De la selva su Prusia
Mucha gente se pregunta porque Prusia sigue existiendo. Y una de las tantas respuestas está en el Perú.
Notillas: Bueno, he regresado. Y con un fic de mis amados personajes favs: El awesome Prusia y Miguelito :3
Información importante: Hay un pueblo en el interior de parte selva del departamento de Cerro de Pasco denominado Prusia.
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Sí, yo también me emocioné y casi lloro.
Este fic constará de dos capis, ¡see dos capis :3!
¡Disfruten la lectura!
...
- ¡Kesesesese! ¡West, me voy de viaje!
Alemania levantó la cabeza y suspiró. Dejó a un lado sus documentos y lo miró extrañado ¿Qué hacía su hermano en la oficina? ¿No le había dicho que esa mañana iba a molestar al marima-, uhm, a Hungría? ¿Qué hacía vistiendo una playera, un short y un montón de maletas? ¿No sabía que se iba a enfermar? ¿Se había vacunado? ¿Por qué llevaba un montón de folletos sobre el Perú en una mano? ¿Por qué estaba más blanco de lo normal? ¿Qué era ese olor a bloqueador solar? ¿Por qué Gilbird tenía una armadura?
- Bruder-
Prusia lo interrumpió, entrecerrando los ojos y haciendo un puchero.
- West, si te vas a poner en plan sobreprotector –como ya sé que lo harás, el awesome yo lee las mentes kesesese- , te advierto que ya tengo el pasaje y que solo te estoy avisando que me voy.
- Piyo.
Alemania suspiró por segunda vez en el día.
Miguel lo estaba esperando en la plaza mayor de Prusia, en la selva de Pasco desde hace tres horas. Y eso que él había llegado un poquito tarde, para variar.
¡Se lo estaban comiendo los mosquitos y el calor lo estaba cocinando, carajo! ¡Y el huevón de Gilbert no llegaba!
Entonces una figura se vislumbró de entre los arbustos que rodeaban la Plaza Mayor.
-¡Gilbert, causa, ¿qué carajos te pasó?!- Perú estaba sumamente escandalizado. Ver emerger a Prusia de los nutridos follajes de la selva era una cosa sumamente espeluznante. Lleno de arañazos, con la espada en la mano medio ¿mordida? y con el pajarito que lo acompañaba vestido como armadura –también rota por mordiscos- y blandiendo una serpiente en la otra mano no era un espectáculo de todos los días.
Prusia lo miró como si fuera el último pollito a la brasa en el desierto. Y gritó.
-¡TU JODIDA SELVA NO ES AWESOME! ¡ME PERDÍ EN EL AEROPUERTO, EL BARCO NO LLEGÓ Y ESTA- Gilbert levantó a la pobre serpiente casi estrangulada que tenía en la mano- INTENTÓ COMERSE A GILBIRD Y!– Se desmayó.
Miguel le rezó al Señor Crucificado en su mente mientras cargaba con el cuerpo –y las maletas, para variar-, del desmayado Gilbert, mientras Gilbird hacía amistad con unos adorables loros. "Este día será demasiado largo".
¡Saludos :D!