Sentido Común
Escrito por AeroJester203, traducido por Fox McCloude
Disclaimer: Pokémon y todos sus personajes son propiedad de Satoshi Tajiri, Nintendo y GAMEFREAK. La historia original pertenece a AeroJester203, yo solo tomo crédito por la traducción. Todos los derechos reservados.
Capítulo 1: ¡Iniciando con una explosión!
Ciudad Viridian…
La noche había caído sobre la ciudad. Aunque todo parecía estar muy tranquilo, la población se encontraba en un estado total de alarma. No mucho antes aquella noche, hubo una alerta a todos los ciudadanos para que tuvieran cuidado con unos ladrones de Pokémon que andaban sueltos. Con esto, todos los ciudadanos se quedaron dentro de sus casas y cerrando puertas y ventanas mantuvieron muy cerca a sus Pokémon. Por suerte para ellos, no eran las residencias lo que planeaban atacar.
Un pequeño grupo de agentes del sindicato criminal conocido como el Equipo Rocket, había decidido que el Centro Pokémon sería su objetivo. Irrumpir en él fue fácil, incluso habían logrado cortar la energía. Sin embargo, los agentes se encontraron con una resistencia inesperada, por parte de un joven niño que se encontraba allí para tratar a su Pikachu herido. Y no solo el Pokémon Eléctrico resultó ser más fuerte de lo que se anticiparon, sino que la electricidad provocó una reacción en cadena, y con una explosión masiva, el techo del Centro Pokémon voló en pedazos, y los agentes se vieron forzados a retirarse, usando el humo y la cortina como cortina para su escape antes de que llegara la policía.
Y ahora, dicho trío se encontraba colgando de una cuerda, que a su vez colgaba de un gran globo de aire caliente con la forma del Pokémon gato rasguñador, Meowth. La luz de la luna reveló sus apariencias.
La que estaba en el medio de la cuerda era una chica que parecía estar cerca de alcanzar los veinte, con un largo cabello color magenta estilizado en un extraño rizo que llegaba hasta su cintura. En el extremo inferior había un joven de su misma edad con pelo azul-morado que le llegaba hasta el mentón. Los dos llevaban uniformes blancos con botas y guantes negros, y una gran letra "R" de color rojo sobresalía en ellos, mostrando su afiliación con el Equipo Rocket. El tercero, en la parte superior, era el mismo Pokémon que había inspirado el globo. Un Meowth se aferraba a la cuerda, y los tres estaban cubiertos de quemaduras, tanto por haber sido electrocutados como por la explosión resultante.
- ¡Grandioso! ¡Un gato vencido por un ratón! – se burló la chica, mientras trataban de llegar hacia la cesta del globo.
- ¡Se los juro, ese no era un Pikachu ordinario! – dijo el Meowth tratando de defenderse.
- ¡Realmente es muy raro, una presa perfecta! – dijo el chico.
- ¡Vamos a capturarlo! – gritó la chica.
- Tal vez lo hagamos. – dijo el Meowth con una sonrisa maligna.
Desafortunadamente, el sonido de algo tela rasgándose y aire que escapaba violentamente puso un alto a sus planes, pues en ese momento un agujero en el globo causó que este saliera volando fuera de control hacia el horizonte. Por suerte, Meowth consiguió hundir sus garras en la cuerda, y los otros dos agentes se aferraron a la cuerda, logrando mantenerse allí gracias al entrenamiento físico que venía con haberse unido al Equipo Rocket. Los tres se sujetaron por sus vidas, gritando mientras el globo volaba en dirección al oeste, cerca de la Ruta 22, hacia el camino que iba hacia la Meseta Índigo. Cuando finalmente no tuvo suficiente aire para mantenerse volando, comenzó un rápido descenso hacia el suelo.
- ¡Ahí! – gritó el chico. – ¡A los árboles!
Una vez que estuvieron encima de los árboles y a una altura razonable para no romperse nada, se soltaron de la cuerda y se agarraron de las ramas. Poco después el globo tuvo un aterrizaje forzoso cerca de ellos, y la cesta se revolcó en el suelo, aunque no llegó a volcarse por el peso de todas sus provisiones adentro. El trío se dejó caer de los árboles y vieron como el poco aire que le quedaba terminaba por escaparse del globo.
- Mi hermosa cara… – se lamentó Meowth.
- Ya supéralo. – dijo la chica, arreglándose el pelo con un cepillo, y también mirándose en un espejo compacto, ambos extraídos de su bolsillo. – James, tú eres el que mejor sabe coser, arréglalo.
- Primero hay que hilar y después coser la tela. – gruñó James, resoplando con molestia.
De cualquier manera, se dirigió hacia la cesta, y extrajo su muy útil kit para viajes lleno de herramientas variadas. Empezó a revisar la tela del globo hasta que encontró el agujero. Con un rollo de hilo de nylon color beige, y un hilo reforzado del mismo color, James puso manos a la obra para arreglarlo. Jessie y Meowth se quedaron cerca, pero sabían que James tardaría por lo menos una hora y media para hacer el parche reforzado y cosérselo al globo. Y eso sin contar el tiempo que les tomaría volver a inflarlo.
- En cuanto el globo esté arreglado e inflado de nuevo, iremos tras el Pikachu de ese mocoso. – dijo Jessie mientras terminaba de arreglarse el pelo y volvía a meter su cepillo al bolsillo, para luego aplicarse el polvo para arreglar su maquillaje.
- Si me permiten decir algo, no pudimos vencer a ese Pikachu antes, ¿qué les hace pensar que podremos hacerlo en la mañana? – dijo James sin mirar a sus compañeros, pues estaba muy pendiente de su trabajo.
- Nos superaban en número con los otros Pikachus, y el bobo ese le inyectó esteroides a su Pikachu con más electricidad. – dijo Meowth. – Esta vez no tendrá apoyo, ¡será pan comido!
- No, James tiene razón. – dijo Jessie, terminando de polvearse las mejillas y aplicándose el lápiz labial. – Tenemos Pokébolas enmascaradas por el Equipo Rocket por una razón.
James dejó de hilar por un momento, antes de retomar su labor. Ya que Jessie mencionaba las Pokébolas enmascaradas, eso quería decir que tenían que aumentar sus números en vez de ponerse a entrenar. Estas Pokébolas operaban en un sistema privado del Equipo Rocket, y siendo ese el caso, la Liga Pokémon no podía rastrearlas. Así era como los agentes del Equipo Rocket podían usar Pokémon incluso sin tener licencias de entrenadores.
- ¿Vas a ir a atrapar a otro Pokémon? – preguntó Meowth levantando una ceja. Jessie se aseguró de aplicarse bien el labial antes de cerrar su compacto y mirar a Meowth.
- Yo no, lo harás tú. Ekans está muy mal por culpa de ese ataque eléctrico, y tú eres el mejor candidato. Ve y tráeme un Pokémon que refleje mi fabulosa personalidad.
Meowth decidió tragarse la respuesta que iba a decir sobre la personalidad de Jessie, pues ya estaba muy cansado y solo quería salir de eso. Dándose la vuelta, abandonó el área y empezó a buscar por todos lados por algún Pokémon.
- "Cielos, ¿le haría mucho daño esperar hasta mañana?" – pensó Meowth, mirando a su alrededor. – "Cualquier Pokémon con algo de cordura probablemente esté durmiendo…"
Poco después de ese pensamiento, sus orejas felinas captaron el sonido de una batalla. No tenía ninguna prisa; lo mejor era esperar el momento y pelear contra el ganador cuando estuviera agotado por la pelea.
- "Sale ya un nuevo recluta, a la orden." – se dijo a sí mismo sarcásticamente, mientras se acercaba despreocupadamente a la fuente de los ruidos de pelea. A mitad del camino, Meowth se percató de que no tenía ninguna Pokébola consigo. Ah bueno, ya vería como se las arreglaba. Y si no, siempre podía culpar a Jessie por no darle una.
Una vez que llegó al área donde ocurría la pelea, vio que era un Rattata peleando contra un Spearow. El Spearow tenía unos pocos moratones, pero el Rattata estaba lleno de cortadas por todo el cuerpo y se veía algo mareado. Aun así, tal vez podría soportar uno o dos golpes más antes de desmayarse. Una vez que ese pensamiento cruzó su mente, los ojos de Meowth se ensancharon al sentir que se le prendía el foco en su cabeza. Y luego, una sonrisa maliciosa cruzó por su rostro.
Spearow se lanzó en picada y arañó al Rattata con sus afiladas garras otra vez. El Pokémon ratón trató de huir, pero el Volador simplemente se dio la vuelta y lo arañó otra vez. Rattata cayó al suelo, desmayado por el cansancio. Spearow aterrizó junto al ratón caído y estuvo a punto de darle el golpe de gracia, pero se paró cuando escuchó algo. Meowth salió de entre las sombras, y la luz de la luna resaltó su amuleto y sus ojos mientras le sonreía al Pokémon pájaro.
- Buenas noches, Spearow. ¿Sabes algo?, hoy es tu día de suerte. Te hemos elegido para unirte al grandioso Equipo Rocket. Entonces, ¿quieres hacer esto de la manera fácil? – Meowth levantó sus patas y extendió sus garras – ¿O de la manera difícil?
Spearow extendió las alas tratando de hacer un gesto amenazador y lanzó un graznido de furia hacia Meowth. De lo que Meowth pudo entender, Spearow básicamente dijo que le escupía en la cara a los Pokémon entrenados por humanos y que no necesitaba humanos para ser más fuerte. Meowth se encogió de hombros y se tronó el cuello.
- Muy bien, lo haremos de la manera difícil.
Meowth se lanzó contra el Pokémon pájaro, con las garras a los lados y listo para atacar. Spearow lo picoteó cuando se acercó lo suficiente, pero Meowth tuvo suficiente tiempo para darle algunos buenos arañazos con sus Golpes Furia. El ave voló para tomar algo de distancia entre ella y Meowth, que se dio la vuelta para no perderla de vista. Spearow intentó lanzarse de frente contra Meowth para arañarlo con sus propias garras, pero Meowth se hizo a un lado y saltó de vuelta, asestándole otro Arañazo.
Spearow ya empezaba a sentir la fatiga. Ese Rattata la había cansado un poco, y este Meowth era claramente más fuerte que ella. Decidió agarrar a su presa origina, pero cuando se dio la vuelta para agarrarla, ya no estaba. Al aterrizar donde la había dejado, se olvidó temporalmente de la batalla y empezó a mirar por todos lados. ¡Pero si había estado ahí apenas un segundo antes!
- ¿Se te perdió algo? – preguntó Meowth.
Spearow se giró para ver que Meowth tenía al Rattata en su otra pata, la que había mantenido fuera de la vista de ella. ¡Ese gato tenía el nervio de robarse su cena!
- ¡Si lo quieres tendrás que atraparme! – la provocó Meowth, poniéndose el Rattata en la boca y luego empezando a correr a cuatro patas. Tendría que ir a toda velocidad para mantenerse adelante, aunque Spearow estuviera cansada. Mejor no arriesgarse, después de todo, nada más peligroso que una mujer furiosa y todo eso.
Spearow salió tras él, graznando furiosa todo el camino. No le importaba cuánto tardara; perseguiría a ese gato hasta los confines de la tierra para recuperar a su presa. Pero pronto se empezó a dar cuenta que el terreno empezaba a cambiar. Se dirigían hacia una porción del área con la que no estaba familiarizada, y para cuando se dio cuenta de la esfera que venía volando hacia ella, ya era muy tarde para esquivarla.
Meowth dejó caer al Rattata y se limpió la lengua tan fuerte como pudo mientras la Pokébola de Jessie se sacudía en el suelo. Literalmente eso era lo más asqueroso que había probado en su vida. Y luego de que la luz roja del botón se apagó, Jessie recogió la Pokébola.
- Bueno, un Spearow no es mi primera elección, pero buen trabajo trayéndolo aquí.
- Sí, sí. – dijo Meowth, quitándose unos pelos de Rattata de la lengua. – Esa pajarita tiene serios problemas de actitud. Odia a los entrenadores y a sus Pokémon. Ay, necesito enjuague…
Después de decir eso, se dirigió hacia la cesta del globo. James levantó la mirada dejando de lado su trabajo para notar al Rattata todavía en el suelo. De inmediato volvió a hilar mientras preguntaba:
- ¿Cuál es el problema? Creí que a los gatos les gustaba comer ratas.
Meowth hizo gárgaras con el enjuague bucal y lo escupió a un lado de la cesta antes de responderle.
- ¿Sí? Dame una hamburguesa para tirarla al suelo, pisotearla en la tierra y luego dime si te la quieres comer. Solo me lo traje para que Spearow me siguiera hasta acá.
- Meowth. – lo regañó Jessie en tono de broma. – ¿Es que nadie te ha enseñado que es muy grosero robarse la comida de otros? No veo razón de interferir con la nutrición de mi nuevo Pokémon.
- Yyyyyy… esa es mi señal para llevarme mi cena a otra parte. – dijo Meowth, agarrando un trozo de pan salado enrollado y una pequeña botella de agua. Saltó fuera de la cesta y se fue en la dirección opuesta mientras Jessie abría la Pokébola de Spearow. Meowth conocía las leyes de supervivencia en lo salvaje, pero sus días de cazar y recolectar por ahí habían quedado muy atrás, y él prefería una hamburguesa antes que un Pokémon.
…
Para cuando el sol volvió a salir, el Equipo Rocket ya estaba despierto y dispuesto, y James hacía unas bolitas de arroz para un desayuno rápido. Se había quitado los guantes y empapado las manos con agua fría para evitar quemarse con el arroz caliente. Siendo que él venía de una familia adinerada, muchos no creerían que James iba a ser el cocinero o el que hacía las tareas domésticas en el grupo, pero a Meowth le faltaba la destreza y motivación para cosas complicadas como coser o cocinar, y Jessie era una maestra de arruinar cualquier comida que tocara, sin mencionar que era apenas pasable en coser, mucho menos hilar.
James sonrió al recordar a sus queridos Nana y Pop-pop en su casa de verano. Nana le había enseñado a coser e hilar en caso de que tuviera que arreglar algo de emergencia, y Pop-pop le enseñó toda clase de métodos de artesanía y trabajo manual. James nunca creyó que las usaría en su vida de criminal, pero estaba agradecido por tener las habilidades.
En eso empezaron a moverse los arbustos cercanos, devolviendo su atención al presente mientras se daba vuelta hacia el origen del ruido. Dejando la bola de arroz a medio terminar por un momento y quitándole los granos que sobraban, sujetó la Pokébola que contenía a su Koffing. En cuanto un Mankey apareció entre los arbustos, sus resoplidos porcinos mientras olfateaba en el aire se fueron acercando más y más. James bajó la bola y miró las bolas de arroz que había preparado. Mankey salió de entre los arbustos, y se le acercó empezando a saltar de emoción.
- ¡Mochit, mochit, mochit!
- Ah, ah, ah, estas son para mí y para mi equipo. – dijo James, manteniendo el plato bien cerca. – Pero ahora que lo pienso, ¿qué te parece si hacemos un trato?
Mankey lo miró con curiosidad. No había visto a muchos humanos por aquí antes, así que estaba dispuesto a escuchar. James le sonrió.
- Mira, pronto vamos a dejar el área, así que aunque te dé una bola de arroz ahora, ¿dónde conseguirás más después? Pero si te unes a nuestro equipo, te podré hacer todas las que quieras. ¿Eso no te gustaría?
Mankey empezó a saltar de arriba abajo emocionado, definitivamente que le gustaba la propuesta. James asintió, y sacó una Pokébola vacía de su bolsillo.
- Muy bien. Métete aquí, y empiezo a prepararte tu primera orden.
Mankey emocionado levantó dos dedos, lo cual James interpretó como que quería dos bolas de arroz, y entonces puso la mano en el botón de la Pokébola. El botón brilló de rojo por un momento antes de apagarse de inmediato. James sostuvo la bola frente a él y volvió a abrirla, haciendo reaparecer a Mankey que esperó emocionado mientras James le preparaba la comida.
Más tarde, mientras servían el desayuno, Jessie y Meowth se quedaron viendo al Mankey que colgaba de la espalda de James con las piernas aferradas a su torso, comiéndose felizmente dos bolas de arroz. Jessie tomó su porción y arqueó una ceja.
- ¿Qué onda con ese mono-cerdo?
- Le gustó como cocino, así que se unió a nuestro equipo. – respondió James mientras devoraba su propio desayuno. Jessie frunció el cejo burlonamente.
- Si todo lo que hace falta para atrapar Pokémon es cocinar bien, ¡con mi comida deberíamos tener un camión repleto de Pokémon a estas alturas!
James y Meowth sabiamente decidieron terminarse su desayuno sin decir ni una palabra más, mientras Mankey solo miraba a su alrededor confuso. Al terminarse las bolas de arroz, Ekans y Spearow salieron para poder salir de cacería por su propio desayuno mientras que a Koffing le dieron un puñado de comida para Pokémon. No podía comer demasiado, o tendría sobrepeso antes de poder convertir la comida en gas venenoso.
Poco después, para cuando Ekans y Spearow regresaron, el globo ya estaba casi inflado de vuelta y Jessie había encendido la llama para calentar el aire. Jessie notó algo de sangre en el pico de Spearow, así que la llamó y se la limpió con una servilleta del desayuno.
- Ten algo de orgullo en tu apariencia, Spearow. Mira a Ekans, ¿acaso tiene sangre en el rostro? No, ¿verdad? – la sermoneó Jessie.
- Ah vamos, Jessie, lo último que necesitamos en este equipo son dos pajaritas vanidosas.
- Oh, ¿decías algo, Meowth? – dijo Jessie con una sonrisa mientras pateaba a Meowth con su tacón y lo pisoteaba contra el suelo por detrás de la cabeza. James sostuvo su Pokébola para retornar a Mankey.
- Vamos, Jessie, no tenemos tiempo para esto si queremos interceptar a esos bobos en el Bosque Viridian. Mankey, regresa.
Jessie soltó un "hmph" y recogió a Meowth del suelo antes de arrojarlo a la cesta del globo.
- Me parece justo. Spearow, regresen.
Con todos sus Pokémon recuperados, James jaló la cadena del propulsor y la llama se intensificó, permitiéndole al globo despegar. Ya cuando estuvieron a buena altura, comenzaron a avanzar hacia el Bosque Viridian y sacaron cada uno un par de binoculares de alta tecnología, buscando alrededor en diferentes direcciones. Pronto, Jessie divisó algo: un Pidgeotto volando de un lado al otro. Llamó la atención de James y se los señaló. Los tres miraron hacia el suelo en esa área, y vieron a ese chico, cuyo nombre era Ash, sosteniendo una Pokébola y recuperando a uno de sus propios Pokémon aparentemente. Meowth sonrió.
- Ya lo tenemos.
James agarró las cuerdas que le permitían al globo cambiar de dirección y empezaron a moverse hacia allá, descendiendo lentamente.
Esta historia continuará…
Notas del traductor:
¿Qué tal, amigos? Bueno, disculpen si estaban esperando otra actualización de Pokémon Reset Bloodlines, pero mientras avanzo con mi siguiente oneshot y terminan el próximo capítulo de la historia principal, decidí traerles algo más. En sí, esta historia es básicamente un universo alterno de la serie original, bajo la premisa de "¿Qué tal si el Equipo Rocket fuese una amenaza legítima?", es decir, si realmente fuesen los notorios criminales que se supone que eran en su primera aparición. La respuesta será que básicamente Ash tendrá que tomar sus encuentros con muchísima más seriedad y se verá forzado a entrenar mucho más duro para hacerse más fuerte, dando como resultado que será un entrenador mucho más maduro y competente de lo que fue en la serie original. Llegados a este punto, básicamente los eventos de los dos primeros episodios ocurrieron igual que en el anime, pero a partir de ahora las cosas empezarán a diverger cada vez más. Esto es solo el inicio, y ya tengo otros cinco caps traducidos, pero iré posteándolos de a poco para ir avanzando y dándome tiempo de avanzar con mis otros compromisos. Espero que disfruten de esta historia tanto como yo, aunque les advierto, puede que vaya algo lenta al principio por saltarse algunos eventos, pero les aseguro que valdrá la pena. Nos veremos.
