Hola de nuevo! Ahora estoy subiendo una idea que se me ocurrio ya hace tiempo, una serie de viñetas sobre los muertos de HP... cada uno de ellos, muerto por la razon que fuera, tienen el derecho de que se les recuerde... Empezamos por supuesto, con uno de los magos mas poderosos y famosos de la historia, claro, con Albus Dumbledore, quien mas? Ah! si... el Maravilloso Señor Oscuro... pero el tiene su propia viñeta para que pueda brillar...

Con mis hermanas del Club ya había visto esta idea, pero creo que no fue muy buena porque ya no continuo... en fin, si alguien quiere participar en este fic, con la consiguiente mencion y reconocimiento a su idea, bienvenido. Si no, me harian un honor si quisieran darle una leída tan siquiera...

Mando saludos a mis hermanas del Club... besos...

Disclaimer: Solamente la historia es de su servidora, lo demas es del ingenioso cerebro de JKR...

Vivan los Sly!

Enjoy!

ALBUS DUMBLEDORE

El hechizo impacta contra su pecho. Sus ojos se abren durante un segundo, incrédulos de que finalmente la muerte hubiera llegado. No es que no la esperara, después de todo, sabía que en unos cuantos meses llegaría. Y el planeo que fuera así.

Especialmente así.

Porque cuando ve al joven Malfoy observarlo con los ojos cargados de terror, con una mueca de dolor cercana al llanto, sabe que no hay mejor decisión que la que tomo. Y también sabe que ha condenado una vez mas a quien siempre le fue fiel.

A Severus.

Todo pasa tal cual lo pensó, tan idéntico, que tal parecería que fue ensayado.

Draco levanta la varita, lo desarma, le apunta con la mano temblorosa, con los ojos llorosos, seguramente negándose dentro de si a fraccionar su alma. Aun es tan joven, piensa el anciano, antes de que una figura oscura se materialice al lado del rubio.

Severus aparece justo a tiempo para evitar que se convierta en un asesino. Voltea hacia el frente, donde el se encuentra y él mismo alcanza a vislumbrar durante algunos segundos en sus ojos oscuros, la eterna lucha entre darle otra oportunidad, y seguir con el plan. Pero un movimiento de cabeza, una mirada penetrante de parte suya, la presencia de Bellatrix, susurrándole en el oído que acabe con el, y con una imperceptible mueca de dolor, disfrazada de desprecio, Severus pronuncia el maleficio asesino.

Y entonces cae. Si aún estuviera vivo, la sensación de volar le parecería perfecta. Disfrutar de un último vuelo antes de morir le parece ideal. Sus ojos continúan abiertos en la caída, y aunque éstos ya están velados por la muerte, aún así alcanza a ver las estrellas por última vez. No siente cuando cae al suelo. Después del rayo verde, ya no siente nada.

De pronto despierta.

A su alrededor todo esta iluminado. No alcanza a reconocer donde se encuentra, pero extrañamente se siente bien. Hay tanta paz, tanta, que le parece increíble que hubiera esperado tanto para experimentarla. Sabe que debe irse, pero también sabe que debe esperar, no recuerda que, pero tiene que esperar. Es lógico, piensa con la misma frialdad que piensa que esta muerto, piensa que como un muerto, ya no deben importarle las cosas pasadas.

Pero sabe que hay cosas que le impiden que continúe su camino.

Por eso espera, espera en la eternidad, hasta que quien tenga que venir, venga.

Mientras tanto, a su lado ha aparecido una bellísima niña. Su cerebro, -su muerto cerebro, se recuerda-, trata de encontrar el nombre para ese rostro. Le parece tan familiar pero no esta seguro. La niña le sonríe con calidez, mientras se sienta a su lado, con la mirada al frente. Esta seguro que debería hablar con ella, pero no sabe que decirle.

Y entonces recuerda. Se ha sentido miserable toda su vida. Después de lo que paso, nunca pudo volver a ver a Aberthford nuevamente a la cara. No desde que su pequeña Ariana… que ella…

Voltea a verla, pero ella no esta mas a su lado. Esta a varios metros más adelante, observándole fijamente. Le tiende la mano con su sonrisa de niña, pero el sabe que no puede irse. No aún.

-No puedo Ariana- dice bajito.

La niña entiende, y sonríe, y dice adiós con su pequeña mano mientras da la media vuelta. Sabe que él aun no puede irse. Camina algunos metros mas adelante y se sienta en el suelo, en medio de toda la luminosidad, a jugar con sus muñecas como cuando estaba viva. Albus se da cuenta de que va a esperarle, y en un súbito arrebato, donde su memoria vuelve a adquirir lucidez, se sienta a su lado a esperar, a esperar que Harry Potter llegue junto a él.

No sabe cuanto tardara, ni siquiera si llegara, solo sabe que debe esperar. Esperar tal cual, su pequeña Ariana le ha esperado a el.

Con la espera eterna que tienen los muertos.


Bueno, espero os haya gustado, nos vemos en el proximo...

gracias mil por leer...