ADIOS.
Adiós, mí querido gato, no, mi amado chesh. Mi amado y querido... chesh
Desearía que las cosas fueran diferentes.
Cerró los ojos, sabiendo que este era el fin y no había nada que pudiera hacer, dijo Alice con una sonrisa triste.
Yo también, mi amor. Yo también...
Dijo Cheshire cuando abrió los ojos de nuevo, lo único que vio fue la luz deslumbrante del sol, un destello de alas azules, y el sonido de la risa distante en el aire, como campanas de viento en la brisa después de una tormenta.
Fue entonces que Cheshire finalmente dejó que la emoción que estaba en su interior se derrame asi afuera de sus ojos, cada gota que corría por su rostro brillaba al sol como un diamante.
Él estaba a punto de alejarse cuando un destello de luz en la esquina de sus ojos apareció, y rápidamente se dio media vuelta, sus ojos buscando en el horizonte.
No había nada más que el sol, pero por una fracción de segundo, por el azul de sus lágrimas, el gato creyó vislumbrar algo.
A día de hoy todavía no sabía muy bien qué era, pero le gustaba pensar que era una puerta al cerrarse.
