"El hombre que yo amo siempre sabe todo
no sabe de enojos, no entiende rencores
él arregla todo con sabiduría, con solo mirarme me alegra la vida
El hombre que yo amo camina en mi mente,
es mi único ídolo entre tanta gente,
él hace una fiesta con mi pelo suelto,
ladrón de mis sueños duende de mi almohada..."
Myriam Hernández - El Hombre Que Yo Amo
.
.
Hace 6 años (Bella tiene 17 años)
*Toc Toc Toc*
Al momento que escuché alguien llegando a la casa me apuré a ser yo quien abriera la puerta, yo sabía ya quién estaba detrás de ella, nunca fallaba, siempre llegaba a la misma hora: las 4 de la tarde. No importaba que la visita no fuese para mí, lo que importaba era que definitivamente yo era quien más disfrutaba con su presencia.
Una vez más, como cada día desde que mi hermano entró a la preparatoria él estaba aquí. Verlo siempre era fascinante, y sus saludos… bueno, ya verán de qué hablo. Abrí la puerta inmediatamente y me encontré con el hombre de mis sueños, el hombre que hace mucho tiempo había decidido que sería para mí.
"¡Hola hermosa!" Me tomó entre sus brazos y me dio un apretón fuerte con ese cuerpo musculoso que siempre me ha fascinado, escondiendo su cabeza en mi cuello, y si no supiera que es completamente imposible, juraría que él disfrutaba el saludo tanto como yo "¿Está Emmett en la casa?" Me soltó cuidadosamente y me miró con aquellos ojos verdes que me derritieron al instante, definitivamente eso no había cambiado con el tiempo.
"No está, pero hace media hora me mandó un mensaje diciendo que ya venía para acá así que debe llegar en cualquier momento" le sonreí casualmente y lo invité a sentarse en la sala mientras esperábamos a mi hermano.
Platicamos acerca de todo y a la vez de nada, cosas banales, algunas sin sentido pero bastante entretenidas. No me di cuenta que durante nuestra plática nos fuimos acercando tanto, hasta que quedamos frente a frente. Recuerdo bien esa última pregunta que me hizo…
"Y ¿qué tal va la escuela?" me lo dijo con un tono serio
"Muy bien, el próximo año entraré a la Universidad "Contesté entusiasmada
Se quedó mirándome por unos segundos y luego murmuró despacio "Dios, cómo ha pasado el tiempo tan rápido" siguió mirándome fijamente y me perdí completamente en su mirada.
Fue hasta el momento en que escuchamos a Emmett entrar a la casa que rompimos el contacto visual "¡Ya estoy en casa!" Gritó tal vez pensando que yo estaba encerrada en mi cuarto. "Ya nos dimos cuenta, no hace falta que nos aturdas" le contesté riendo
"¡Hey! No creí que ya hubieras llegado Edward" le dijo a su amigo mientras pasaba detrás del sillón y me despeinaba el cabello con una mano "Hola hermanita" me reí y me puse de pie para evitar que mi hermano enmarañara aún más mi cabello rebelde.
"Creo que ustedes deberían irse a terminar sus pendientes mientras yo hago la comida, así dejan de hacerme perder mi tiempo" dije bromeando e inconscientemente le guiñé el ojo a Edward quien estaba de frente hacia mí, obviamente Emmett no se percató ¡Gracias al cielo!
Edward me dio una sonrisa de esas que me encantaban y que definitivamente eran su encanto personal "Cierto, me muero de hambre" bromeó al tiempo que caminaban hacia las escaleras hacia el cuarto de mi hermano, a la distancia me pareció escuchar una risita y yo me quedé sola suspirando.
Me aventé de espaldas en el sillón como en esas películas románticas, solo que yo no corrí con la misma suerte y me golpeé la cabeza contra el apoyabrazos de madera. Me sobé la cabeza por casi 10 minutos hasta que casi pasó el dolor, justo cuando iba a poner todos los ingredientes de la comida juntos, sonó el teléfono.
"¿Hola?" contesté "Hola Bella" saludó mi cuñada quien es también mi mejor amiga desde que comenzó su relación con mi hermano, cuando yo tenía 13 años "Rose, adivina quién está en la casa" suspiré por millonésima vez ese día
"A juzgar por la hora que es y por tu suspiro, no debe ser nadie más que Edward, ¿verdad?" me contestó simpáticamente, por supuesto que entre nosotras había mucha confianza y sabía de mi amor platónico por el mejor amigo de mi hermano
"Sí, ¿Cómo adivinaste?" le pregunté riendo, ella dio un fuerte suspiró y me dijo "¡Cuéntamelo todo! ¿Por qué hoy te escucho más emocionada?" Esa fue la petición que esperaba que me hiciera todo este rato.
Así, mientras yo hacía la comida, el amor de mi vida y mi hermano hacían sus deberes en el piso de arriba, le conté santo y seña a la única persona digna de mi entera confianza. Ella y mi hermano, pero claro, hay algunas cosas que es imposible platicar con él…
.
.
Hace 4 años (Bella tiene 19 años)
Hoy me enteré de algo que me tiene muy triste, ¡Edward tiene novia! No es que jamás haya tenido una, pero esta es extremadamente hermosa, incluso para las mujeres, entre nosotras no hay ni siquiera punto de comparación… creo que se llama Tanya o algo así, es alta, muy delgada, con cabello largo y rubio un poco ondulado. Yo no siquiera pensaba que ese era el tipo de mujeres que a él le gustaban.
No me queda más que aguantarme los celos que me provoca esa relación, al fin y al cabo, algo más que una amistad entre Edward y yo es completamente imposible, siempre lo he sabido, siempre ha sido así… Por cierto, estoy en la Universidad estudiando Literatura Comparativa ¡Yaaay me!
.
.
El año pasado (Bella tiene 22 años)
Hoy soy una mujer graduada, trabajando en una editorial muy importante en Seattle, me encanta mi trabajo, tengo todo lo que podría pedir, mi propio carro, mi propio departamento y cualquier cosa que el dinero pueda comprar pero me falta un hombre. Mi hombre. Ese hombre al que años atrás elegí para mí y que no me daría por vencida hasta que estuviéramos unidos para siempre, con todas las de la ley porque estoy segura que él corresponde mis sentimientos.
El único inconveniente es la relación que tiene con Tanya, son muchos años los que llevan juntos, me preocupa, ¿Y qué tal si es algo más serio de lo que pensé? Nada como el tiempo para dar la respuesta pero yo no pienso dejar de luchar por él.
.
.
Actualidad (Bella tiene 23 años)
Invierno, la estación perfecta para regresar a Forks, sobre todo para navidad. Todo esto es excelente, ya que estoy aquí aprovecharé para ver a Edward y ponerme al tanto de todo lo que ha pasado durante mi ausencia.
Qué raro que Emmett y Rosalie no están en la casa. Ah, olvidé mencionarlo, ella vive aquí en la casa con mi hermano desde hace 2 años, me encanta la idea de tenerla todo el tiempo tan cerca, siempre que vengo nos quedamos hasta altas horas de la madrugada viendo películas románticas y comiendo palomitas con nuestras pijamas puestas.
Al ver que nadie estaba en la casa, abrí la puerta y metí mis cosas a mi recámara, después bajé a la sala y me puse a ver la televisión. No sé a qué hora me quedé dormida pero desperté al escuchar voces murmurando.
"Cuidate mucho" Susurró Rosalie "Siempre lo hago" respondió Emmett en voz baja también, seguramente creían que yo aún estaba dormida "te esperaremos para comer" Susurró Rosalie
"Lo esperarás tú, por que al menos yo sí quiero alcanzar algo de comida" Bromemé adormilada
"Hermanita, despertaste al fin. Son las 10 de la mañana" Me miró sonriente mi hermano
"Pues habría despertado más temprano si no me hubiese desvelado esperándolos" me quejé "A todo esto, ¿Dónde estaban?"
"Estábamos en la boda, qué mal que no pudiste llegar a tiempo" me contestó casualmente y mi corazón se saltó un latido. Algo andaba mal por aquí.
"¿De qué boda me estás hablando?" contesté confundida, haciendo memoria de cualquier plática anterior que pudiese haber tenido con él o con Rosalie, pero nada parecía encajar
"Parece que todavía estás adormilada, pero no tengo tiempo para hacerte recordar, tengo que ir de urgencia a la oficina" Miró al reloj en su muñeca "Estoy seguro de que Rosalie estará encantada de contarte todo con lujo de detalles" Miré a mi cuñada quien parecía nerviosa mientras se despedía con un beso de mi hermano.
En cuanto Emmett salió por la puerta, Rosalie la cerró y comenzó a caminar hacia la cocina "qué te gustaría desayunar Bella? Hay huevos, pan tostado…"
"¡Espera!" detuve su obvia evasión del tema y su caminata por la cocina
"Serías tan amable de explicarme ¿De qué maldita boda me estaba hablando Emmett?" Le exigí frustrada.
"Bella, yo…" se retrajo con sus palabras
"Dime qué está pasando, Rosalie, por favor" le exigí una vez más, claramente mi paciencia no daba para más
Suspiró profundamente antes de mirarme y contestar "Perdóname Bella, yo no quería ocultártelo… pero él me pidió que lo hiciera y sinceramente…"
"¡HABLA YA!" Le grité completamente desesperada por tanto preámbulo
Fue entonces cuando me gritó las palabras que todos estos años había temido escuchar más que nada en este mundo.
"¡Edward se casó ayer en la tarde!, ¿contenta?" Me quedé helada con la boca abierta
En ese momento el mundo se detuvo para mí…
