MI PERDICIÓN
Lo había logrado, había hecho lo que nadie en la historia de Hollywood Arts (o al menos lo que ella llevaba aquí) había hecho. Logré que la temible Jade West me llamara amiga, y ese era el problema.
Ustedes se preguntarán ¿no es lo que siempre habías querido, Tori? ¿Ser llamada por Jade West amiga? Pues sí, adivinaron, desde el incidente del primer día de clases con Beck, su flamante novia y el café sobre mi cabeza, me había puesto la meta de lograr que Jade West dejara de odiarme y se convirtiera en mi amiga, y lo había logrado.
No fue nada sencillo, debo admitirlo, sobre todo porque ella se empeñaba en hacer que mi estadía en Hollywood Arts y fuera de ésta, fuera de lo más miserable. Su sarcasmo y bromas me perseguían hasta en mis sueños, pero poco a poco aprendí a sobrellevarlo.
Con lo que no contaba en mi camino para hacer que Jade fuera mi amiga, era con que su imperfecta y perfecta personalidad, sus bromas y chistes, y sobre todo esos azules ojos que ahora me miraban con aprecio, fueran mi perdición.
Jade West había llegado para quedarse e iba a ser demasiado difícil sacarla de mi vida, sobre todo porque no quería que se fuera de ella ahora que se había metido tan profundamente dentro de mí. La chica gótica que antes me hacía la vida de cuadritos y que con sólo una mirada lograba que me sintiera tan pequeña, ahora me sonreía mientras se acercaba con Cat a su lado hasta pararse frente a mi casillero.
-Hola Tori.-Me saludó mi amiga pelirroja.
-Hola Cat.-Le devolví la sonrisa que me daba.
-Vega.-Me dijo a modo de saludo Jade, y a diferencia de las otras muchas veces, esta vez me sonrió y levantó su característica ceja perforada.
-Hola Jade.-Le dije sonriendo por su gesto.
-Cat tiene algo que decirte.-Volteó a ver a la chica.
-¡Oh cierto!-Dijo ella como si a penas recordara a qué había venido.-Jade y yo iremos más tarde al Nozu, ¿vendrás?
A pesar de que se podría decir que oficialmente Jade y yo éramos amigas, ella acostumbraba a que Cat me invitara a los lugares que ellas iban, está demás decir que los planes eran de Jade.
Sonreí al ver la sonrisa incómoda de Jade al notar que la miraba con la ceja levantada y luego voltee a ver a Cat.
-Seguro Cat, ¿vendrán los chicos?
-Dijeron que Sikowitz los puso en el equipo de luces y tendrán que quedarse a arreglar todo para la obra de mañana.-Me contestó Jade.
-Genial, entonces las veo en la salida ¿cierto?
-No.-Contestó Jade de nuevo y la miré interroante.-Tenemos maquillaje juntas a la última ¿recuerdas?
Noté que Cat se había ido con un chico de su clase y volví a mirar a Jade, aún no me acostumbraba a que pudiéramos hablar tan civilizadamente mientras estábamos solas.
-Es verdad.-Dije.-Esta mañana Trina derramó jugo sobre mis cuadernos y dentro tenía mis horarios.
-¿Entonces no sabes que clases tienes hoy?
-Sí las recuerdo pero no estaba segura de la última, gracias por decirme.
-Para eso estamos las amigas.-Me guiñó un ojo antes de escuchar el timbre.-Debo irme, nos vemos en un rato.
No atiné a decirle nada, pues me había quedado pasmada en el corredor. Definitivamente nunca me acostumbraría a esto.
Les aviso que los capítulos serán cortos y la historia también lo será, tengo dos capítulos más escritos, los subiré pronto-
Espero su review con sus comentarios y opiniones.
¡AGUR!:3
