¡Hola!... Aquí les traigo otro de mis fan fics. Y ya saben, es lo típico, un Camus x Milo, incluye varias parejas

Este fic esta basado en el tema de la reencarnación, ya que lo encuentro algo interesante; Espero que sea de su agrado y con gusto se aceptan todo tipo de quejas, sugerencias y cualquier tipo de comentario que quieran hacer.

Disfruten el fic

o … o …

Un beso

Era una noche como cualquier otra para los habitantes de la ciudad de Londres; pero para los residentes de la mansión Winterson, era una noche agitada y especial. Los empresarios, artistas y la gente más rica de los medios, se juntaba en una reunión como cualquier otra a la que ellos acostumbraban asistir.

-"Toca algo para nosotros Milo"- Dijo Julián Winterson (el anfitrión) –"A mi querida Saori le encanta tu música"- La chica de cabello color violeta que estaba agarrada de su brazo, hizo un asentimiento con la cabeza. El joven al que se refería sonrió y se dirigió hacia el piano que se encontraba casi al rincón (junto a la escalera que daba paso a la entrada de la mansión)

-"¿Qué le gustaría escuchar, señor Winterson?"- Preguntó

-"Deleitenos con una de sus creaciones"- Dijo sonriente, el joven pianista comenzó a tocar una pieza compuesta por él, de nombre susurros en el hielo. Todos comenzaron a escucharlo y verlo mientras tocaba, cuando terminó, todos le aplaudieron, él se levantó, hizo una reverencia y volvió a sentarse; justo en ese momento, uno de los criados anunció la llegada de otras personas importantes

-"Señores, acaban de llegar Saga Rostand y el señor Camus Depardieu"- Dos caballeros bajaron por las escaleras, Milo se puso en pie para conocerlos, cuando vio a uno de ellos (el que iba pegado a la pared), tenía el cabello de un verde azulado (al igual que sus ojos), tenía las cejas partidas y de cada lado le colgaban dos mechones largos de cabello. Primero se quedó mirándolo, le parecía tan familiar, como si ya lo hubiera visto en otro lugar… El caballero al ir bajando las escaleras y darse cuenta de la mirada del pianista, volteó a verlo y le sonrió; este en respuesta se quedó unos segundos sin hacer otra cosa que mirarle a los ojos… Se sentía hipnotizado por ellos, como si de pronto cierta magia saliera de ellos y lo hechizara… Pero ya los había visto, estaba seguro que a ese joven ya lo conocía…

-"¿Milo?"- Preguntó preocupado el joven que se encontraba con él antes

-"Si, Aioria"- Dijo poniéndose una mano en la frente

-"¿Seguro?"

-"Claro, solo necesito un poco de aire"- Dijo sonriente y atravesó el salón para salir al balcón. Se recargó en el barandal y miró el paisaje, para ser una mansión de las más caras y lujosas, era muy extraña. Se sentó en una de las sillas que estaban ahí y miró la luna. Hacia semanas que tenía las mismas pesadillas y sueños de siempre, estando con ese joven; en realidad no lo conocía, jamás lo había visto en persona, solo en sueños, llevaba mucho tiempo buscándole sin resultados positivos y ahora que le veía sabía que era él.

Se encontraba aún contemplando la luna, cuando entró la persona que ocupaba sus pensamientos, se dirigió hacia el barandal sin darse cuenta de que el pianista se encontraba, este hizo un ruido para llamar su atención

-"No sabia que estaba ocupado… me voy entonces…"- Dijo el joven al ver al pianista

-"Esta bien, no me gusta estar solo"- Sonrió un poco apenado

-"¿Y entonces por qué esta aquí?"- Le cuestionó Camus

-"Me sentí mareado; además los lugares con mucha gente no me gustan"- Su compañero rió mientras el pianista se recargaba también en el barandal

-"A mi tampoco me gustan, me siento demasiado apretado… no soy muy sociable; pero es un poco extraño que siendo un famoso pianista, le de miedo estar donde hay mucha gente ¿Qué hace cuando tiene que dar un concierto?"- Preguntó mirándole fijamente

-"Me relajo y pienso en cosas bellas"- Respondió en tono soñador al tiempo que perdía su mirada en la luna y las estrellas

-"Típico…"- suspiró su acompañante recargando su cabeza en unos de sus brazos que se apoyaba en el barandal –"La mayoría de los músicos son románticos"

-"Ah… lo siento… no me eh presentado… Soy Milo Vanzetti…"- Dijo tendiéndole la mano

-"Ya lo conocía, mi nombre es Camus Depardieu, soy escultor y pintor"- Respondiendo sonriendo al tiempo que apretaba su mano

-"Es francés…"

-"oui, vous êtes Italien?"

-"¿Qué?"

-"Dije, si ¿usted es italiano?"

-"Ah, no, soy Griego… pero nací aquí; además ya sabe, el nombre artístico y demás"

-"Mi nombre no cambió nada"

-"No todos tenemos un buen nombre…"- Dijo sonriendo, por fin se soltaron, Milo le miró con cierto interés –"¿Puedo hacerle una pregunta?"

-"Creo que ya lo ah hecho"- Respondió riendo

-"Bien, si; pero es una pregunta un tanto extraña…"- Dijo un poco apenado al no encontrar las palabras indicadas para decirlo

-"Haber…"- Dijo con curiosidad mientras fruncía el entrecejo

-"Me preguntaba si ya nos habíamos conocido antes"- Se volvió a apenar

-"No lo creo"- Rió Camus

-"Pero usted dijo que ya me conocía"- Dijo Milo sin comprender

-"Yo a usted si por Saga; pero en persona no, ¿Puedo hacerle yo otra pregunta?"

-"Claro"- Sonrió Milo

-"¿Por qué al verme se puso pálido?"- Preguntó cerrando un poco sus parpados como si de pronto una luz lo cegara

-"No lo sé, me sentí desarmado…"- Se puso nervioso el pianista –"¿Esta seguro que no nos conocemos?"

-"Tan seguro como que mi nombre es Camus"- Afirmó el escultor

-"Es que tengo la sensación de haberle visto antes… en mis sueños tal vez…"- Dijo Milo volteando todo su cuerpo hacia él

-"¿Cómo?"- Se extraño, ¿Acaso le estaba coqueteando?

-"Solo pensaba, mi melodía, «susurros en el hielo» habla de eso, habla de usted"

-"Así que los rumores son ciertos"- Suspiró Camus

-"Si; pero no comprendo que tiene que ver con lo que les estoy diciendo"

-"Es tan simple como esculpir un busto o para usted, tan simple como tocar el piano"

-"Sigo sin comprender"

-"¿Por qué dice que habla de mi?"- Preguntó Camus volteando también su cuerpo hacia él y entonces no se dio cuenta de que estaba muy cerca de Milo… demasiado…

-"Porque así es"- Respondió el pianista cada vez más embelezado por sus ojos –"Le dije que lo había visto en mis sueños"- Por inercia, el pianista puso una mano en su mejilla y se inclinó levemente hacia él

-"No comprendo el comentario"- Dijo comenzando a ponerse nervioso

-"Quiero decir que ya te conocía, tu hermoso rostro ya lo había visto antes"- Susurró Milo tomando su cara entre sus manos y haciendo aquella poca cercanía cada vez más escasa –"Y también, siento… que ya había besado esos carnosos labios…"- El pianista estaba tan cerca de Camus, que este no pudo hacer otra cosa que cerrar sus ojos y dejarse llevar por lo que sentía en esos momentos. Milo rozó sus labios con un beso, luego le dio pequeños besos en los labios, aumentando poco a poco la velocidad cuando el escultor le respondió tímidamente… Y lo que se convirtió en solo un beso, terminó siendo un juego de labios y caricias de lenguas, profanando ambos la boca del otro, sintiendo extasiados y completamente llenos, como si fueran uno…

Con una fuerte ola de emociones, llegaron a su mente algunas imágenes, donde Camus estaba recostado en su cama, Milo estaba sobre de él con las piernas abiertas juntando su pecho con el del escultor… fundidos en un beso tan apasionado que parecía derretir los hielos del océano antártico

Ambos se sobresaltaron y se separaron rápidamente –como si hubieran recibido una descarga eléctrica-, respirando con dificultad y mirándose tan sorprendidos por aquello… ¿Qué había sido eso?

-"¿Lo viste también?... ¿Eh?... Responde"- Quiso saber el pianista, se acercó de nuevo a su acompañante y este le dio un golpe en la cara

-"¡No lo vuelvas a hacer!"- Le advirtió con la mano temblorosa

-"Ni siquiera eh sentido el golpe"- Sonrió sarcásticamente –"¿Por qué no me golpeaste con más fuerza?"

-"Lo haré si eso quieres…"- Respondió Camus tratando de golpearlo de nuevo; pero Milo le detuvo el brazo

-"Tú también sentiste lo que yo"- Susurró

-"No te alusiones tanto"- Dijo furioso ¿Cómo pudo besarlo?

-"Me refiero a las imágenes, sé que también las viste"

-"¿Y a ti qué más te da?"

-"Estabas tan impresionado como yo… sé que sientes que ya nos conocemos desde antes… de otra…"

-"¿De otra vida?... No me digas que crees en la reencarnación"- Dijo el escultor riendo y soltando su brazo

-"Yo si lo creo, ¿Tú no?"- Preguntó inclinándose levemente hacia él y poniéndolo nervioso

-"¡Qué gusto! El famoso Milo Vanzetti"- Exclamó el que había acompañado antes a Camus y saliendo hacia el balcón con ellos

-"Saga… ¿Qué haces aquí?"- Preguntó un poco entre asustado y nervioso el joven escultor mientras se separaba del pianista

-"No te encontré en la fiesta y pensé que estabas aquí afuera, ¿Es un crimen buscarte?"- Dijo un tanto herido

-"… No quise decir eso…"- Trató de disculparse Camus

-"No importa."- Le sonrió Saga, luego su mirada fue a dar hacia Milo –"Veo que ya conociste al señor Vanzetti"

-"Si, ya lo conocí muy a fondo"- Rió tontamente Camus sintiendo que sus mejillas se tonaban rojas al recordar el beso tan apasionado

-"Me alegra, señor Milo, usted es uno de mis músicos favoritos… seria un placer estrechar su mano"- Dijo alegre mientras le extendía la mano para saludarlo

-"Claro… claro, mucho gusto señor Rostand"- Respondió en el mismo modo y siento cortes, el pianista

-"Digame Saga"

-"Mi agente, la señorita Shaina, me dijo que me estaba buscando"

-"Así es, le pedí que me diera una cita para poder hablar con usted y me dijo que estaría en la fiesta de los Winterson"

-"Si, el señor Julián me pidió que viniera para que su esposa pudiera deleitarse con mi música; pero dígame Saga, ¿Para que soy bueno?"

-"Verá, no sé si mi querido Camus ya se lo allá contado…"- Dijo abrazando al escultor por la cintura, este miró a Milo y luego cambió la vista para otro lado

-"Temo que no…"- Respondió el pianista mirándolo con cierta inquietud ¿Acaso eran pareja?

-"No creo que sea buena idea decírselo ahora…"- Dijo Camus sintiéndose algo tonto

-"¿Por qué no? Quizá luego tenga la agenda demasiado llena"

-"En realidad ahora estoy de vacaciones"- Respondió con una sonrisa

-"Ah, ya veo. Verá, quisiera que nos compusiera una canción para nuestra boda"- Dijo Saga abrazando aún más al escultor y besando su cabeza

-"Una canción… para su boda"- Repitió Milo tratando de asimilar las palabras. Eso quería decir que el chico que tenía delante de él estaba por casarse con aquél que lo admiraba y lo peor de todo era que si se casaban, jamás podría descubrir el misterio que envolvían las sensaciones y sentimientos que le llegaban al corazón… ¿Se habría enamorado a primera vista?

-"Si, eh oído que canta además de tocar excelentemente bien el piano"- Dijo Saga sonriente

-"Hago lo que puedo…"- Sonrió de nuevo saliendo de sus pensamientos

-"¡No se apene! Sé que tiene una de las mejores voces de todo Reino Unido"

-"Dígamos…"- Sonrió apenado

-"Bien, ¿Entonces podría componerla?"- Preguntó un poco emocionado

-"¿Para cuando es la boda?"

-"Un año…"- murmuró el escultor todavía incapaz de mirarle a la cara

-"Aún no tenemos fecha, quiero que sea lo más pronto posible"- Comentó Saga sin escuchar o sin querer hacerle caso a Camus –"¿Cuánto tiempo necesita?"

-"A lo mucho… dos meses, aunque depende si tengo inspiración; además, necesito conocerlos bien señor Rostand…"

-"Saga"

-"Señor Saga, así que… podría tardar unos dos meses"

-"¿Por qué no viene a vivir a nuestra mansión unos días?"- Camus le miró con los ojos como platos –"Quizá eso pueda ayudarle para terminar la canción mucho antes, ¿No le parece? Además, supongo que no tiene donde quedarse porque viene de paso"

-"Nada de eso, el señor Aioria Anderson y yo, compramos un departamento en Londres"

-"Si, ya había oído que el señor Anderson estaban aquí en la ciudad y también supe que usted se declaró gay…"

-"Esta en la correcto"- Respondió Milo –"Aioria es mi pareja"- Camus le miró sorprendido ¿Lo había besado aún teniendo pareja?

-"¿Cree que habrá algún problema con el señor Anderson?"

-"Tendría que hablar con él"

-"Mi amor"- Interrumpió Camus –"No veo la necesidad de que el señor Vanzetti nos componga una canción, mucho menos que venga a vivir con nosotros, no le molestes y mejor ya nos vamos"- No tenía ganas de volver a ver en su vida a un tipo como él y mucho menos, luego de todos los rumores sobre sus amoríos

-"No se preocupe señor Rostand, haré todo lo posible y le buscaré"- Dijo Milo, esa era su oportunidad para acercarse más al escultor y saber todo lo que deseaba sobre si era o no quien pensaba

-"De acuerdo, le entrego mi tarjeta"- Saga metió la mano en la bolsa de la camisa y le dio un papelito, luego abrazó más a Camus y se despidió de Milo –"Nos veremos por aquí señor Vanzetti"- Le sonrió, para luego alejarse de ahí con su amado; el escultor miró sobre su hombro la silueta del pianista sintiéndose "muy mal" por haberle besado ¿En qué estaba pensando?

Milo por su parte contempló hasta el último instante en que le vio a Camus, era un ser tan hermoso y tan perfecto que no dudo el motivo por el que Saga Rostand quisiera hacerlo formalmente suyo…

En aquél momento entraba por la misma puerta donde se había ido, su querido Aioria.

-"¿Ya te sientes mejor?"- Le preguntó

-"Creo que no… ¿Podemos irnos al departamento? No me siento bien"- El joven castaño, viendo a su amante tan triste, se fue hacia él, lo abrazó y Milo se puso a llorar ¿Por qué se sentía tan triste?

o… o …

Quiero decir, que lo tenía escrito desde hace como un mes, ya lo había subido a una web; pero desapareció, y como me di cuenta de que tenía algunas fallas, mi amiga Leana me convenció para rescribirlo además de componer ciertos errores y agregarle cosas.

Espero que sea de su agrado n.n

Aquarius No Kari