mama?

- de Alfred. Isabella dime la verdad te ofreció trabajo?

-si.

-lo aceptaste? –me pregunto preocupada- contéstame

-no, aun no porque?, no estoy segura si es lo correcto, me apoyarías en todo caso que aceptara? –dije yo ahora con preocupación de lo que me fuera a decir

- Isabella, hija, eres todo lo que me queda en esta vida, a mi no me gustaría que te unieras a ese tipo de trabajo.- soltó un suspiro largo –pero sabes?, a tu padre le hubiera gustado que siguieras lo que el no pudo terminar.

-a que te refieres con que "no pudo terminar" –pregunte

-hija, luego lo descubrirás, por ahora vete a dormir que tienes mucho que decidir.

Me dio un beso en la frente y se retiro a dormir, por mi parte yo hice lo mismo, me duche y me a coste a dormir, tendría que pensarlo por la mañana.

Ala mañana siguiente, me desperté y fui a mis clases de pintura, después a mi trabajo en el teatro y por fin, tendría que ir al café para dar mi respuesta. Llegue cinco minutos tarde, como es de costumbre en mi, Alfred ya me esperaba sentado en una mesa lo mas alejados posible de la gente que ya se encontraba ahí. Me acerque cautelosamente.

"CONVIRTIENDOSE EN UNA ASESINA"

-querida, vamos siéntate – me dijo cortes –quieres algo te tomar?

-mmm… un capuchino estaría bien –le conteste, el llamo a la mesera y pidió mi capuchino, nos quedamos en silencio hasta que la mesera volvió con mi orden.

-y bien?, cual es tu respuesta? –dijo ansioso

-estee… -era un momento decisivo en mi vida- esta bien lo are

-perfecto! –me dijo emocionado –cuantos años dices que tienes?

-dieciséis.

-vaya, yo pensé que eras mas grande… pero no importa. Ahora ve a hacer tus maletas mientras, yo veo lo de tus papeles.

-que?! Yo no me puedo ir de aquí –le dije

-vamos Isabella, yo se que tu llevas sangre de un asesino en tus venas, pero quiero aclararte que un asesino se hace. no es tan fácil, tienes que aprender tácticas de movimiento, defensa personal, como saber disparar etc… tienes muchas cosas que aprender.

-pero, y mi madre que pasara con ella? – dije preocupada pensando en ella

-mira, por ella no te preocupes yo mandare a alguien a que la cuide todo el tiempo que sea necesario.

-como puedo confiar en ti? –le dije

-podrás hablar con ella por teléfono, todo los días –dijo pensativo de lo que me acababa de decir .- bueno ahora vete a tu casa a empacar tus cosas. Tenemos un viaje muy largo que hacer, pasare por ti en dos horas.

-esta bien –conteste, el se levanto y dejo el dinero en la mesa de las bebidas y se fue.

Yo termine mi café y me fui a mi casa ha hacer mis maletas, le explique todo a mama y ella comprendió, al cabo de dos horas llego Alfred, por mi me despedí de mi madre y subí a su auto.

He ahí cuando comenzó mi nueva vida. Alfred me llevo al aeropuerto y tomamos un vuelo hasta Alaska y ahí empezó mi entrenamiento de cuatro años. En esos cuatro años mataron a mi madre, y ahí jure que vengaría a mi madre y padre.

A los diecinueve años cometí mi primer asesinato, después robe en algunas partes era una hija digna de Charlie swan.

Isabella – me dijo Alfred – estas lista para ir alas ligas mayores.

A que te refieres como eso? –dije

Que iras a trabajar para amaro, en Seattle –contesto

Y quien es amaro? –pregunte

Amaro es un alemán, que se de dedica a lo que nosotros hacemos, ahora el será tu jefe.

Pero… yo no me quiero ir, quiero estar aquí –dije nerviosa, Alfred se había convertido en el padre que nunca tuve.

Isabella, estarás bien solo tienes que obedecer sus reglas importantes.

Como cuales?

No le respondas, aras lo que el diga y nada de vida amorosa, es simple solo sigue eso y nada te pasara. Lo prometo

Ah, esta bien por cuanto tiempo estaré en Seattle?

No lose, hasta que el lo decida, ahora vamos tu maletas ya están hechas.

"NUEVO JEFE"

Subimos a su auto y fuimos al aeropuerto, se despidió de mi y yo me fui a Seattle por lo que me dijo Alfred, alguien me estaría esperando, y asi fue me subi al auto y me llevaron a un bar, detrás del bar había un despacho donde se encontraba mi nuevo jefe

Amaro

Bienvenida a Seattle –me dijo con voz arrogante- yo soy amaro y tu debes ser Isabella, no?

Si, mucho gusto –dije con desdén

El gusto es mio muchachita, te pareces mucho a Charlie, espero que tu no cometas el mismo error que cometió el…

Y cual fue ese error? – pregunte ansiosa

El de haberse enamorado de la zorra de tu madre, -dijo con enfado

Mi madre no es una zorra! –le grite, como se atrevía a decir eso de ella

Mira niña, con migo no juegas, no me vuelvas a alzar la voz si quieres seguir con vida aquí! Ahora discúlpate –me grito

Lo siento señor –dije sin mirarlo

Bien, nos estamos entendiendo

Se levanto de su silla y camino a unas vitrinas, saco un arma y me la dio, después fue a un archivero, saco un folder y me lo entrego para después, sentarse de nuevo en su silla.

Y esto? –pregunte

A que crees que viniste? –me contra ataco

Pues … yo…

Si, viniste a hacer lo que otros no hacen, - se agacho a buscar algo en su cajón, para después lanzarme unas llaves – toma cojee un auto y ve a hacer tu trabajo.

Pero…

Pero nada! Lárgate ya, y cuando termines regresas aquí! –me grito

Sin mas decir me fui a cumplir mi misión, fui a un garaje donde había muchos autos lujosos, simplemente tome un mini-Cooper azul eléctrico, entre en el y abrí la carpeta, tenia que matar aun sujeto saliendo de un restaurante alas 7 p.m. conduje al dichoso restaurante y me puse a esperar a que el sujeto saliera.

Estaba esperando afuera de mi auto, cuando llego un volvo plateado y del volvo salió un chico alto, cabello cobrizo y de ojos verde esmeralda, estaba guapísimo! Estuve apunto de acercarme para hablarle, cuando salió el tipo, voltie a los lados, asegurándome que nadie me vio y dispare con mi pistola PT-90 y por fin lo mate. El trabajo estaba hecho, entre en mi nuevo auto y respire profundamente y puse música para relajarme.