Kaitou Saint Tail no me pertenece.

La identidad de Saint Tail

Daiki no podía creer lo que había escuchado. Simplemente había estado dando un paseo y decidió entrar a la capilla, pero lo detuvo la voz de Haneoka y Mimori.

—No te preocupes Seira, recuperaré esa joya, déjaselo a Saint Tail.

—Ten mucho cuidado Meimi.

—Lo sé Seira, pero primero debo buscar a Asuka Jr.

—Meimi, con respecto a eso, quería preguntarte, ¿por qué sigues enviándole notas? Puede ser peligroso.

—Es una promesa que tengo con él, no puedo romperla.

—Admítelo Meimi, te gusta que Asuka Jr. te persiga y a la vez tienes celos de Saint Tail.

—¡Seira! ¡No digas esas cosas! —respondió Meimi sonrojada—me voy, tengo que buscarlo.

A pesar de todo lo que había escuchado, Daiki disimuló y Meimi le entregó la nota de advertencia como siempre. Estuve pensativo por el resto del día, hasta que llegó la hora en la que Saint Tail lo había citado.

No hizo nada con la seguridad, sabía que era su deber dejar que ella robara esa joya. Simplemente la siguió entre las sombras.

—Qué extraño—se preguntaba Meimi—¿Y Asuka Jr.?

Corrió para alejarse, llevándose la joya con ella. Daiki encontró su oportunidad y saltó justo frente a ella, sujetándola con fuerza. Meimi pudo haberse soltado con alguno de sus trucos, pero al escucharlo hablar se quedó inmóvil.

—Te tengo Haneoka Meimi. Te escuché hablar hoy en la capilla con Mimori.

—¡Ella no tiene nada que ver! ¡Yo soy la única culpable! —le gritó, se cubrió la boca enseguida, percatándose de su error, pero era demasiado tarde, ella sola había confirmado su identidad ante Asuka Jr.

Al gritarle asustada había bajado la guardia y al fin logró ver su rostro.

—¿Por qué Haneoka? ¿Por qué eres Saint Tail? ¿Por qué me lo ocultaste?

—Esto solo empezó para ayudar a un niño y se creó un gran escándalo, pero dado el éxito, Seira decidió que era buena idea continuar.

Meimi confesaba con total precaución. No sabía si debía confiar o no en él.

—¿Cómo consigues la información de los casos?

—Los creyentes se lo dicen a Seira…

—¿Y es ahí cuando tú actúas?

—Sí.

—¿Es realmente magia lo que haces?

—Mi padre es mago, pero no tenía permitido hacer magia frente a las personas, así que esto también me ha ayudado a mejorar.

—Eso explica muchas cosas.

Meimi observaba a Asuka Jr., se veía satisfecho y curioso. ¿Qué era lo que quería realmente?

—¿No me vas a arrestar? —se atrevió a preguntar.

—¿Por qué?

Meimi alzó una ceja confundida.

—¿Cómo qué por qué? ¡Me has atrapado!

—Pero tú no robas por beneficio propio, al contrario.

Meimi sonrió tímidamente. Así que él en verdad confiaba en las buenas acciones de Saint Tail.

—Entonces, ¿qué planeas hacer?

—Déjame ayudarte.

—¿Qué? —esa noche el detective decía cosas muy extrañas.

—Sigue robando y enviándome notas, pero dame la información completa en privado para que pueda ayudarte en tus misiones.

—Entonces, ¿quieres que seamos un equipo?

—Efectivamente, pero siempre fingiré que quiero atraparte.

La chica en verdad le estaba costando trabajo creérselo.

—Una cosa más, Haneoka, ¿a qué se refería Mimori con eso de que te gusta que te persiga y que tienes celos de Saint Tail?

Meimi se sonrojó. ¡Lo había escuchado!

—No lo tomes en cuenta, no es nada importante —rio nerviosa.

Daiki aceptó no muy gratamente su explicación.

—Así que, cuéntame el caso de esta noche.

Y así, una nueva aventura comenzó para ellos, aunque Daiki no se rendiría en descubrir a qué se refería Seira.