Aquel era un común día de otoño. Severus Snape se encontraba sentado frente al lago con la vista perdida, pensando en lo único que ocupaba su mente…y su corazón: Lily Evans.
Ya habían pasado muchos años desde que se conocieron y durante todo ese tiempo Severus nunca encontró el valor para decirle lo tanto que la amaba. Se sentía terriblemente mal por haberla llamado "sangre sucia" y haber roto su amistad de un momento a otro. Pensaba día y noche como pedirle perdón, pero ya había pasado un año de aquella pelea, no estaba seguro de tener suficiente valor, para acercarse a ella y sentir cuando lo desprecie. Pero ese día iba a cambiar, debía decirle la verdad, sentía que ella le pertenecía; y sin dudarlo un segundo mas, se paro, agarro sus cosas y comenzó a caminar. Sabia donde encontrarla.
No tardo mucho en llegar en llegar al patio de Transformaciones, su paso era rápido y decidido. Finalmente, se paro y contemplo a Lily, estaba sentada, leyendo su libro favorito. Snape se acerco sigilosamente a ella, lo cual hizo que se sobresalte.
— ¡Snape!... ¡Me has asustado!..
— Lo siento…— se apresuro a decir.
— Esta bien… ¿Qué necesitas? — respondió Lily intentando parecer fría, algo muy difícil para ella.
Hubo un silencio y finalmente Snape le dice
— Lily…yo…—estaba muy nervioso, por suerte la mayoría de los alumnos se habían retirado a clases—…yo, siento todo lo que paso…necesito de nuevo tu amistad…
— ¿Qué lo sientes?, Severus Snape, me has llamado "sangre impura" delante de medio colegio cuando yo solamente intente defenderte…aparte ya ha pasado casi un año de todo eso. Lo siento Severus, creí que podía confiar en ti. — se levanto, se fue caminando a la clase de Pociones, dejando a Snape sin palabras, la siguió hasta poder alcanzarla, la tomo por el brazo y comenzó a caminar.
— Severus, ¿Qué haces? — dijo Lily, sintiendo mucho miedo.
— Por favor, no hagas ningún escándalo— se limito a contestar.
La dirigió a la primer aula vacía que había encontrado, y cerro la puerta.
— ¿Qué haces?...Te…tengo clases de Pociones…
— Eso puede esperar…— dijo al mismo tiempo que la tomaba por la cintura y la apretaba junto a su pecho—…pero esto no…— al decir esto, la beso con todas las fuerzas…
Cuando lograron soltarse, Lily quedo estupefacta, no sabia que decir.
— ¿Por qué…has…has hecho eso?
— Lily…—le dijo casi en susurros—…hace años que quiero hacerlo…hace años que necesito decirte que…Te amo Lily, te amo y te necesito junto a mi…por favor…
— Severus…yo…
