Cielos, han pasado siglos desde la última vez que publiqué aquí. Por eso, y primero que nada, ¡feliz año 2019 a todos ustedes! Espero que sea uno próspero, lleno de salud, alegría, y ojalá que no les falte nada y que logren sus proyectos y se cumplan.

Quiero compartir aquí una pequeña cosa poca, así como dice el resumen, todos los relatos de aquí fueron y son posteados primero en Tumblr, puesto que son tooodos espontáneos. Literalmente aquí verán de todo, y sin necesariamente una relación cronológica. Habrán algunos que serán más largos que otros, e incluso con tramas mejor desarrolladas. Quiero que sepan que el rating puede cambiar, puesto que puede que algunos traigan lemon. Así que, atentos.

Sin más demora, les dejo esto aquí.

¡Muchos abrazos!

Pit.

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¿Qué es lo que ha cautivado tanto a Anakin Skywalker?

Ha estado a su lado desde muchos años, lo ha mirado casi todos los días, ha estado con él casi todos los días. Y, por cada uno que pasa, todavía es capaz de encontrar detalles que nunca había visto en él antes.

A él, a Obi-Wan.

Obi-Wan. No le cuesta decir su nombre. No le cuesta estar cerca de él. Busca estar cerca de él. Y Obi-Wan no lo aleja. ¿Por qué lo ha mirado tanto hoy? Quizás, se responde, será porque ha vislumbrado algo nuevo, tal vez un gesto, una sonrisa, una palabra, un nuevo cariño. Siempre cuenta con algo que lo hace ver con otros ojos. ¿Qué es lo de esta vez?

Ha caminado a su par en diferentes escenarios, muchos, muchos más de los que podría contar. Si cae herido en batalla, sabe que será el primero en darle su hombro para apoyarse. Sabe que será el primero en ir por él si algo ocurre mal. Todos lo saben. Y así como todos lo saben, ellos no lo apuntan, también.

Él ha llegado, lo divisa al fondo, lo ha visto. Es admirado, pero nadie lo admira más que él. Porque cuando Anakin llegue a saludarlo, nadie alumbrará más sus ojos como él lo hace, y a nadie saludará con ese calor especial como con nadie más lo hace. Entonces hablarán de las buenas nuevas, y se dispondrán a caminar al lado del otro, como siempre, estando cerca para compensar todo ese tiempo que estuvieron separados. El cual, nunca es tanto.

Bueno, para ellos lo es. Pero no es necesario decirlo. Un suave roce, una diminuta mirada, un gesto efímero, y todo es perfecto. Tal vez cuando caminen por un espacio vacío Obi-Wan dejará que lo rodee con un brazo, y entre bromas minúsculas, puede que Anakin deposite una caricia de sus labios sobre el abundante dorado. Y entonces una nariz se deslizará suavemente, suaves susurros que intentará dejar solo para él.

Es perfecto. Y así como Obi-Wan simplemente se deja ser, cruzando desde la limpia sonrisa a través de su boca, hasta la expresión que con nadie más podría compartir, lo hace sentir dichoso. Anakin daría su vida por este hombre. Arriesgaría todo un mundo con tal de tenerlo bien entre sus brazos. Porque sabe que Obi-Wan haría lo mismo con él. Todos lo saben. Y como todos lo saben, ellos no lo apuntan, también.

Espalda contra espalda, rescate tras rescate, misión tras misión, batallón tras batallón, hasta el seguimiento del mismo camino, donde sabe que siempre lo encontrará allí.

¿Pero qué es lo que ha cautivado tanto a Anakin Skywalker?

Tal vez la respuesta jamás podrá salir con mucha claridad, puesto que, de todas las cosas, era imposible unirlas en un mismo pensamiento. Y eso era porque para él, nadie era como Obi-Wan. Quizás habrían otros, en otros lugares, en otras situaciones; pero nadie como Obi-Wan. Lo sabía al abrazarlo, al hablarle, y en la manera de interactuar con él. Descubrió un arrebol cincelando sus mejillas, exquisito pigmento coloreando dócil, que no trató ocultar. Y Anakin lo había mirado, y sabía que Obi-Wan lo había notado también. Nadie lo sabe. Pero ellos sí lo saben. Y como ellos lo saben, no lo apuntan, también.

Entonces, abrazando las sombras, donde no se les verá, y saben que la luz del sol no rozará, Anakin se dispondrá de hablarle aun sin hablar. Con gentileza tomará su rostro, y le dirá todo lo que él sabe, aunque nunca se lo haya dicho. De esa forma, se dispondrá esta vez a tomar sus labios, y los besará de modo en que siempre deseó y soñó haberlos besado. Y Obi-Wan, lo dejará.

Era consumar algo ya sabido.