Hola a todo el mundo, vengo con un drabble de 300 palabras (exactas) para el reto "A cesar lo que es del casar" del foro "El lobo, la oveja y el león"
Nada me pertenece todo es de Meyer.
A leer.
Oscuridad.
Sed, sangre.
Sangre.
La ponzoña recorría mi boca, la quemaba, el fuego en mi garganta y la sangre de la chica en aquel callejón, llamándome.
Mis pasos, lentos, sigilosos, me llevaron hasta allí, la mataría, la sed era demasiada para contenerme, arañando en mi interior.
Era pálida y tenía un largo cabello rojo, terror, estaba perdida. El monstruo se regocijó burlándose de mi debilidad, gritándome.
Sangre, era el elixir color carmín que bajaba por mi garganta, el éxtasis, lo único que me mantenía en un mundo al que ya no pertenecía, el mundo de los vivos.
Felicidad, placer, una droga de la que nunca me desharía, la vida la abandonaba en mis manos y no me detuve, nunca lo hacía.
La deje allí, una concha vacía.
Caminaba sin rumbo, odiándome, detestando mi naturaleza y sabiendo que lo haría de nuevo, una y otra vez, por toda la eternidad.
Ya había perdido la cuenta de las veces que había matado y no creía querer saber el número, caía una fuerte tormenta pero no me importaba era como si combinase con mi interior, gris, oscura, solitaria, se repetiría hasta el fin de los tiempos.
Mis piernas deambulaban sin rumbo por la ciudad, las calles deshabitadas por la fuerte tormenta, pequeños riachuelos de agua surcaban mis pies, no sentía frio, no lo había sentido desde que era un monstruo.
Un café atestado de gente llamó mi atención y sin proponérmelo me dirigí hacia allí, era un lugar pequeño y acogedor, las risas y conversaciones de montones de humanos se escuchaban desde lejos, me quede frente a la pequeña puerta, andaba descalzo y con ropas harapientas, limpie los restos de sangre que aun tenía en mi rostro con mis dedos, lamiéndolos, me adentre en el lugar y en mi destino.
-Me has hecho esperar-Susurró.
Se bueno y deja un review.
Sue Velvet.
