Nota del autor: hay una película hindú similar llamada "la boda" bastante interesante por cierto, que narra los detalles de una boda hindú, teniendo por trasfondo la historia de dos familias, y hay muchas películas cómicas sobre ese estilo. Será algo parecido, y harán su aparición absolutamente todos los germánicos (Prusia, Sajonia, Baviera, Wurtemberg, Westfalia y los gemelos Sweschlig-Holstein), más las demás naciones oficiales que no han tenido aparición en ningún fanfic en español (Luxemburgo, los demás germánicos aparte de Prusia y Alemania, Tailandia, Macao, algunos de los africanos, y etc.), latín Hetalia (Colombia, ecuador, Venezuela, chile, argentina y Perú), los oficiales de Hetalia, los itálicos (la península itálica: san marino, Italia del norte, Italia del sur, ciudad del vaticano y seborga), los oceánicos (Australia y Nueva Zelanda), muchas micro naciones y micro estados (entre ellos Hutt river, el reino Gay y lésbico de las islas del coral y vikesland, estos dos propiedad de Annih entre otros) y los OOC que he creado a lo largo del tiempo (R. Checa, R. Eslovaca, Malta e Indonesia creados especialmente para el fic).
Nota sobre las parejas: principalmente GER/ITA durante todo el fic. Posibles pairings crack, pero principalmente los tradicionales (excepto US/UK).
Lo nombres de los OOC y de los germánicos oficiales son:
Serenísima republica de san marino: Fabriccio Vargas
Estado de la ciudad del vaticano: Gabrielle Vargas
Principado de Seborga (micro nación no reconocida): Benedetto Vargas o "Benny"
Sajonia: Klaus Bielschmitchd
Baviera: Bastian Bielschmitchd
Sweschlig y Holstein: Hans y Gunther Bielschmitchd
Wurtemberg: Alphonse Bielschmitchd
Norte del rin-Westfalia: Greta Bielschmitchd.
Disclaimer: Hetalia le pertenece a Hidekaz Himaruya, latin Hetalia a sus creadores, las micro naciones mencionadas le pertenecen a Aniih, y vaticano, malta, Eslovaquia, R. Checa y Hutt river si son míos.
Capítulo I: Declaración de matrimonio.
La casa de Alemania estaba rebosante de vida en ese lindo y claro día de primavera. En el jardín, estaban insólitamente reunidos los demás hermanos de Alemania, junto con los de Italia, charlando amenamente, jugando con los tres perros de Alemania, mientras este estaba en la parrilla asando las piezas de carne y el wurst. Romano atosigaba constantemente a Alemania, diciéndole que esa no era la forma correcta de asar una carne, mientras vaticano, vestido con una sencilla camisa blanca holgada, pantalones negros, sin clergyman, descalzo y con una sencilla cruz de plata leía distraídamente un libro, mientras tomaba el sol. Sajonia, Prusia, San Marino y Wurtemberg jugaban alegremente con pistolas de agua correteando tontamente por el jardín en pantaloneta a excepción de Sajonia que usaba una camiseta blanca ya de por sí muy mojada y una pañoleta, mientras que Baviera estaba trepado a la rama de un árbol, recostado con tranquilidad mirando la inmensidad del cielo azul claro mientras escuchaba "Tristán e Isolda" de Wagner por los auriculares de su IPhone. Los gemelos por su parte estaban concentrados jugando una extraña mezcla de strip póker y ajedrez (strip chess), quedando Sweschlig en ropa interior, mientras que Holstein aun conservaba la camiseta y el bóxer, y entre tanto seborga no cesaba de acosar a Westfalia, mientras que la chica de trenzas rubias no hacía más que rechazar al italiano del peculiar rizo.
Italia por su parte, estaba al lado de Alemania, ayudándole a asar las piezas de carne del asado, mientras los demás hacían, alejando a romano de Alemania. Los dos parecían muy cariñosos, casi como si fuesen un matrimonio más, al cual solo le faltaba la argolla de compromiso.
—Tiempo fuera, tiempo fuera, ya no quiero más —se quejaba Fabriccio mientras el alemán de abundante cabellera dorada y el albino no cesaban de lanzarle otro chorro de agua.
— ¿Paramos, Gilbert? —le pregunta Sajonia a Prusia.
—el asombroso yo no desea parar. —Respondió el prusiano— ¿y tú qué piensas, Al?
Wurtemberg no respondió sino que atinó directamente a la pantaloneta de Prusia, la cual quedó completamente empapada.
—Esa es mi respuesta —respondió el alemán de cabello rubio platinado socarronamente.
Siguieron jugando con las pistolas de agua en el patio, mojando aún más a san marino, el cual se escondía de los tres alemanes.
—No digas que estoy aquí, Gabriel —le rogó san marino.
Gabriel sonrió infantilmente, mientras se levantaba de su silla diciéndole a los tres alemanes, delatando a su hermano quien estaba escondido detrás de su silla.
—si buscaban a la serenísima republica de san marino, aquí está a mi lado.
Los tres corren y mojan a San marino y a su vez mojan al vaticano, mientras este algo ofuscado les dice.
—Yo no estaba jugando, ¿por qué me atacan?
—Por delator, Gabriel —le responde Sajonia — yo nunca haría eso.
—Mira quién habla, el fiel y leal Klaus —respondió el prusiano con socarronería.
Wurtemberg sabía que esos dos empezarían a pelear y armar escándalo, había días en los que sencillamente Prusia deseaba ver muerto a Sajonia y otros días en los que eran amigos de toda el alma. Ambos eran así, orgullosos, excéntricos, tercos, solo los diferenciaba dos cosas: el frondoso y largo cabello de Sajonia (que a muchos les recordaba al abuelo Germania) y que Sajonia nunca tenia arranques de narcisismo como Prusia.
—Ve~ el almuerzo está servido —canturrea Italia del norte mientras Alemania le ayudaba a servir los platos con piezas de carne y algunas patatas con ensalada y aderezos.
—Tenía hambre, al fin el idiota de mi hermano y el macho-patatas terminaron de cocinar —rezongó Romano algo molesto.
Todos se sentaron a la mesa que estaba ubicada en el jardín. La mesa tenía servidas ensaladas, una fuente de pasta, la carne asada, cerveza bávara de excelente calidad (cortesía de Baviera), puré de patata, vinos y alguno que otro jugo de naranja. Vaticano, Sajonia, Prusia, Wurtemberg y San Marino se secan con una toalla, mientras Sweschlig y Holstein se visten a la carrera con una camiseta y pantaloneta y Baviera por su parte bajaba de un salto la rama en la que estaba, dirigiéndose a la mesa en donde estaba. Seborga, al oír que el almuerzo ya estaba, cesó de acosar a Westfalia, y la chica al menos pudo tomarse un pequeño respiro.
Todos se dirigían hacia la mesa, y se disponían a comer pero vaticano los para a todos en seco.
—Por el amor de dios, primero hay que bendecir la mesa y agradecer a dios como buenos cristianos que somos.
Todos miraban entonces a Gabriel, el cual pretendía iniciar la oración, pero sin embargo decide no hacerla, cediéndole el derecho al "dueño de casa".
—Alemania, sería bueno que tú lo hicieras, como nuestro anfitrión sería correcto que tú bendijeses la mesa.
— ¿yo?
—Sí, tu, Ludwig —contestó Gabriel amablemente, mirándolo por encima de sus lentes. Era extraño, Gabriel con frecuencia era amargado en extremo, "la pareja ideal para suiza" como había dicho romano alguna vez. Y la forma en la que trataba a Alemania era de forma amable y benévola, no con la fría indiferencia de antes.
Alemania agachó la cabeza y empezó a orar de forma simple y sencilla, pero a la vez emotiva.
—te damos gracias señor por todos los dones que nos das, por esta excelente comida, y te doy gracias señor por Italia. Sin él, no sé qué haría. Él es la luz de mi vida.
Todos, inclusive Gabriel sabían que las palabras del alemán eran sinceras.
Después de haber comido el almuerzo, y mientras todos (bueno, no todos, Gabriel solo bebía jugo de naranja y de cuando en cuando vino) bebían cerveza, Ludwig, quien lucía simplemente una camisilla negra y una pantaloneta completamente descalzo, en medio del relajado y fresco jardín, poniendo en tierra una rodilla, y con una pequeña caja, le dice a un perplejo Italia.
—Feliciano Vargas… ¿deseas casarte conmigo?
Al abrir la caja un pequeño anillo, con incrustaciones de diamantes se deja entrever.
Todos, inclusive Sajonia estaban perplejos frente a la declaración de matrimonio del alemán. Los italianos miraban atentamente la escena, sabían que Ludwig no dejaba nada al azar, no por nada los habían invitado a todos (si, a todas las naciones italianas) a un día de campo y asado en la casa del alemán.
Italia estaba en shock. Sus mejillas estaban enrojecidas a un punto inconcebible. La tensión se palpaba en el aire, esperando la respuesta.
—Yo,… yo… —intentó modular palabra Feliciano, mas no podía— Acepto —dijo por fin, para luego desmayarse de la impresión, cayendo en los brazos de Alemania que lo sostenía vivamente preocupado.
— ¡QUE LE HICISTE, BASTARDO PATATAS! —gritó romano consternado, mientras junto con vaticano lo llevaban en hombros hacia el interior de la casa.
Gabriel, entre preocupado y algo ofuscado no sabía que decir. Simplemente deseaba reservarse sus opiniones para sí, y con el paso del tiempo había aprendido que aunque dijera insistentemente que era incorrecto, lo harían (en especial romano). No podía contradecir a la felicidad de todos sus hermanos.
Los italianos estaban todos reunidos en el cuarto en el que estaba Italia, el cual estaba todo inconsciente reposando en la cama.
—sé que nosotros estamos igual de impresionados que Feliciano, pero él aceptó, así que hay que empezar a planificar la boda— afirma Gabriel.
—IDIOTA, él está desmayado y tú pensando en bodas, casamentero de mierda —contesto Romano irritado.
—respétame Lovino o sabes lo que te puedo hacer
—Mira como tiemblo…
—YA BASTA, CAZZO! —Gritó san marino encolerizado— No ven lo que ha pasado con veneciano, y ustedes pensando en bodas.
El pequeño san marino a veces tenía el temple para calmar a Gabriel y a Lovino. Feliciano por su parte, empezaba a reaccionar.
—Vee…~ que paso,.. En donde estoy…
—Estás en el cuarto del macho-patatas, Hermanito —exclamó Lovino malhumorado— debió de haber sido el sol.
—Lovino, mentir es pecado— le respondió Gabriel a modo de advertencia.
—Está bien, está bien, el macho patatas te pidió matrimonio y tu aceptaste, cazzo! —reaccionó Lovino diciéndolo todo malhumorado.
—que…
Sin embargo, Feliciano, con una tremula sonrisa les dice a sus hermanos.
—quiero casarme en 5 días.
— ¡¿5 DIAS? —gritan todos consternados. Era muy corto tiempo para planear, organizar y coordinar una boda, los invitados, el bufete, la fiesta, la luna de miel, todo eso.
—Por el amor de dios, Veneciano, 5 días es un tiempo muy corto para planear una boda —le replico Gabriel
—concuerdo con el bastardo, tú te mereces una boda por lo grande —le dijo.
—está bien, dejémoslo en siete.
Entre tanto, afuera los germánicos estaban reunidos en la sala, mientras Alemania no cesaba de caminar de un lado a otro, golpeando con fuerza la puerta de su cuarto.
—QUIERO VER A ITALIA AHORA MISMO! —gritaba el alemán enloquecido, preocupado por el italiano.
Seborga salió por un momento respondiéndole al alemán.
—no podemos abrirte, estamos en conclave familiar.
— ¿Qué DEMONIOS es eso?
Seborga cerró con un portazo la puerta.
Los germánicos por su parte, no cesaban de felicitar a Alemania por haberse atrevido a confesarle sus sentimientos a Italia.
—felicidades, West, Hasta que al fin te decidiste. —le dice Prusia, abrazando fraternalmente a Alemania.
—Coincido contigo Prusia, felicidades—afirmó Sajonia uniéndose al abrazo fraternal.
Westfalia por su parte, se acercó a felicitar a su hermano menor.
—Ahhh, el pequeño Alemania se nos casa… me siento tan feliz —Westfalia abrazó a Alemania y lo besó en la frente de forma tierna.
Posteriormente, los italianos salen del cuarto, con una sonrisa de oreja a oreja, como si tuvieran algo entre manos.
—Alemania, si quieres ver a Italia, entra al cuarto ahora —le ordena san marino con una amplia sonrisa.
El alemán rápidamente se dirigió a su cuarto, encerrándose junto a Italia. Gabriel, como el mayor de todos los Vargas se apresta a intervenir, frente al mayor de los Bielschmitchd: Gilbert.
—Prusia, sé que hemos tenido diferencias pero tenemos que pensar en el bienestar de Alemania e Italia. Han esperado mucho por este momento, por lo que romano y yo hemos decidido hacer al margen nuestros… problemas.
—claro Vaticano, el asombroso yo también piensa lo mismo.
Luego, romano se apresta a intervenir comunicando la decisión que habían tomado todos los italianos.
—bene, bene, bene… Yo y mis hermanos hemos decidido organizar la boda de nuestro querido fratello Veneciano junto con ustedes. Por tanto, nosotros vamos a financiar la boda, la vamos a planificar, y todo eso.
—no, no Lovino. El asombroso yo y mis hermanos planificaremos la boda de West y todo eso.
Inmediatamente, los germánicos comienzan a discutir agriamente con los italianos a los gritos (excepción hecha en san marino, el cual parecía fresco como una lechuga), sin embargo, el san marinense en un arranque de Rabia les grita a ambos bandos
—CAZZO! DEJEN DE DISCUTIR POR ESTUPIDECES COMO ESAS, MALDITA SEA.
Al parecer en esa casa de locos, el único medio cuerdo era san marino.
Los gemelos, que compartían el mismo pensamiento que san marino sacaron de dios sabe dónde una pizarra y algo de tiza.
—Dejen de pelearse aunque sea un momento —dice Sweschlig
—Y piensen en Ludwig y Feliciano, en su felicidad —Agrega Holstein.
—Por tanto, si queremos que sean felices —vuelve a intervenir Sweschlig
—debemos de pensar en lo que les gustaría que hiciéramos para su boda. —interviene Holstein.
—Así que por tanto —dice de nuevo Sweschlig
—DEBEMOS DE TRABAJAR JUNTOS— Dicen los dos a coro.
Westfalia coincide con sus hermanos.
—No pudieron haberlo dicho mejor, chicos.
Los italianos se miraron entre todos perplejos. Gabriel había tenido presente un pequeño detalle, que nadie, ni siquiera los mismos germánicos habían tomado en cuenta.
—Gilbert, ¿Qué fecha es hoy?
—lunes 17.
—Ya sé por qué Feliciano nos pidió que fuera en 5 días.
Gabriel sabía que Feliciano tenía siempre presente la fecha en la que por primera vez había contraído abiertamente una alianza con Ludwig: el pacto de acero. Él sabía que todos los años cada 22 de mayo salía con Alemania a algún lado a recordar esa fecha en especial. Esa fecha era especial, demasiado especial para ambos. Debía ser el 22, no otro día.
—ellos no querrán ceder en cuanto a fechas, va a ser el 22 o nada.
—Está bien, será el 22 —exclamó Prusia con desgana.
Después de haber acordado la fecha, empezaron a distribuirse las tareas correspondientes a la planeación de la boda. Baviera intervino esta vez, puesto que se había quedado en silencio oyendo todo lo que decían sus hermanos y sus futuros cuñados.
—ya que todo está dicho, es hora de decir quien hace que.
Con parquedad impasible apuntó la logística que se necesitaría para la boda.
"transporte"
"alimentación"
"invitados"
"ceremonia"
"música"
"luna de miel"
"varios"
Después de eso, comienza una eterna discusión sobre quién hace qué, en especial de parte de Prusia, quien dice que "él puede hacerlo todo". San Marino, como buen juez ecuánime vuelve a atajarlos a todos.
—MALEDIZIONE, CALLENSE DE UNA BUENA VEZ, QUE NO DEJAN OIR A BAVIERA.
El bávaro con esa misma parquedad, vuelve e interviene.
—por lo visto, ustedes no saben ni siquiera ponerse de acuerdo en planificar una boda. Simplemente definamos quien hace mejor qué y lo asignamos a esa tarea.
Vaticano intervino, tembloroso.
—bueno… naturalmente puedo encargarme de la ceremonia, no solo porque soy el vaticano, sino también porque he oficiado ya bodas de ese estilo.
Recordaba con desagrado y algo de escalofrío el matrimonio entre Antonio y Roderich quinientos años atrás. Eso fue un circo digno de una videograbación por parte de Hungría.
Alphonse decide intervenir, en respaldo del italiano.
—Yo le puedo ayudar a Gabriel, Ludwig es mitad luterano y yo soy pastor luterano, además de que podemos hacer como hicieron Grecia y España con sus reyes.
—no me hables de esa herejía, Wurtemberg, y lo que hicieron ellos es diferente a lo que nosotros haremos.
—Respeta a Alphonse —amenazó seriamente Gilbert—, tú no eres precisamente una blanca paloma.
Baviera, notando los ánimos caldeados calma a su hermano y a la santa sede.
—por favor, no entremos en polémicas religiosas ahora.
Ecuánimemente apuntó en la pizarra.
"ceremonia: Gabriel y Alphonse se encargaran, si no se matan primero"
Luego, siguieron con el siguiente punto.
—el transporte de los novios, los invitados, las cosas, ¿Quién se puede encargar de eso?
San marino intervino de nuevo.
—Malta y yo podemos ayudar.
—No me hagas reír, Fabriccio, eres un enclave y ese cejón bastardo no es de fiar —criticó romano al oír a su hermano menor decir eso y mencionar el nombre del maltés.
—Pero yo al menos me llevo bien con Renato.
Baviera interviene de nuevo:
—Entonces puede ayudarlos Westfalia —dice con serenidad parca mientras posteriormente se dirige hacia su hermana— Greta, ¿estás de acuerdo?
—claro que sí, Bastian.
"transporte: Fabriccio, Greta y posiblemente Renato Kirkland. Pero si alguno de los dos llega a hacerle algo a Greta, lo mato y lo tiro al lago stanberg1"
El aludido sintió un horrendo escalofrío al leer lo que apuntó el bávaro, mientras que Baviera destilaba un aura oscura igual de intimidante a la de Rusia, el cual sonreía de forma despreocupada haciéndolo ver más siniestro.
(NOTA DEL AUTOR: Baviera es medio yandere)
Siguieron asignando tareas. Baviera posteriormente habló sobre la música de la fiesta.
—quien entre ustedes puede escoger la música de la fiesta, la ceremonia y todo eso.
—Puedo ser yo —dijo Seborga.
Romano rió estruendosamente.
—tu, de la música, —expresó el italosureño enjugándose las lágrimas de risa— no me hagas reír.
Seborga, enfurecido se abalanza sobre su hermano intentándolo golpear, mientras vaticano y San marino lo atajan.
—dejemos el asunto en que yo y roderich nos encargaremos de la música, y de contactar con los correspondientes artistas que quieran cantar en la fiesta —dijo Baviera.
—Ay no, no metamos al señorito podrido en la logística —se quejó Prusia.
Baviera lo miró macabramente, Prusia a veces le temía más a su hermano que a Rusia. Y él sabia las razones claramente.
— ¿quieres nadar en el lago Stanberg, Prusia? —le dijo Baviera todo relajado, pero con un timbre de voz siniestro.
—Bueno, dejemos que tú y el señorito podrido se encarguen de la música.
—prometo no decepcionarlos.
"música: roderich y Bastian se encargarán de contactar y contratar los músicos y cantantes que se requieran, de una forma U OTRA".
—Borra eso bastardo, me da cosa —dijo romano asustado.
—no lo hare, así está bien.
(nota del autor: Baviera de verdad da mucho miedo)
Haciendo al margen el yanderismo de Baviera, siguieron repartiendo las tareas. Esta vez Sajonia tomó la palabra.
—Bueno, lo de los invitados podría encargárselo a Prusia y a sus amigos, lo mismo de las invitaciones.
—con respecto a eso, podemos ayudar. Estonia nos puede ayudar con el diseño y la seguridad de las invitaciones —alude Sweschleig.
—Mi hermano tiene razón, Sajonia —añade Holstein— tenemos que evitar que se cuelen los que no queremos que vayan.
"invitaciones: Edward y los gemelos se encargarán del diseño y la seguridad de las invitaciones"
"invitados: Gilbert y Klaus se encargarán de repartir las invitaciones"
Los gemelos eran unos artistas consumados, Gunther era un heraldista muy talentoso, mientras que el talento de Hans era la caligrafía. Además de ser excelentes en la informática.
Solo quedaban por asignar lo de la comida, los varios como el vestido de novia, el alojamiento de los invitados, la luna de miel de Italia, la lista de regalos.
—bien, solo nos queda lo de varios. Eso se lo podríamos dejar a Benny y a Lovino, Greta les puede colaborar con los vestidos de Ludwig y Feliciano, mientras que Lovino y Gilbert se pueden encargar de la comida.
—Francis cocina mejor que yo —interviene Prusia— podemos hacer que cocine el buffet de la fiesta
—No sería mala idea, si Francis no fuera UN MALDITO PERVERTIDO— dijo vaticano bastante sarcástico.
Baviera interviene nuevamente.
—puede ser, puede ser, pero al menos yo puedo ayudar a mantenerlo a raya. —Agrega Baviera sombrío— si se atreve a propasarse con alguien, de seguro lo encontraran "nadando plácidamente" en algún lago.
—deja tus macabras analogías, Bastian— exclamó Prusia.
Baviera escribió entonces en el pizarrón:
"comida, alojamientos, vestidos de los novios, pasajes de la luna de miel y demás detalles: Lovino, Benedetto, Gilbert y Francis. Si el francés pervertido se atreve a hacer algo, lo pondremos a raya"
(NOTA DEL AUTOR: Baviera me da Yuyú…)
Posteriormente todos después de haber logrado concluir la repartición de las tareas que tendrían que hacer para esa larga semana, se dispusieron a sacar a Alemania y a Italia del cuarto, para que opinaran sobre las disposiciones para su futura boda.
Gabriel y Gilbert se dirigieron a la habitación de Alemania, encontrando a Feliciano y Ludwig durmiendo dulcemente abrazados, sin ningún atisbo de maldad o perversión. Los dos querían hablar con sus hermanos menores sobre los planes de boda, lo que tenían pensado, mas no era el momento.
Cerraron con sumo cuidado la puerta, mientras bajaban al primer piso y a la sala, dejando descansar a la futura pareja.
—que dijeron.
—Están muy cansados, así que lo mejor es dejarlos dormir —dijo Gabriel a modo de advertencia.
De hecho, ya eran más de las 8:00 PM. El día había sido muy agotador, todos necesitaban descansar.
Al día siguiente, Alemania se despertaba como siempre temprano. Aspiró dulcemente el olor de Italia, el cual dormía aun abrazado de él. Con sumo cuidado y delicadeza se desprende los brazos del italiano, para luego levantarse y darle un dulce beso en la frente.
—guten tag, Mein kleine Italien (buenos días, mi pequeño Italia) le dijo con suavidad.
—buongiorno, mi piccolo Alemania (buenos días, mi pequeño Alemania) le respondió el italiano algo atarantado pero de forma melosa y dulce.
Bajó al primer piso de su casa, encontrándose con un cuadro inverosímil, divertido, y podría decirse que algo dulce y tierno: Sus hermanos, durmiendo con los hermanos de su prometido italiano, algunos recostados sobre otros y otros incluso abrazados: Romano, al lado de Baviera en la poltrona, Sajonia, quien estaba recostado en el pecho de San marino en el piso, mientras una mano abrazaba a seborga, vaticano prácticamente acostado al lado de Prusia en el sofá mientras este inadvertidamente abrazaba al italiano en medio del sueño, Seborga con una mano de Sajonia mientras los gemelos estaban cada uno a un lado de Seborga quedando este en la mitad, mientras que el muy puritano Wurtemberg estaba abrazado de una forma poco fraternal y muy cariñosa con su hermana Westfalia en la silla mecedora.
Sonrió. Quizás con el tiempo, Italia y Alemania sería una gran familia.
1 La referencia al lago Stanberg se debe a la misteriosa muerte del rey Ludwig II de Baviera, el cual había sido declarado demente y había sido enclaustrado en el "schloss Neuwaischtein", recien terminado. Su cuerpo fue hallado flotando en el lago, junto al de su médico días después de su desaparición.
