Este es mi final, algo extendido y cambiando algunas cosas. Espero lo disfruten :3

Salvando a la reina de las nieves

El viento helado golpeaba la cara de Kristoff con toda su fuerza. El dolor que recorría cada uno de sus huesos no importaba en ese preciso momento ya que tenía el presentimiento de allgo iba terriblemente mal en Arendelle, Kristoff había visto desde el camino a la montaña como había explotado una enorme masa blanca sobre la ciudad, era nieve sin lugar a dudas. Lo peor es que el origen de esa explosión parecía provenir del mismo castillo ¿qué demonios había pasado? La única razón de tal fuerza era que Elsa se encontraba de regreso en el pueblo, aunque Kristoff no podía adivinar el motivo, ya que la reina no quería dejar ese bellísimo castillo que había construido ella misma gracias a sus poderes en la cima de la montaña del norte. Lo que angustiaba a Kristoff es que allí se encontraba Anna, él la había dejado con la esperanza de que estaría a salvo gracias al beso de su prometido, un tal príncipe Hans. Anna le había contado detalles de la apresurada relación que había surgido entre ella y ese hombre, ahora él significaba la cura para detener el mal que aquejaba a la pobre Anna. En el fondo de su corazón, eso lo lastimaba bastante.

Sin embargo, en ese justo instante a Kristoff no le importaba que ella no le correspondiera a sus sentimientos, sólo necesitaba saber que estaba a salvo y si la situación empeoraba, sacarla a toda prisa de Arendelle. A pesar de que había negado cualquier relación con ella frente a su familia troll, no pudo engañar tan fácilmente a su mejor amigo, Sven. La tristeza en su rostro después de decirle adiós para siempre no ayudó para convencer a su amigo de que no la amaba, sus sentimientos se notaban tanto en sus gestos como en su mirada.

Mientras iba de regreso a las montañas, se decía a sí mismo: "Eso no es amor, tú mismo lo has dicho. No puedes amar a alguien a quien apenas conoces, es ridículo. ¿Dónde quedaron tus palabras que sonaban tan sabias hace apenas unos días?" Ahora, mientras uba de regreso a Arendella y le repetía una y otra vez a Sven el ir más rápido, ya poco le importaban reprocharse a sí mismo el enamorarse tan rápido. Ni siquiera se reprochaba el hecho de que ella no le correspondía. Su familia se lo había dicho tiempo atrás: "Muchas veces el amor surge sin ser correspondido, pero eso no significa que sólo por ello te darás por vencido. Seguirás amando a esa persona a pesar de que los sentimientos por ti no sean los mismos, al grado de que el sólo verla feliz será suficiente recompensa para ti."

Eran las palabras de Bulda que resonaban en su mente. En ese entonces no lograba comprenderlas del todo. ¿Amar a una persona que no me ame? Eso no es amor, sólo sería sufrimiento.

Kristoff no sabía que ese sufrimiento que ahora oprimía su pecho ya había sido compensado con los buenos ratos que Anna le había proporcionado desde el momento que la conoció.

Sven había llegado hasta las aguas congeladas pero una vez que se encontraban en ese punto, la tormenta se intensificó. En todos sus años en las montañas, Kristoff nunca había visto nada parecido. La visibilidad era casi nula y lo único que lo orientaba eran los barcos inertes a lo largo del hielo que indicaban el camino hacia el castillo.


Anna seguía una marcha lenta a través de la tormenta. Kristoff volvía sólo por ella ¿por qué no pudo ver el amor en sus ojos antes? ¿Por qué se negó a reconocerlo? Ella creía que el amor era encontrar a alguien similar a ti, con tus mismos gustos, aquel que adivinara tus pensamientos, tuvieran el mismo platillo favorito o completara tus frases. Meditando todo eso con detenimiento, sonaba bastante aburrido. Pero ese era el amor que había leído por tantos años en las historias de sus libros. Allí no decía que las parejas peleaban como en el momento en que ella y Kristoff discutieron acerca del amor verdadero, o que a veces las pláticas del otro podían ser algo desagradables como la declaración de Kristoff al asegurar que todos los hombres se comían sus propios mocos al picarse la nariz. En los libros hablaban de perfección, inclusive tenías un encuentro de ensueño con tu amado. No decían que podías encontrarlo cubierto de nieve y contestándote de manera molesta cuando le hicieras una pregunta. Todos los príncipes eran amables y gentiles, ninguno era gruñón ni te contradecía.

Libros estúpidos. Pensó Anna.

También se dio cuenta que ningún príncipe de cuentos era tan gentil como Kristoff le demostró serlo, ningún príncipe se hubiera reído de todas las acciones imprudentes que Anna realizó en su viaje para buscar a Elsa y, sobre todo, ningún príncipe se hubiera arriesgado a acompañar a alguien a cambio de nada, aún cuando ese alguien tuviese la culpa de que su trineo estuviese hecho cenizas en el fondo de algún precipicio. El amor que Anna sentía por Kristoff no era un amor idealizado, pero era un amor verdadero. Lo amaba a pesar de que rápidamente había mostrado sus defectos y ella los suyos.

Lo amaba y ni la más fría tormenta iba a detenerla para curar su corazón. Ella lo pudo ver a lo lejos acercarse velozmente, venía sin Sven. Quiso gritar su nombre, pero en lugar de eso sólo expulsó un leve susurro. Notó que sus manos se congelaban lentamente, el miedo apareció en sus ojos por primera vez. El dolor de su pecho se hacía mucho más insoportable.

El fuerte viento la debilitó y tropezó de lado, al levantar su vista notó a su hermana Elsa tendida sobre el hielo ¿Hans la había capturado ya? Eso era imposible. Nuevamente quiso gritar, esta vez el nombre de su hermana, pero nada salía de sus labios. Una segunda persona apareció ante su nublada vista. ¡Era Hans! Ella vio cómo desenfundaba su espada lentamente en dirección a Elsa. Anna había perdido la potencia de su voz, no podía gritar. Se levantó, reunió las pocas fuerzas que le quedaban para correr hacia Elsa, la voz de Kristoff al gritar su nombre la hizo voltear a verlo. Anna quería llorar, pero las lágrimas no salían. Pareciese que todo en su cuerpo se congelaba sin remedio. Sólo soltó un leve susurro.

- "Lo siento, Kristoff".

Tenía que salvar a su hermana de ese monstruo.


Los ojos de Kristoff no podían creer lo que veían. Anna ahora era una estatua sobre la que lloraba desconsoladamente la reina. Un extraño se había abalanzado sobre Elsa con una espada, intentando asesinarla. Anna se interpuso impidiendo que el filo de la espada lastimara a su querida hermana.

Unas lágrimas se asomaban por sus ojos, de pronto sintió un golpecito de Sven en su hombro y lo que vio hizo que apareciese en su rostro una enorme sonrisa. El pecho de Anna se descongelaba junto con el resto de su cuerpo y un color sonrosado aparecía en sus mejillas. Al parecer la reina compartía su alegría, ambas se abrazaron de manera efusiva. La reina entre lágrimas de regocijo preguntó:

- "Anna ¿Te sacrificaste por mí? ¿Por qué?"

- "Porque te amo Elsa."

Kristoff se quedó con Sven contemplando esa bella escena. Olaf exclamó alegremente:

- "¡Amor! ¡El amor descongela el corazón más frío!"

Ante esas palabras la reina se dio cuenta de que esa era la respuesta a todo el problema de la nieve- .

- "¡Claro! ¡Amor!"

Sus manos empezaron a levantarse lentamente ante esa declaración, sin embargo se escuchó una voz furiosa que gritó:

- "¡No te saldrás tan fácil con la tuya! ¡Eres un monstruo Elsa! Y a ti Anna, debí asegurarme de que estabas muerta antes de dejarte tirada suplicando, pero eso lo arreglaré en este justo momento."

- "No te permitiré que le hagas daño a mi hermana Hans."- gritó Elsa.

¿Hans? Kristoff volteó a verlo. ¿Ese lunático era Hans? Las palabras que dijo lo pusieron furioso. Dejó a Anna morir, nunca la beso y aunque la hubiera besado, jamás la amo.

Hans tomó rápidamente su espada, lanzándose al ataque en contra de las hermanas. Elsa puso a Anna detrás de sí para protegerla con sus poderes. Para su sorpresa, no tuvo necesidad de usarlos, el hombre alto que había visto como acompañante de Anna en su castillo de hielo se interpuso entre ambos. Se lanzó contra él, dándole un buen puñetazo en el rostro. Lo tiró al sobre el agua congelada, dejándolo aturdido por unos instantes.

- "No te acercarás a ninguna de ellas. De eso me encargo yo."

- "¿Quién rayos eres tú? No creí que los campesinos le tuvieran tanta devoción a sus gobernantes como para enfrentarse a una espada con las manos vacías."

Hans lanzó un golpe con su espada que Kristoff logró evadir con un salto hacia atrás, desgraciadamente resbaló en su intento. Hans aprovechó el descuido, dirigió la estocada justo a su pecho, nuevamente Kristoff logró evadir el golpe rodando sobre su espalda, aunque esta vez no tuvo tanta suerte ya que la espada logró rozar por uno de sus costados. Su abrigó quedó rotó, y la sangré comenzó a brotar contrastando el rojo con lo blanco de la nieve. El chico escuchó detrás de sí un gritó angustiado de Anna, y rogando Elsa a Hans que se detuviera.

Sólo pudo notar que Hans hacía otro ataque, Kristoff no hizo el intento de levantarse y en su lugar le propinó una fuerte patada en su estómago. Esto hizo que Hans tirará su espada. Kristoff aprovechó el momento y se levantó a toda prisa pese al dolor de la herida, dándole unos cuantos golpes más en el rostro que lo dejaron inconsciente.

Elsa congeló a Hans por si acaso y corrió detrás de Anna para ayudar Kristoff. Sven lo sostuvo y Anna hizo lo mismo, el trataba de detener con su mano la sangre que salía de su herida.

- "Kristoff, lo siento tanto."- decía Anna entre lágrimas.

- "Estoy bien, Anna. Eso no es nada. Sólo un pequeño rasguño."

A pesar de eso, la cara de angustia de Anna no desaparecía.

- "Su majestad, no se preocupe por mí. Tiene una misión importante"- dijo Kristoff a Elsa.

- "Es cierto."

Elsa desplegó todo su poder y la nieve se levantó dando un espectáculo increíble y hermoso ante los ojos de todos los habitantes de Arendelle

Kristoff le sonrió a Anna y esta le devolvió la sonrisa antes de desplomarse por el dolor y la sangre que había perdido.


Como ven, hice un pequeño cambio. Sé que la espada de Hans se rompe al golpear a Anna, pero quise darle un poco más de emoción al desenlace. Demostrar que Hans era despiadado hasta los huesos (el carácter despiadado se encuentra dentro de su perfil como personaje de Disney).