La siguiente FanFic contiene escenas explícitas de sexo heterosexual. La escritora no se hace responsable por posibles faltas a la moral o traumas psicológicos: bajo la responsabilidad del lector.

Los personajes pertenecen a J, K, Rowling, así como escenarios y referencias.

Durante la trama se hacen modificaciones al final de la zaga de Rowling, así como cambios en el carácter de los personajes.


Cambio de hábitos.

Capítulo 1.

Introducción.

Era un día cálido, lo sentía entrar por la ventana. Se puso en pie cuando los primeros rayos de sol entraron por la ventana e iluminaron su rostro. Solo tenía puesta una camisa de hombre con el que había pasado la noche, y se sentía muy bien. No había sido la primera vez que lo había hecho con él pero lo parecía. Entró en el cuarto de baño y se preparó para tomar una ducha caliente cuando alguien llamó a la puerta. Supo que era el momento menos oportuno, sin embargo miró el reloj de pared y se percató que ya era más de medio día. Se puso unos pantalones de tela y amarró su cabello para no dar una mala impresión a quien estuviera esperando. Bajó los peldaños de la casa de Grimmauld Place que por primera vez en el año lucía presentable gracias a los esfuerzos de Hermione. Abrió la puerta y se encontró con dos caras conocidas: Ginny y George se encontraban frente a ella con una expresión de sorpresa ante la informalidad de la joven.

-Parece que no todos madrugan- dijo el joven con un dejo de burla

-Se me pegaron las sabanas- respondió Hermione sonrojándose antes de dejarlos pasar: no les iba a decir que se había acostado con su hermano, aunque ya debían saberlo.

-Harry no se ha presentado a la junta- dijo Ginny entrando en el salón-, pensamos que estaría aquí.

-No lo sé. Iré a ver- Hermione subió las escaleras con calma. La noche anterior habían ocurrido muchas cosas extrañas durante su jueves social: como Ginny no había asistido, Harry había encontrado diversión por otros lugares. En verdad no sabía si Harry estaba en casa, porque Ron y ella se despidieron de él muy temprano, por lo que tal vez, estaría en casa de su otra chica.

Llamó a la puerta, y escuchó movimiento: efectivamente, Harry estaba en casa. La sorpresa vino cuando una chica de cabello negro y ojos rasgados, cubriéndose con la cobija, abrió la puerta para atenderla.

-¿Cho?- dijo Hermione con asombro

-Hola…- respondió ella nerviosa

-¿Qué ocurre?- Harry apareció en calzoncillos tras la chica

-Ginny está abajo… quiere saber por qué no te presentaste a la junta de hoy

-creo que es muy obvio, ¿no?- se burló la otra chica

-Cállate- dijo el joven y cerró la puerta para vestirse.

Tardó solo unos minutos en estar listo, y Hermione prefirió pedirle una explicación en el pasillo y no frente a Ginny, por lo que esperó. Al salir, Harry prometió explicarle todo después de despedir a los Weasley, y le pidió que se encargara de que Cho no bajara. Así que entró en la habitación: Cho se cepillaba el cabello frente al espejo, por lo que le fue fácil a Hermione abrir la conversación.

-Veo que volvieron- Hermione sabía que no era así, ya que cada noche que Ginny se ausentaba, Harry terminaba con alguien más en su cama. El hecho de que esa mañana fuera Cho quien se encontrara ahí, no era símbolo de que Harry dejara a la pelirroja.

-Ambas sabemos que no…- respondió Cho para sorpresa de Hermione- Harry necesita más que una noche para estar con alguien.

-Sabes que está con Ginny, ¿cierto?- quería hacerla enfadar: Cho jamás había sido santa de su devoción. Ella ni se movió-, ¿por qué haces esto?- la miró con curiosidad.

-Por lo mismo que tú lo haces con Ron

-No me refiero a eso. Quiero saber el motivo por el cual te acuestas don alguien que no te toma enserio.

-Harry es especial: sabemos que por su cama pasan muchas mujeres, así que no me importa. Además es muy bueno en el sexo, deberías probarlo.

-No gracias, se lo preguntaré a Ginny.

-Ja, por favor- se burló-, creo que es del dominio público que ellas en una pobre virgen que cree que su amor es un santo- y era verdad. Antes de que Hermione le pudiera contestar, Harry irrumpió en la habitación.

-Se han ido- miró a Cho-, será mejor que uses la red Flu, no sea que te vean.

-Bien- dijo con un coqueto guiño-, te veré después- se colgó de su cuello mientras le daba un largo y candente beso. Harry se estremeció mientras que Hermiome prefirió no mirar. Cho se fue.

Cuando se cerró la puerta del dormitorio, Hermione miró a Harry con reproche, a lo que él respondió enfadándose

-No me mires así: ella se me metió por los ojos

-querrás decir que la metiste en tu cama.

-Sé que quieres que yo sea el culpable de todo, pero tengo que descargar mi energía.

-Descárgala con una persona, no con alguien diferente cada noche.

-Ginny es la hermana de Ron… no puedo robarle la inocencia así como así.

-Si la quieres y quieres estar con ella, no importa cuando la tomes.- y se fue. Sabía que Ginny era virgen, pero sabía que no lo pensaría dos veces antes de entregarse a Harry cuando él le diera la oportunidad.

Fue a la habitación que compartía con Ron: En realidad era su habitación, pero cada noche Ron terminaba en su cama. Se dispuso a tomar una ducha mientras pensaba en cuándo Ron se había vuelto parte de su rutina: hacía dos años. Con la muerte del señor tenebroso, muchos de los condenados de Azkaban tenían derecho a apelar ante el Wisengamot, entre ellos Sirius, sin embargo, esa apelación debería durar años para conseguir las pruebas necesarias y no pasar por alto ningún detalle. Remus le había acompañado durante el proceso, y en esos dos largos años, Hermione había dormido con Ron para olvidar a Remus… solo que no había podido.

Ron, por otro lado, la quería, y disfrutaba mucho estar con ella: le gustaba besarla, acariciarla, el movimiento de sus caderas y sus pechos cuando hacían el amor, era demasiado lindo para alguien con espíritu aventurero. Cada mañana al entrar en su oficina, veía cruzar a Draco y Pansy muy enamorados. Habían resuelto sus diferencias y llevaban una buena relación, pero Pansy era su deseo, su pasión, y por ello buscaban cada momento para encontrarse en uno de los armarios del ministerio y disfrutar el uno del otro. Una vez habían sido descubiertos por Harry, quien había jurado guardar el secreto, en especial con Hermione. Eso excitaba a Ron, el correr el riesgo de que los encontraran, ¿qué haría Draco si se enteraba?

Harry envió una lechuza al ministerio diciendo que se hallaba indispuesto para laborar ese día: de igual modo había perdido toda la mañana, y no planeaba ir al trabajo por la tarde, en viernes. Bajó a la cocina para buscar algo de comer: en la alacena estaban todos los preparativos para la fiesta sorpresa que celebrarían por su cumpleaños. Hermione siempre planeaba esa clase de celebraciones en los cumpleaños de los demás, por lo que ya era bastante predecible. Estaba enfadado con ella: cada vez que le reprochaba el despertar de su cama con una mujer distinta, sentía el impulso de decirle el secreto de Ron, pero tomó el periódico y comió un trozo de pan mientras leía. Ginny estaba en una foto, por lo que comenzó con esa noticia: La aurora más joven del ministerio en este momento, ha encontrado el cuerpo de Peter Pettigrew en el jardín de la antigua mansión Malfoy… ¡Sirius estaba salvado!

Cuando leyó la noticia, salió corriendo de la cocina hasta la habitación de Hermione para que se diera por enterada. Al entrar en el cuarto de baño, la joven se sorprendió: estaba a punto de salir de la ducha, por lo que Harry pudo ver parte de su cuerpo desnudo antes de que ella se cubriera con una toalla, aunque no le dio importancia.

-¡Ginny encontró a Pettigrew!- le mostró al periódico. Ella se lo quitó de la mano.

-¡imposible!- y leyó-. Esto podría resolver el caso de Sirius: si hay un cuerpo, significa que Sirius…

-que Sirius no lo destruyó- completó-¿por qué no me lo dijo?- Harry miró la fotografía de la noticia: estaba Ginny saliendo del ministerio rodeada de todos los miembros de su familia menos Ron, incluyendo Bill, Freur y Charly, todos sonriendo y con las caras en alto por lo orgullosos que se sentían de la pequeña Ginny. Su madre sujetaba un pañuelo a la altura de sus ojos, limpiando las lágrimas que no dejaban de correr. Sin embargo, Ginny no se veía demasiado orgullosa, como si algo le faltara. Recordó que al verla esa mañana, su tono de voz era como si guardara un gran secreto, como si no quisiera decirle algo, pero estaba tan preocupado porque nadie viera a Cho salir de su habitación que no indagó en el asunto. ..

-¡Harry!- despertó. Se había perdido en la fotografía y había dejado de escuchar la voz de Hermione. Levantó la mirada y la vio con solo una toalla encima, y el cabello escurriéndole-, ¿estás escuchado?

-perdona, ¿Qué decías?

-Seguro que Ginny tendrá algún motivo para no habértelo dicho.

-¿Como cuál?- era su padrino, y si algo hubiera que le permitiera volver a vivir con él, entonces Harry debía ser el primero en enterarse, y no por el diario matutino.

-Piensa un poco: las cosas no son fáciles para Sirius, porque aunque encontraran a Pettigrew, murieron más personas en el ataque, así que si Sirius no puede probar que fue Pettigrew quien realizó el hechizo, podrán condenarle.

-¿sugieres que Ginny no planeaba decirme hasta que Sirius saliera libre?- ella asintió con la cabeza-, ¿entonces por qué sale a la marabunta de reporteros?

-En estos tiempos es difícil guardar esa clase de secretos.- Harry la miró con admiración, y ella lo notó-¿qué?

-Jamás voy a entender porqué dejaste los estudios- ella bajó la mirada: era algo que en ese momento lamentaba-, eras muy buena… aún lo eres, y siempre te ha gustado.

-Las cosas cambian, Harry… yo cambié

-Sí pero…- antes de que Harry pudiera seguir con eso, alguien llamó a la puerta-. Yo iré… tú termina de arreglarte.- Salió de la habitación y Hermione pensó que no pudieron interrumpirlos en mejor momento.

Harry bajó los peldaños uno a uno sin darse prisa, ya que en verdad no quería recibir visitas en ese momento. Aún con el periódico en la mano, pensó seriamente en no atender e ir al ministerio a pedirle una explicación a Ginny, sin embargo, presentarse en ese día, después de decir que no asistiría, le podría traer problemas. El segundo llamado a la puerta, le recordó que debía atender.

-Olvidé mis llaves- Ron había regresado de la oficina.

-pudiste usar un hechizo

-Lo intenté, pero creo que Hermione puso algún otro hechizo de seguridad.

-Lo hace últimamente- ambos entraron en el salón y ron sirvió un poco de vino rojo de dragón en dos copas.

-Te perdiste de una gran junta- ambos se sentaron en el sofá. El salón estaba muy bien iluminado y limpio. Desde que Hermione se había retirado de los estudios superiores se había dedicado a hacer de ese un lugar digno para vivir. Con la salida de Remus y Sirius de Grimmauld Place, ella parecía haberse esmerado enmendando las cortinas, limpiando las vitrinas y cada remoto rincón de la casa.

-Si… bueno…- le dio el periódico. El otro chico no parecía sorprendido.

-Te enteraste- dejó el pergamino en la mesa de centro. Harry lo miró con reproche.

-¿lo sabías?

-Tu presencia en la junta de hoy era indispensable: ayer, durante la investigación del caso Malfoy, Ginny fue la que consiguió la pista para resolver la mitad de los casos que han entrado en el último año… y el de Sirius, claro. Más que "el jardín de la antigua casa Malfoy" deberían decirle "el nuevo cementerio Riddle". Se encontraron unos cincuenta cuerpos. Los medios se enteraron pronto, pero era muy tarde para notificarnos, así que esperaron a la junta de hoy para decirnos… Ginny dijo que vendría cuando vio que no llegaste, pensé que te lo diría.

-No lo hiso

-Lo sé. Creo que no quería darte muchas esperanzas: tal vez no indulten a Sirius de todos los cargos.

-¿cómo es que Charly está en la foto, y tú no?- dijo volviendo a mirar el periódico nuevamente

-Vino a pasar una temporada con Bill. Quieren incrementar el número de refugios de estudio de dragones, y quieren poner uno en las afueras de Bristol.

Se quedaron en silencio por un momento, bebiendo el vino que habían servido. La verdad era que Harry deseaba con todas sus fuerzas el que Sirius regresara, y daría lo que fuera por ello. No le molestaba que Ginny hubiera callado, si no que le comía el ansia el saber que estaba tan cerca de lograr la libertad de Sirius, pero el futuro era incierto. Hermione apareció en el salón, y Ron se puso en pie para besarla: estaba hermosa como siempre, con los vaqueros que le ajustaban en la cadera y una blusa azul cielo que, sin estar escotada, definía sus pechos. La sujetó por la cintura y le dio un tierno beso mientras ella acariciaba su cabello. Harry los miró: hacía mucho tiempo que deseaba besar a Ginny de esa manera, sabiendo que después la llevaría a su habitación para quedarse con ella el resto de su vida.

-Bueno, vámonos- Ron tomó las copas y se las dio a Hermione. Del perchero tomó su abrigo y el de Harry para salir de la casa-. Es tu cumpleaños y lo celebraremos como es debido.- Le dio un corto beso a Hermione en los labios y abrió la puerta- ¡las llaves!-regresó.

-A las seis y media estarán todos aquí. No olvides golpear la puerta antes de entrar.

-Lo sé- la besó nuevamente y se fue.

-va a preparar la fiesta- dijo Harry cuando la puerta se cerró tras Ron.

-Sí… tienes que parecer sorprendido o le quitaremos la única diversión que le queda.- comenzaron a andar calle abajo

-¿la única?- Harry le dirigió una mirada de complicidad que Ron compartió.

Dentro de la casa, Hermione sacó su varita para colocar todo lo que había guardado en la alacena en el lugar que le correspondía para la celebración: sabía que las fiestas habían dejado de ser sorpresa para los chicos, y a causa de ello era menos discreta con la preparación, pero esos momentos de soledad le ayudaban a pensar en Remus, y buscar motivos para olvidarle… aunque después de dos años, parecía que nunca lo lograría.


Aquí estoy, cambiando un poco el estilo a los que estaba acostumbrada. Algunas escenas podrían llegar a ser demasiado descriptivas, como me lo mencionó mi primer lector, así que espero que no les parezca desagradable. Esta Fic está un poco restringida con respecto a los cambios, pues estaba dudosa de publicarla mientras la escribía, y ahora estoy en el capítulo 18, pero no dejen de enviar sus Reviews, por si algo les parece raro… Sin más por el momento, espero que les guste y que lo disfruten mucho.

Kiss kiss, Annie.