"Nadie va a querer a un Hybrid Child viejo como yo, ya me han tirado 2 veces."
Me digo esto día y noche, ya que nadie se fija en algo tan viejo como yo, menos ese niño que cuando me vió me cogió y me llevó a su casa. Ahí a la gente yo no les gustaba y me volvieron a tirar 3 veces más, pero ese niño, llamado Kotarou, siempre venía a buscarme y me acabé quedando con él.
Tardé cinco años en poder caminar y un año más en poder hablar. Gracias al amor que Kotarou me da, he crecido muy rapidamente. Pero este chico es muy perezoso y cada día me tengo que asegurar que haga sus deberes, a veces tengo que gritarle para que los haga, pero en realidad le quiero mucho.
- Hazuki, ¿no tienes calor?- me preguntó extrañado de que llevara pantalón y manga larga.
- No. Los Hybrid Child tenemos podemos variar nuestra temperatura, al contrario de los humanos. Mira- le dije acercándome a él y tocándole la cara con mi mano.
- Hazuki estas muy frío, desvístete- me dijo tirándose encima mío.
- Kotarou ¿qué haces?- le dije sorprendido.
Pero ya me había quitado la parte de arriba y se había quedado dormido encima mío. Lo llevé a su cama y poco después se desprtó.
- Kotarou! Ve a estudiar ahora!- le dije gritando.
- No. Tengo demasiada calor quiero quedarme en la cama- me dijo seriamente.
- Eres cabeza de la família Izumi deja de comportarte como un niño pequeño y mimado- le dije algo molesto.
Cuando me iba a ir del cuarto me desmayé. Kotarou se preocupó y me llevó hasta donde estaba Kuroda, el creador de los Hybrid Child, y dijo que yo había llegado al final de mi vida ya que era uno de los primeros modelos. Kotarou le suplicó a Kuroda que hiciera algo para salvarme y él le dijo que fuera a buscar la gota de luna, que eso haría que yo pudiera seguir viviendo.
A mi sorpresa, Kotarou hizo todo durante una semana para encontrarla pero no lo logró, cuando vino a pedirme disculpas le abracé y le besé. La misma noche fallecí.
Tres años después, Kotarou hacía todo para olvidarme y seguir estudiando, hasta que Kuroda lo llamó y le dijo que le había hecho una sorpresa después de ver el esfuerzo que hizo para salvarme, Kotarou estaba preplejo.
Unos minutos más tarde vió que Kuroda me había arreglado y que estaba vivo. Kotarou corrió a mis brazos llorando de felicidad al ver que yo estaba bien y que iba a seguir regañandole para que haga los deberes y que estudie.
"Nunca lo había visto tan feliz desde que lo conocí"
