Spin off de "Nunca mezcles trabajo y amor" donde la historia avanza en el futuro, concretamente hasta los 17 años de Tobi, el primogénito de Madara y Deidara.

La adolescencia es una mierda, todo es confuso y asqueroso. Tienes ganas de gritar, llorar, reírte y dormir todo al mismo tiempo... y cuando crees que nada puede ir peor, te das cuenta de que, posiblemente, te has enamorado de tu amiga de la infancia...

no pondré las parejas hasta que vayan surgiendo... me entenderéis según avancemos jejeej

LAS CRÓNICAS DE TOBI

Capítulo 1: ¡Teta no jutsu!

Podía sentir en todo su cuerpo el aroma y calor femenino. Sus manos, perdidas en la piel contraria, tocando por todas partes y sin buscar nada concreto, se detuvieron en los pechos, enormes, blanditos y con las cimas endurecidas por la excitación.

Pellizcó uno de ellos a conciencia, retorciéndolo entre sus dedos con saña, hasta que un quejido lastimero le hizo romper el contacto hipnótico que esas tetas ejercían en sus ojos y buscar el origen del gemido.

Subió sus ojos azules por el canalillo, mientras una de sus manos, traviesa y jugetona, se posaba en el lugar justo en el que se unían sus cuerpos, sintiendo las cosquillas del electrizante vello púbico de la chica en su tacto. Salió de ella solo para sentir la cremosidad de su interior en sus dedos y verla retorcerse ante su toque, aunque eso le alejara brevemente de su objetivo.

Volvió a hundirse en ella de un golpe, y bombeó con fuerza y destreza, una y otra vez, deleitándose con un morbo casi sádico, de la música que hacían sus dos cuerpos. Sus caderas chocando contra su cuerpo, haciendo el ruido de un palmeo, los cálidos jugos mezclándose en un sonido acuoso, sus gemidos y balbuceos, que en cada empujón iban subiendo de intensidad. El roce de sus dedos en su trasero, clavándose como arpones, dándole el espacio justo para la siguiente embestida, impidiendo que de algún modo pudiera alejarse de ella.

Su nombre arañaba como lava ardiente su garganta, al igual que el orgasmo, que amenazaba con arrastrarlos a los dos en un mar de caos y desesperación.

Ella fue primero, lo sintió por como le atrapaba las caderas con sus piernas y se arqueaba contra él para ganar profundidad, acariciando el botoncito del placer que se hallaba entre sus piernas con el vello rizado de su sexo, mientras su pene la llenaba por completo y recibía los espasmos del orgasmo a lo bestia.

Solo unos segundos duró pero fue tan intenso que se quedó quieto en su interior, agarrando su trasero con las dos manos para evitar que se alejara, hasta que el último de los espasmos sacudió su cuerpo y este cayó desmadejado, agotado y feliz de nuevo contra el colchón bajo ella.

Esperó un poco mas, hasta que los labios femeninos acariciaron el lóbulo de su oreja y le dieron permiso para terminar... no esperó una segunda confirmación; inició un vaivén brutal y salvaje, con los brazos cruzados bajo la espalda femenina, pegándola a su cuerpo con toda la fuerza que podía sacar en ese momento. Tres, cuatro, diez embestidas, no las contó, pero sintió el cosquilleo que anuncia el orgasmo un segundo antes de que sucediera.

Quería verla. Quería ver sus ojos cuando se corriera, escuchar su voz y lamer sus labios una vez terminado todo.

Sus ojos azules recorrieron su hombro lentamente, mientras sus caderas seguían el movimiento que le acercaba mas y mas al abismo del placer. Vio su barbilla y sus labios. Los besó con ansia, necesitado de contacto y jugueteó con su lengua dentro de la otra boca. Ya llega, ya viene...

Una contracción en su vientre, y miles de estrellitas saltando tras sus ojos...

y siente como su semilla recorre el camino al exterior y se extiende por la punta dentro del preservativo que lo cubre. Sigue meciéndose, no puede parar, y finalmente mira el rostro de su amante...

¿Miku?.

...

-¡ AAAAAHHHHHHHHHH!. – grita Tobi sentándose en la cama del susto. – ¡JODER...!

Jadea fuertemente con la mano aferrada a la camiseta del pijama a la altura del corazón, que bombea con tanta fuerza que está seguro de que puede oírse desde la calle. Un sudor frío cubre su piel y varios mechones rubios descansan pegados a su frente y cuello.

Desliza la mirada a la puerta antes de que suene.

– Cariño, ¿Va todo bien?. – suena preocupado y medio dormido.

– Sí mamá... solo ha sido un sueño sin importancia. – Tobi trata de tranquilizar a su madre, a pesar de que sabe que eso no sucederá hasta que Deidara lo haya comprobado por si mismo

la puerta se entreabre lentamente dejando asomar un ojo azul y un mechón largo y rubio por la rendija.

– ¿Seguro?. – pregunta de nuevo.

Tobi suspira derrotado y sonríe torpemente al tiempo que palmea el colchón a su lado para su madre se acerque.

Deidara camina descalzo hasta la cama de su hijo y se sienta en el borde. Acaricia sus cabellos dulcemente y los retira de su rostro haciendo que el muchacho sonría de nuevo.

– Estoy bien, de verdad... un sueñito de nada. – suelta en tono bromista.

– Y.. ¿Puedo saber que soñabas?. – dice con curiosidad real y el mismo tono divertido que su hijo.

– mmm... pues... – se sonroja furiosamente hasta las orejas y desvía la mirada a un lugar lejano. – es- estaba con una chica y, (murmuro incompresible), y eso es todo.

– Un sueño húmedo, ¿Eh?. – suelta Deidara palmeando el hombro de su hijo con relativa fuerza, haciendo que suene pero sin hacerle daño. – No te preocupes, a tu edad es normal... con el tiempo se te pasará...

– O no. – responde otra voz desde la puerta. – Yo sueño con tu madre cada día, incluso despierto. Sueño que le agarraría el trasero y se la ...– sonríe abiertamente Madara a su novio.

– Vale papá. – extiende la mano hasta su progenitor en un gesto de silencio. – no hace falta que seas asqueroso... puaj, por favor... no quiero saber lo que hacéis mamá y tu, o tendré verdaderas pesadillas... – Sus dos padres sonríen felices por sonrojarle de esa manera. – y ahora largo de mi cuarto, que tengo que dormir...

– Ahhhh... – murmura Madara como recordando algo que quería preguntar en el último momento. – y... ¿Con quien estabas teniendo ese sueñito cochinooooooo?

– Papaáááááááá, por favor... salid de mi cuarto, ¡Ya!.

– Con Miku. – responde Deidara como si tal cosa, haciendo a su esposo alzar una ceja. – tenemos un hijo al que le gustan las chicas... me pregunto que habremos hecho mal. – compone una pose teatrera y suelta una carcajada al ver la cara de espanto de Tobi. – Estabas gritando su nombre antes de que me levantara... o ¿Por qué te crees que ya estaba en la puerta justo cuando te has espabilado?

– ¿Gritaba su nombre?. – agacha la cabeza avergonzado y mas rojo que nunca... nota cierta humedad al encoger las piernas. – Bueno como sea, largo de mi habitación... iros a hacer cositas o lo que sea. – cara de asquito profundo. – pero fuera.

– Si, si; gritabas "Si, Miku, oh siiii, sigue, por ahí, siiii no pares, mmm". – Deidara imita un tono lascivo. Mientras va diciendo eso, se levanta para sacar unas sábanas limpias del cajón al otro lado del cuarto. Abre otro cajón, saca ropa interior y otro pijama limpio para su hijo. Lo deja a los pies de la cama, antes de inclinarse sobre él y besarle en la cabeza, comprensivo.

– Gracias mamá. – murmura aún vergonzoso y sigue a sus padres con la vista hasta que la puerta se cierra y sus pasos se alejan entre risas por el pasillo.

Limpia todo el estropicio de su cuarto, cambiando sábanas y ropa mientras piensa que … su vida acaba de convertirse en una mierda del tamaño de la cara de cualquier hokage de la montaña...

.. o sea, una mierda descomunal.

… la adolescencia es genial.

La mañana siguiente no pinta mucho mejor que cualquiera del resto de días.

Estira las sábanas y abre la ventana, se asegura de que su cuarto está recogido y baja a desayunar.

Su sonrisa se ensancha cuando ve a Deidara canturrerar contento solo con la camisa de su padre como prenda... su hermana y su primo ya estan sentados en la mesa, esperando la comida con restos de sueño aún en sus caras.

– Grrr...- gruñe para hacer su presencia visible.

– Buenos días para ti también primito, jejeje. – Saluda con demasiado entusiasmo el hijo de Sasuke, cosa extremadamente rara él, un chico siempre tímido y correcto... tanta alegría de buena mañana era algo muy, pero que muy malo. – Tu madre me ha comentado el "incidente" de anoche... jejeje

Tobi dirige una mirada asesina al artista, que responde con una risueña y terriblemente feliz ...

– Que no te afecte, a nuestra edad esas cosas son normales, tío. – Dice casual al tiempo que toma un vaso y lo llena de zumo de naranja recién exprimido. – yo mismo, llevo una semanita que ni te cuento.

– Mejor. - corta tajante. – Mis inocentes oídos heteros no podrían soportar otro de tus relatos... lo siento por ti amigo, pero me gustan los chochitos...

– Tobi, esa boca. – le regaña su madre poniendo las tostadas en el centro de la mesa.

– Mamá, chochito no es una palabrota... coño sí . – Resuelve con una sonrisa.

– Me da igual, no quiero vaginas en mi mesa y menos con tu hermana delante. – Tobi sonríe triunfante pero la sonrisa se le borra cuando Deidara estrecha la mirada hasta hacerla vengativa. – A lo mejor te apetece hablar de otra cosa si le cuento a Naruto lo de esta noche.

– Vale mamá, tu ganas. – Responde vencido. – Venga, si no salimos ya llegaremos tarde.

Cada uno de los chicos guarda su almuerzo debidamente envuelto en sus respectivas mochilas y se marchan a la carrera, no sin antes darle un beso de despedida a la mami en la mejilla.

Van calle abajo, hablando entre risas, cuando Tobi se desvía del camino habitual. El morenito le mira interrogante y comprende, por la cara que pone, que no tiene muchas ganas de ver a Miku hoy, aunque sabe que ella no tiene culpa de nada.

Los alumnos se apelotonan en la entrada de la academia en corrillos, comentando las clases y lo mucho que desean que llegue el baile …

Un grito recorre la calle haciendo que todo el mundo mire en su dirección.

– ¡ TOBI!. – grita a la carrera a pleno pulmón, la hija de Itachi y Naruto.

El chico desvía la mirada de las enormes tetas que vienen botando hasta él y se da la vuelta dándole la espalda.

Miku sonríe triunfante y un metro antes de llegar a los dos chicos, salta a la espalda del rubio y enrosca sus piernas a la cintura, a caballito.

Mete la cara en el arco del cuello y se pone a darle mil besitos sonoros por toda la cara que puede alcanzar desde esa postura. Tobi trata de quitársela de encima sacudiéndose como si estuviera en llamas, y no va muy desencaminado.

La piel de los muslos de la chica en sus caderas, directamente, y sus pechos aplastados en su espalda...

¿Es que el universo entero estaba en su contra?

– Invítame al baile. – dice feliz en la misma postura, sin percatarse del temblor que se ha instalado en las rodillas del chico.

– ¿Tengo otra opción?. – dice en una media sonrisa... – pesas una tonelada, ¿Sabes?... baja por favor, y prometo que iremos contigo al baile...

– ¿Iremos?. – mira al morenito que a su vez mira al rubio inquiriéndole . – ¿Vamos a ir los tres juntitos?... ¡Kyaaaaaaaaaaa! que biennnn, me van a envidiar... jejeje seguro que soy la única chica que va con dos chicos guapísimos.¡Kamiiiiiiii! ¡Kyaaaa!. – estira los brazos y agarra las cabezas de los dos chicos al mismo tiempo feliz de la vida sin escuchar las quejas que tratan de emitir los dos muchachos, o al menos uno, por que Tobi ha vuelto a caer en el influjo de los pechos de la chica y tiene la vista clavada en el escote; ni pestañea.

– ¡Oyeee, guarroooo!. – se queja la chica apartándole de un empujón. – ¿Se puede saber que estás mirando?. – cruza los brazos por delante y estrecha la mirada.

Tobi se recoloca y adelanta la mano hasta el colgante de Jashin, que descansa en mitad del escote de la chica. Lo toma entre dos dedos y lo levanta para que ella lo vea.

La cadenita está rompiéndose.

– ¡Oh!. – sonríe avergonzada por haberle acusado. – perdona, no eres un guarr...

No termina de decirlo cuando la mano de Tobi agarra, totalmente abierta una de las tetas de la chica, la sopesa y acaricia en el mismo gesto y le saca la lengua, incitante, antes de salir corriendo sobre las cabezas de sus compañeros y perderse dentro de la academia...

… A veces salirse con la suya tenía su encanto.

...

Bueno pues esto si que es raro, un fic de un fic... un spin off de otro personaje... guauuuu.

Que nadie entre en pánico, la otra historia sigue su curso, pero esta la tenía en el coco metida y bueno, espero que os guste y esas cosas que pedimos los escritores para seguir al pie del cañon jejeje

nos leemos

Besitos y mordiskitos

Shiga san