HOLIS! :D Vengo a traer otra de mis locuras que se me ocurren cuando me hago una paja mental, o fumo mota, o ambas :v También lo hago porque nadie actualiza nada de los fics que estoy siguiendo :'( y siento la bandeja de entrada de mi correo muy vacía. Avisando, esta historia va para largo, pero de una vez les advierto que probablemente me tarde en actualizarla porque: 1° Quiero terminar y publicar un two-shot M MissFortunexJinx y 2° A mi cerebro las ideas le vienen y se van, osea si se como seguirla y darle un argumento, pero me tardare en escribirlos, lo se, me conozco.

Bueno, sin mas preámbulos, les dejo la cosa esta que salio de mi cabeza :D Si les gusta por dejen un review, con eso me dan ánimos de escribir esta historia.


Cerca del Instituto de Guerra existe un hospital donde solo se atendían a los invocadores y a los campeones participantes de la Liga de Leyendas con el nombre de Hospital para Invocadores y Campeones "Rito". En él, los campeones podían asistir cuando se trataba de alguna emergencia o cualquier situación que requiriera conocimientos médicos. Además de contar con la última tecnología y conocimientos médicos, el hospital también estaba preparado para cualquier "situación", ya que no faltaba que seguido llegaban campeones noxianos y demacianos heridos por sus típicas guerras e intentaran rematarse dentro del hospital. Aunque normalmente no siempre había muchas personas dentro del hospital, ese día en particular había una moderada cantidad de campeones en la sala de espera.

- Maldita rata hija de puta. – Hablo una chica pelirrosa, tratando de contener las ganas de vomitar. – Si llego a olerla a 50 metros, la mato.

- Tranquilízate Vi. – Le respondió una chica de cabello azul oscuro con un enorme sombrero de copa que sostenía su vientre por los retortijones que sufría. – Estoy segura que el Alto Consejo no dejara pasar esto por alto… Además de que ellos también están sufriendo lo mismo.

Dos semanas atrás, los invocadores realizaron un torneo de combates en la grieta por diversión tanto para ellos como para los campeones participantes. Antes de la final, habían anunciado que se realizaría una fiesta en honor a todos los participantes y, se honraría y se premiaría a los campeones del equipo que resultara ganador. El ultimo combate fue el de Jayce, Caitlyn, Vi, Heimerdinger y Blitzcrank como el equipo azul y Twitch, Zyra, Dr. Mundo, Kha'Zix y Viktor como el equipo rojo; resultando ganadores los primeros. Durante la ceremonia de la victoria, Twitch, quien estaba molesto por haber perdido porque creía que EL se merecía ganar más que el otro equipo, decidió vengarse. Haciéndose invisible, se escurrió hacia donde estaba el banquete que iban a servir, una vez allí roció un polvo que había desarrollado con las muchas sustancias que fabricaba. Sea lo fuere que contuviera ese polvo, 12 días después todas las personas que comieron del banquete servido se enfermaron del estómago provocando horribles molestias y algunos (graciosos) accidentes. No se necesitaba ser un genio detectivesco como la sheriff de Piltover para saber que Twitch era el único capaz de crear algo así.

- Como quieres que me calme, pinche rata, mira que hacernos enfermar a Invocadores y campeones demacianos, noxianos, jonios, piltoverianos y zaunitas por igual. – Un ataque de nauseas golpeo a Vi, que resistió a fuerza de voluntad. – ¡HASTA EL PINCHE NAUTILUS QUE SABRA JEBUS COMO DIABLOS COME! ¡Y COMO LE SALEN GASES DEL CULO A ESE HIJO DE PUTA!

Debido a su gran tamaño, el Titán de las profundidades debía esperar y seria atendido en las afueras del hospital. El gigante se agarraba el "estomago" y se encogía tratando de resistir lo dolores. Cuando por accidente se le salía un gas sonaba como si fuera la sirena de un barco y apestaba a agua estancada; las plantas que estaban a su alrededor hasta empezaban a marchitarse.

Las chicas estaban sentadas en la sala de espera, tratando de aguantar todos los síntomas que padecían. Un fuerte dolor en el estómago golpeo a la chica del sombrero, la chica solo atino a sostenerse el vientre y curvarse en su silla. En un momento se le escapo un fuerte eructo que se escuchó en toda la sala de espera. Avergonzada, se tapó la boca mientras volteaba a todos lados, notando que todos los que estaban ahí, se le quedaban viendo, esto hizo que se pusiera roja como un tomate de la vergüenza. Vi se permitió soltar una pequeña risita.

- Vi. – Le hablo la chica peliazul aun con las manos cerca de la boca.

- Dime Cupcake. – Aun tenía una sonrisa en su cara.

- Si llegas a atrapar a Twitch, avísame. – Se agachaba en su asiento, con vergüenza. – Creo que me surgieron ganas de exterminar ratas.

- Entendido jefa.

Mientras a la sheriff se le pasaba la vergüenza y a Vi la risa, un hombre cercano a los 30, vestido elegantemente y con un gran martillo de tecnología hextech, se sentó en un asiento al lado de ellas. Tenía un aspecto un poco demacrado y se sostenía el estómago igual que la sheriff.

- Hola chicas. – Saludo

- Hola Jayce. – Le saludo la peliazul recuperando un poco la compostura.

- ¿Qué hay cabeza hueca? – Saludo a su manera Vi. – ¿Qué tal te va con tu diarrea explosiva? – Preguntó riéndose, para después callar y agarrarse la cabeza por otro mareo.

- Horrible. – Respondió con la mirada perdida. – No pasan ni 10 minutos entre cada vez que tengo que ir al baño.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que Jayce volvió a hablar.

- Por cierto escucharon el eructo de hace rato. – Le preguntó a las chicas. – Parecía como si Shyvana se hubiera convertido en dragón y hubiera eructado. – Soltó una risotada.

Vi no aguanto y estallo a carcajadas por el comentario. La sheriff por otra parte volvió a ponerse roja, giro su rostro hacia el "Defensor del Mañana" y le dio una mirada fría de asesino.

- Cierra la boca Jayce. – Le hablo con veneno en sus palabras. – O te meteré una bala en la cabeza, y no hablo precisamente de la que está sobre tus hombros.

Terminada su amenaza volvió su vista hacia el frente, pero aún se notaba roja del rostro. Jayce no entendía el porqué de su reacción tan agresiva, hasta que algo en su cabeza hizo "clic" que le hizo comprender que la actitud de su compañera era porque a ella fue la que se le escapo el eructo. Sabiendo esto, él también se puso colorado.

- Lo… lo… lo siento Caitlyn. – Trataba de disculparse. – Yo no sabía… es que… bueno yo…

Jayce trataba de disculparse sin mucho éxito. Caitlyn había girado su rostro hacia otro lado e hizo un pequeño puchero infantil y Vi no paraba de morirse a carcajadas. En un momento, Vi detuvo sus carcajadas de golpe y puso su mano en su pecho. Sus amigos se giraron hacia ella para ver que tenía, vieron como le empezaron a dar arcadas y sus ojos lloraban. Vi salió disparada corriendo hacia el baño, apartando a quien se le pusiera enfrente. La sheriff y el defensor del mañana sé que quedaron viendo como la pelirrosa corría hacia el baño.

- Dime, ¿Cómo es posible que ella se enfermara? – Preguntó Jayce a Caitlyn. - ¿No se supone que ella tiene una planta de tratamiento de desechos tóxicos por estomago?

- Si bueno, hablamos de una rata de más de metro y medio que vive en las alcantarillas de Zaun. – Respondió tranquilamente Cait. – Y Vi es humana, aunque a veces no lo llegue a parecer.

Ambos soltaron una pequeña risa por el comentario de la sheriff. Pasaron unos segundos hasta que Jayce volvió a sentir un retortijón en el estómago, se disculpó con Cait y salió corriendo hacia el baño dando unos pasitos ridículos mientras apretaba los glúteos en su andar. La sheriff dio una pequeña risita antes de que se le volviera a escapar un eructo, no tan escandaloso como el anterior, pero sí muy fuerte para su gusto.

- Mierda. – Susurro Cait tapándose la boca.

Pasaron varios minutos hasta que Vi y Jayce regresaron del baño. Tanto uno como el otro estaban pálidos, posiblemente por evacuar mucho. Se sentaron cada quien a un lado de Caitlyn. Vi se recargo en el respaldo del asiento dejando caer su cabeza hacia atrás, mientras Jayce ponía los codos en sus rodillas y recargaba su cabeza en sus manos.

- Mierda. – Susurraron ambos al mismo tiempo.

La Sheriff de Piltover agradecía en ese momento, que antes de ir al banquete de celebración, ella había merendado lo suficiente antes de ir a la fiesta en la noche. Por lo tanto no había comido mucho de la comida contaminada, por lo que sufría solo de dolor de estómago y gases que "GRACIAS AL CIELO" (pensaba ella) solo le salían por la boca. A diferencia de sus compañeros que habían comido y bebido como bestias salvajes solo porque la pelirrosa desafío al inventor, y este aceptaba para defender "su hombría". Ella sabía que de haber comido más, estaría igual o peor que sus amigos.

En eso vio que una enfermera de estatura un poco baja, cabello negro y ojos esmeralda se les acercaba con una bandeja con 3 frascos. Se le veía un poco cansada, pero sonriente.

- Buenas tardes Akali. – Saludo la sheriff. Jayce y Vi se acomodaron en sus asientos al oír que alguien se les acercaba.

- Buenas tardes chicos. – Saludo amablemente la pelinegra. – Les traigo esto. – Dijo enseñando la bandeja con los 3 frascos.

- ¿Y qué es eso? – Inquirió la pelirrosa.

- Es una poción que recién invento el doctor-invocador Patricio. – Dijo con felicidad. – No los curara, pero hará mucho más ameno su sufrimiento de los síntomas que traen.

Ante ese comentario, agarró cada quien un frasco y lo bebieron sin rechistar. A pesar su sabor horriblemente amargo, el efecto fue inmediato en sus cuerpos. A Vi se le desaparecieron las náuseas y las ganas de vomitar, a Caitlyn su estómago dejo de dolerle y podía sacar el aire acumulado cuando lo necesitara de una manera discreta y tranquila, y Jayce dejo de necesitar de apretar los cachetes (y no precisamente los de la cara) para evitar un accidente en sus pantalones. Los 3 suspiraron aliviados al sentir sus síntomas muy disminuidos.

- Muchas gracias Akali, enserio. – Dijo Caitlyn poniendo el frasco de nuevo en la bandeja. – A ti y al doctor Patricio.

- Si, dile al viejo que le invitare una cerveza cuando él quiera. – Afirmo la pelirrosa con una sonrisa en el rostro. – Y a ti también cuando gustes. – También coloco su frasco en la bandeja.

- Gracias Akali. – Jayce fue el último en agradecer y dejar su frasco.

- Que bueno que les haya servido. – Dijo la ninja-enfermera con una sonrisa en el rostro. – Bueno, con su permiso me paso a retirar, que es la primera vez que llega tanta gente y no nos damos abasto con el personal.

- Adelante. – Respondieron los 3 al unísono

Akali se fue apresurada ya que tenía que seguir atendiendo campeones e invocadores. Mientras tanto la espera en sus asientos se hizo mucho más agradable para los héroes de Piltover. Pasó alrededor de media hora cuando por fin pasaron cada quien al consultorio. Sin embargo debían esperar otro rato más mientras salían los resultados de los exámenes que se les había practicado. El efecto de la poción continuaba funcionando, así que las molestias que tenían al estar en la sala de espera era más que nada aburrimiento. Caitlyn hojeaba una que otra revista que encontraba por ahí, Vi se había quedado dormida acomodándose en su asiento de una manera antinatural, pero que no parecía incomodarle en ese momento pues un hilo de saliva salía de su boca hasta su barbilla y roncaba peor que borracho mormado, y Jayce usaba su martillo de mercurio como espejo, asegurándose de que siguiera "igual de guapo" que siempre.

La mirada del Defensor del mañana y de la Sheriff de Piltover se desvió hacia atrás cuando escucharon una estruendosa risa. Vieron como la terrorista No.1 de su amado Piltover se acercaba a ellos con una enorme sonrisa en el rostro.

- ¿Qué hay Sombrerotes y Cabeza-martillo? – Dijo mientras se sentaba en los asientos que quedaban frente a ellos.

- Jinx… - Dijeron al mismo tiempo los héroes mientras entrecerraban los ojos, observando a la peliazul celeste.

- ¿Qué haces aquí? – Preguntó Caitlyn a su rival.

- Carapescado se enfermó del estómago. – Dijo simplemente.

Inventor y sheriff se quedaron viendo a la terrorista con ojos incrédulos. ¿Enfermar? ¿Un lanzacohetes?

- ¿A qué te refieres precisamente con "enfermar"? – Preguntó Jayce haciendo comillas con sus dedos en la última palabra.

- No podía lanzar cohetes y dentro de su estómago se oían piezas saltando. – Respondió con tristeza.

- ¿Y no pudiste repararlo tú misma? – Cuestiono la peliazul marino.

- Eso paso después de que le di mantenimiento. So, mejor lo traje acá para no joderlo más de lo que posiblemente ya está jodido. – Bajó los ojos al piso e inflo sus mejillas.

- ¿Y no pudiste llevarlo a armero de Zaun o algo así? – Preguntó Jayce

- Oye, si la tonta chica-pájaro puede traer a su estúpido pingüino volador ¿Por qué yo no puedo traer a mi compañero metálico? – Contesto molesta Jinx.

Como si la hubieran invocado, Quinn, "Las alas de Demacia", apareció caminando hacia ellos junto a su fiel compañero Valor en el hombro. Se le notaba molesta, quizás porque había escuchado las palabras de la terrorista.

- ¿A quién se supone que le dices "tonta chica-pajaro"? – Pregunto la demaciana cruzándose de brazos.

- ¡Kyach! – Chillo el ave

- Valor dice que ¿A quién le dices estúpido pingüino volador?

- ¡DAAHH! – Hizo una mueca graciosa. - ¿Conoces a alguna otra chica que camine por las calles con un zopilote en el brazo o en el hombro?

- ¡VALOR ES UN HALCON ZOPENCA! – Le grito molesta.

- ¿Ves? Es por esa actitud que "Idiotarvan" ni te hace caso. – La ataco la peliazul celeste.

Ante ese comentario, Quinn no pudo evitar que se sonrojara muy fuerte. Enojada y avergonzada se giró y empezó a caminar molesta, dando pisadas fuertes. Jayce y Caitlyn que estaban con ellas durante la pelea, prefirieron no decir nada, pero se notaban incomodos ante la pelea. Antes de que se perdieran de vista, Valor le lanzo un chillido cargado de molestia hacia la terrorista.

- Si, si, si, kikiriki para ti también pavo con anorexia. – Le grito al ave. Se sentó en su silla y después soltó una risilla. – Me cayó bien ese tucán. – Dijo sonriente hacia sus acompañantes. Tanto Jayce como Caitlyn se dieron una palmada en la frente.

Jinx jugaba con una de sus trenzas cuando un enorme ronquido capto su atención. No sabía cómo no la había visto ni escuchado antes; al lado de la Sombrerotes se encontraba su "mejor amiga y compañera de diversión". Se levantó para despertar a la Manototas, la sacudió violentamente pero no despertó. Eso la hizo fruncir el ceño. Le chasqueo los dedos, le dio palmadas varias veces en la cara, le tapo la nariz, pero nada funcionaba. Molesta, se giró hacia la sheriff, esta solo atino a retroceder en su asiento.

- ¿Se puede saber qué es lo que le hicieron a Manototas? – Dijo mientras seguía tratando con más palmadas en la cara, pero no funcionaba.

- No le hicimos nada, solo se quedó dormida. – Respondió Caitlyn recuperando la compostura.

- ¿Acaso volvió a engorilarse como solo ella sabe y tuvieron que noquearla con sedante para elefantes? – Bufo molesta Jinx.

Esa comparación de su compañera con animales, que cuando se enoja parece un gorila rabioso y que para tranquilizarla se necesitarían sedantes para elefantes para calmarla, hizo que Caitlyn y Jayce no pudieran evitar reírse. La sheriff trataba de disimular, por respeto a su aliada, tapándose la boca, sin embargo Jayce se carcajeaba sin ningún pudor ni miramiento.

- Bueno, supongo que tendré que usar "eso". – Dijo Jinx después de largar un suspiro.

Ambos héroes dejaron de reírse para mirarse seriamente el uno al otro, extrañados por el comentario que hizo la peliazul claro.

- ¿A qué te refieres exactamente con "eso"? – Pregunto la sheriff con escepticismo.

- Ya lo veras Sombreritos. – Contesto sonriente la terrorista.

Jinx retrocedió unos pasos, tomo una gran bocanada de aire, puso sus manos alrededor de su boca y grito: - ¡CAITLYN TIENE LAS TETAS DE FUERA!

Todo ser masculino que estuviera en la sala de espera, ya fuera humano, yordle, criatura del vacío, espectro y hasta Nautilus, que se metió lo más que pudo, se giraron hacia la peliazul marino. Les hubiera metido una bala entre ceja y ceja a cada uno de los idiotas que se giraron a verla, si no fuera porque hubo "alguien" que la hizo enojar más. Mucho más efectivo que si le hubieran tirado un balde con agua fría traída de Freljord, Vi se levantó de golpe de su asiento, metió su mano derecha en el bolsillo de su pantalón y saco su celular, sin dudar nada, apunto su celular hacia Caitlyn e instantes después se escuchó como sonaba la cámara del celular.

- Espera… ¿Qué acaba de pasar? – Pregunto la pelirrosa mientras se estiraba con aire perezoso, como si no supiera lo que acababa de hacer hace unos instantes.

Ese comentario hizo que Caitlyn se pusiera roja de furia, el color de piel de Vladimir, el cabello de Miss Fortune y los iris de Jinx cuando era invocada con su atuendo de mafiosa eran blancos en comparación al color que había tomado la sheriff. Vi sintió un terrible escalofrió recorrer su espalda, cuando volteo hacia su jefa, vio una mirada de asesino que harían parecer a Zed, Shaco, Talon y Kata como simples novatos. La pelirrosa palideció al instante.

- Eh… ¿Hice algo malo? – Pregunto inocentemente.

Jinx se arrojó al piso carcajeándose, sosteniéndose el estómago como podía y dando patadas al aire. Jayce, por su propia seguridad, se levantó de su asiento y retrocedió varios pasos. La peliazul marino estallo en gruñidos y ladridos… Literalmente. Lo que le salía de la boca a Caitlyn era tan inteligible que bien calificaban como ladridos. Nasus, el Guardián de las Arenas, que caminaba cerca de ahí, escucho todo el alboroto. Sintió que una opresión aumentaba de tamaño en su pecho y, que de haber tenido cola, la estaría moviendo con rapidez.

Todo se calmó después de que Caitlyn fue corriendo a donde había dejado su rifle, amenazara a todos los presentes que la estaban observando, que llamaran a seguridad para calmarla, que le contaran a Vi lo que había hecho y que esta se disculpara de rodillas y con la frente en el piso. Después del alboroto, Caitlyn prefirió sentarse al lado de Jinx, pero enfrente de la pelirrosa. Estaba con los brazos cruzados y tenía una mirada acusadora sobre la vigilante. Vi estaba cohibida en su asiento y rehuía de la mirada de su jefa.

- ¡Ya! Lo siento. – Dijo apenada. Sin embargo la mirada de la sheriff no cambiaba. – Vale, mejor me callo.

Paso un rato así, hasta que Kennen, con su atuendo de doctor, salió diciendo que para agilizar las cosas, pasarían de 3 en 3 a los consultorios. Tanto para los que ya nada más esperaban resultados como los aun no pasaban a consulta. Varios empezaron a quejarse, pero el yordle les dijo que si no lo hacían así, terminarían hasta las 8 de la noche, cuando apenas era la 1 de la tarde. Siendo así, no tuvieron más que aceptar. Caitlyn, Jayce y Vi, fueron llamados a pasar juntos al consultorio, adentro, Kennen los esperaba con los 3 resultados médicos sobre la mesa.

- Buenos días. – Saludaron los 3 al mismo tiempo.

- Buenos días chicos. – Saludo el medico yordle. – Bueno hare esto un poco rápido.

Kennen saco varios frascos de su escritorio, tanto medicamentos como pociones. Los dividió en dos grupos, dejando un poco confundidos a los piltoverianos. Le tomo 5 minutos explicarles a Caitlyn y Jayce sus resultados, sus enfermedades y su tratamiento. Terminado de explicarle a esos dos, fijó su mirada de roedor en la pelirrosa. Vi se removio incomoda en su asiento.

- Eh… ¿Pasa algo? – Pregunto nerviosa.

- Es que estoy pensando si explicarte las cosas o soltártelo así nada más. – Menciono el doctor sin inmutarse.

Eso hizo preocupar tanto a la pelirrosa como a la sheriff, Jayce solo levanto una ceja y dirigió su mirada hacia la vigilante. ¿Qué sería lo que tendría Vi?

"Ya valí madres" Decía en su mente la pelirrosa.

"Dios, ¿Qué es lo que tiene Vi?" Pensaba preocupada Caitlyn.

"¿Cómo le hago para estar tan guapo?" Se cuestionaba el inventor.

- Tranquilos, ya vi sus caras. No es nada… "muy malo" tratándose de ti. – Hablo Kennen después de reírse unos instantes.

- ¿A qué te refieres con eso?

- Escucha Vi. – Empezó el doctor yordle. – Cuando te realizamos los estudios llegamos a la conclusión de que podrías ir a Zaun y tener un adorable picnic con Twitch y Singed sin que nada te pasara, ya que tienes como una planta de tratamiento de desechos tóxicos por estómago.

El joven inventor se le acerco a Caitlyn para susurrarle al oído: - Te lo dije.

- Cállate. – Le susurro de vuelta y dándole un suave codazo en el costado para alejarlo.

- Entonces, ¿Por qué tengo mareos, náuseas y vómitos?

- ¿No te das una idea? – Vi negó moviendo la cabeza hacia los lados. Tomando precauciones, Kennen retrocedió alejándose un poco. – Vi… tienes 2 semanas de embarazo.

- ¡¿QUEEEÉ!? – Gritaron los 3 piltoverianos al mismo tiempo.

Vi pego el grito en el cielo, agarro una taza de café que tenía el yordle en su escritorio, le dio un sorbo y se lo escupió en la cara a Jayce. Volvió a dejar la taza en el escritorio y después se cayó de su asiento, noqueada ante tal noticia.

- ¡QUE ASCO! – Se quejó el inventor mientras se limpiaba lo más que podía.

Caitlyn se paró rápido a socorrer a su compañera. La llamaba, le daba palmadas en el rostro pero no reaccionaba. Kennen se levantó a tomarle los signos, cuando vio que todo estaba normal, tranquilizo a Caitlyn diciéndole que estaba bien, que solo fue por la impresión.

Escucharon como Jayce soltaba una risotada. – ¿Me pregunto quién habrá sido el loco que tuvo los pantalones para tirarse a esa aplanadora? – Volvió a reírse.

Caitlyn lo fulminaba con la mirada por reírse tan descaradamente de la situación de su amiga. El joven inventor solo se encogió de hombros mientras se tranquilizaba. Segundos después noto como Kennen se le había quedado observando.

- ¿Qué? – Pregunto Jayce.

- ¿No lo sabes? – Cuestiono el yordle.

- ¿Qué cosa?

- Jayce… - Se rasco la barbilla. – TÚ eres el padre.

Si hubieran sido caricaturas, tanto la mandíbula de Jayce como la de Caitlyn hubieran ido a dar hasta el suelo. Caitlyn señaló a Jayce, y él se señaló a sí mismo, no creyendo lo que acababan de oír. El doctor simplemente asintió. Jayce repitió lo mismo que había hecho Vi: pego el grito en el cielo (de una manera no muy masculina que se diga), agarro la taza de café de Kennen, le dio un sorbo y se lo escupió en la cara a la sheriff, acto seguido se desmayó, cayendo encima del cuerpo inconsciente de la pelirrosa. El Doctor Kennen se asomó por encima de su escritorio para ver a la "nueva pareja de padres" en el suelo.

- Awww… ¿Acaso no es lindo?


Je, je, je... no se porque siento que todos los CaitlynxVi´s Fans están encendiendo antorchas y afilando sus tridentes. :P