¡Hola!
Aquí vengo con un nuevo fic, espero que os guste. Es un Dramione en toda regla, así que seguramente lo disfrutaréis. Os oriento en la historia: Sexto curso en Hogwarts y bueno, los mortífagos estarán y tal, pero Draco no tiene la misión de matar a Dumbledore. Él tampoco tiene pensado convertirse en un mortífago cuando salga de Hogwarts, aunque claro, eso jamás lo reconocerá.
Todos los personajes, lugares, etc han sido escritos por J.K. Rowling y sus derechos pertenecen a Warner Bros.
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Prefacio
Un león no es buen compañero de una serpiente, ya que los dos, aunque no lo reconozcan, son bastante similares.
Ambos tienen grandes ambiciones, y ambos las consiguen a menudo.
Ambos son fuertes, practicamente invencibles.
¿Qué pasaría si el león y la serpiente se unieran? Nada bueno.
Pero, ¿quién dice que lo prohibido, lo que no es bueno, no se disfruta mucho más?
Por eso no me pude resistir a que me besara de nuevo, y a que me derritiera (otra vez) internamente por ello.
Capítulo 1: Abre los ojos
Era 1 de Septiembre, como cada año, la estación de ferrocariles King's Cross recibía a un puñado de jóvenes singulares. Muchos traían túnicas y lechuzas, además de grandes baúles de madera. Aunque nadie se daba cuenta, todos desaparecían entre los andenes 9 y 10, ya que desde allí saldría el Expreso de Hogwarts.
-¡Ron! ¡Ginny! Estamos aquí - gritó una voz cantarina desde el otro lado del andén. A los pocos segundos, tenían en frente a la peculiar Luna Lovegood, acompañada de Neville Longbottom.- Oh, ¡Hermione, Harry! también estáis aquí. Qué alegría veros, aunque yo de ti, Harry, me miraría el tema de los Nargles, lo tuyo es un caso grave...-Luna siguió con su retahíla pero nadie la escuchaba-.
Ron y Hermione se fueron al compartimento de prefectos, Neville, Harry y Luna a uno libre que encontraron al final del tren y Ginny se fue con Dean a los baños, a...bueno, a hacer cosas de parejas.
Draco Malfoy también se dirigía al compartimento de prefectos, aunque no prestaba atención a nada. Su mente estaba ocupada con sus planes de futuro. Si todo salía bien, el Señor Oscuro tomaría el poder al año siguiente, y su padre estaría libre. Luego, cuando el Señor Tenebroso tuviera todo lo que quisiera, no prestaría atención a que los Malfoy huyeran lejos, muy lejos de Gran Bretaña. Porque Harry Potter estaría muerto, y Voldemort no necesitaría a nadie para luchar, porque él tendría el poder absoluto.
Cuando iba a entrar, tropezó con dos personas que no acababan muy bien paradas en los planes que estaba pensando Draco. La comadreja y la sangresucia, Weasley y Granger para los pringados.
-Apartad de mi camino, inmundos.
-Cuidado con lo que dices, asqueroso - repuso Ron. No tenía ganas de pelear, así que solamente lo insultó.
Hermione permanecía callada. Observaba a Malfoy con una repulsión inhumana, pero también observaba el cambio que había hecho el Slytherin durante el verano. Ahora era más alto y llevaba la melena sin engominar, con mechones platino algo rebeldes cayéndole hacía direcciones distintas. Sus ojos grises miraban a Ron con asco, así que Hermione no reparó en lo sexys que podían llegar a ser. Su cuerpo era delgado pero fibroso, así que seguramente sería el sex-simbol de la temporada. Claro que eso a ella no le importaba en absoluto, no le importaba ligar o no, porque en cuanto a chicos se refería, ella solamente pensaba en Ronald Weasley.
Además, por muy sexy que fuera, era Draco Malfoy. Y Draco Malfoy era la persona más imbécil que te podías echar a la cara, o al menos eso pensaba Hermione Granger.
Sin más dilación, los dos Gryffindor se metieron dentro del compartimento. En cambio, Draco esperó a que se disipara lo que él denominaba "olor a sangre inpura" para entrar. Pansy lo cogió del brazo en cuanto lo hizo, ya que tenía que presumir de ser la flamante novia del Príncipe de Slytherin. Aunque para éste solo fuera sexo, y punto. Pero si Pansy era feliz diciendo que era su novia, pues vale, total, él no iba a durar mucho en Inglaterra para que eso acabara en boda, o cualquier cosa que los padres de ella pudieran desear del novio de su Pansycesa.
Se sentó en frente de Granger, la sangresucia inmunda. La observaba con un odio inhumano (porque ser sangresucia ya era la leche, pero si además eras íntima de Potter -el que no dejaba que su familia fuera libre porque quería hacerse el heroe salvando al mundo- y Weasley -un pobretón traidor de la sangre-, estabas varios eslabones debajo tierra en la lista de personas queridas por Draco Malfoy) pero al fin y al cabo la observaba. Pudo ver que en el último verano la chica había cambiado. Sus curvas se habían estilizado, y ya no tenía ese cabello tan desordenado, sino que era un conjunto de bucles perfectos de color castaño. Sus ojos miel miraban a la Premio Anual de ese año, Cho Chang, así que el Slytherin no pudo ver lo sexy que podría llegar a ser esa mirada. Pero sí observó que sus labios eran más seductores que nunca (bueno, lo observó pero realmente no pensó que lo fueran, su lista de personas queridas estaba por delante de todo aquello). Seguramente sería la sex-simbol de aquella temporada, pero a el qué le importaba, porque con todo lo que sucedía en el mundo mágico no podía pensar mucho en chicas (bueno, en desahogarse con Pansy sí, pero eso era otro tema).
Tras la reunión prefectil con los Premios Anuales, todos volvieron con sus respectivos amigos. Ron y Hermione se dirigieron al compartimento de Harry, Luna y Neville, pero el primero tuvo que abandonar al poco rato la estancia ya que el profesor Slughron lo había invitado a su compartimento privado. Rieron, hablaron de Quidditch y de lo que les esperaba ese curso, criticaron a los Slytherin pero no tocaron el tema de moda: la inminente guerra que se iba a producir en el mundo mágico. Era un tema delicado para todos los presentes: Ron era considerado por los mortífagos un traidor a la sangre, al igual que toda su familia. Neville tenía a sus padres en San Mungo por culpa de los equaces de Voldemort, Luna tenía un padre que se podía buscar problemas siendo más sincero de la cuenta y a Hermione no le tendrían demasiado cariño, ya que los sangre sucia serían desterrados del mundo mágico si el-que-no-debe-ser-nombrado tomaba el control. Así que para no tocar el tema, los chicos hablaron de Quidditch y las chicas (para Hermione, muy a su pesar) hablaron de Nargles. Bueno, hasta que llegó Ginny, tras Harry.
- ¡Hola chicos! -saludó la pelirroja- ¿Qué tal el verano?
- Todo lo bueno que pudo haber sido -contestó Neville con pesar-.
Ginny hizo un mohín de disgusto, pero al sentarse junto con Hermione y Luna cambió radicalmente de tema.
- ¿Habéis visto ya el anuncio del lanzamiento de Corazón de Bruja: edición Hogwarts?
- Sí, pero sin duda El Quisquilloso dará una información más veraz - afirmó con seguridad Luna, antes de ponerse sus Espectrogafas y salirse sutilmente de la conversación.
- ¿De qué hablas, Ginny? - interrogó Hermione. No le gustaban ese tipo de revistas, pero era un mejor tema que los Nargles.
- A partir de este curso, de manera semanal las chicas de Hogwarts podremos disfrutar de Corazón de Bruja, pero la versión del colegio, tú me entiendes, con noticias y fotos de lo que pase en el castillo. Será la bomba de los cotilleos.
- Ni que lo digas - dijo la prefecta sin demasiada ilusión.
- Hermione, no hables sin saber. Aquí traje un ejemplar de la primera edición, leételo. No podrás estar metida en los libros de la biblioteca para siempre, sigue alguno de los consejos que dicen y seguro que Hermione Mojigata Granger, pasa a ser Hermione Oh-Dios-Mio Granger. -susurró la pelirroja, que siempre intentaba que su amiga cambiara su actitud de empollona.
- Pues por lo que parece esos consejos no te han servido para conquistar a Harry...-dijo también susurrando Hermione- te dije que salieras con otros chicos, pero tal vez tantos lo confundan más de lo necesario.
- Según esta revista, no es así. Y apuesto lo que sea a que las redactoras (que por cierto, son alumnas del colegio que actúan de incógnito) han ligado más que tú, házme caso y abre los ojos, Hermione.
Dolida, la castaña cogió la revista y la ojeó por encima. En la portada salían los rostros de varios chicos de su curso, o más mayores, bajo el titular "TOP 10 de los chicos más sexys de Hogwarts" abrió la primera página y se encontró con el ránquing. Por curiosidad, leyó las descripciones de los susodichos, y no pudo contener una carcajada: no entendía como las adolescentes podían ser tan superficiales y retorcidas, ¡pobrecillos!
Con una sonrisa cómica en el rostro, Hermione se fue a cambiar y a la vuelta le devolvió la revista a Ginny, no sin antes comentarle:
-Draco Malfoy, ¿el más seductor de todo Hogwarts? Si consigues contactar con las redactoras, diles de mi parte que yo les regalo las gafas.
Y, como dos buenas leonas, salieron a los carruajes criticando al Príncipe de Slytherin.
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Espero que os haya gustado. Personalmente, creo que el transcurso de las cosas es algo lento, pero es que necesitaba explicarlo todo con detalle en el primer capítulo. Orientación, más que nada. Espero que me perdonéis, pero Cho tenía que ser Premio Anual, jejeje. Esto es un Dramione, claro que sí, y toda la trama va a ir alrededor de ellos dos, pero eso no significa que otros personajes también se enamoren, o intervengan en las relaciones que los demás.
Espero traeros más capítulos pronto. Ahora estoy de vacaciones, así que tengo muuuucho tiempo para escribir.
¡Espero vuestros reviews! :D
PD: Ah, para las curiosas, he escrito lo que Hermione lee en el reportaje de Corazón de Bruja (que también traerá problemas, lalala):
LOS CHICOS MÁS SEXYS DE HOGWARTS:
¿Podrías elegir solamente a uno? Nosotras os aseguramos que no, que nos quedaríamos con los diez. Pero, tras largas horas de meditación (y mucha cerveza de mantequilla) los hemos ordenado del 1 al 10, ¡échales un vistazo! Y no olvides seguir nuestros consejos "Liga con un mago magicamente mágico" de la página 23 cada vez que te los encuentres.
10. BLAISE ZABINI
¿Quién no querría pasar una noche con el morenazo de Slytherin? Tiene una mirada que te atrapará, y según lo que nos ha dicho nuestra corresponsal de la casa de las serpientes es todo un caballero, cuando quiere. Eso sí, tendría que trabajar un poco más su musculatura, ya que en el castillo hay demasiado cuerpazo.
9. ERNIE MACMILLIAN
Su pelo nos vuelve locas, al igual que su carácter humilde y conciliador. Sin embargo, eso lo hace menos seductor de lo esperado y al igual que Blaise, todo el encanto lo tiene en el rostro. Pero oye, nadie hace ascos a un dulce.
8. RONALD WEASLEY
Ya nos faltaba un Weasley por estos lares. Siempre haciendo bromas, el inocente de la familia no se da cuenta de lo atractivo que nos resulta. Tal vez no sea como su hermano Charlie (se te echa de menos, musculitos) pero el integrante del trío de oro no está nada mal. No seas tan reservado, Ron, ¡y busca a tu bruja!
7. ANTHONY GOLDSTEIN
No hay mucho que decir sobre este chico. Como buen ravenclaw, es muy inteligente y simplemente nadie se resiste a sus encantos. Sin embargo, hemos notado que se lo ha creído un poco demasiado, y eso, a fin de cuentas, no resulta caballeroso.
6. JUSTIN FINTCH-FLETCHEY
Y nos hacía falta otro Hufflepuf a esta maravillosa lista. Este es más trabajador que ninguno, y siempre lo tendrás cuando te haga falta. Su rostro no es el más sexy de Hogwarts, pero no nos podemos quejar de esa tableta de chocolate que ya querrían tener en Honeydukes.
5. MICHAEL CORNER
Este sí que tiene un cuerpo de escándalo, como buen jugador de Quidditch que es. Y además, está en la casa de los inteligentes, ¿qué más se puede pedir? que sea un poco menos engreído y que nos haga un cumplido de vez en cuando, nos gusta el deporte, ¡pero no tanto!
4. THEODORE NOTT
Astuto donde los haya, Theo nos hace perder la razón. No puedes resistirte a sus encantos, y lo peor es que él se da cuenta enseguida. Menudo morenazo que está hecho, ¡quién lo pillara! Pero es tan receloso con su vida privada que nos costará encontrar la respuesta. Pero nada es imposible, chicas.
3. CORMAC MACLAGGEN
Medalla de bronce para el aspirante a guardián del equipo de Gryffindor de Quidditch. Es simplemente perfecto, inmejorable. Fuerte, guapo, valiente y bueno jugando al Quidditch. Si por algunas de las redactoras fuera, ganarías este ránquing, Cormac, pero como la opinión pública es la que manda, te quedas atrás de los dos bombones de Hogwarts:
Una gran foto de Harry, vestido con la túnica de Quidditch y atrapando la snitch y una foto de Malfoy, sin la túnica (vaya, el look con la camisa y aflojándose la corbata) presiden la segunda página, con la siguiente inscripción:
2. HARRY POTTER
Será el niño que vivió, pero no ha podido ganar este concurso. Tiene las mismas cualidades que su rival, aunque sean totalmente distintos, pero quizá su poca experiencia amorosa está en su contra. Su pelo azabache, su rostro duro y a la vez angelical, sus ojos esmeralda, su cuerpo, su destreza como buscador y demás cualidades no aptas para chicas menores de quinto curso nos hace pensar como el-que-no-debe-ser-nombrado le puede odiar tanto. Aquí, en CDB, ¡nos lo pedimos!
1. DRACO MALFOY
Como ya hemos dicho, a este chico no le falta experiencia amorosa. Ahora está ocupado, pero eso no nos impide disfrutar de sus virtudes: un cabello rubio platino único, unos ojos grises en los que es fácil perderse y lo mejor, ese torso musculado que a todas nos gustaría abrazar. Pero no es tan fácil, el Príncipe de Slytherin hace honor a su nombre. Desde CDB pensábamos que lo de Parkinson era algo puramente físico, pero ella nos ha asegurado que tras la muralla inquebrantable de su corazón serpentino hay un chico enamorado. ¡Qué suerte tienes, Pansy!
