CAPITULO 1

ANTES DE SALIR DE VACACIONES

Leyendo entre sorbo y sorbo de una taza de chocolate caliente, Gohan se entero de que aparte de ciertas fotografías incriminantes, el profesor Dulles les debía uno o dos favores a Gokuh y a Vegeta.

En una ocasión, saliendo de clases, los muchachos vieron que el carro del director no arrancaba. Por mas que el hombre le diera vuelta a la llave y maldijera, el auto producía un sonido de motor ahogado. Sin pensarlo mucho Gokuh patino derecho hacia el.

- Por favor, espere un poco - dijo.

Tanto Vegeta como el director lo vieron con cara de estupefacción. Pero se veía tan decidido al decirlo que el hombre obedeció. Gokuh abrió la tapa del cofre y con manos hábiles movió algunas cosas. Después volvió a cerrar la tapa y dijo:

- Ya puede encenderlo.

El carro arranco inmediatamente, ante el asombro de los presentes. El director levanto una mano temblorosa para despedirse e hizo un gesto de agradecimiento. Gokuh le sonrió.

- ¿Por qué hiciste eso? - le pregunto Vegeta cuando el auto se hubo marchado.

- Porque el hombre tenia un problema. Hay que ayudar a quien lo necesite.

- ¿Dónde aprendiste a hacer eso?

- Pues tuve que ayudar a papá una vez que nos quedamos tres meses en un mismo lugar hasta que pudimos arreglar la camioneta.

- Esto podría tomarse como que quieres hacerte amigo del director...

- ¿Qué tiene de malo?

Vegeta lo medito por un momento.

- Pues en realidad nada...

La segunda vez que tuvieron oportunidad de prestarle sus servicios a la máxima autoridad fue poco antes de salir de vacaciones. El director se paseaba nervioso por el patio hablando consigo mismo.

- ¡Profesor Dulles! - lo llamo Gokuh.

- ¿Eh? - el hombre salió de sus pensamientos al escuchar la voz del muchacho. Sin darse cuenta había llegado hasta el árbol bajo cuya sombra estaban generalmente Gokuh y Vegeta.

- ¿Qué le sucede Sr. Director? ¿Le podemos ayudar en algo?

Vegeta miraba a Gokuh, diciéndole claramente con los ojos que consideraba que no debía de llamarlo para que se acercara.

El director suspiro vencido. Después de todo no encontraba solución a su problema, no veía en que podía empeorarlo el decírselo a dos chicos.

- Ya están próximas las vacaciones - comenzó, sentándose al lado de Gokuh -. Los muchachos de ultimo grado saldrán de la escuela y tengo que decir unas palabras cuando se clausure el ciclo escolar. Es importante porque quiero dejarles una buena impresión. Y no tengo nada preparado.

Gokuh miro a Vegeta. Vegeta adivino claramente sus intenciones en sus ojos, y negó terminantemente con la cabeza.

- ¡Vamos Vegeta! ¡Es solo un pequeño favor! ¡Apuesto que puedes hacerlo fácilmente!

El director Dulles, miraba a los chicos incrédulo.

- ¿Estas diciendo que puede ayudarme a escribir mi discurso? ¿Él?

Vegeta se ofendió de que el director no lo creyera capaz de hacer algo tan simple.

- Puedo darle algunas ideas... - respondió con suficiencia.

Durante la tarde, Vegeta estuvo escribiendo furiosamente acompañado de Gokuh, quien fue el primero en escuchar, integro, el discurso que el director pronuncio ese año para los alumnos que ya iban de salida. Al entregárselo al director, le hicieron notar que a cambio podría darles otro papel que los excluyera de la obligación de llevar el uniforme, ya que Gokuh perdió su permiso. El director redacto y firmo apresuradamente uno que valía para los dos.