La siguiente FanFic contiene escenas explícitas de sexo heterosexual. La escritora no se hace responsable por posibles faltas a la moral o traumas psicológicos: bajo la responsabilidad del lector.
Los personajes pertenecen a J, K, Rowling, así como escenarios y referencias.
Durante la trama se hace referencial final de la saga, escrita por la autora. Aquellos que la lean se arriesgan a conocer el resultado final de los libros de Rowling (en caso de que aún no lo conozcan)
Cadena de amores.
Capítulo 1
El comienzo.
Tras la muerte del señor tenebroso y la reinstalación del antiguo colegio, los alumnos del colegio Hogwarts de magia y hechicería regresaron al castillo para retomar el desastroso curso que se había impuesto bajo el mandato de Severus Snape. La nueva directora, Minerva McGonagall era la encargada de hacer válidas las nuevas leyes de recuperación del conocimiento, y como era de esperarse, Harry, Ron y Hermione finalmente terminarían sus estudios en el castillo.
Cuando cruzaron la barrera del andén, Harry sintió que no era más que un sueño: todo era como antes, pero tenía la certeza de que ese año, no se encontraría con profesores que quisieran matarlo, o con recuerdos en un diario, prófugos cazándolo, impostores que lo enviaran frente a Voldemort, complots o mortífagos… tampoco vería ciertos rostros: el segundo año sin ver a Dumbledore, el primero en el que se libraría de Snape, aunque ya sabía el porqué de su tendencia por hacerle difícil su estancia, también sería el primero sin ver a Fred, Tonks y Remus… el último de los merodeadores. Mientras se despedía de la familia Weasley, faltante de un integrante, recordó las pérdidas que había sufrido. En las manos de su abuela, veía a su ahijado Ted, y pudo sentir que sus ojos se humedecían, por lo que entró en el compartimiento más cercano.
Ginny sintió su ausencia, por lo que lanzó un último beso a sus hermanos y entró tras él: lo encontró junto a la ventanilla, con su rostro entre sus manos, y escuchó vagamente sus sollozos. Se sentó junto a él y lo rodeó con su brazo mientras recargaba su cabeza en el hombro del chico, y con la otra mano, acarició sus rodillas. Permanecieron así un par de minutos, sin percatarse de que Ron y Hermione miraban la escena desde la puerta del compartimiento.
-Lo siento- y levantó el cuerpo de modo que Ginny tuvo que apartarse. Se secó con vergüenza las lágrimas que habían corrido por sus mejillas, y abrazó a Ginny-. Se hace más fácil cada día.
-Todos comprendemos por lo que estás pasando- aseguró Hermione mientras entraba en el compartimiento, seguida de Ron-. Todos perdimos a alguien.
-¿Qué estoy haciendo?- se apartó de Ginny y miró a Hermione-, tú… bueno… tus padres están vivos, sin embargo…
-Fue mi decisión, Harry- y sonrió, sin embargo, no era sincera-. Sería muy difícil hacerles comprender quienes eran, y quien soy yo- sintió la mano de Ron presionar la suya-, además, no es como que me falte un lugar en dónde vivir: te agradezco que me dejaras quedarme en Grimmauld place.
-Todo el tiempo que necesites- sujetó la mano de Ginny-. Creo que venderé la casa de Remus. Supongo que a la madre de Tonks no le importará… le trae malos recuerdos y decidió que Ted se quedara en su casa… dijo algo así como "muy joven para hacerse de esa responsabilidad"- y soltó una pequeña risa.
-En eso tiene razón- se mofó Ginny.
-Hey, se supone que tienes que estar de mi lado- y la miró con un juguetón reproche. Luego la beso.
-Hey, más respeto- se escuchó la voz de Ron-, es mi hermanita.
-Cállate- el pelirrojo recibió un pequeño puñetazo en el hombro, y luego un beso en la mejilla.
-Hola- una voz interrumpió la escena y los cuatro miraron a la entrada del compartimiento. Draco Malfoy estaba ahí.
-Hola- Harry fue el único que pudo contestar.
-Yo… quiera dirigirte unas palabras, de ser posible- él asintió, y Draco entró y cerró la puerta. Tomó el puesto junto a Ron miró a Ginny, sin saber porqué. Luego recordó lo que lo había llevado hasta ahí-. Durante el verano, es decir, desde la última vez que te vi… creo que jamás tuve la oportunidad… es que yo…
-¿Tu madre está bien?- Harry trataba de hacerle más fáciles las cosas-. He pensado mucho en ella, y en lo mucho que me ayudó… quisiera escribirle, si es posible.
-Le gustará tener noticias de ti- y sonrió-. Me pidió que te diera sus mejores deseos, y te agradece que… bueno… gracias por lo que… por ayudarme.
-Era lo mínimo que le debía a tu madre… aún cuando no has sido del todo bueno con nosotros- enfatizó en la referencia, y Draco bajó la cabeza.
-Sobre eso quería hablar contigo… ustedes- y miró a Hermione-. Las cosas han cambiado, en todos los sentidos, y esperaba que pudiéramos hacer a un lado las diferencias…- y miró a Hermione.
-Supongo que es posible- dijo ésta.
-Gracias- miró al resto-. Supongo que eso es todo- y se puso en pie para marcharse.
-Malfoy- lo detuvo Harry, y éste se volvió-, solo espero que entiendas que esta tregua no incluye el quidditch.
-No será necesario- dijo con una sonrisa-, les patearemos el trasero.- y se marchó.
-Significa que tendremos que entrenar duro- le advirtió Ginny a Harry, quien aún sería el capitán de equipo.
-No podrán contra nosotros- aseguró Ron-. Somos excelentes.
-Cierra la boca, presumido- y Hermione lo besó.
-Por poco lo olvido- dijo Ginny mientras se liberaba de la mano de Harry y comenzaba a buscar algo en su bolso-. George me pidió que te diera esto tan pronto como nos alejáramos del andén- y le dio una bolsa pequeña cuyo contenido casi le vence por el peso.
-¿Qué es?
-Las ganancias de la tienda de artículos de broma- el resto la miró con sorpresa-, bueno, la mitad de ellas. Ha estado guardando la mitad que le correspondería a Fred. Me pidió que te diera esto, y que te dijera que el resto está en tu caja en Gringotts.
-¿Por qué me lo da a mí?
-Sí, ¿por qué?- exclamó Ron, lo que le hizo recibir un codazo en las costillas.
-Dice que lo mereces. La primera inversión que hiciste en el negocio fue muy importante para ambos, y cree que mereces más crédito del que te ha otorgado. Además, gracias a ti, La Madriguera está cada vez más bonita.
-En eso tiene razón- aseguró Ron.
-No puedo aceptarlo- y trató de devolverle la bolsa.
-Dijo que eso podría pasar- guardó el dinero en su bolso-, y por ello me pidió que esto financiara nuestras visitas a Hogsmade.
-Ginny, por favor…
-No, Harry: tal vez tú seas mi novio, pero George es mi hermano, y eso significa que debo hacerle caso.
-Fred lo habría querido así- soltó Ron, y entonces, la atmosfera se llenó de una extraña melancolía.
No estaban acostumbrados a la falta del gemelo. En realidad, cada vez que George hacía su aparición en el salón, o en un lugar en dónde no se le esperaba, siempre se quedaban con un gran vacío al darse cuenta de que Fred no le haría segunda. El resto del camino se fue lento, mientras recordaban cada una de las agradables experiencias que les había hecho pasar Fred. Harry contó del pavor que sintió cuando ambos le dijeron que tratarían de que no muriera durante su primer partido de qidditch, y de lo agradecido que estaba de que le entregaran el mapa del merodeador, ya que gracias a eso, pudieron comprobar la inocencia de Sirius… ese era otro tema del que no quería hablar, pero viéndose rodeado de sus amigos, los que siempre habían estado ahí para él, pudo decir todo lo que se había guardado desde que lo vio morir en el ministerio de magia.
Al llegar al andén, se encontraron con Luna y Dean. En un principio, Dean se sintió extraño al ver a Ginny, quien lo miró con altivez, hasta que se percató de las manos entrelazadas de los otros dos. El camino hasta el castillo se efectuó en silencio, pero al llegar al gran comedor, cuando Dean se separó de Luna, Ginny logró dirigirle una sonrisa a su amiga… Dean solo se apartó de ellos.
La ceremonia de selección la efectuó la ahora directora, como era costumbre: a Harry le dio mucho gusto encontrar a Hagrid en la mesa de profesores, junto con la profesora Trelawney y el profesor Slughorn. En cuanto vio el rostro del jefe de la casa de Slytherin, recordó que necesitaría un nuevo maestro de defensa contra las artes obscuras, sin embargo, no encontró caras nuevas.
-Tal vez el ministerio no lo crea necesario- le dijo Hermione mientras aplaudía a un nuevo miembro de la casa, después de escuchar su preocupación.
-Tal vez- repitió éste.
Al terminar la ceremonia y antes del banquete, la directora dirigió unas palabras:
-Este año debe de ser uno de los años más difíciles en la historia del castillo. Muchos hemos perdido a seres cercanos en los últimos años, pero aún seguimos aquí para recuperar lo que nos corresponde. Durante el curso, las reglas impuestas por los antiguos profesores serán vigentes… exceptuando aquellas que se implantaron el año pasado. Están con nosotros todo el cuerpo académico, dispuesto a escuchar a quien lo necesite- todos asintieron-. La materia de defensa contra las artes obscuras será impartida por el profesor Firenze, antiguo profesor de adivinación, quien no pudo estar con nosotros esta noche…
-¿Firenze?- Ginny giró hacia Hermione; ésta se encogió de hombros.
-… pero estoy segura de que podrán aprender mucho de él. Sin más que decir, que comience el banquete.
Mientras disfrutaban del exquisito banquete, Harry sintió que alguien lo atravesaba con la mirada. Giró para buscar al causante de tal sobresalto cuando sus ojos se encontraron con una apenada Cho Chang. Por un momento no pudo quitarle los ojos de encima: estaba especialmente hermosa, con el cabello recogido en una coleta, y su rostro se enmarcaba perfectamente.
-Hey- le susurró Ron, quien ya se había percatado de a quien miraba-, ¿qué pasa?
-Nada- y volvió a su comida.
-¿Cho?
-Calla. No es nada.
Mientras Ron y Hermione guiaban a los de nuevo ingreso por los pasillos del castillo, Harry le indicó a Ginny que los alcanzaría más tarde en la sala común. No estaba seguro de lo que haría, pero tenía que saber la razón por la cual Cho lo había estado observando durante el banquete. Se aseguró de que lo viera tomar el pasillo que conducía a la enfermería, por el cual nadie cruzaría durante la noche, y se apresuró a girar en un pequeño contrafuerte, esperando que ella lo alcanzara, pero al escuchar los pasos que se acercaban, cambió de opinión, y tuvo la intención de marcharse a la sala común… solo que ya era tarde.
-Hola Harry.
-Cho… ¿qué haces aquí?- trató de evadir.
-Creí que querías que te siguiera hasta aquí.
-Yo…- trastabilló, por lo que fue evidente su intención.
-Solo quería decirte, que no me gustó la manera en la terminaron las cosas. En verdad te extraño.
-Eso… eso no…- trató de buscar las palabras para dejarle claro que él no buscaría nada con ella, que era feliz con Ginny, pero al verla ahí, tan vulnerable y sincera, no supo si en verdad sería capaz de dejarla ahí.
-Cuando estuviste frente a quien-tú-sabes, sentí que no podía más- tomó una de sus manos, y sin saber porqué, no pudo resistirse-. Creo que nunca sabes lo que tienes hasta que lo ves perdido… no quería perderte de esa forma…- bajó la cabeza mientras acariciaba el dorso de su mano. Harry miró el leve tintineo de sus cabellos-. Pensar que podías morir… creo que no podría soportarlo de nuevo- supo que comenzaba a llorar, a pesar de que su voz no se quebró-. Cuando murió Cedric…
-Basta- la interrumpió. Ella levantó la cabeza solo para corroborar que estaba llorando-, si lo que quieres es causar lástima, no lo lograrás.
-No es lo que quiero- tomó su otra mano y lo miró con atención, mientras dejaba que sus cuerpos se acercaran un poco más-, solo quiero que entiendas que…- dudó- Te amo, Harry, en verdad te amo.
Se quedó petrificado: después de dos años, ella lo amaba, y tras la cortina de lágrimas pudo ver sinceridad. Estaban a escasos centímetros, podía sentir la respiración de la joven en él, casi estaban juntos. Entreabrió los labios para decir algo, pero las palabras no salieron, solo un suspiro de incertidumbre: ¿aún la quería?, ¿qué había de Ginny?, ¿qué diría Ron si le contaba eso?, ¿y Hermione?
-Solo quiero saber…- continuó Cho al darse cuenta de que Harry se había quedado sin habla-, si algún día me dejarás demostrarte cuánto te amo, y de lo que soy capaz de hacer por ti.
-Cho… yo…- pero no se apartó: algo le decía que debía irse, salir corriendo de ese lugar y no volver a acercarse a ella, por el bien de su relación, pero algo lo ataba a ella, algo que nunca antes había sentido-. Estoy con Ginny- dijo finalmente, pero la expresión en su rostro no la convenció de que él se alejaría.
-Solo dime si podré hacerlo algún día- no obtuvo respuesta.
Acortó la distancia que sobraba entre ellos y estuvo a punto de ocasionar que sus labios estuviesen en contacto, pero se detuvo en el último instante para respirar de él: era un aroma sencillo, pero había soñado con él desde hacía mucho tiempo, por lo que quiso que el momento durara por siempre. Harry no se movió, podría haberse quedado ahí, petrificado, a la espera de que Cho hiciese lo que viniera en gana, y él solo se quedaría quieto.
De pronto, no pudo más: separó sus manos para tomarle el rostro y besarla. Ella, sorprendida, solo pudo rodearle el torso mientras se dejaba golpear por él. No era un beso tierno, ni siquiera cariñoso, más bien candente, casi agresivo. Mientras sus manos sostenían el rostro de la Ravenclaw, su lengua trataba de explorar por completo el interior de la chica, y fue lo que le hizo entender lo que le atraía de ella. Cho sintió que la vitoria le recorría el cuerpo: él estaría dispuesto a dejarla actuar. No podía competir con la ternura que Ginny mostraba, pero podía actuar con forme a la debilidad que había encontrado.
Buscó la manera de colgarse de su cuello, pues quería que él se diera cuenta de qué era lo que buscaba, pero tendría oportunidad de hacerlo con calma, pues una vez sembrada la semilla de la duda, lo siguiente sería aún más fácil.
Cuando el beso redujo su intensidad, ella no permitió que terminara, disminuyó la fuerza y velocidad hasta que solo estaban en contacto sus labios. Se separó del beso, pero se acurrucó el pecho del Gryffindor, mientras éste la asía por la cintura. Sonrió, sin que él lo notara, al percatarse de lo desbocado que latía su corazón: era suyo, y ambos lo sabía.
-Esto… - comenzó él a decir.
-Fue grandioso- concluyó ella, sin dejar que él se alejara.
-Pero no está bien- ella se encogió de hombros.
-Algún día logaré demostrarte que sí. Después de todo, tú lo quisiste así.
Lo abrazó con fuerza antes de apartar el rostro de su pecho: lo besó, esta vez por un breve momento. Se apartó de él, le sonrió, y se marchó.
Caminó como zombi hasta la torre de Gryffindor. Al entrar, encontró a Ron, Ginny y Hermione en el sofá frente a la chimenea. Puso una buena cara y se acercó hasta ellos. Ginny, la más próxima, le cedió su asiento para luego sentarse en su regazo. Mientras acariciaba la melena de su novia, lo atormentaba el recuerdo de su engaño, pero la culpa no era tan grande como habría deseado que fuera.
Pues bueno, otra vez haciendo de las mías: espero que les guste este nuevo estilo que estoy comenzando a desarrollar. Después de una serie de Fics románticas, me enfoco ahora al deseo sexual de los personajes. Espero no regarla mucho y que lo disfruten. Dejen sus Reviews, porfis, para poder hacerla mejor.
Kiss kiss, Annie.
