Capítulo 1: La extraña relación entre las pizzas y el mal
Prometeo me entrega la caja de Pandora y, tras intentar tentarme a abrirla, desaparece con Nakamura,quien me lanza una mirada de desprecio.
Observo la caja tontamente, como si no pudiera procesar lo ocurrido hace apenas un momento.
Admito,no sin cierta vergÜenza , que siento atracción hacia el trueque de Cronos: abrir la caja, símbolo de mi derrota, a cambio de tranquilidad. Lo único que me mantiene firme a mis principios son los humanos, mi madre. Además de los mestizos,ninfas, sátiros, cazadoras y demás que han luchado valientemente, a pesar de todo.
Aparto violentamente la caja y me levanto, poniendo fin a mis divagaciones infantiles.
Annabeth me imita, y juntos emprendemos la vuelta a mihabitacións:
_ ¿Cuál es el siguiente plan?_ me pregunta curiosa.
_Llamar El Telepizza respondió con frialdad.
Ella parece captar el mensaje camuflado en mi ironía y se larga, no para pedirme una pizza de cuatro quesos con bacon, si no para dejarme tranquilo, pensando...
_Es el fin-me repito constantemente.
Oigo un ruído procedente del pasillo, y descubro que se trata de Grover, con un objeto en la mano.
Es una caja de cartón, en la cuál ser puede leer "pizzamovil" en la tapa. Sonrío, la abro y le doy las gracias a Grover, entregándole una porción.
_ Pizza de bacon con cuatro quesos... Te quiero, tío- respondo felizmente-.
- De nada,Percy- me responde, sonriendo.
Durante media hora me zampo la pizza con Grover, y, una vez terminado, me levanto de la cama, y juntos nos dirijimos a la sala del hotel, donde nos alojamos los únicos mestizos que sobrevivimos a las entaciones de Cronos.. Al llegar, descubro cajas de pizza y bebidas por el suelo, y arqueo una ceja: hay cosas que nunca cambian.
Me siento en el sofá más próximo a Thalia y a Annabeth, y conversamos de estupideces, como chicos normales, durante un largo rato.
_Por cierto-respondo fingiendo enfado -Annabeth, te mandé a por una pizza de Telepizza, no "pizzamóvil".
Ella frunce el ceño y me da un puñetazo en el brazo. Sonrio, y veo por el rabillo del ojo que los demás nos están observando, con una sonrisa asomándose en sus labios, como aliviados porque vuelvo a sonreír, y, la verdad, es que yo también lo estoy.
De repente oímos un grito. Nos levantamos y nos dirigimos hacia el lugar de donde proviene.
Me paro en seco al comprobar que el grito provenía de la habitación de Clarisse.
¿Por qué gritaría? Estamos hablando de Clarisse, pienso para mis adentros. Irónicamente, oigo a Annabeth decir lo mismo, y veo a los demás dándole la razón.
Entramos. Ella está de pie en medio de la habitación, con un arco y flechas en la mano. Su cara refleja espanto. Me obligo a resistir la tentación de hacerle una fotografía, ya que me matarí toda mi fueza de voluntad para no agarrar el móvil y fotografiarla, ya que me rebanaría el cuello en cuanto lo supiera.
Me acerco a ella:
_Clarisse, ¿Estás bien?
No contesta. Simplemente me mira y señala hacia el armario, que está situado en una esquina de la habitación. Dirijo la vista hacia allí, y suelto una exclamación ahogada. En la esquina está Chris Rodríguez, el novio de Clarisse.
Por varios minutos, parece que están solos en la habitación .
Clarisse está llorando. ¡Clarisse! Y Chris la mira comprensivamente. Le dice que la quiere y que, cuando pueda, vendrá a buscarla, claro está qie no antes de empezar una guerra y decapitar a unos cuantos.
Ella asiente y le extiende la mano. Él se la agarra y, con un movimiento ágil y rápido, ella le tuerce el brazo.
-¡Cabrón!- le grita, apretándole el brazo con fuerza, gesto que parece no hacerle mucha gracia a él. –Confiaba en ti, imbécil. . Creía que estabas de nuestro lado!
Me acerco a ellos y los separo, no por compasión,si no porque necesito que Chris hable.
Una vez separados, le agarro por los hombros y lo empujo contra la pared, inmovilizándolo.
_Qué haces aqui?-le pregunto.
_El amo Cronos tiene un final distinto para ti. La razón por la que estoy aquí es porque Luke me ha enviado por delante para comunicarte que tenemos el objeto más importante para Zeus después del rayo. Por fin provocaremos la guerra entre los estará donde se merece: en el trono de Zeus.
_Por Que me estás diciendo? - Pregunte sin entender nada.
Él sonríe- No sabes cuanto te agradecemos todo lo que has hecho por nosotros. También te agradecemos todo lo que harás- añade riéndose.