-Diálogos-
-"Pensamientos"
++++++++++++FLASH BACK+++++++++
Yuri On Ice NO ES MIO.
Yuri on ice it's not mine.
Que puedo decir, ojalá les agrade.
La pareja sería Victor x Yuri, tal vez haya All x Yuri, no sé, todo sería posible (¿?).
Summary: Yuri era mesero, ocasionalmente tocaba piano, un simple chico "común y corriente". El cual capto la atención de cierto mafioso peliplateado: -Yuuuriiii, -alguien bajaba del auto-He venido por ti-un hombre, alto y de cabellos platinados-Mi nombre es Vitya Nikiforov, y he venido a robarte- le guiño un ojo pícaramente. -EEEEEEEEEEEEH?!-gritaron los dos Yuri's.
Yuri Katsuki era un simple mesero que actualmente trabaja en un bar-restaurant, una noche salió a arrojar la basura, aun con el frío que hacía, vestía la clásica ropa de mesero, camisa manga-larga blanca, moño, pantalones semi-ajustados y zapatos negros, en el barrió italiano en el que se encontraba lo natural era dejar la basura a un lado de la puerta trasera de la cocina, pero Yuri, siendo una persona diligente no podía hacer eso, se le hacía grosero, sin más salió rápidamente caminando al bote de basura "gigante" que estaba como a 100 metros del lugar, a como llego se fue, pero antes de seguir caminando, claramente escucho unas voces de unos hombres que iban pasando, susurrando,
-… "Deve essere trovato, per il nostro Signore Vitya Nikiforov non è vero..."-
Para Yuri lo mejor era irse y hacer que no vio ni escucho nada, se decía que cerca de ese lugar, más adelante, los mafiosos llegaban a "desaparecer" a la gente, el como lo hacían y porque, quien sabe, pero también se rumoraba que el jefe de esa zona era alguien despiadado, Yuri a paso veloz caminó, y suspiro relajado hasta que llego de nuevo frente a la puerta del local.
-Yuri, ¿Dónde estabas?, toma, toma, lleva esto a la mesa 7 y 5- unos platillos llamativos fueron colocados en una de sus manos y junto con una tarja en la otra-Celestinooo!- gimoteo un tanto abrumado.
Hoy, justamente el restaurant estaba lleno, y eso a Yuri, aunque le exasperaba, le agradaba, el lugar lleno, era igual a tener un dinerito extra.
-Katsudon, será mejor que te apures, quedamos en patinar-esa voz, Yuri la reconoció, era su amigo Yurio, él también se llamaba Yuri, a pesar de tener ascendencia rusa, el sobrenombre se debe a su hermana, Mari, un día de visita, ella chillo diciendo que se parecía a uno de sus cantantes favoritos, y así, le colocó "Yurio" para diferenciarlo de él.
Un seudónimo algo raro, pero no era tan malo.
-S-Sí, no lo he olvidado-respondió Yuri con una ligera sonrisa.
-Tsk, como sea- murmuro Yurio con un ligero sonrojo.
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-Hola, bienvenidos, mi nombre es Yuri, aquí tienen sus órdenes, lamento el retraso-repitió Yuri el mismo protocolo de saludo habitual, junto con una sonrisa.
Los de la mesa 5 solo asintieron agradecidos mientras observaban sus platillos, siendo colocados en la mesa. A como llego, se fue.
- Hola, bienvenidos, mi nombre es Yuri, aquí tienen sus órdenes, lamento el retraso-lo mismo que en la mesa 5, se repitió en la 7.
Y así siguió su rutina.
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Katsuki, iba yendo y viniendo con platillos. Hasta que se calmó el ambiente del lugar y la gente ahora sí, degustaban sus platillos. Sin más se sentó un momento, sus pies lo estaban matando y sus piernas le dolían de estar parado y caminando constantemente.
-Oye, Katsudon, el jefe quiere que toques el piano, hoy te acompañare con mi violín…- Yurio y él, a veces se encargaban de amenizar la cena de los clientes…
-¡¿Eh?!-grito ligeramente.
-Nada de "¡¿Eh?!" mueve tu trasero- Yurio ya cargaba su violin, sin más Yuri se levantó pesadamente de su lugar, ni siquiera tuvo tiempo de picar algo de la cocina o mínimo una taza de chocolate caliente casero, que a veces hacía su mejor amigo Pichit, el cual hoy no trabajo con él….
-Yuri, toma, es chocolate-un vaso alto y humeante, aromatizada del olor chocolatoso llegó a Yuri-Sé que no sea igual de bueno como el que hace Pichit, pero te dará energía aunque sea un rato- Guang-Hong Ji era otro compañero de Yuri, él era bastante tímido, este ejercía como ayudante de Chef, aunque él estaba estudiando gastronomía,
-Gracias, Ji- Yuri, a como pudo, logró tomo la suficiente cantidad para sentirse lleno.
-KATSUDOOON!- Gritaba Yurio molesto.
-¡Voy!-
Yurio se colocó al lado izquierdo del piano, a pesar de su mal carácter, ahí estaba, luciendo grácilmente como un hada.
Celestino, el jefe, de aquel bar-restaurant estaba arriba de una mini tarima que tenía el lugar, junto con Yurio y Yuri el cual subía estrepitosamente.
-Buenanotte Signore e signori.- hizo una ligera reverencia- Esta noche, como sabrán, es aniversario del restaurant, "Eros & Agape" así que quiero que mientras estén comiendo, presten su atención auditiva a estos dos jóvenes talentosos los cuales tocaran algunas piezas clásicas, incluso si tienen peticiones, pueden hacerlas, bien, ¡que disfruten la velada!- término.
Los aplausos no se hicieron esperar.
Yurio empezó tocando, una brava, llena de energía, sin que sonara desafinada.
Yuri, sin embargo, hacía de fondo una melodía suave y casi "etérea".
La gente a pesar de que comía y conversaban entre sí, estaban prestando atención, algunos incluso comían y hacían pausas para ver a los dos jóvenes.
Ahora la melodía cambió, Yurio hacia una tonada medianamente tranquila y suave, y Yuri, aunque él tocaba un piano, tocaba una sensual tonada, los tonos eran altos y contrastaban con lo tranquilo de Yurio.
-Es como una historia, donde alguien se llevaba la inocencia del otro, pero no como algo morboso, sino para no compartirla con nadie…-murmuro un hombre de no más de 27 años con ojos verde-azulados.
-Victor, ¿Qué estás diciendo?- un rubio de ojos picaros miraba a un peli plateado-No me digas que…-
-Así es, lo he encontrado Christophe-el rubio de piel casi morena, frunció su ceño.
La tarde se volvió noche, y así, la gente a como fue llegando, fue desalojando el lugar, pagando sus cuentas claro está.
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Un suceso que marcaría el destino de alguien.
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11:30pm
El bar, ahora sí, lucia vacío, todos ayudaban a recoger. Guang-Hong Ji y Leo de la Iglesia se encargaban de la cocina, la cual era de un tamaño considerable, el chef era el mismo Celestino. Mientras que Kenjirō Minami, Yuri y Yurio ayudaban a recoger y acomodar lo del salón, es decir las mesas, sillas y los manteles.
-Felicidades chicos, dejaron buenos comentarios en el buzón, les encantaron sus canciones, bravo!- salió de la nada Celestino, asustando ligeramente a los chicos del salón-solo terminen eso, ya mañana abriremos tarde, para que descansemos apropiadamente-sin más se fue a la cocina para avisarle a los otros dos integrantes.
Los empleados sonrieron alegres, y suspiraron.
-Yuri-sempai, vamos juntos a casa!-Yuri suspiro cansino, Minami, siendo el joven que era, por lo visto no se sentía cansado, su alegría era algo contagiosa, sin embargo no cedió-Lo siento Minami-kun, hoy me toca acompañar a Yurio…-sonrió nervioso.
Minami sin embargo frunció ligeramente el ceño acompañando de un puchero…
-Yuri-s-sempai!- Yuri solo río, Minami sabía que él era débil a su llanto…-No te preocupes, ya te acompañaré, la próxima vez, hoy quede con Yurio- dijo, mientras daba palmadas en la cabeza del joven-G-Gracias, s-sempai!-murmuro con un hilito de sangre que bajaba de su nariz. Katsuki solo frunció el ceño, señalando su desconcierto a la actitud de Minami.
-Hey, deja a ese, Katsudon, ya terminé, deja de estar holgazaneando…-"Yurio tan amable como siempre".-pensó el japonés mientras terminaba de recoger unos manteles que se ensuciaron ligeramente.
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12:15pm
Sin más, entre ligeras risas y murmullos, todos se despedían…
Yuri y Yurio caminaban, ambos abrigados, la temperatura descendió de pronto.
Mientras tanto, ya iban a dar la vuelva, hacia el parque al que acostumbraban ir a relajarse un poco, después de todo, vivían enfrente del edificio que estaba cerca del mismo.
Cuando de pronto unas camionetas negras, los interceptaron de la nada.
Ambos jóvenes se sorprendieron. Una horda de hombres vestidos de negro los rodearon de pronto, como si los hubieran estado esperando, Yurio los contaba para ver si estaba dentro de sus límites el poder derribarlos.
Aunque para Yuri, era otra historia, estaba asustado no sabía que hacer… Él nunca fue bueno peleando y una parte de él no quería mostrarse asustado, pero Yurio era menor que él, así que lo defendería, él debía dar el ejemplo... Por más tonto que suene, debía preservar la vida de su joven acompañante, rápidamente colocó al rubio detrás suyo.
-¿Q-Que quieren?-murmuro, haciéndose el fuerte.
Pero sus piernas le temblaban como gelatinas.
Y Yurio Plisetskylosabía... Iba a atacar, cuando de pronto un caniche, considerablemente grande y de pelaje café, salto encima del Yuri japonés, lamiéndole el rostro. Una puerta de los autos se había abierto.
-Ah, ah, tranquilo…-murmuro un tanto sorprendido el joven pelinegro, más por la actitud del can, por un momento pensó que lo mordería. Estaba en el suelo.
-Yuuuriiii, -alguien bajaba del auto-He venido por ti-un hombre, alto y de cabellos platinados-Mi nombre es Vitya Nikiforov, y he venido a robarte- le guiño un ojo pícaramente…
-Ah?!-grito Yurio, no entendiendo la situación, o más bien… la situación era incomprensible….
-…-Yuri se puso blanco, incluso el perro paso a segundo plano-¿?-…
-EEEEEEEEEEEEH?!-gritaron los dos Yuri's.
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[1]…. "hay que encontrarlo, a nuestro señor Vitya Nikiforov no le…."
[2] Damas y caballeros.
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Si llegaste hasta acá espero que te haya parecido algo bueno y tal vez interesante.
Hazmelo saber con un RV por favor! Haha no muerdo! /._./
AlexOkami fuera! 1:31AM zZzZ.
