Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
La idea, la trama y eso es mio e.e Los personajes, lugares y eso son de TheQueen obveo ;)
El irlandés caminó por el pasillo del Expreso de Hogwarts buscando un compartimiento en el que viajar. Pasara por el que pasara, estaban ocupados por alumnos mayores que de seguro lo mirarían horrible si se atrevía a entrar y sentarse con ellos. No quería enemigos en su primer año de colegio.
El niño pelirrojo que caminaba frente a él, al parecer estaba en su misma situación. Pero el pelirrojo tenía mejor suerte… el compartimiento consiguiente a él estaba vacío, a excepción de un niño de pelo color azabache y anteojos, y no dudó un momento en preguntar si podía viajar ahí. Seamus, el irlandés, lo iba a imitar, pero algo le hizo pensar que tendría la misma suerte que ese niño pelirrojo, así que siguió caminando.
Su padre muggle siempre le decía que él tenía que confiar pase lo que pase en la "suerte del irlandés". Seamus lo recordó y sonrió. Dio dos pasos y se encontró con un compartimiento ocupado solo por una niña rubia. Era eso o nada, pensó y se metió vacilante.
La pequeña levantó la vista de su libro y Seamus se topó con sus enormes ojos miel. Ella le miró de arriba abajo sin disimulo, lo que provocó que sus mejillas subieran de un color piel pálido a un tono levemente rojizo.
― ¿Está ocupado? ― preguntó él con vergüenza, señalando el asiento vació frente a ella.
La niña de cabello castaño muy claro o rubio muy oscuro, aún no lo decidía, lo analizó unos largos segundos más y luego de lo que pareció una eternidad le sonrió:
― No.
Seamus siguió subiendo el color de sus mejillas. Esa niña de cabello rubio o castaño, y ojos miel, lo intimidaba. Pero no había más lugar en el tren, y si seguía caminando estaba la posibilidad de que viajara hasta Hogwarts parado. Dio un paso hacia adentro y la niña le pidió con su voz cantarina que por favor dejara la puerta cerrada, ya que era muy friolenta. Seamus cerró y se sentó sin más miramiento.
"Espero que seamos compañeros de casa…" comentó Lavender Brown sonriente.
