Era una fría noche de invierno en la que caían copos de nieve, una joven pelirrosa se encontraba decorando un árbol en el salón de la gran mansión, debía tener una 23 años de edad, pelo corto por encima del hombro, dulce mirada de color fresa y blanca piel. Sonrió satisfecha al terminar de decorar el árbol, había tardado más de una hora en colocar todos los adornos, pero ahora veía que había merecido la pena. Suspiro cansada y decidió sentarse en el sofá a modo de recompensa.
La joven sonrió al escuchar la puerta abrirse para luego cerrarse, eso quería decir que él había llegado. Sintió unos pasos detrás de ella, pero no se asusto.
"Buenas noches" le susurro el joven en el oído a la muchacha"¿Cómo te encuentras?"
"Buenas noches, Ren" dice la joven besando la cara del muchacho"Bien…"
"¿Has decorado tú el árbol?" dice el joven acercándose al sofá y sentándose al lado de la joven.
"Si, ¿te gusta?"
"Esta bien, pero no deberías haberlo hecho en tu estado" dice el joven mirando los ojos Tamao
La joven sonrió con ternura a su marido y se recargo en su pecho, le encantaba el aroma que desprendía y escuchar como se le aceleraba el corazón cuando ella estaba cerca.
"Tamao…"
"Dime" dice la joven sin separase del joven.
"Tenemos que hablar" dice Ren con bajando la mirada.
"¿Sobre que?"dice Tamao incorporándose en el sofá.
"Sobre, nuestro hijo"
La joven se toco el abultado vientre y lo acaricio suavemente, su hijo…, ya faltaba poco para que diera a luz, dos escasas semanas.
"¿Qué le pasa?" dice la joven mirando a Ren, pero este seguía con la mirada baja.
"¿Crees que seré un buen padre?" Ren dijo esto con un pequeño temblor en la voz.
"Por supuesto, el mejor" dice la joven sonriendo tranquila, nunca hubiera imaginado que su marido fuera a veces tan inseguro.
"Pero ¿y si mi trabajo impida que lo vea? ¿Y si lo trato mal? ¿Y si me odia?"dice el joven mirando esta vez a Tamao.
"Vamos Ren, es tu hijo, no creo que te odie"
"Pero yo odie a mi padre durante mucho tiempo"
"¿Por qué piensas que nuestro hijo saldrá igual de rebelde que tú?"pregunto Tamao acariciando la cara del joven
"Yo no fui rebelde" dice el cruzándose de brazos.
"Si tú lo dices…"dice la joven sonriendo.
"No cambiemos de tema"
"Has sido tú, el que empezó"
"¿Cómo que yo?, fuiste tú la que dijo que nuestro hijo seria igual de rebelde que yo"dice el joven poniéndose las manos en la cabeza.
"¿No decías que no querías que siguiéramos hablando de este tema?"
"Si, bueno…"
"Dame tu mano, Ren" dice la joven tendiéndole la mano, el joven se la dió y esta la dirigió hacia su vientre "¿lo sientes?"
"Si…"susurró el joven, que sentía como su pequeño se movía en la barriga de su mujer.
"Yo creo que él piensa que serás un buen padre" dice Tamao sonriendo al joven con dulzura.
"¿tú crees?" dice Ren mirando los ojos de su esposa.
"Por supuesto" y besó dulcemente al muchacho"el mejor del mundo"
Fin
