1. La Decisión
Me coloqué en el saliente del acantilado preparándome para saltar. Para volver a escuchar su voz. Recuperaría un momento de felicidad, pero mis mirada se dirigió un momento a las olas que había a mis pies, que chocaban violentamente con la pared de roca. Con demasiada fuerza. Miré al cielo y vi la tormenta preparándose para descargar.
Mierda. La tormenta había afectado a las corrientes, ahora el peligro del salto radicaba en conseguir salir del agua y yo nunca había sido buena nadadora. Una cosa era comportarme de manera temeraria para romper una promesa y otra era saltar a una muerte segura. No podía hacerle eso a Charlie, ni a Renée, ni a Jake…
Jake. Tenía que hacer algo con él. Nuestra relación avanzaba de manera inconsciente hacia algo más serio. Tenía que pararlo, dejar las cosas claras o….
Podía dejar que siguiera así, pero esta vez de manera premeditada. ¿No tenía sentido que intentara recuperar parte de mi antigua felicidad? Jacob también tenía derecho a ser feliz, pero tendría que explicarle todo, mis alucinaciones, el nivel del agujero de mi pecho,… Todo. Y entonces el debería elegir, aunque seguramente no le importaría, ni dedicaría cinco segundos a pensárselo. Pero si me quedaba con Jake tendría que dejar de seguir a mis alucinaciones, dejar de intentar romper una promesa a una parte pasada de mi vida. Tenía que abandonar el recuerdo de Edward en el pasado y dejarlo ahí para siempre.
Solo de pensarlo el agujero del pecho se volvió a abrir en toda su extensión, pillándome totalmente de sorpresa y haciendo que me precipitara al vacío.
O eso pensaba. Unos brazos me rodearon e impidieron que cayera.
- Bella, ¿estás bien?- era la voz de Jake, preocupada.
- Sí.
- ¿En qué estabas pensando? ¿Ibas a saltar?- ahora la preocupación había dado paso al enfado.
- No, bueno sí, pero luego cambié de idea.
Mientras íbamos al coche me fije en que Jake tenía una expresión muy rara, como si intentara mostrar dos sentimientos al mismo tiempo. Justo cuando estaba a punto de descifrar ambas expresiones una de ellas se antepuso, la pena.
- Jake, ¿estás bien?
- A medias.
Aguardé hasta que me explicara.
- Estoy preocupado por Harry Clearwater, al volver del rastreo Emily nos ha dicho que le ha dado un ataque al corazón y que la cosa no pinta nada bien.
- Oh no.
- También me preocupa esa estúpida sanguijuela pelirroja, no somos capaces de atraparla y me da miedo que al final consiga llegar hasta a ti. Pero aún así no he podido sentir alivio cuando me has dicho que no ibas a saltar, porque Bella, no sabría que hacer si te llega a pasar algo, sé que no sientes lo mismo, pero has conseguido que no sepa vivir sin ti.
- Jake…- era el momento de entregarme de nuevo-, yo tampoco sería capaz de vivir sin ti.
No hizo falta que le dijera nada más, alargó su mano hasta tocar mi cara y se acercó. Fue un beso tímido, suave y mi corazón me sorprendió al alterarse, podía volver a sentir amor. No como el que sentía hacia Edward, pero eso ya no era amistad, algo había cambiado y no me había dado cuenta. La sorpresa hizo que me quedara rígida, cosa que alertó a Jacob.
- Lo siento Bella, me he precipitado, lo he estropeado todo, creí que era eso…- estaba farfullando. Le puse un dedo sobre sus labios para callarle.
- Está bien Jacob, no tienes que disculparte-. Y le sonreí.
Otra sonrisa iluminó los rasgos de Jake y se abalanzó sobre mí dándome un abrazo que casi me dejó sin respiración.
Mientras Jake me llevaba a mi casa la sonrisa no se le borró ni un instante.
En cuanto aparcó mi coche frente a la casa me volvió a abrazar.
- Siento no poder quedarme, pero debería estar en casa para cuando llegue Billy, debo estar con él y enterarme de lo de Harry.
- No te preocupes, llámame en cuanto sepas algo.
- Está bien- dijo mientras me volvía a besar-. No sabes cuanto me gusta hacer esto.
No pude evitar reírme, pero lo cierto es que a mí también me gustaba. Lo malo es que aún debía contarle lo de las alucinaciones y no podía imaginarme como me sentaría otro rechazo.
- Esta noche estaré rondando por tu casa con Sam, la pelirroja podría intentar colarse.
- De acuerdo, porque tengo que contarte una cosa.
- ¿Por qué no me la cuentas ahora?
- No es el momento, además es una historia un poco larga y no sé como vas a reaccionar.
- ¿Tan malo es?
No contesté.
- ¿Bella?
- No te preocupes, esta noche te lo contaré todo.
Se despidió con otro beso y salió del coche. Al llegar a la primera fila de árboles ya se había desdibujado su figura.
Mientras esperaba noticias sobre Harry, necesitaba saber la situación para prepararme a como llegaría Charlie, preparé la cena y recogí la casa. En los últimos días la había descuidado un poco. No quería pensar en la conversación que me tocaba tener esta noche y mucho menos en que más tarde toda la manada estaría al tanto de mis delirios.
Quizás podría explicarle a Jake únicamente como me sentía, omitiendo la parte de las alucinaciones, y decirle lo que estaba empezando a sentir por él. Pero si no le explicaba lo de la voz, debería dejar de intentar escucharla. Esperé a que el vacío llenara mi pecho, como pasaba cada vez que me planteaba olvidarle, pero esta vez no dolió tanto, el dolor empezaba a remitir, en perspectiva de una nueva relación con Jake.
