Disclaimer: Este fic no me pertenece, si no que es propiedad exclusiva de la maravillosa Morded, quien, tras mi petición, accedió a dejarme traducir Forever Alive

Me siento orgullosa y honrada de que me lo haya permitido, porque este fic es demasiado especial, es lo que siempre he querido leer, y ahora, puedo compartirlo con vosotros.

La autora me ha pedido que se le de el completo reconocimiento de su obra, y eso es lo que haré. Desde aquí, Morded, thanks a lot for letting me translate this fanfic. It's so important to me. (Un millón de gracias por dejarme traducir este fic. Es muy importante para mí)

Ahora os hablaré un poquito del fic, para que os hagáis una idea de la envergadura del trabajo que voy a realizar… Tiene un total de 118 capítulos, y en su versión original ha recibido casi 2000 reviews, así que, no es por presionar, pero… me gustaría que se le diese una buena acogida.

Ahora si, lo de siempre. No soy profesional, y como el fic está acabado, lo iré traduciendo poco a poco, pero tenemos un pequeño problemita. Estoy con el último año antes de la Uni (el año de la palabra S) así que iré al ritmo de traducción que me permitan los exámenes y mis otros fics, porque no, no desatenderé nada.

APB Producions tiene el orgullo, el honor y el placer de presentaros…

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Vivos Para Siempre

El Relato Completo de las Vidas y Muertes de los Señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.

Por Morded

Editado por Miranda Collier

Traducido por Thaly Potter Black

"Je Ne Mourrai Pas"

Disclaimer: Esta historia completa está comprendida en un mundo que no me pertenece. Todo lo que reconozcáis, desde los personajes hasta las situaciones o diálogos, está bajo el copyright de J. K. Rowling y Warner Bros. No se hará ningún beneficio a partir de esta historia.

Summary: Antes del niño que sobrevivió, hubo otra historia. Un monstruo dentro de un hombre. Un traidor dentro de un amigo. Un héroe dentro de un chico. Y un ángel dentro de un demonio.

INTRODUCCTIÓN DEL AUTOR

El comienzo de una historia

Durante años he estado fascinada, no con la historia de Harry Potter, si no con la historia de antes de él. Unos diez maravillosos años antes de que el pequeño Harry naciese, su padre fue a Hogwarts, hizo amigos más cercanos que Ron o Hermione, e hicieron travesuras dignas de verse, pese a las de Fred y George. Sirius Black y el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, Remus Lupin se le unieron en una aventura de siete años de travesuras, exploraciones, y todo lo que a merodear se refiere. Y completando la retaguardia estaba Peter Pettigrew, ahora conocido como Colagusano. Incluso después de Hogwarts, ellos permanecieron juntos. Esa es una historia de amistad, valor y risas ocasionales que siempre me intrigó más que la trama del canon.

Eso también intrigaba a mis hermanos más pequeños, a quienes les estaba leyendo los cinco libros por las noches. Cuando el quinto libro, Harry Potter y la Orden del Fénix, rompió los records de ventas, los llevé a su cuarto por la noche, me senté en la litera de arriba con un vaso de agua helada y un abanico y empecé a leer con voces dramáticas. Nos llevó como una semana acabar las 800 páginas del libro, y eso nos dejó sin material de lectura. Así que fui buscando en la red algún fanfiction que fuese medio decente para que escuchasen niños pequeños. Encontré unos cuantos, pero mi hermano mayor sugirió aquella noche que debería escribir mi propio fanfic que pudiésemos leer por las noches hasta que empezase de nuevo el colegio. Accedí, y me senté a escribir una parte fuera de la saga que jamás sería escrita por J. K. Rowling, pero que había sido escrita una y otra vez por nosotros los fans. Pero era mi turno para intentar hacer mi propia versión de los años de los Merodeadores.

Haciendo esto, yo (al igual que mis hermanos) pude contemplar las transformaciones de Remus, la aversión que Snape sentía hacia James, como Sirius y James se conocieron, como se convirtieron en animagos, como escribieron el Mapa del Merodeador, etc. Se convirtió en un reto. No quería que estuviese fuera del canon, así que fui buscando pistas por todos los libros. No quería que mi historia se convirtiese en una de esas historias que retorcían lo que pasaba. No quería ninguna aventura que no estuviese escrita o mencionada en la serie, y no quería retorcer a los personajes por mi misma.

Vivos para Siempre está en su cuarto año de existencia. Que maravillosa e impresionante idea la de que este fanficton haya crecido hasta ser lo que hoy es. De coña, mis amigos de la universidad y yo googleamos "Forever Alive by Mordred" en el servidor y me encaré con la realidad de que esta historia no había solo llegado a las mentes y corazones de aquellos que estaban cerca de ella, si no a miles de extranjeros de diferentes continentes excluyendo la Antártica. Ha sido traducido a tres idiomas (Español, Francés y Alemán), y tiene muchos fans volcándose en las tablas de mensajes de una de las mejores páginas de fics hasta la fecha. En una entrevista para mi universidad, mi tutor me preguntó por algo divertido sobre mí, y le dije con una cara completamente erguida: He escrito un fic de Harry Potter de 1400 páginas que tiene un asombroso seguimiento. Ambos nos reímos un rato, y luego dije: No, en serio.

Me llevó un año acabar esta historia. El tiempo libre al completo del año escolar fue repartido entre mis deberes, mis trabajos originales y Vivos Para Siempre. Lo terminé en Julio de 2004, y ese fue el final de todo.

Afortunadamente, no se acabó todo. Hasta el día de hoy, todavía recibo tres reviews al día e incluso más en la traducción al francés. No obstante, muchísimos de esos reviews eran siempre quejándose sobre las mismas cosas. Mi francés era horrible, mi gramática era horrenda y contradecía al Príncipe Mestizo y a Deathly Hallows, ya que ambos, obviamente, fueron publicados después de que yo concluyese mi historia. Con esos requisitos para cubrir, decidí hacer una edición.

Lo que estás viendo ante ti ahora es una versión reeditada de Vivos Para Siempre. Mi BETA reader, Miranda C, se acercó a mí y me ofreció ayuda en este proceso. Sin ella, nada de esto habría sido hecho y yo todavía sería criticada por mi francés de quinceañera, en cuanto al vocabulario y a las estructuras oracionales. Esta versión incluye alguna información que conocemos de los dos últimos libros, manteniéndose, sin embargo, en las líneas de la trama original, algunas diferencias creativas tuvieron lugar. Mientras quisiese estar tan cerca del canon como fuese posible, tenía que desilusionaros diciendo que había dos enormes problemas para hacerlo. Uno: este libro y sus personajes fueron escritos antes de que Rowling anunciase como los padres de Lily y James habían muerto. Por consideración al libro, no puedo decir como mueren en esta historia, pero lo que yo os contaré es muy diferente a lo que Rowling imaginó. También Bellatrix Lestrange y sus hermanas están en diferente orden de nacimiento, como Lucius Malfoy. Lucius aparece tres años más joven de lo que realmente es, quedando en el mismo año que Sirius y James. Por favor, tomaos estas cosas con un poco de sal, porque el resto del libro coincide perfectamente con el canon.

Así que, os doy la bienvenida, nuevamente, al mundo de Harry Potter, a través de una nueva perspectiva, y a través de una nueva historia. Estos personajes no mueren en el último libro, ni nunca. Ellos están Vivos Para Siempre en vuestros corazones.

Bienvenidos a los años de los Merodeadores.

PRÓLOGO

El Último Merodeador

Se había acabado. La batalla se había acabado. Los héroes de la noche fueron olvidados y el mundo se había vuelto pacífico de nuevo. Los firmes aurores de la Orden habían desaparecido en las sombras del pasado, sin una palabra de agradecimiento de nadie. Habían ido solo para salvar otro montón de vidas y habían vuelto con un hombre menos. Este hombre nunca sería reconocido, ni recordado.

Molly, Arthur y Remus se encontraron en el vestíbulo de la, ahora deshabitada casa de Gimmauld Place. La única voz que se oía a través del vestíbulo era la de Kreacher. Remus lo odió en ese momento.

El elfo doméstico pronto se uniría a su madre en la pared.

Sirius se había ido para siempre. Canuto se había perdido para el mundo. Ahora solo quedaba un verdadero Merodeador. Ahora solo quedaba Remus Lupin.

Se sentó envarado en una silla del salón, mirando a las fotos de la pared. Ninguna mostraba la alegre cara de Sirius. Ninguna era un recordatorio de su buen amigo. Nadie en el mundo se preocupó por el soldado perdido. Nadie en el mundo guardaría luto por él.

-¿Te sientes bien?, Remus-preguntó Molly, saliendo de la cocina. Ella no había estado allí. No había visto la horrible mirada que él había visto en la cara de Sirius… sus ojos… cayendo a través del velo… A ella nunca le había gustado Sirius, de hecho, lo odiaba.

Fue en ese momento, mirando a su rostro sonrojado que Remus recordó la discusión que ella y Sirius habían tenido el verano anterior, cuando Harry había llegado al cuartel general. Molly había mirado la cara de Sirius, buscando un poco de comprensión por su parte.

-Tienes que entenderlo, Sirius, es el mejor amigo de mi hijo.

-Bien.-Sirius se mostró arrogante.-Es el hijo de mi mejor amigo.

-¿Remus?-ahora Molly le hablaba, dedicándole una mirada preocupada. Él sacudió la cabeza.

-Estoy bien.-contestó Remus, alejándose de ella. No podía enfrentarse a ella ahora. Sentía una mezcla de miedo y soledad. Esas cosas a las que no se había acercado desde que no era más que un niño, pero ahora era mucho más duro hacer frente a las sombras. Sirius estaba muerto. Y él estaba solo.

-¿Qué va a pasar con Harry ahora?-preguntó Arthur, sentándose a la mesa. Parecía muy cansado, muy preocupado por el mundo. Tampoco había estado allí. Ambos estaban a salvo de la mirada que continuaba destellando en la cabeza de Remus.

Sus ojos. Los ojos de Sirius. Habían estado vivos cuando fueron asesinados. El resto de su cuerpo había estado inmovil. Pero Sirius... había mirado a Harry. Harry no se había dado cuenta de ello. Harry había estado en estado de shock. Pero...

Sirius había mirado a Harry.

Un dolor atravesó el corazón de Remus. Sabía que siempre se sentiría mal por la pérdida de su amigo. Pero Harry sentiría un dolor peor por la pérdida de su padrino. Pobre Harry. Había pasado demasiado.

Había pasado demasiado.

-Remus, querido ¿Estás seguro de que no quieres nada? ¿Una taza de té? ¿Cerveza de mantequilla?

-Estoy bien, Molly. Estoy bien.-dijo.-Creo que vosotros dos deberíais ir al colegio, a mirar como está vuestro hijo. Fue muy valiente anoche.

-Fue muy estúpido anoche-gruñó Arthur, y se levantó con facilidad de su sitio en la mesa.-¡Pudo haber conseguido que lo matasen! Él…

-Permaneció fiel a sus amigos-lo interrumpió Remus, esbozando una triste sonrisa. Molly y Arthur lo miraron, sin saber exactamente qué decir. A Remus no le importaba. Necesitaba pensar. Necesitaba marcharse.

-Bien.-Molly carraspeó, mientras se secaba las manos en una toalla, añadió.-Si… bien… si tu te quedas aquí para… vigilar el fuerte. Sería bueno ir a ver a Ron.

-Cuidaré de todo.-le aseguró, y forzó otra cansada sonrisa en su cansado rostro. Molly le dedicó otra preocupada mirada, y luego tomó su abrigo.

-Vamos, Arthur.-y Arthur siguió a su esposa obedientemente a la chimenea y a Hogwarts.

Remus estaba solo.

Sus ojos habían estado tan vivos. Volvían de nuevo a él. ¿Habían sido solo dos horas antes, cuando él había estado sentado allí, jugando al ajedrez mágico con Sirius? Ahora estaba solo.

Se levantó en sus temblorosas piernas, y se dirigió hacia su dormitorio. Subiendo las desvencijadas escaleras, pasó a Kreacher (¡Inmundicia! ¡Sangres Sucias! ¡Mestizos!), y a través del marco de la puerta cubierto de telarañas. Había sido la habitación de Sirius. Todo permanecía en su sitio, justo como él lo había dejado. Los pósters de chicas muggles, la parafernalia de Gryffindor de la que su amigo había estado tan orgulloso… todo era intocable por el tiempo, por la gente, por… nada…

Remus se sentó en la cama. Estaba todavía marcada con el cuerpo de su propietario. Todavía olía a Sirius. Había unos cuantos pelos en la almohada. Remus cerró los ojos y dejó escapar un tembloroso suspiro. Todavía no podía creerlo. A lo mejor, si se iba a la cama, y tenía una buena noche de descanso, podría despertar por la mañana, para encontrar a su viejo amigo dando vueltas por la casa, como siempre. A lo mejor, con solo cerrar los ojos, y abrirlos de nuevo, muy lentamente… él estaría vivo…

A lo mejor, si simplemente los mantenía cerrados, Sirius volvería y le hablaría. A lo mejor ya había esperado lo suficiente…

Remus, ¿Qué estás haciendo?

No se atrevió a abrir los ojos. El sueño era muy real. Quería que siguiese. Quería oír esa voz baja y que arrastraba las palabras, de nuevo. Quería que Sirius le hiciese algún tipo de señal.

-Te estoy esperando.-replicó al aire que lo rodeaba. Podía sentir su pecho contra el colchón. Podía oír a Kreacher riéndose un piso más abajo.

-¿Por qué?-preguntó el supuesto fantasma desde la puerta. Si, ahí sería donde él habría estado, en la puerta, apoyado contra ella, con los brazos cruzados y el pelo ante los ojos.

-Vas a volver.-susurró Remus.

-Ahora, Lunático-Sirius se rió, cambiando su peso a su pie izquierdo.- ¿Por qué habrías de pensar semejante estupidez? Ambos sabemos perfectamente que me he ido.

-No puedes. Estás vivo. Te necesitamos, Sirius. Harry te necesita... La Orden...

-Hay cosas por las que luchar, Remus.- lo interrumpió. Su voz estaba más cerca. Había caminado hacia la cama.-Y las cosas que dijiste son solo unas cuantas de todas ellas.

-Canuto, yo...

-Se fuerte-dijo-Eres todo lo que Harry tiene ahora. Eres el último Merodeador. Tienes que continuar. Tienes que dejarme ir.

-¡No puedo! ¡Sin ti o sin James no soy nada!

-Eso es un montón de mierda.-masculló Sirius-Tu y yo sabemos que siempre fuiste el más astuto. El más sensato. Eso es por lo que sigues vivo. Eso es por lo que estás en la Orden, Remus.

-No quiero estar vivo.

Sirius se rió. Remus no sabía por qué. No encontraba nada divertido en aquella situación. Estaba hablando con alguien que ya no estaba vivo, lo que probaba que se estaba volviendo loco. Estaba llorando. Estaba solo en aquella casa maldita, con un elfo idiota y un cuadro de un muerto. Y ahora, era el último merodeador.

-Escucha, Lunático.-dijo Sirius.-Tú viste el principio de esta Gran Guerra, y vas a ver el final. Ahora, levántate de mi cama, lávate la cara y baja las escaleras. Dumbledore va a venir por aquí en cualquier momento. ¡Y mira lo que le estás haciendo a mi almohada! ¡Está innundada! ¡Largo, lárgate de ahí! ¡Deja de lloriquear! ¡Mírate! ¿Que diría James? A parte, alguien tiene que darle a Colagusano una buena patada en el trasero. Se lo merece, ¿no crees?

Lupin se secó los ojos, y los abrió. Esta solo de nuevo. Sirius se había ido.

Kreacher volvió a subir las escaleras, arrastrando los pies lentamente, y pasó por delante de la puerta murmurando.

-¡Locos mestizos sucios hablando solos! ¡El pobre Kreacher y su señora tienen que sufrirlo!

Lupin se levantó y cruzó la habitación hasta el escritorio, donde rollos sobre rollos de pergamino estaban colocados. Se sentó y tomó unos cuantos para leer. Se sentía como si fuese un intruso, pese a que Sirius estuviese muerto. ¿Qué iba a hacer? ¿Espiarle?

Remus se sonrió a sí mismo, secándose los ojos de nuevo, empezando a hojear entre los papeles.

15 Enero, 1995

Sirius,

No dejes tu casa de nuevo. Es tu última advertencia.

Firmado,

A.D.

Dumbledore.

Había una letra inacabada para Harry. Una amenazante para los Dursleys (Sirius nunca la había enviado). Una lista de todas las criaturas que acechaban en la cocina y en el salón (escrita por Molly)

Y entonces… de repente… una escritura que Remus no había visto durante años. Cuatro caligrafías. Juntas, todas escritas en letra roja. Había sido hecho para parecer sangre, de cuatro chicos que estaban demasiado asustados como para pincharse a si mismos. Se leía:

Juramos solemnemente que nuestras intenciones no son buenas. En esta noche del 31 de Octubre, 1975, los cuatro Merodeadores se comprometen a seguirse unos a otros hasta que la muerte nos separe. También nos comprometemos a mantener el secreto del Gran Poder que poseemos. Oh, si… y a una cosa más. A hacer de la vida de Quejicus un infierno en vida durante y después de Hogwarts.

Firmado (en orden no significativo)

Canuto

Lunático

Cornamenta

Colagusano

Remus sonrió de nuevo, y las palabras de tan solo unos minutos atrás aparecieron en su mente.

Permaneció fiel a sus amigos.

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Hola a todos!! Soy Thaly, después de haber traducido este trabajito. Espero, de verdad, que os haya gustado. Porque a mi, desde luego, me ha hecho llorar de una forma impresionante. Tal vez porque estoy sensible, o tal vez porque ha tocado un tema que me ha dolido de una forma que no logro concebir. En fin… que espero que mandéis muchos reviews, ya no por mi, si no por la autora, que ha accedido a dejarme hacer esto, y que, a decir verdad, se lo merece, o no?

Intentaré actualizar en cuanto pueda, pero me lo tomaré con calma, porque estoy hasta arriba de exámenes. Pero prometo que lo haré lo antes que pueda. Aun que… si dejáis muchos reviews a lo mejor me animo a traducir más rápido xP… que no, que no puedo estresarme, porque si no estudio suspendo, y me castigan y muero y no puedo traducir… aun que eso es algo que no os importa, xD

Eso. Que muchísimas gracias por leernos a Mordred y a mi. Besitos con sabor a Merodeador, y nunca mejor dicho. Os quiero un montón.

.:Thaly:.