Nota de la Autora: Hola, gente linda de fanfiction, hace mucho que no vengo por este fandom, así que aprovechando mis vacaciones y soledad les vengo ofreciendo este Aeon, lo sé, lo sé, quizá no sea la gran cosa [ni yo sé cómo será el rumbo de este proyecto xD] Pero prometo no decepcionarlas. Últimamente me he alejado mucho de Leon y Ada, :( pero ya fue suficiente abandono. Espero que disfruten el prólogo de este AU, el cual me llevó más tiempo para pensar en el título que en el tema. LOL.
Disclamer: Los personajes le pertenecen a CAPCOM, de quienes espero que se dignen a sacar otra saga de Ada.
Advertencias: Uso de lenguaje maduro, pero al menos en el prólogo está leve. Creo.
¡Disfruten!
Prólogo.
Caminaba a paso presuroso, no podía darse el lujo de llegar tarde a la entrevista de trabajo, cuando jodidamente por fin la habían llamado interesándose en su currículo.
Ada Wong, no era quizá la persona más simpática y amable del universo, y sabía que tendría que controlarse para no decirles a sus futuros jefes "Pedazos de idiotas, pudieron haberme llamado ayer en la noche, y no hoy una hora antes de la entrevista, imbéciles". Rio ante su gran pensamiento poco formal, contaba con 15 minutos para llegar y lo bueno es que ya estaba al pie del gran edificio.
Entró y tomó el elevador al piso que le habían indicado, bien, llegaría 10 minutos antes y eso hablaría muy bien de ella, claro eso pensaba hasta que el elevador se detuvo en el piso correcto pero no abrió las puertas – Maldita cosa de mierda – Dijo con toda intensión, pues se encontraba sola, atrapada en ese elevador. Tocó el botón de emergencia y 8 minutos después se dignaron a contestar – Llegué a mi piso, pero su elevador no abre las puertas, y llevó como 20 minutos aquí esperando, y me estoy sofocando – Le respondieron que rápidamente un técnico iría a arreglar el problema, a menos el exagerar las cosas siempre funcionaba. Pasaron como 3 minutos y las puertas se abrieron, salió a toda prisa, estupendo, ahora llegaría 1 minuto tarde.
Se arregló la falda y el saco que portaba y se acomodó un poco el cabello, tocó la puerta y una voz masculina le aprobó la entrada.
– Llega 1 minuto tarde, señorita Wong, esto no habla muy bien de usted – Escuchó a un hombre hablar, se dio cuenta de que estaba sentado en la silla detrás del escritorio, pero no podía verlo pues estaba de espaldas.
– Lo lamento mucho, pero ese – Se contuvo de decir "pedazo de mierda" – Elevador se quedó estancado por un buen rato – Ada se sentó en la silla delante al escritorio.
– Oh, esa porquería cada vez sirve menos – El hombre se giró y la mujer pudo contemplarlo mejor. ¿De dónde infiernos había salido un hombre tan guapo? En fin, no pensaría en eso por ahora, necesitaba el trabajo – En sus papeles sus profesores dan muy buena calificación de usted, y ahora que la veo, da una buena impresión, se nota que es una mujer ordenada y trabajadora.
– Lo soy, de eso no tenga la menor duda.
– Está muy segura de sí misma, señorita Wong – El hombre sonrió de lado, se levantó de la silla y se quedó parado junto al escritorio, y le dio una mirada fugaz al cuerpo de la mujer, pero Ada se percató de eso.
– Las mujeres que no son seguras de sí mismas no podrán progresar en nada, yo sólo me limito a decir lo que debo y de lo que estoy segura – Ella también le sonrió de lado, una sonrisa demasiado seductora, según el hombre.
– Bien, dejaré pasar por alto el hecho de su retraso, puesto que fue culpa de la empresa, ahora dígame ¿Por qué le interesa este empleo? Esta es una empresa muy seria y también queremos personal así.
– Sé qué clase de empresa son, señor, y respecto a su pregunta, su empresa tiene un alto nivel de desarrollo laboral, he leído varios artículos relacionados, y debo decir que esta sería una oportunidad perfecta para lograr desarrollarme en un ámbito laboral de prestigio y a un futuro aspirar por más.
El hombre se sorprendió de la franqueza de la joven, realmente no le había dado un discurso de amor a su trabajo o admiración hacia lo que se dedicaba la empresa, el motivo de su solicitud de empleo era meramente de interés personal.
– Así que… se podría decir que esto es algo que le conviene.
– Algo que nos convendrá a ambos si me contrata, yo sé acatar órdenes a la perfección, no tendrá quejas de mí, ni tampoco escuchará mis quejas.
Él sonrió nuevamente, le agradaba demasiado esa mujer, no podía dejarla ir, sería un trato interesante…
– Bien, señorita Wong, queda contratada. Así que déjeme presentarme oficialmente – El hombre se acercó a ella y le extendió una mano, Ada se levantó y la estrechó – Leon S. Kennedy, su nuevo jefe.
