Tiene un hermano

Es pequeño y tan blanco que le recuerda a la nieve, tiene el cabello negro y los ojos más oscuros de la familia. Se llama Edmund.

Le sigue a todas partes y le imita en todo. A Peter le gusta enseñarle juegos nuevos y quedarse con él hasta que es hora de irse a dormir.

Edmund le mira con ojos grandes y manos sucias en la boca, esperando que juegue con él. Peter le enseña a jugar a pelota y deja a sus hermanas jugando con muñecas con su madre en la cocina.

Cuando su madre va a buscarlos a la hora de cenar, los dos están llenos de barro con sonrisas en la boca.