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Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, pero en cambio, parte de esta historia si me pertenece, así que por favor no tomes lo que no es tuyo sin permiso mio o de otro autor (a), ni siquiera si lo haces sin saber, evitate problemas conmigo y con otras personas, Di NO al PLAGIO.
Título: Not Gonna Get Us
Tipo: Historia continua
R: T
Advertencia: Es un ItaSaku AU Mass, sigue la historia desde un punto del manga/anime, siguiendo parte de ella, pero con algunas cosas cambiadas. Esta historia se basa desde el comienzo de Shippuden, antes de la llegada de Naruto a Konoha. Tal vez haya algunas palabras, tal vez OOC, en fin, lee bajo atvertencias ^^
Summary: La había secuestrado cuando tan solo tenía quince años. Y desde ese entonces, ya habían pasado cuatro largos años. Unos años dolorosos y tristes, felices y sin fin… Pero entonces sucedió… Él quería morir en manos de su hermano menor. Y volvió a suceder, pero ella no lo dejó: — ¡…No nos van a atrapar…!— y comenzó todo…
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Not Gonna Get Us
ItaSaku AU
Mass.
Capítulo 1:
Secuestro.
Hacía ya tres años desde que se convirtió en la aprendiz de la Godaime Hokage, Tsunade Senju.
Y claro, hacia ya tres años que no había sabido, ni siquiera oído, nada de sus compañeros de equipo: Uzumaki Naruto y Uchiha Sasuke. Había días en los que se sentía tan sola, y es que, a pesar de tener a sus demás compañeros y amigos, a si como a su maestra y los demás maestros, no evitaba que la hiciera sentir así. Sola.
Y como siempre, para matar el tiempo, ahí se encontraba ella, en medio del bosque, recogiendo plantas medicinales para Tsunade-Shishou, y el hospital, claro. Su misión era una simple, de rango C. Pero, si ella entonces hubiera sabido lo que le esperaba, tal vez, y nunca hubiera ido ahí…
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**Cuatro años después…**
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Estaba acostada, con la respiración un poco agitada. Tenía los ojos vendados.
Estaba realmente cansada, ese día había practicado mucho.
Habían pasado muchas cosas en esos cuatro años:
Desde hace cuatro años, tiene los ojos vendados, su secuestrador nunca le ha dejado quitar la venda, así que desde hace cuatro años, ella no ve absolutamente nada. Con el tiempo aprendió a valerse por sí misma, sin tener que usar la vista, simplemente, usando sus otros sentidos. Para ella, muchas cosas son fáciles, tanto que, ella piensa, si se quita o le quitan la venda de los ojos, no sabría qué hacer.
También, desde hace cuatro años, no sabe nada del mundo exterior: No sabe nada de su aldea natal, Konoha, así como tampoco sabe nada de su maestra y amigos. No sabe como es el mundo ahí afuera, en fin, no sabe absolutamente nada. Al principio le enojaba, pensaba que ellos, sus amigos, se habían olvidado de ella, que no se preocupaban por ella, que ni siquiera hacían algo por buscarla. Pero, simplemente, con el tiempo, se resignó, dejándolos de lado, sin importarle nada de ellos…
Y eso no es nada, desde hace cuatro años, vive como si nada, en una guarida de su secuestrador, hágase llamar, Uchiha Itachi. Sabe que nadie de la organización, llamada Akatsuki, sabe que está secuestrada, eso cree, y bueno, también Kisame viene de vez en cuando con su querido y adorable secuestrador. El llamado secuestrador le ha enseñado varias cosas, entre ellas, a valerse por sí misma sin la ayuda de su vista, aprender a comer con las vendas en los ojos, trasportarse de su habitación a otro lugar dentro de la guarida, encontrar cosas, asearse, y más. También, junto a Kisame, le ayudaron a aprender a defenderse, inclusive, la hicieron más fuerte, de cómo era en su aldea.
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**Cuatro años antes…**
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Arrancó una planta…
Luego otra…
Pero entonces, sucedió…
Algo pasó, no lo supo, pero de una manera extremadamente rápida: alguien le estaba amenazando con un kunai en el cuello.
— ¡¿Qué…? ! — No alcanzó a terminar, ya que su agresor le tapó la boca con una mano.
— Kunoichi…— le habló al oído.
Ella sabía que no era una gran kunoichi, pero le hacia la lucha. Su agresor se le hacía conocido. ¡Diablos! ¡Cuando necesita su memoria, nunca está disponible!
Y entonces lo supo…
Su agresor le quitó la mano de la boca, no sin antes darle un ultimátum:
— Quitaré mi mano lentamente, pero ni se te ocurra gritar por ayuda, porque si lo haces, te encajaré el kunai por el cuello…— le dijo de manera lenta, y con un tono un poco lleno de veneno.
Se dio la vuelta, lo supo. Su agresor era Uchiha Itachi, un asesino de rango S, con Kekkei Genkai, El Sharingan, pero siendo él, Mangekyou Sharingan. También es conocido por ser miembro de la reconocida banda criminal, Akatsuki.
Ella sabía algo, cuando uno, en este caso, una, se enfrenta a alguien como Uchiha Itachi, que posee el Sharingan, lo mejor es salir corriendo lo más rápido posible de ese lugar, antes de caer en el genjutsu.
Pero lo sabía, ella no podía escapar, porque simplemente, Itachi ya la tenía acorralada.
No sabía que decir, así que lo primero que dijo, fue de manera inconsciente:
—…Uchiha Itachi…
— Vaya…— dijo aún con voz baja. — ¿A qué se debe el honor, de que tu, Kunoichi, hayas dicho mi nombre?
No respondió nada. Pasando unos minutos, se decidió a por fin preguntar:
— ¿Qué es lo que buscas, Uchiha Itachi? ¿Qué buscas en mí? ¿Por qué me tienes acorralada así? Tengo muchas preguntas, pero por ahora, esas son todas las que te preguntaré…— le dijo, con voz autoritaria.
— Haruno Sakura, tu a mi no me ordenas…— le dijo, apretándola más, logrando que soltara un gemido de dolor.
— No lo repetiré una vez más, Uchiha Itachi, ¡¿Qué es lo que quieres de mi? ! — le espetó, nerviosa.
Chasqueó la lengua, y después contestó:
— Te daré el honor de saber mi vistita, Haruno Sakura… Estoy aquí para tomarte. Te voy a secuestrar…
Abrió los ojos desmesuradamente. De un rápido movimiento, lo empujó y salió corriendo lo más rápido que pudo.
Para su mala suerte, Uchiha Itachi salió corriendo detrás de ella, casi inmediato.
Una hora. La estuvo persiguiendo durante una hora. Hasta que por fin, la niña se había cansado…
En frente de una cascada, se encontraban ambos, viéndose frente a frente.
— Kunoichi… Ríndete ahora, estas a tiempo, sabes que nunca ganarías esta batalla…— le dijo de manera pacífica.
— ¿Por qué? — le preguntó ella, con la cabeza baja. — ¿Por qué quieres llevarme contigo? ¿Por qué quieres secuestrarme? — le volvió a preguntar, aún impresionada.
— ¿Por qué quieres saberlo? — le pregunta, como si no tuviera importancia. — Yo no le veo ninguna importancia en saberlo…
— ¡Entonces…! ¡Aunque me cueste la vida, haré lo que sea para que tú no me lleves…!
— Sabes que no puedes evitarlo, Kunoichi, Es, simplemente, inevitable…— le dijo, para después correr hacia ella, de una manera muy rápida.
De pronto, Itachi ya estaba frente a ella.
Con una katana en mano, Uchiha Itachi se dirigió con todo su poder hacia ella…
Ya llevaban tiempo peleando. A pesar de que Itachi no luchaba con fuerzas contra ella, para ella seguía siendo muy difícil. Itachi solo usaba taijutsu, rara vez usaba otra cosa.
Itachi ya se había hartado. De manera rápida, la pateó en el estomago, y ella, salió volando.
Cuando aterrizó, ella se golpeó la cabeza contra una roca. El golpe la dejó muy confundida.
Él, se acercó de manera rápida, la tomó de los brazos e hizo que le mirara directamente a sus ojos. Su Mangekyou giraba de manera rápida.
— Te dije que no saldrías victoriosa de esta pelea, Haruno Sakura…— le dijo— Así que ahora te toca tu castigo, por no haberme hecho caso antes…
La encerró en su Tsukuyomi.
— Bienvenida al mundo del Tsukuyomi, Haruno Sakura…
Ella aún se encontraba muy confundida, tanto que veía borroso, hacia bizcos y soltaba sonidos con voz baja, sonidos de dolor.
Comenzó el martirio.
Le encajó la katana, por todos lados: en sus brazos, de varias maneras, con cortes profundos y algunos, sin importancia alguna. En las piernas, ahí simplemente le lastimó unas cuantas veces. Y entonces, las setenta y dos horas en el Tsukuyomi, por fin habían acabado.
La volvió a tomar de los brazos, y le susurró:
— Esto apenas comienza, Haruno Sakura…
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**Cuatro años después…**
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Se encontraba llegando a aquella guarida, por así decirlo.
Tenía "secuestrada" a Haruno Sakura desde ya hacía cuatro años.
Nadie sabía quién tenía secuestrada a Haruno Sakura. No lo sabía su aldea natal, Konoha, junto a la Hokage y los demás amigos de ella de esa aldea. Inclusive, no lo sabía el mismísimo jefe de la organización, el jefe de Akatsuki: Pain. Aunque él no hubiera dicho Pain, sino a Uchiha Madara. Solo lo sabía Kisame.
Además, ¿Qué razón tendría Uchiha Itachi para secuestrar a la inocente Haruno Sakura? ¿Por qué la secuestraria? Y es que simplemente, eso no tenía sentido…
Y lo sabía, jamás tendría sentido…
Pero había muchas razones por las cuales él, no la dejaría ir:
En primer lugar, porque la necesita. Sabe que si Sasuke se entera, querrá salvar a su antigua compañera de equipo. Aunque todo puede pasar. Tal vez la use de simple excusa para que pueda encontrarlo y matarlo…
Pero no solo por eso ella está ahí. Hace cuatro años, durante su pelea, ella se golpeó de manera fuerte en la cabeza, haciéndole quedar ciega.
Al principio la obligó a usar vendas, porque estaba herida. Después de quitarle las vendas de los ojos, ella…
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Ella no se había tomado las cosas nada bien cuando había despertado.
Estaba enojada, estaba triste, llena de coraje.
¿Por qué le hacía esto?
¿Por qué la secuestró?
Y, ¿Por qué la estaba curando?
¡Es que nada tenía sentido!
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Le estaba removiendo de manera lenta las vendas.
Pronto Sakura ya no tenía nada en la cabeza, cubriéndole los ojos.
— ¿Ya me has quitado las vendas? — le pregunta ella, de manera suave.
Él ya le había quitado las vendas, y ella veía en un punto indefinido.
Entonces, se dio cuenta…
La había dejado ciega…
— No…— le dijo, haciendo una mueca que ella no pudo ver. — mejor no te las quitaré… ¡Y te prohíbo que te las quites! ¡¿Me has entendido? !
Se asustó con aquello que le dijo Itachi, haciendo que ella asintiera de manera rápida, y un poco exagerada.
Pero, aún tenía duda, ¿Por qué le ha prohibido quitarse las vendas…?
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Si, Haruno Sakura había quedado ciega durante aquella batalla.
Ella no lo sabe.
Por alguna razón, no quiere herirla.
Así que durante cuatro años, le ha ocultado que es ciega, obligándola a usar vendas en sus ojos.
Y sabe que le seguirá ocultando aquella verdad, todo el tiempo necesario, simplemente, por no querer herirla.
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Un poco más calmada, se paró de la cama, se acercó hasta donde se supone que hay un espejo, y se quedó justo enfrente del espejo.
Alzó una mano, hasta llegar donde se supone que están las vendas que le cubren los ojos. Lo palpó…
A pesar de que desde hace cuatro años desde que el llamado secuestrador le prohibió quitarse las vendas, aún seguía implantada la duda en su cabeza, ¿Por qué le había prohibido quitarse las vendas?
No lo sabía, pero investigaría…
A pesar de no poder usar su vista, sabía que ella había cambiado en muchos sentidos, tal vez no sabía cómo era su cara en sí, ni siquiera su cuerpo entero, pero con el tacto, se da cuenta de muchas cosas: Sabía que su cabello estaba más largo, por debajo de su trasero, ¡estaba bastante largo! Pero su llamado secuestrador no quiere dejarla cortárselo, según él, y Kisame, ella se ve realmente hermosa así. También ha sentido que se ha desarrollado, sus senos son más grandes, y también está más alta, tiene las piernas largas, pero… Aún así, no es suficiente, ¡quiere verse al espejo! ¡Ya ha aguantado suficiente! ¡Han sido cuatro largos años! ¡Ella quiere verse!
Se tocó las vendas, y sus manos fueron recorriendo las vendas de manera lenta, pronto encontró el nudo de las vendas.
Cuando la iba a zafar, la puerta se abrió de manera brusca. Uchiha Itachi había entrado.
Itachi se quedó perplejo, Sakura se iba a quitar las vendas.
Le enojó, tanto que activó su Sharingan.
La agarró de manera brusca de los brazos, logrando sacar un grito de dolor de parte de ella.
— ¡¿Qué crees que estás haciendo? !
Estaba muy asustada, ¿Qué hacia? ¿Qué le dice? ¿Le dice la verdad?
— E-Etto… Yo…
— ¡Respóndeme! ¡¿Qué diablos crees que hacías? !
— ¡Yo…! ¡Yo estoy harta! ¡Estoy harta de solo tener que tocar para saber! ¡Quiero verme en el espejo! ¡Llevo cuatro años con vendas en los ojos! ¡Creo que me merezco verme!
— ¡¿Por qué quieres verte? !
— ¡¿Qué no me has oído? !
— ¡¿Quieres verte al espejo? !
— ¡Si, carajo! ¡Quiero ver como soy!
La volvió a tomar del brazo, la colocó enfrente del espejo, y le dijo:
— ¡¿Con que quieres ver cómo eres, eh? !
Prácticamente, le arrancó las vendas.
Sabía que ya no tenía las vendas, entonces, ¿Por qué seguía viendo todo negro?
— ¿Querías verte, no? Ahí estas, enfrente del espejo. Pero, ¿Sabes porque ves todo negro?
¿Cómo lo supo? ¿Cómo sabia que ella no veía nada?
— Se todo esto, porque el día en que peleamos, te golpeaste contra una roca y quedaste ciega. Por mi culpa eres ciega…— le dijo un poco más calmado.
No lo soportó más, comenzó a llorar.
A/N: Hola! hace tanto que no escribia así xDD en fin, espero les haya gustado
me despido
besos
Stephanie
PD: Reviews! e_e
