Las pocas luces que acompañaban el camino de regreso de la pelirosa hacia su casa, fueron poco a poco tornándose de una combinación de colores entre morados y negros, adentrándose a quedarse en un vaivén de somnolencia, no se había dado cuenta que estaba en el mismo lugar, en la misma banca donde una vez le traía recuerdos de aquel compañero de misiones que robo su corazón desde el momento que lo vio, desde el momento que entro en su remota cabeza que él podría sentir algo así por ella, pero esa idea se fue desvaneciendo cuando recordó que el dio media vuelta y se marchó sin mirar atrás… pero aún queda una esperanza, siempre se repetía lo mismo, a ella fue la única a quien se despidió ¿por qué lo hizo? ¿Solo con ella?; no dejaba de repetir su nombre una y otra vez, solo quería verlo no importara que sucediera, solo quería volver a verlo.

Sasuke kun, Sasuke kun, ¿dónde estás ahora? – sollozo un poco, pero cada vez que repetía su nombre, sentía que no podía parar de llorar.

La noche cubrió de un manto negro el cielo, negro como sus cabellos perdiéndose en el horizonte. Cerro sus pequeños ojos color jade mientras trababa de mantener la imagen viva del pelinegro en su mente; pero su mente ya estaba siendo perdida en un aroma que no había percibido antes y solo sintió como la respiración le fue arrebata por unos segundos desvaneciéndose en un profundo sueño.

Abrió sus ojos, su cabeza le daba vuelta y no tenía idea de quien era o en donde estaba… solo sentía miedo y estaba confundida.

-Por fin despiertas, ¿estás bien?

-hmp – trato de levantarse del sofá donde se encontraba recostada – ¿dónde estoy? Y… ¿y quién soy? ¿Quién eres tú? – su mente estaba llena de incógnitas

-Soy Suigetsu y tú eres Sakura… Sakura Uchiha, tuviste un fuerte golpe en la cabeza y te desmayaste

-¿Mi nombre es Sakura? – se repetía su nombre, puesto que no recordaba quien era; revoloteaba su cabeza con su manos, tal vez así podría recordar algo, pero la desesperación se apodero de ella

-No te preocupes, pronto llegara tu esposo, él se encargara de ti

-¿Mi esposo?, estoy casada – seguía sin entender lo que estaba pasando

-Si, Sasuke Uchiha

Sasuke Uchiha, Sasuke Uchiha, porque no lo recordaba, aunque escuchar su nombre me hizo sentir muy feliz, y no sabía el por qué.

Al poco rato un hombre muy guapo ingreso a la habitación donde me encontraba, ¿sería el mi esposo? Espero que si – pensé

-Que hace ella aquí – lo escuche decir, no estaba feliz de verme – demonios quien soy

-Espera Sasuke ven aquí, déjame contarte – Suigetsu alejo a Sasuke a un rincón para tratar de explicarle el motivo del por qué la pelirosa estaba aquí

-Ella ahora está bajo la influencia de la pócima de pérdida de memoria temporal, que Orochimaru creo, así que no recuerda quien es ahora, el efecto es de unas horas, después de ello no recordara nada – explicó

-¿Pócima de qué? – se notó muy furioso Sasuke

-Solo le he dicho que tú eres su esposo, así que puedes empezar con ella a restaurar tu clan

-Quién demonios te dijo que podías meterte en mis asuntos – trato de estrangular a Suigetsu

-Espe..ra es…pe…ra – realmente estaba molesto no por el hecho de que se estén metiendo en sus propios planes, sino que por que involucraron a Sakura

Lo soltó de un tirón – no te metas en mis asuntos – se volteo para tratar de encontrar a Sakura que al parecer ante la escena que acababa de presenciar había huido del lugar

-¿Dónde estoy?... – estaba agitada por que trate de correr lo más rápido posible – no dejare que ese loco me lastime – trate de buscar algún lugar seguro, pero no encontraba la salida

Pude ubicar una pequeña habitación al fondo de un pasillo, no era el más lujoso pero el ambiente era agradable tenia lo necesario, pero al entrar ahí sentí que la energía que emanaba era de tristeza, fue la primera impresión que me dio. Recorrí en unos cuantos pasos el lugar, hasta que decidí recostarme, puesto que estaba muy cansada y la cabeza aun no me paraba de dar vueltas, es como si hubiera estado alcoholizada pero sin alcohol y lo peor es no recordar nada, solo tenía la información de Suigetsu que me dijo que era Sakura Uchiha y que estaba casada con un tal Sasuke Uchiha

-Sasuke Uchiha – musite con voz bajita, no quería que me encontraran pero al poco rato aquel hombre guapo, de cabellos negros y mirada del mismo color estaba en la puerta de entrada.

Me senté en la cama, mientras veía como se acercaba y trato de acomodarse a mi lado, pero mi reacción fue de huir de él, pero algo me decía que no debía hacerlo

-¿Estás bien Sakura? – su voz se tornó más tranquila a la que escuche minutos atrás, realmente podría tratarse de una buen chico

-¿Quién eres tú? – pregunte sin más preámbulos, quería saber si se trataba del susodicho "esposo", y si fuera cierto no sé qué debía de hacer

Se tomó unos segundos antes de formular su respuesta - Sasuke Uchiha, soy tu esposo

Maldición realmente es el, aunque estaba feliz, pero a la vez perdida en mi mente… porque me hubiera gustado poder recordarle.

Tenía tantas ganas de recordarlo, así que no dude en preguntarle si podría besarle, tal vez así lograría al menos tener una visión fugaz de quien era yo. Aun no sabía cuál sería su respuesta, tal vez se sentiría que era muy atrevida, pero si estábamos casados era de lo más normal, no entendía su sonrojo y por qué había desviado su mirada de la mía. Había algo de él que me atraía mucho y tenía muchas ansias de poder sentir sus labios.

Pero debía de recordarlo de otra manera – tienes alguna fotografía, algún objeto u otra cosa que pueda usar para trata de recordar – trate de buscar con mi mirada alrededor de la habitación para encontrar algo que me dijera quien era yo, pero no había nada.

No entendía el porque me sentía tan vacía, si realmente él era quien decía ser, no me sentía conectada a él, así que sin darme cuenta empecé a llorar, trate de ocultarme tratando de voltearme pero sentí como sus brazos se apoderaron de mi cuerpo – que cálido – pensé

Solo un beso – dijo cerca de mi oído – había escuchado bien, dijo solo un beso.

Mi corazón me latía a mil, sentí un pequeño cosquilleo en mi estómago, me doy vuelta para poder verlo de frente y me encuentro con esos ojos, que hago, me detengo aquí o sigo.

Solo cerré mis ojos y trate de imaginar el roce de labio con labio, respiración con respiración y me doy cuenta que ya no se trataba de mi imaginación, realmente estábamos unidos en un beso. Aunque por mi mente se cruzó la idea de que este beso seria largo, no quería que se detuviera una vez que empezó a tomar mi respiración con más ahínco.

Hubo silencio en la habitación, aunque solo el eco de la respiración de ambos se podía percibir. Ahora me siento mar cerca de él, aunque no podía recordarlo, sentía que estaba realmente enamorada de esta persona, estaba enamorada de mi esposo. Podía notarlo con solo poder besarlo. Realmente ansié esto.

Me maldije porque ya no podía mas, me estaba faltando el aire, me aleje de él, corte ese beso, lo mire y note como se acercó de nuevo, mientras recuperaba el aliento, es como probar la miel y seguir probándola hasta que se acabe.

Pero esta vez era diferente ambos deseábamos poder seguir con la faena.

Ahora era mi señal de proseguir, lo observo, miro con más detalle y pozo mi mano en una de sus mejillas para sentir la calidez y acercarlo de nuevo a mis labios.

Me sorprendí que su mano haya tomado mi nuca para amedrentarme más a sus labios y sentir su lengua que ahora vagaba por mi boca tratando de explorarla. Me separo de el en un microsegundo para tomar un ligero respiro y sigo profundizándonos en el beso.

-Sasuke – logro poder decir

Regreso mi mirada en verlo y trate de no verme tan ridícula, tan sonrojada, tan excitada; así que trato de abrazarlo, no quería que me viera así. Oculte mi cabeza en su pecho, y, podía escuchar su corazón latir muy rápido, talvez el también este nervioso.

-Que sucede Sakura…

-Discúlpame, discúlpame,… pero es que aún no he podido recordarte – trato de reponerme y no entendía por qué no podía recordarlo todavía – pero hay algo que estoy segura… y es que te amo… lo siento aquí – lo miro, tomo una de sus manos y lo coloco en mi pecho, en donde está mi corazón

-Lo sé – solo atina a decirme, no sabía que estaba pensando, era enigmático

Una pequeña lágrima corrió por mi mejilla, pero antes de que terminara su camino en mi rostro coloco un beso y la seco.

Estábamos a pocos centímetros de fundirnos en otro beso; se acercó, me beso y me recostó plácidamente en la cama. Ambos respondíamos a todo hasta ahora, nos deseábamos.

Me estremecía cuando una de sus manos se pozo por encima de mi blusa y trato de bajar el cierre, poco a poco iba deshaciéndose de mi vestimenta, y yo no me quedaba atrás. Me deleitaba con tocar su bien tornado pecho, y gemía cada vez que dejaba mordiscos en mi cuello.

-Sasuke… - musite, mientras quitaba con desesperación mi vestimenta

Se sacó su ropa, y seguía besándome, no solo mis labios sino también mi cuello hasta que llego a saborear la aureola de mis pechos, era totalmente excitante y no dejaba de jadear y soltar uno que otro gemido.

No sabía si en el pasado era así, de si esta era la forma en como nos seducíamos, pero por más que pude, no sabía qué hacer, así que trate de guiarme de lo que sentía en este momento… así que pensé que es mejor pensar como si esta fuera mi primera vez con él.

Trate de estimular su miembro mientras lo tocaba una y otra vez, en verdad que esta duro, y se sentía muy pegajoso. Pero no podía evitar lo bien que lo hacía sentir, que podía escuchar también sus gemidos, realmente lo estaba haciendo sentir bien.

-Sakura… Sakura… no sigas – lo oí decir

-Lo estoy haciendo mal – pregunte

-Es lo contrario, es solo que no quiero venirme de esta manera

Se acomodó a mi pliegue íntimo, mientras sentía que me abrazaba y se acercaba a la cúspide de mi intimidad, mi instinto me decía que debía de abrir las piernas y dar paso a su miembro.

Realmente sentí que fue mi primera vez, que no dude en llorar por el inmenso dolor y placer que ocasionaba esta fundición de ambos. El trato de calmarme tocando mi rostro y besándome de una manera muy cálida. Al poco tiempo me acostumbre a sus embestidas y al ritmo que marcaba en mí.

Sus manos se posaron en mis caderas para intensificar más y más las embestidas, hasta que solté un último jadeo que era el clímax de mi orgasmo. Además que también pude notar como me llenaba por dentro sus fluidos de mi ahora esposo.

Me miro, y también lo mire… nos miramos, tratamos de recobrar un poco el aliento. Se separó poco a poco de mí antes de salir de mi intimidad y se acomodó a mi lado, para luego quedarnos profundamente dormidos.

Habían pasado algunas horas de aquel placentero momento, que el pelinegro pudo despertarse por completo y tratar de analizar la situación. Se guio de sus instintos de hombre o talvez había algo más, de verdad deseaba que esto hubiera pasado. Pero ya no cabría la menor duda que esto fue un error, nunca debió pasar, no debía doblegarse a este sentimiento que sin darse cuenta estaba creciendo.

Se levantó tratando de no despertar a quien acompañaba ahora su cama. Se vistió y trato de hacer lo mismo con ella. Aún estaba oscuro y faltaba unas pocas horas de que amaneciera y si Suigetsu tenía razón de que la pócima solo duraba unas cuantas horas, no debía arriesgarse a que Sakura se despertara en un lugar así y menos aún se diera cuenta de lo que acababa de pasar. Así que la tomo, la trato de vestir como pudiese, y si es que se levantara trataría de aplicarle alguna técnica de ilusión.

Apresuro el paso, el frió de la madrugada ya se notaba. La miro por última vez, mientras la dejaba recostada debajo de un árbol a unos cuantos pasos de la entrada de la aldea y se dispuso a irse. Un último beso le regalo antes de desvanecerse con el roció de la luz del amanecer.

Entre el cansancio, poco a poco se despertaba Sakura, aunque un poco adolorida se sentía.

-Que hago aquí – estaba confundida – no puede ser que haya bebido de nuevo – se levantó de donde estaba y se fue corriendo a su casa sin que nadie se diese cuenta

-Anoche tuve un sueño muy agradable – las imágenes de lo que ahora no debía ser recordado fueron poco a poco apareciendo en la mete de Sakura.


Si te gusto comenta XD y si no, también comenta

Esta es una adaptación