Hola a todos lectores! Esta es traducción autorizada por beaner08 me encantó la trama de la historia y los personajes así que la traduje.
Apoyen a la escritora dándole fav!
Bueno empezaré de nuevo. por razones desconocidas FF elimino las historias que tenía, no sé cómo y porqué :(. Los que seguían la historia lo siento. Pero aquí van de nuevo espero sus reviews, follows, fav ! Hasta la próxima!
Capítulo 1
La habitación estaba a oscuras. La casa crujió como si tuviera su propia voz, caminó al dormitorio familiar dándole un escalofrío. Su cabeza se levantó. Ella lo oyó. El grito. Su sangre se congeló y su corazón dejó de latir en ese momento.
Los ojos de Santana Corcoran se abrieron de golpe. Miró a su alrededor, el cielo apenas empezaba a iluminarse, otro día estaba a punto de comenzar. Se movió de la cama no podía estar cómoda, nunca pudo sentirse cómoda después de ese sueño. Dio un resoplido, no podía hacerlo. Tenía dieciséis años por el amor de Cristo. Se mordió el labio y echo un vistazo al reloj. 04:34 am. No iba a ser esta persona débil. Pero, tenía que comprobarlo.
En silencio, se quitó las sábanas y caminó a través del piso de madera frío, abrió la puerta silenciosamente maldiciendo por lo crujidos que daba. Se imaginaba tan ligera como el aire, mientras caminaba rápidamente y en silencio a la puerta del otro lado del pasillo. Abrió la puerta, agradecida por qué no crujió. Lanzó un suspiro que no se dio cuenta que había estado conteniendo. Rachel estaba profundamente dormida en su cama. Está bien, está bien, se dijo a sí misma. Puedo volver a mi habitación ahora. Sus pies sin embargo tenían una mente propia. Abandonando la habitación de su hermana menor, se detuvo un segundo viendo el bajar y subir de la respiración de la niña. Estaba acurrucada en posición fetal en su gran cama de matrimonio. Sonrió. Podría montarse un elefante en la cama y seguir teniendo espacio. Sus instintos la llevaron a sentarse a su lado. Negó con la cabeza. Era Santana Corcoran. no necesitaba dormir con su hermana de once años, era ridículo. Tenía que dejar de hacer esto. Ella continuó en su lado hasta que se quedo dormida.
Rachel se dio la vuelta en la cama y se estiró. Sus ojos se abrieron de golpe cuando sintió un brazo que le cubría. bajó la mirada hacia la mano. Le dio una pequeña sonrisa.
-Es sólo Santana, bebé, oyó decir a su madre con suavidad.
Levantó la vista para ver a su madre abriendo las cortinas. El sol brilló en el rostro de ambas chicas.
-Gah! ¡Mamá!- gruñó Santana poniendo la almohada sobre su cabeza.
Rachel se rió y se sentó. -Levántate floja- dijo empujando a su hermana mayor.
-Deja de hacer eso-. -aah. Es muy temprano!- gimió.
-No, no lo es- se rió la madre sentándose al lado de las niñas. -Rach, ¿por qué no tomas una ducha, ¿de acuerdo? Todavía tengo que sacar a tu hermano de la cama, por lo menos tienes unos diez minutos antes de que comience el robo de su agua caliente.-
Rachel miró a Santana. Shelby le dio a su hija más joven una sonrisa. -Ve, bicho,- susurró metiendo la nariz suavemente.
La niña miró a su madre recordando de pronto un punto importante que tenía que compartir. -Creo que deberíamos tener duchas rápidas en nuestra casa- dijo con una sonrisa. Santana soltó un gemido debajo de su almohada. Rachel continuó. -Voy a demostrar que, aunque vivimos en un vecindario de ricos, debemos pensar más sobre el medio ambiente. Mamá, ¿te das cuenta que nuestra casa es una de las más grandes no sólo en el barrio sino en todo Lima.- La cantidad de energía que gastamos debido a nuestro estilo de vida decadente es bastante escandaloso. ¿Sabes cuánta agua utiliza una ducha de diez minutos? Vi un documental que-'
-Ve, Rachel!- Santana gemía debajo de la almohada.
-Va a ser la ducha más rápida jamás. Tómame el tiempo, mamá!- dijo besando a su madre en la mejilla.
Santana se apoyó sobre los codos y miró detrás de ella. -Realmente tenemos que volver a evaluar lo que está viendo.-
-San- la madre comenzó cuando ella tomó el lugar de Rachel y se puso al lado de su hija mayor. la morena se acomodo en la parte posterior de la cama.
-Lo sé, lo sé. Te dejo ser la mamá y yo seré la hija- respondió rodando los ojos. Lo había oído demasiadas veces. -Apesta tener una terapeuta como madre. negó con la cabeza. -Sólo estaba diciendo que deberíamos darle algo mejor que ver. Las pistas de blue. ¿No es apropiado para su edad?-
la mujer esbozó una sonrisa. Envolvió sus brazos alrededor de su hija. Un confortable silencio las cubrió. -Así que vas a decirme por qué estás aquí?- preguntó finalmente.
la chica se tensó en sus brazos.
-Vamos, Sanny habla conmigo- susurró
Santana se quedó en silencio. Se recostó contra su madre, pero no dijo una palabra. Sintió en el pecho de su madre una respiración profunda.
-¿Has tenido ese sueño otra vez?- -le preguntó
Shelby sintió que su hija se relajaba en sus brazos. Era como si necesitaba a alguien para decirlo. Santana apenas había conseguido contarle cuando comenzaron sus primeros sueños. Su hija mayor podría hacer frente a cualquier persona con palabras ingeniosas y bien ejercitadas, pero para hablar de sus sentimientos fue otro desafío. Para todos sus hijos, era un nuevo lenguaje que parecían olvidar todos los días. Fue una lucha, pero Shelby nunca dejaría de luchar. Habían pasado demasiadas cosas y juró que nunca volvería a abandonar las promesas que hizo a sus hijos años antes.
La joven seguía de espaldas a ella. -Cariño, ella está bien. Me alegro de que hayas venido aquí para ver cómo estaba. le gusta cuando vienes aquí-
-Pero sabe que estoy aquí porque tengo miedo- dijo Santana sacudiendo la cabeza. Se dio la vuelta y se enfrentó a su madre mientras se sentaba. -Y yo odio eso.-
- ella sabe que tienes miedo?- Shelby preguntó apoyado contra la cabecera.
Santana miró a su madre mientras ella buscaba su respuesta.
-Si-, dijo finalmente. -Fue hace ocho años- susurró con un movimiento de cabeza. -Yo no debería estar teniendo ese sueño nunca más.-
Shelby miró a su hija con cuidado. había tenido discusiones como esta en su tiempo y el tiempo de los clientes de nuevo. Sin embargo, tener esta discusión con su hija hizo las cosas más difíciles. Las líneas se difuminan.
-No va a ser un momento milagroso en que todo ello sólo se va lejos y te conviertes en esa persona nueva. eso está bien. Está bien tener miedo, pero ahora estás a salvo. Okay? Rachel está a salvo. Tu hermano está a salvo. ¿Qué les digo, chicos? -
Santana rodó los ojos. -La vida es sólo un trabajo en progreso- respondió con voz seria.
-Y estás haciendo un gran trabajo- susurró la madre dándole un abrazo tranquilizador.
-¿me tomaron el tiempo?- Rachel entró en la habitación envuelta en una toalla.
Shelby alzó las cejas y su hija mayor reflejaba su mirada. -Por supuesto, lo hicimos, bebé-, desenredándose de Santana. -Seis minutos dieciocho segundos.-
Rachel sonrió. -No está mal, no está nada mal-
La joven caminaba con orgullo al armario y desapareció buscando algo que ponerse.
-¿Realmente le tomas el tiempo?- Santana preguntó dirigiéndose hacia el baño.
-No te gustaría saber.., respondió con un guiño.
Puck sacó la camisa sobre la cabeza mientras entraba a la cocina. Rachel estaba subiendo al mostrador para tomar un vaso. Sin una mirada en ella, casualmente tomo el cristal y lo puso sobre el mostrador. Entonces agarró a Rachel suavemente de la cintura y la puso en el suelo.
-Noah! Soy perfectamente capaz de hacer las cosas yo mismo-
Noah Corcoran no la miró, mientras abría la puerta de la nevera y cogió el cartón de leche. Tomó un trago y lo puso sobre el mostrador. Él optó por ignorar el rostro disgustado de su hermana.
-leche?- , le preguntó.
-Yo no bebo leche,- respondió la menor con una mirada de absoluto horror.
Puck se encogió de hombros. -¿Qué comes entonces?- .
-Soy vegetariana, Noah-dijo con un profundo suspiro. -Eso significa que no como ningún producto animal.-
Noah asintió. -Oh bien. ¿Comes tocino?-
-Noah, te acabo de decir que yo no como cualquier producto de origen animal.- Rachel frunció el ceño
-Así que no hay tocino?- con paciencia, hizo todo lo posible por parecer genuinamente sorprendido y confundido y le dio una sonrisa. -Está bien. Te haré unos huevos.- sonrió mientras miraba el refrigerador y pretendió apoderarse de los huevos. Podía ver que Rachel estaba molesta. Fue muy gracioso, tener una oportunidad para dejarla pasar.
-Noah- Rachel respondió con frustración.
-Cariño- interrumpió la mamá entrando en la habitación.-¿Qué es todo este griterío?-
-Mamá, Noah no está respetando mi estilo de vida vegetariano- Rachel dio un profundo suspiro.
Shelby miró a su hijo mayor a sabiendas de que se había enemistado con su hermana.
-Yo no lo entiendo, ma- dijo encogiéndose de hombros. -¿Qué quiere comer?-
Shelby suspiró y le entregó a Rachel un plato de cereal vegano y leche de soja. -Come, bicho,- Rachel entrecerró los ojos a Noah, se subió al taburete y empezó a comer en la barra. Shelby suspiró cuando vio a su hijo sacar algo de la nevera. Ella se inclinó sobre él y le quitó el trozo de pizza que Puck estaba comiendo remplazandolo con una barra de granola.
-Ewww-, Suspiro.
-¿Qué?- Santana preguntó cuando entró a la cocina con su uniforme de porrista.
-Nada, Noah quiere comer comida de la cena para el desayuno- Rachel se burló.
Santana arqueó la ceja y se apoyó en el mostrador al lado de su hermana mientras comía su cereal.
-San-
La niña miró a su madre y se encontró cara a cara con un tazón. Rodó los ojos y se sirvió su cereal.
Shelby miró a sus hijos a como ella descargó el lavavajillas.-Muy bien. Tengo que trabajar un poco tarde esta noche Y-.
-por eso, haz estado saliendo a hablar con tu jefe por teléfono toda la semana? Preguntó Rachel.
Shelby miró a su hija. siempre se mostró sorprendida con Rachel Sin embargo, recordó lo observadora que era cuando era pequeña. Era callada, pero sus ojos estaban muy atentos. Sonrió ante el recuerdo. Cuando hablaba, siempre había sido muy precisa. Sacudió la cabeza al recordar cómo una niña de tres años sacaba su chupete y decía una frase claramente articulada y luego se ponia su chupete, sacudió la cabeza de nuevo. Deshacerse de ese chupete había sido un desafío.
-No sabes, jovencita que estoy discutiendo un caso- le dijo cerrando el lavavajillas. Hemos hablado de por qué estas cosas son privadas.-
-Lo sé, lo siento.- se quedó mirando su tazón y luego a su madre. -Lo siento, no fue mi intención-
-Está bien, cariño- tomó a Rachel en un abrazo al notar los primeros signos de un colapso. -Es sólo un recordatorio, no estoy enfadada. Está bien.-
Asintió con la cabeza y miró su cereal. Santana se sentó a su lado tratando de ofrecer algo de consuelo con un pequeño empujón en su hombro.
-Así que estás trabajando hasta tarde mama?- la niña mayor intervino. Vio que su madre estaba mirando con pesar a Rachel. Tenía que distraer a todos. -Puck, puede recogerla. Él tiene privilegios de alto nivel.-
Puck miró a su hermana. Luego vio a Rachel mirando tranquilamente a él. -Claro, voy a buscarla, pero tiene que ver nuestras prácticas.-
-Está bien, no me importa- -Voy a estar bien puedo sentarme allí, hacer mi tarea y-
-Muy bien- dijo Shelby frotando la espalda de su hija menor. -Tengo algo que necesito hablar ustedes. Observó sus rostros cuidadosamente. -¿Recuerdan que les dije que yo tengo licencia de colocación terapéutica?-
-Para el cuidado de crianza?-Puck le preguntó mientras tomaba un bocado de la barra de granola.
Santana dejó su cuchara. -Alguien se mudara con nosotros ¿no? Es por eso que limpiamos la habitación de invitados la semana pasada.-
-No es inamovible,. Hablaremos más sobre ello esta noche. Quiero que ustedes lo piensen, sus preguntas y hablaremos esta noche-
-¿Es más joven que yo?- Preguntó Rachel.
-No lo sabemos- contestó Santana a su hermana.
-es algo que tenemos que discutir como familia, pero sé que hemos hablado de la posibilidad varias veces y esas posibilidades no se concretan, pero creo que esto va a terminar pasando. Ustedes pueden estar molestos por eso, pero necesito que me lo hagan saber y-
-No, te dijimos la primera vez que te apoyamos, mamá- interrumpió Puck. -Lo entendemos.-
los miró orgullosa
-Santana?- Rachel?-
-Estoy con Puck- dijo la mayor con un gesto tranquilizador.
Rachel miró a su cereal. -Rach?- Shelby se inclinó sobre el mostrador y se vio atrapada a la mirada de su hija menor. -Rachel?"
-Estoy bien, mamá- dijo en voz baja con una sonrisa forzada.
Shelby soltó un suspiro y miró el reloj. -necesitan ponerse en marcha. Rachel, Noah te recogerá después de la escuela y te llevará a la práctica luego hablaremos más sobre esto, todos nosotros, esta noche.-
-Suena fascinante, ma!- Puck respondió mientras agarraba sus llaves. Dio a Shelby un rápido beso en la mejilla. -¡Vamos!-
Santana dio un último bocado de su cereal. -Adiós, mamá! ¡Te quiero!- Y con eso, salió detrás de su hermano mayor. Rachel se bajó del taburete y los siguió.
-Rachel- su madre la llamó.
-¿Sí?- se volteó hacia ella.
-Te amo mucho, mucho. Y yo te seguiré amando si no estás de acuerdo con esto, pero necesito que me digas ¿ok? suavemente habló.
-ok, mamá- sonrió. -Lo prometo-
Shelby le besó en la frente. Oyó la bocina del coche. -Te veré esta noche, nena.-
-Adiós- respondió dirigiéndose hacia la puerta.
El día escolar había ido bastante rápido. Había sol en la ausencia de la lider durante una semana. Sue había llamado a Santana a su oficina la semana pasada para decirle que estaba reemplazada como capitana, porque Quinn tenía algún tipo de gripe aviar o algo atroz. La falta de la capitana le había permitido abrazar de verdad el poder que estaba disponible. Sólo era un estudiante de segundo año, pero estaba en la cima de la cadena alimenticia social. Dio una sonrisa de satisfacción cuando su presencia en su primer año todos se escabullían. Este era su territorio o, al menos, podría serlo; No la malinterpretes, le agradaba Quinn? Ella frunció el ceño y lo reconsideró. Tal vez; agradar era una palabra muy fuerte. Ella la respetaba en su modo silencioso, sin cumplidos, no quería elevar su ego;
Sin embargo, ella estaba de vuelta y más perra que nunca. Compartieron algunas clases juntas y se habían asegurado de reafirmar su autoridad con mano de hierro. La perra rubia había slushiado a más que un puñado de estudiantes de primer año y había ordenado a ella y Brittany obligar a dos de las más débiles Cheerios formar una línea para hacerlas llorar, La perra estaba de vuelta. Allí no se puede negar eso.
Para Quinn Fabray, Santana Corcoran siempre fue la segunda mejor. Ambas eran estudiantes de segundo año, estaban en la parte superior de la cadena social. y eran Cheerios. Pero, Quinn siempre iba por delante. siempre fue mejor y mientras odiaba eso y quería ese lugar en la parte posterior, sabía que Quinn era mejor. Una pequeña parte de ella, que nunca lo admitiría en voz alta, lo aceptó.
La Escuela había terminado. Puck y ella habían tenido una conversación en la cafetería diciendo que Santana sería responsable del hobbit durante la práctica. Quería entrar en el vestuario y fuera de las gradas antes de que comenzara la práctica. entró al vestuario y vio a la perra Fabray. le dio una sonrisa y comenzó a caminar hacia ella. Había algo un poco diferente en esos ojos de fuego. Sue Sylvester salió.
-Reúne a las chicas en el campo y comienza con los suicidios- dijo Sue casualmente. -Tengo que hablar con la capitána. Asimismo, que ya está disponible.-
Santana sonrió, se dirigió hacia el exterior. Vio a Rachel sentada tranquilamente en el banco. Su mejor amiga estaba sentada a su lado.
-Hola Britt,- dijo a su amiga con una pequeña sonrisa.
-Hola- respondió. -Bueno parece que la señora a cargo está aquí. Fue agradable hablar contigo, Rach.-
-Adiós, Brittany- respondió Rachel con una pequeña sonrisa.
Santana miró detrás de ella antes de que volviera la mirada hacia Rachel. Su mirada se endureció ligeramente.
-Voy a decir esto una vez. Quédate aquí. No quiero que andes por la escuela- soltó rápidamente. Le dio la espalda a Rachel y le gritaba a las Cheerios en las líneas laterales. -Chicas! Suicidios! Vamos! Un mar de uniformes rojos y blancos corrió a la cancha.
-¿Qué pasa si tengo que ir al baño?- no soy un perro, puedo caminar, hablar y cuidarme sola
Entrecerró los ojos . -¿De verdad vamos a discutir sobre esto ahora?-
la pequeña morena retrocedió y sacudió la cabeza.
frunció el ceño y se mordió los labios. -Si tienes que ir al baño, simplemente hazme una señal ¿de acuerdo?-
Rachel asintió con la cabeza.
Santana volvió a concentrarse en la práctica y comenzó a marchar hacia el campo. -llaman a esto suicidios? Esas serían si fueran para personas ciegas lisiadas!-
negó con la cabeza a su hermana. Desde luego gritó mucho.
Santana comenzó a correr suavemente con las niñas que se burlaba de ellas por no ser lo suficientemente rápidas.
-Brittany, necesito tus ojos. Vamos, ayúdame- San
La rubia se quedó sin la formación y se paró junto a Santana respirando con dificultad. ¿Qué pasa?-
se encogió de hombros. -Yo no quería la tortura por más tiempo-, susurró. -pero pues la perra a cargo está de vuelta. Estaba tan agradecida de no tenerla en mi cara durante una semana. ¿Crees que la entrenadora se daría cuenta si pongo ántrax en su Gatorade?-
-Oh detente, San,-Brittany se rió. -Tu y yo sabemos que no la odias tanto como pretendes. Sólo estas amenazada por su poder.-
-Porque ella sigue quitándome lo mío-, argumentó. Señaló a un estudiante de primer año. -Campbell, ¿Eso es correr? Pareces un antílope retardado.- Santana sonrió y se cruzó de brazos. volvió su atención de nuevo a su mejor amiga.
Britt negó con la cabeza. -Ustedes dos son tan parecidas que es ridículo. Quinn es tan afable y está privada de su vida en su casa. Y tú estás pérdida por esa chica de allí. hizo un gesto con la mirada vuelta hacia Rachel en las gradas.
Santana siguió su mirada y vio a Rachel que ya ni siquiera miraba la práctica, pero había extendido cuidadosamente su libro de texto junto a ella y estaba haciendo su tarea. Odiaba lo obediente que era. A veces quería discutir. Quería que rompiera las reglas. Pero no mala suerte, se reprendió. Se volvió hacia Britt.
-Es sólo que no entiendo, B- dijo. -Ustedes! muévanse!- le gritó a un par de chicas que se estaban retrasando. Respiró hondo y miró a su mejor amiga." -Odio recibir órdenes de ella. Podemos ser un gran equipo si lo reconociera, pero no.-
-Oh, San- Brittany rió. -no creo que eso te salga de tu corazón. no eres una santa.
Estoy seguro que no soy del equipo de los "cruzado de cristo" Santana rió. -Vamos. Debemos entrar en calor.-
Britt se rió y siguió a su salida al campo.
Entró al vestuario con facilidad y confianza, pero su mirada demostró otra cosa. No tenian que conocer a Noah "Puck" Corcoran para saber que él estaba enojado. Sus ojos se estrecharon mientras examinaba el vestuario. Tiró de su equipo y su camiseta de práctica cuando vio el producto de su ira. Le dio una sonrisa tensa. Entrecerró los ojos aún más. Odiaba que le tomara tanto placer a esto.
-Corcoran- gritó la entrenadora Beiste. -Reúne a los linieros ofensivos y salgan al campo.- La entrenadora miró hacia la otra parte del equipo. -Karofsky, conduce a un defensor y al campo. Vamos a ejecutar algunos ejercicios, nenas!-
Puck sacó su casco sobre la cabeza. Captó la mirada de su hermana en el otro lado del campo. Se había dado cuenta, veía ese brillo en los ojos. Pasó toda su vida tratando de controlar su ira. De alguna manera en el camino aprendió a controlarlo. Sin embargo, había tres cosas a las cuales alguien podría amenazar en su vida que lo haría descontrolarse. Esas tres cosas significan mucho para él que incluso dejaría ir de lado la ira posesiva.
Gritó para empezar el juego y el equipo se alineo en la línea de la yarda. Cerró los ojos con su objetivo. Sonrió cuando vio a los ojos ya magullados del muchacho. Su hermana le va a pegar cuando lo golpee. Estaba ansioso. Puck miró a su equipo
-Listos, set, hut!-
Puck utilizó cada músculo de su cuerpo para pasar el balón a su compañero Finn y cargar a Karofsky en frente de él. El chico no sabía qué le había golpeado. Él estaba abajo gimiendo en el dolor de la fuerza brutal de Puck. Oyó gritar a Beiste desde la barrera. Se inclinó lentamente para pretender ofrecer al chico una mano. Karofsky la tomó. Puck levanto al chico y se acercó a su oído.
-Tenemos muchos más ejercicios que hacer. Así que ponte cómodo ahí abajo, perra,- él susurró.
Karofsky lo empujó . -¿Qué demonios, hombre!-
Puck creó la línea de nuevo y él gritó. -listo, set, hut!-YA-
Lanzó la pelota y se estrelló contra Karofsky de nuevo. Trató de darle crédito al chico por intentar escapar, pero estaba demasiado satisfecho cuando el chico gimió de frustración y dolor. Puck agarró las barras delanteras del casco de Karofsky y lo arrastro. Hizo caso omiso a los llamamientos de Beiste desde la barrera.
-Tocas a mi hermana, y yo me ocupo de tí- gritó en un tono extrañamente bajo. -Tu culo es mío.-
-Corcoran!- Beiste le gritó. ¿Cuánto tiempo había estado allí?
-¿Qué demonios es tu problema?- Preguntó la entrenadora.
Puck negó con la cabeza y le dio una sonrisa encantadora. -Nada, entrenadora. Mal día. Sólo me estaba disculpando con Karofsky por golpearlo tan duro.-
Beiste entrecerró los ojos y miró al chico con cuidado. -hazlo un poco más fácil para él, Corcoran-
-Claro entrenadora- sonrió.
El resto de la práctica no estuvo muy bien para Karofsky. Puck era ágil y discreto fue capaz de fijar de forma rápida los golpes y con más facilidad, que pasó desapercibido por Beiste. Él no era el capitán de nada. Él estaría herido en la mañana y eso es lo exactamente quería Puck. Nadie se metía con su familia.
Su mente se dirigió a la noche anterior.
...
Qué es eso? Puck le preguntó empujando su comida a la boca.
Santana miró su brazo. –Nada se encogió de hombros. -Sólo un moretón de Cheerios.
-Eres la capitana... tu no recibes golpes.Tu das los moretones- argumentó tomando un bocado de su cereal
-Me hice cargo de él- respondió encogiéndose de hombros. -No te preocupes por eso.
-¿Qué quieres decir?¡ Tomó un trago de leche del recipiente.
-¿Qué quiere decir con que te hiciste cargo de el? preguntó de nuevo arqueando la ceja
la chica agarró el recipiente de su hermano para servirse un poco de leche. -Karofsky pensó que podía tocarme y yo-'
-El qué?!
Santana lo miró y luego miró hacia la puerta de la sala de estar. -Espera!- Se tranquilizó. -Sólo olvídalo. Me ocupé de él! Nunca piensas que puedo cuidarme yo sola!-
Santana lo miró con una pequeña sonrisa. Conocía esa sonrisa.
-No te atrevas! Quiero una respuesta San! simplemente no puedes descartar esto- Puck respondió acercándose a ella para que él no estuviera gritando.
Ella no le hizo caso.
-Santana, todavía estamos hablando aquí, no te atrevas- Puck trató de decir.
le dio una última mirada antes de que le llamaba a Rachel -Rach, ¿puedes venir aquí, por favor?-
Puck negó con la cabeza. -No puedes llamarla cuando quieres evitar una pregunta- susurró.
-puedo. Y lo hago porque funciona- sonrió.
La niña de 11 años, entró en la cocina con una mirada de perplejidad en su rostro. -Pensé que ustedes estaban hablando de cosas que no quería que escuchara- dijo casualmente
miró a su hermano con tono acusador. -Pero hemos terminado.-
-Estamos muy lejos de hacerlo- dijo en voz baja
-Me hice cargo de él-
-te hiciste cargo de qué?- Rachel preguntó tomando asiento en el mostrador.
-De un idiota- dijo casualmente mientras tomaba un sorbo de agua.
-Santana- dijo Puck con un suspiro. -¿En serio?-
-¿Qué hiciste? Rachel preguntó en interés.
-le di un puñetazo en la cara-
Rachel miró boquiabierta a su hermana mayor. -Mamá te va a matar- dijo en estado de shock.
-querías ser incluida en la conversación. Te incluí. Ahora, no le dirás ni una palabra a mamá. Santana inclinó la cabeza y levantó la ceja a su hermana menor.
-¿Por qué le pegaste?-Rachel preguntó apoyando la barbilla en la palma de su mano.
-Sí, San, ¿por qué le pegaste? Puck dijo imitando a Rachel y mirando a Santana burlonamente.
La niña le dio una palmada a su hermano. -No seas tonto!"
Él le dio un empujón de nuevo.
-No hay razón para seguir discutiendo- la niña mayor desestimada. Se volvió hacia Puck. Déjalo.-
...
Puck volvió al presente. Había dejado caer la conversación de anoche pero seguro que no iba permitir que Karofsky se saliera con la suya. Se acercó a su coche y vio a su hermana esperando allí con los brazos cruzados. Dios, odiaba que ella fuera una Cheerio. De todas las niñas de esta escuela, su hermana no debería usar un uniforme de porrista. Demasiados chicos pondrían sus ojos en ella. No le gustaba ni un poquito.
Rachel le dio una señal a Santana hacia la escuela. La niña mayor le dio una rápida inclinación de cabeza y Rachel caminó. Allí Divisó el auditorio. Sólo quería mirar. Recordó haber visto videos de su madre cantando. Soñaba con cantar en él.
Entró a la sala y se quedó mirando la escena con fascinación. Se encontró caminando hacia el escenario y tocando el piano
Dejó que sus dedos se deslizaran por las teclas.
-Eres muy buena en eso- gritó una voz .
Dio un salto. Soltó un pequeño suspiro de alivio.
-Hola Sr. Schuester- saludó poniéndose de pie cortésmente para saludarlo.
-Hola, señorita Corcoran- respondió con una sonrisa en su cortesía. Ella era sin duda diferente a sus hermanos. Sonaba bastante bien. -¿Tomas clases?-
-No, usted sabe mamá es.. solo mamá- respondió con un encogimiento de hombros.
Sabía que su madre y el Sr. Schuester habían sido amigos, y Él sabía acerca del increíble fondo musical de Shelby
-deberías tomar clases- se sentó en el banquillo. -¿Te gusta cantar?-
Rachel asintió con la cabeza. -Sí, pero todos lo hacemos.-
-¿Quieres hacer algunas escalas?- -desplazándose de modo que estaba sentado correctamente en el piano.
-a usted no le importa?- preguntó con una sonrisa de sorpresa.
-¿Por qué iba a importarme?- le sonrió
-Es posible que tenga algo mejor que hacer-
Se echó a reír. -Desde luego, que no.
-¿Creen que esto es duro? Traten de sentarse en la silla eléctrica! Eso es duro!- Sue gritó a través del megáfono. -A las duchas y salgan de mi vista!-
Santana miró sin aliento hacia las gradas mientras se limpiaba la frente sudorosa. -¿Por qué demonios Rachel no regresa del baño?-Empezó a recoger sus cosas.
-Corcoran! -
Ella rodó los ojos a sus compañeros de Cheerios sabían que estaba gritando sólo para reafirmar su autoridad.
-Fabray- se burló de nuevo. -El hecho de que hayas faltado una semana no significa que puedas ser una perra total.-
-Cállate- respondió entre dientes. -Los ejercicios que ejecutaste antes de la práctica fueron descuidados y repugnantes. No me extraña que estés todavía atrás de mi-
-¿Eso es una especie de consejo? Y para tu información los ejercicios eran lo que Sue ordenó..
la rubia miró por encima del hombro. la morena siguió su mirada. Había un taxi en el estacionamiento.
-¿Estas muy debilitada por tu plaga negra para conducir tu coche a casa?- Miró alrededor del estacionamiento. -¿Dónde está tu coche?-
-Vete a la mierda, saca tu trasero de aquí al menos que quiera estar en el fondo de la pirámide.-
Santana frunció el ceño. -tú no sabes que aún puedo golpearte.-
-Trata- la chica silbó mientras empezaba a caminar hacia el taxi.
miró detrás de ella con los brazos cruzados. Negó con la cabeza, no iba a lidiar con ella ahora.
-¿Dónde está la enana?- Puck preguntó interrumpiendo sus pensamientos.
Santana lo miró. -Me estoy encargando de eso. Ve por sus cosas!-
Ella pisoteó en la escuela. La perra rubia tonta pensó que lo sabía todo. Se dirigió por el pasillo hacia el baño, pero se detuvo cuando escuchó un canto saliendo del auditorio. El canto de Rachel.
Se acercó y abrió la puerta con un fuerte golpe.
-Rachel! la regañó. -Vamos, ahora!-
-Hola, Santana- Will dijo poniéndose de pie poniendo su mano en el hombro de Rachel. Santana dio un gruñido. -Lo siento, sólo estábamos practicando.-
-Bueno, se suponía que debías estar donde pueda verte- respondió la morena molesta
Rachel le dio al profesor una pequeña inclinación de cabeza y bajó con su hermana, que le tomó la mano. -Lo siento, San-susurró.
Santana seria, se suavizó -Hablaremos de esto más tarde.-
Se dio la vuelta y miró al profesor de español. -¿No tiene algo mejor que hacer que pasar el rato con una niña de once años?-
-Santana, Yo-.
-Olvídelo-. Interrumpió
Salió furiosa con Rachel detrás de ella
