Nos miramos al pasar, como si fuera una suerte de canje, ya no quería verla, no quería si quiera poder reflejarme en sus ojos, y desvié la mirada hacia otro lado, tratando de perderme, no lo se, en el azul del cielo, en el olor de los cerezos, y con un nudo en la garganta, con esa extraña presión en el pecho, lleno de un sabor amargo que se arrastraba lentamente por mi lengua, llenándome de un dolor agrio,

Con ese extraño sabor en la boca, la deje pasar,

Sé que me odio en aquel momento, y ella sabe que también la odie en ese momento cuando se rindió, cuando con sus ojos grandes e inocentes me dio su veredicto,

Obviando por sobre todo sus sentimientos y los míos,

Nos miramos, cada uno desde el otro extremo del camino,

Su culpa fue su silencio y el mío,

Deseé haber tenido el valor de hablar,

De ser capaz de no seguir engañando,

Pero preferí callar,

No por ella,

Ni por nuestros evidentes sentimientos, sino por ellos, ingenuos,

Que nos recibieron con los brazos abiertos, que nos abrieron las puertas al amor,

Y ahora sin si quiera sospecharlo son presos de un engaño,

Un engaño que destruiría sus corazones y que ni ella ni yo podríamos volver restaurar otra vez…

Por eso preferí callar, y fue lo peor y lo mejor que pude haber hecho,

Al menos eso fue lo que creí,

Desvié la mirada hacia la mujer que tenía a mi lado, una dulce sonrisa se planto en sus labios al verme,

Le sonreí de regreso, pero al imagen de una mujer llorando desconsolada atacó mi corazón con la fuerza de mil espadas,

Estábamos condenados desde el momento en que callamos, a ocultar nuestros verdaderos sentimientos…

Sentimientos que jamás nos declaramos,

Pero que existían, si por que existían, lo sabía por su mirada, por sus gestos para conmigo,

Nos miramos otra vez,

Y deseé haberle dado ese beso que jamás nos dimos, deseé haberla amado cada vez que a hurtadillas nos mirábamos desde lejos

Bajo la vista y paciencia de todos…

Menos de ellos ingenuos,

Entramos juntos al dojo,

Y secuestre su mano ocultándonos bajo la espesura de sus mangas, y ella con sus ojos me golpeo, me miro como si ya todo hubiera acabado, Y

Yo la miré con urgencia,

Apretando su mano en la mía enredándola en una danza impaciente de amor y angustia ..

Su mano se apretó más contra la mía y me soltó,

La miré tratando de recuperarla,

Pero sus ojos desafiantes como diciéndome "basta, detente, estas loco" me negaron,

Y sentí que

Ella se había resignado,

Y

Ese sabor amargo en mi boca me ataco,

Vomitado de mis entrañas, como bilis,

Un sentimiento de rabia y angustia quedo atrapado como un nudo atado fuertemente a mi garganta y no quería irse,

Trague saliva, pero ese pesar siguió allí…

Kenshin volvió la vista hacia mí,

Y me sonrió como suele hacerlo siempre, y en sus ojos advertí mi condena, me miró sabiendo que yo escondía algo,

No quería llamarme su amigo,

No si lo estaba traicionando de esta forma,

Kaoru y megumi sirvieron el té,

Kenshin se quedó compartiendo con todos en una de las habitaciones, y yo me quedé afuera apoyado en una de las vigas del pórtico,

Kaoru apareció para servirme una taza de té, que solíamos tomar después de la cena,

Sus dedos rozaron mi mano al entregarme la taza, no pude contenerme

La retuve por la muñeca y la acerque a mí tirando suavemente de ella,

Sus ojos se abrieron de par en par cuando la tuve cerca,

La miré embelesado, como extasiado, perdido en sentimientos que ella y solo ella afloraba en mí,

Y era extraño ese sentimiento que provocaba en mí, sacando todo lo bueno de mí,

Ella y kenshin eran los únicos que me daban una sensación de bienestar, de familia, de hogar,

De confianza…de paz.

Suavizó sus ojos y me sonrió sonrojándose,

Tiré de su brazo un poco más, hasta encontrar sus labios apretándose contra los míos, al principio resistiéndose, pero luego relajándose,

Sus labios se apretaron con más fuerza contra los míos y cuando ceñía mis brazos alrededor de su cintura, ella se soltó mirándome con sus ojos llenos de lágrimas, amor y rabia,

La miré de la misma forma en que ella lo hizo,

Y tomando la taza la vacié en el suelo tirándosela al cuerpo, sé que estuvo mal, actúe irracionalmente, pero actué como sanosuke lo haría y ese era yo, sanosuke, le gustará o no,

No la miré,

Pero supe que había llorado ante mí accionar tan arrebatado,

Esa noche, todos se fueron a sus respectivas habitaciones, y yo por mi parte, salí del dojo camino al pueblo, no podía estar un segundo mas allí sintiéndome un maldito animal por haberla tratado tan mal,

Se que ella me vio cuando me fui,

Pero no me importo,

En realidad si me importo,

Me importo mucho que me viera, me significo que yo si le importaba en verdad,

Que por dentro ella estaba muriéndose por estar conmigo,

Horas más tarde regrese, después de haber vagado si sentido por el pueblo,

Sin una gota de sake en las venas, me odie por amarla,

Por ser tan consiente de las cosas,

Y camine directo a mi habitación,

En realidad a la que era mi habitación a ratos,

Todos dormían, atravesé

Silenciosamente los pasillos del dojo

Me quite la camisa, sin percatarme que el shoji de la habitación seguía abierto,

Mientras me quitaba la camisa, oí el sonido sordo que hace algo al caer,

Voltee a ver y encontré a kaoru mirándome, con esos ojos azules clavados en los míos, abiertos de par en par, totalmente atónita

No era la primera vez que me veía así, pero era la primera vez que me veía así sintiéndose como se sentía,

Y era extraño,

Reí divertido, en un tono malicioso,

Ella no reacciono, para nada simplemente se quedo ahí perpleja,

Tal vez me aproveche de la situación, como lo habría hecho el viejo sanosuke,

No lo se,

Me incorporé y me acerque a ella,

La tomé por los hombros, y

Rápidamente

Levante su mentón hacia mí, acariciando su sien,

Paseé los dedos sobre sus labios, dibujándolos,

Y la acerque a mi boca, pero no la besé,

Ella tendría que dar ese paso,

Tendría que confirmar mis sospechas,

Por eso no hice nada, por eso aguante tener esos labios sonrosados tan cerca y no completar mi objetivo,

Necesitaba saber que no se estaba sometiendo ante mí, me miró frunciendo el seño,

Y tímidamente se acercó a mis labios con un beso nervioso,

La rodeé con mis brazos y la apreté fuerte contra mi pecho,

Abrí su boca con la mía haciendo de nuestro beso algo mas intimo,

Ella titubeo ante mi acción, pero no me detuvo, di un paso hacia

El interior de la habitación llevándola a ella conmigo, no dijo nada,

Seguí besándola,

Llevando este beso hacia algo más poderoso,

Me separe un segundo de ella, recuperando el aliento,

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Un jalón y sus trenzas color azabache cayeron deliciosamente sobre su espalda, se veía aún mas preciosa con el cabello suelto, le daba un aire de misterio junto a esos ojos que me miraban como un animal salvaje ..

Esboce una sonrisa,

Ella solo se quedo ahí parada frente a mí sin decir una sola palabra,

Cerré delicadamente el shoji,

Y volví a su lado,

La ceñí por la cintura con uno de mis brazos y con el otro la sujete por la espalda,

Hundí mi rostro en su cuello,

Extasiándome con su aroma, grabando en mi memoria aquel maravilloso olor que despedía de su piel y de su cabello…

Me separe de ella,

Y volviendo a besarla, desaté su obi, que se aflojó dejando a la vista su delicioso escote,

Jugué

Con los bordes del obi, entonces ella, con la respiración entrecortada, me miró asustada y volviendo a cubrirse desapareció de la habitación,

No me importó,

Ella vendría a mi sola,

Termine de desvestirme y me recosté sobre el futón, esperando

Volví a sonreír,

Hasta que me quede dormido…

Desperté

Al cabo de unas horas, la noche recién comenzaba

Sentí unos pasos acercándose,

Y deteniéndose

Frente al shoji de la habitación,

Abrí los ojos y lentamente me acerque al shoji,

Lo corrí y ahí estaba

Era kaoru

Había llorado, no se porque razón y

Me miró con sus ojos grandes y redondos, como suplicándome,

Se acercó a mí casi como poseída,

Y me besó,

Fue un beso animal, demasiado íntimo como para poder describirlo ahora,

Mordió dulcemente mi labio inferior,

Provocando en mí, sensaciones que nunca antes había experimentado con una mujer.

Ni si quiera con megumi….

Me separe un poco de ella,

Y cerrando el shoji la envolví nuevamente en mis brazos

Su obi desapareció, dejando al descubierto su piel rosada como el ciruelo que florece en primavera,

Era le mismo aroma dulce y fragante, jazmines,

Exquisito,

Tan característico de ella,

Su cuerpo menudo y delgado,

Su deliciosa cintura y sus pechos que aunque no tan prominentes dejaban extasiados los ojos,

No me miraba, sentía vergüenza, pude notarlo, y me gustaba

Me hacía sentir nervioso, como si aún fuera un niño tímido,

Me gustaba la sensación que me provocaba con su timidez, porque me hacia querer esforzarme por ser lo mas gentil y cuidadoso posible,

Tome su mentón y giré su rostro hacia mi, "no tiene gracia si no me miras" dije mientras ella

Se sonrojaba,

Sonreí….

Desvió la mirada de nuevo, y algunos mechones de su larga cabellera oscura cayeron sobre sus hombros, cubriendo su evidente desnudes,

Volví a girar su rostro hacia mí,

Y la tome con ambas manos acariciando su sien

La abracé,

Enredando mis dedos entre sus cabellos,

Ella dejo escapar un suspiro

La separe de mi, y la recosté sobre el futón,

La miré,

Totalmente dispuesto a amarla,

No solo por esta noche, sino muchas otras más,

Hasta que nos descubrieran,

Hasta que ya no pudiéramos seguir ocultándonos en la oscuridad,

Enlace mis dedos entre los suyos y rozando mis labios contra los de ella le pedí perdón,

Perdón por habernos condenados a sufrir así,

A ser amantes, a querernos frente a la luna,

En medio de la oscuridad, en la clandestinidad del dojo,

Ocultando nuestros sentimientos,

A vivir constantemente sabiendo el daño que nos causaríamos

Al vivir engañando,

Al vivir en silencio,

Atados a amores que ya no son correspondidos

Me sonrió,

Y quitándome el cinto rojo que sujeta mi cabello, y dejando caer mechones de mi cabello sobre mí frente me beso,

Sentí su lengua jugar en mi boca,

Buscando un compañero con que iniciar su danza, hasta encontrar a la mía

Me acople a su cuerpo,

Tan frágil y pequeño, que pensé que se rompería ante el peso del mió,

Su cuerpo se sentía calido contra el mío,

Y su cuerpo respondía ante cada caricia, ante cada estímulo que iniciaba el mío,

Sus caderas se acoplaban contra las mías con una perfección abrasadora,

La sentí siendo mía, su cuerpo vibrando contra el mío,

Sus dedos hundiéndose en mi espalda

Sus labios fundiéndose en un dulce beso contra mi cuello,

"aishitte..iru kaoru"

La oscuridad era nuestro guardián

Protegía nuestro amor,

Nuestras caricias,

Nuestra entrega,

La sentí reaccionar ante cada caricia mía,

Besó la palma de mi mano,

Y la poso sobre su pecho,

Me conmovió su gesto,

Me recosté sobre ella oyendo los latidos de su corazón

Al unísono con los míos,

Sus dedos enredándose en los míos,

Su boca apretándose con la mía para evitar que nos descubrieran, ahogando sus gemidos, su placer,

Y el mío,

Sentí su cuerpo vibrar, arqueándose, ahora era mía,

Nos pertenecíamos,

Caí rendido entre sus brazos,

Confortándome con su calor, con su comportamiento de madre, atrapándome entre sus brazos,

Manteniéndome arraigado entre sus pechos,

Más tarde, cuando el día se veía cerca

Voltee a verla,

Me daba la espalda, se había dormido

pase mi brazo por su cintura hasta llegar por sobre sus pechos para dejar descansando mi mano en su cuello, y con la otra la mantuve cerca mió

Apoye mi rostro sobre su cuello y dándole un beso en la mejilla cerré los ojos.

Desperté unos segundos mas tarde,

Estaba amaneciendo, la vi a mi lado, tan pacifica, y perfecta,

Y pensé en kenshin, en cuanto había sufrido antes de haberse encontrado con kaoru,

Sentí en mi pecho una presión terrible,

Estaba mal todo lo que estaba haciendo, pero,

Al corazón no se le pregunta, al corazón no se le manda, no se reina, simplemente se le obedece este correcto o no,

Este equivocado o en lo cierto,

Se le obedece,

Antes de despertarla quise ver su cuerpo una vez mas ,

Cuidadosamente la despoje de las sabanas

Su cuerpo dulce, ahora era de una mujer que había probado por primera vez un hombre, tal vez no al mejor hombre, ni casto, ni puro, ni bueno, pero hombre,

La miré, tan prefecta,

Pero aún mantenía su inocencia intacta, su cuerpo de niña, convirtiéndose en mujer, conmigo,

Y aún dando señales de virginidad,

Aunque ya no la tuviera, aunque fuera mía,

Porque

Ella era mía,

Completamente mía

Sonreí, kenshin me mataría por esto, lo sabía, y aún así no me importaba,

la sentí temblar, abrió los ojos lentamente,

Y volteo a verme restregándose los ojos y lanzando un fugaz bostezo, me vio apoyado con el codo entre las sabanas y mirándola a ella,

Desnuda

Sonrió para mí, dulcemente,

Entonces se miró,

Desnuda, totalmente al descubierto,

Y gritó, tratando de encontrar algo con que cubrirse,

La calle con un beso,

Se cubrió con las sabanas hasta el cuello,

Y le dije que ya había amanecido,

Que debía regresar a su habitación antes que nos descubrieran

Ella asintió con la cabeza,

Me levante y le entregue sus ropas

Se envolvió en ellas y la acompañe hasta el shoji de la habitación contigua,

Su cabello desordenado, le dio cierto aire divertido,

Me apoye contra el shoji, y me miró, nuestro encuentro nocturno llegaba a su fin,

Y por su mirada pude advertir que no quería que acabara,

Se acerco un poco hacia mi,

Y tomando uno de sus mechones de cabello que caía sobre su pecho me acerque a besarla,

Me miro divertida,

Y susurro: "es la primera vez que te veo sin aquel cinto en la frente…sanosuke... "

Me sorprendió su comentario,

Y la seguí con la mirada hasta que entro a su habitación,

Nos despedimos,

Dormí hasta que ya estuve totalmente repuesto de la noche anterior,

Entre a la cocina, kenshin cocinaba, me pareció extraño no ver a kaoru,

Le pregunte que había pasado y me respondió que megumi había ido a por ella,

Que al parecer se había quedado dormida,

"no es propio de ella" comento kenshin,

Y yo reí para mis adentros,

Al parecer se había cansado,

"al menos comeremos algo decente hoy …"

Cuando el almuerzo estuvo listo, nos sentamos a comer, megumi apareció con kaoru, que para variar venía agarrándose de las mechas con yahiko, todos rieron,

No soy de esas personas que les gusta mucho estar en compañía de mucha gente,

Me apoye contra una de las vigas de la cocina, mientras kenshin repartía los platos, megumi se sentó a mi lado, y me entrego un cuenco de arroz,

Kaoru me observaba de reojo,

No me perdía de vista, y llego al punto de volverse molesto,

Terminé de comer y me levante inmediatamente, diciendo que iría por algo de agua,

Kaoru me siguió, y

En uno de los pasillos del dojo, lejos de la vista del resto la arrincone, tomándola por ambas muñecas y apresándolas sobre su cabeza,

Me acerque y le pregunte porque me miraba tanto,

Ella me sonrió,

Y me dijo que si me miraba tanto era porque me veía sin el cinto rojo, y que le gustaba verme sin el.

Mi rostro se suavizó y me reí de la situación,

Me acerque a ella para besarla, pero ella corrió la cara,

Entonces hundí mi rostro en su cuello, besándolo

"no seas tan cruel conmigo…." Dije

Ella rió despacio,

Divertida,

Divertida por que estábamos haciendo algo que nos esta prohibido,

Divertida porque ya había amanecido

Divertida porque en cualquier momento podría aparecer alguien

Y descubrirnos

La solté,

Y fui por agua,

Más tarde,

Ella acompaño a kenshin al pueblo,

Y yo me quede cortando leños,

Con megumi de testigo… con la mente persiguiéndola a ella y kenshin,

Muriéndome de celos, por la suerte que tenía el de acompañarla en cada cosa que hacía,

Cosas que yo no podía hacer,

Si las hacía levantaría demasiadas sospechas,

.

Trate de entretenerme con megumi, pero su presencia aunque necesaria ya no producía nada en mí,

Me apoye contra aun árbol, y ella se acerco a mi hundiendo su rostro en mi cuello,

Voltee hacia otro lado negándole mis labios,

Sus manos frías y lánguidas acariciaron mi cuello,

Y voltee a mirarla,

"detente de una vez, quieres?"

Sus ojos se abrieron de par en par sorprendida,

Ya no podía mentirle más,

No quería seguir pretendiendo,

No quería que esto se convirtiera en un problema, no quería llevar una doble vida, no si kaoru también lo hacia,

Me separe de ella y entre al dojo, buscando un lugar donde ella no pudiera molestarme,

………

Al caer la tarde kaoru y kenshin regresaron,

Ella sonreía,

Y kenshin a su lado con esa sonrisa tan falsa,

Odiaba verle sonreír la boca y morirse por dentro,

Lo conocía tan bien,

Aunque no tuviéramos largas conversaciones,

Aunque ahora yo fuera su rival,

Kaoru me miro,

Sonriéndome,

Como diciéndome "nos veremos esta noche"

Realmente me sorprendía, y me gustaba cada día más,

¿Me pregunto cuanto mas duraría esto?

………………………………………………..

No se atrevió a mirarla,

Enfrentarla era igual a morir,

Trago saliva, y sintió como lentamente viajaba ese sabor amargo por su garganta como un nudo de órganos, retorciéndose en sus entrañas,

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