1. Holy Moly.

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Los personajes de Mai Hime no me pertenecen, son propiedad de Sunrise.

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1. Holy Moly

Hoy es viernes.

Con 36 años puedo verme desde diversos ángulos. Puedo ver mi reflejo, puedo ver mis ojos, puedo ver mis labios, puedo ver mis pómulos y aquel cabello rebelde que jamás se queda quieto cuando lo peino. También veo esas pequeñas arrugas que empiezan a ser visibles en las esquinas de mis ojos, esas ligeras arrugas que se forman cuando sonríes de verdad.

Sí aparto la vista del espejo también puedo ver el departamento en donde he vivido durante ocho años, sus esquinas, sus paredes, su forma singular y hasta aquellas marcas que se asoman de la pintura violeta que tenia antes de que decidiera cambiar el color de sus paredes.

Puedo verlo todo y puedo recordar todas aquella cosas que he vivido. Todas aquellas personas que han entrado y salido de mi vida.

Hace un tiempo atrás estaban mis muebles acomodados en su lugar y ahora veo pasar a dos jovenes cargando el último mueble a la mudanza.

Hoy es viernes y el tiempo sigue girando.

En esta casa lloré, reí, estuve triste pero también feliz.

Hace ocho años que llegue a este lugar y hace tres que traje vivir a mi pequeña.

Es curioso, pero este cambio me ha hecho recordar tantas cosas.

Hoy veo a mi hija caminando de un lado a otro jugando con mi amiga. Es tan solo una pequeña de tres años.

La veo y no puedo evitar el recordar a su padre, rememorando todas las noches que invertí mucho tiempo tratando que funcionara lo nuestro. Las veces que le decía que lo amaba para que se quedara conmigo y las veces que le veía marcharse para ir con su esposa.

Recuerdo todas las veces que llore por él y todas las veces que él me consolaba, pero al final terminaba yéndose con su familia.

Puedo recordar todos esos momentos dolorosos, pero ya no siento el dolor de su partida y su abandono. Sea lo que sea que haya sucedido o los aciertos y equivocaciones que haya tenido, me han traído a este momento.

Recordando esos momentos mientras disfruto de una buena taza de té, escuchando a mi mejor amiga y cuñada que habla de todo lo que se le ocurre y también veo a mi hija siendo feliz...

Todo ello me hizo traer a mi memoria alguien que conocí cinco años atrás, a alguien que entró a mi vida de manera inesperada, alguien que me hizo ver la vida de otra forma y que cuando me di cuenta de que era indispensable para mi vida... Se fue.

De ella solo me quedan pequeños recuerdos en papel. Pequeñas figuras de papel que ella hacia para mí y aún conservo como un preciado tesoro porque es lo único que me dice que en verdad ella existió en mi vida.

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Holy Moly - Cathy Davey.