PROLOGO

La vida siempre ha sido una lucha para mí. De lo que puedo decir, no eran margaritas para todos los demás tampoco. Nunca he dejado de lado la fantasía de que un día no habré de sentirme sola y aislada del resto del mundo normal. Mi sueño es lo que me mantuvo muchas noches, cuando luché contra el deseo de solo desaparecer. Sería mas fácil si no hubiera nacido. Estoy segura de que mi madre ve las cosas de la misma manera. Sé lo que estas pensando y, no, nunca dijo esas palabras, pero mi entrada al mundo cambió dramáticamente el curso de su vida. Había sido una reina de belleza en el pequeño pueblo de Arkansas donde se había criado. Todo el mundo dijo que ella iba a hacer algo grande un día, de alguna manera, tal vez su belleza y encanto habrían abierto esas puertas, si no hubiera conocido al hombre que ayudo a darme la vida. El hecho es que se escapó para convertirse en una estrella y se enamoró de un hombre muy casado que no me reconoció, ni la ayudó, por temor a empañar su posición social en la gran ciudad de Nashville, Tennessee.

Una choza de una habitación en las montañas de Tennessee es donde pasamos la primera parte de mi vida. Hasta el día en que mi madre se levantó y decidió que la vida sería más fácil en Alabama. En la costa sur, podía encontrar trabajo, y la luz del sol sería buena para nosotras, o al menos eso dijo. Yo sabía que ella necesitaba un escape, o tal vez sólo un lugar para empezar de nuevo. Si una persona pudiera ser un imán para los perdedores, mi mamá se ajustaba al perfil, y, por desgracia, estaba a punto de traer a otro niño a la inestable vida a la que se las arregló para dar lugar, la que, en gran medida, confiaba a una niña - a mi - para manejar las cosas. Si me hubiera dejado tomar las decisiones por ella en el mundo de las citas, como lo hizo con el resto de su vida. Pero, por desgracia, nos estábamos dirigiendo al sur de Alabama, donde el sol se supone que debe de brillar más y lavar todas nuestras preocupaciones... si, claro.

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