Disclaimer: D. Gray-man es propiedad de Katsura Hoshino . Este Conjunto de Drabbles participa en el reto: Mes de Apreciación: Enero - 2017 - "Bookman" del Foro: Resurgiendo entre las Cenizas.
Título del libro: Todos los hombres del rey, Robert Penn Warren.
Sus ojos estaban fijos en aquel intrépido personaje; porque eso creía que era: un personaje. Sin siquiera pestañear se quedó en aquella misma posición, con los brazos cruzados a la altura del estómago, registrando todo, tanto el discurso del personaje político como las reacciones del público al cual se dirigía.
—¿Y qué hacen ellos para garantizarnos una vida digna? ¡Hemos vendido nuestros caballos, hemos comido pan duro para pagar los impuestos, ¿y ellos qué hacen con nuestro dinero?! —vociferó, apasionado, enamorando con elocuencia y el arte de las bellas palabras a la gente del pueblo.
—¡Se dan la buena vida! —exclamó un anciano.
—¡Lo gastan en prostitutas y drogas! —lo secundó una mujer.
—Compañeros: ustedes lo han dicho; si no hacemos que nuestro voto valga, si no hacemos que uno de nosotros suba al poder, este ciclo se repetirá una y otra vez, la sociedad continuará reproduciéndose: los ricos siempre serán ricos, pero los pobres… ¡Los pobres podemos ser más pobres! ¿Eso es lo que queremos para nuestros hijos?
La respuesta negativa se hizo sentir en todas las voces del sector popular, ahora fundida en una única voz, la que se autoproclamaba la voz de los sin voz, la voz de Sheryl Camelot. Y así fue que ascendió al poder, envuelto en promesas de cambio, de igualdad, de capital masivo, de prosperidad.
Pero el hecho sustancial que en sus registros se señalaba como "huésped pronosticado" ocurrió exactamente dos meses después de la asunción de Sheryl al poder. No importaba cómo sabía que eso ocurriría, no importaba quién le había dado la información, lo que sí era relevante era obtener elementos claves, ir un paso adelante, registrar la Historia, registrar, registrar, registrar…
—No les digas nada, viejo…
Al oír esa frase, el latente corazón del maestro drenó con fuerza. Sabía que Lavi odiaba las guerras, sabía que Sheryl trabajaba desde las sombras para ocasionarlas, sabía que nada podía hacer. En su interior, el Bookman que lo conformaba le decía que no podía permitirse perder otro aprendiz a esa edad —e irónicamente le mantenía los labios sellados—. Pero sus ojos estaban fijos en aquel intrépido personaje; porque eso quería que fuese en ese preciso instante: un personaje, nada más que tinta sobre papel.
Debo aclarar que no leí el libro, lo busqué en PDF y no pude encontrarlo, así que me basé en las sinopsis de diferentes páginas de internet para crear esta primera parte. Gracias por leer, espero que se haya entendido xD
