Una sonrisa, una estúpida, insufrible y encantadora sonrisa falsa fue lo que salió de mi al verte tocar a mi puerta, empapado con el agua de la tormenta que se desataba afuera, nunca entendí lo que en verdad querías decir hasta que me obligaste a llevarte en mi auto a la estación del tren diciendo que te ibas ¿a donde ibas? ¿con quien? y lo mas importante ¿por que?

—No he visto a mi madre y llamó Ike diciendo que estaba muy enferma— Entonces lo entendí todo

—¿Regresarás a South Park entonces?— Aunque la razón por la que te ibas era totalmente aceptable e inapelable no quería estar lejos de ti tanto tiempo

—Tranquilo— Sonreíste con los mechones húmedos de tu cabello cayendo por tu cara mientras golpeabas con suavidad mi hombro —Regresaré, no puedo dejar a mi mejor amigo sólo tanto tiempo— Me alegre de oír eso, yo no podía acompañarte, la universidad me lo impedía

—Espero no pase nada malo con tu madre, Kyle— Te abracé como aquellas hermosas veces en las que no quería dejarte ir, no me importó el mojarme con tus ropas, no, eso no era nada

—Yo también lo espero— Te alejaste un poco mirándome a los ojos, tu sonrisa brillaba como siempre, nuestros rostros se acercaron, sabía que en ese momento nuestros labios se juntarían como tanto anhele por años pero entonces ¿por que me aleje?, carraspee un poco alejándome de golpe

—Creo que es hora de que te vayas—

—Yo también lo creo...— Tu voz entrecortada sonaba a decepción, debí haberte besado cuando aún podía y nunca haberte dejado ir, te vi despegarte de mi y alejarte lentamente —Adiós Stan— Dijiste dando la vuelta para sonreírme y despedirte con la mano

—¡Espera!- Me acerque a ti poniéndote un collar, mi collar especial del cual tú siempre te burlabas

—¡Stan!— Reíste de una manera tan tierna que te plantee un beso, un beso que al instante correspondiste, algo dulce, tierno y algo que aún después de todo, nunca olvidaré. Al separarnos tus mejillas sonrojadas se notaban aunque era de noche —Ya debo irme...¡pero volveré pronto, lo prometo!—

Te vi marcharte como una noche llena de estrellas que es despedida por el sol, te esperaría y cuando volvieras te lo diría, el cuanto te amo y te ame por años, ese beso había sido el comienzo de nuestra historia juntos, por que en el fondo tú eras mío, y yo era tuyo ¿no es así?
Los días sin ti fueron tediosos, la escuela me tenía tan ocupado que siempre que llamabas yo no estaba y Kenny tenia que atender por mi, Wendy trato de volver conmigo y la rechacé, yo estaba esperándote a ti, pasaron muy pocas cosas sin ti, yo en verdad te extrañaba, ir a comer pizza no era lo mismo sin mi super mejor amigo. Paso casi medio año, sin vernos, hablarnos, a pesar de que trataba de mandar mensajes a tu celular y llamarte tal parecía que habías cambiado de número, era comprensible pero quizá debiste habérmelo dicho más sin embargo sin esperarlo pero aún con esperanza de todo apareciste en mi puerta, una noche de luna llena, como si fuera la primera vez te tiraste a mis brazos a llorar.

—Mi madre...ella murió...— Trague saliva al escuchar aquello, sabía que estarías devastado por eso, te abrace y seque tus lagrimas ignorando el hecho de que por 6 largos meses no supe nada de ti ni tú de mi, ¿que se suponía que hiciera?

—¿Volviste sólo a verme?— Mi voz llena de algo llamado "esperanza" fue interrumpida por tu celular, de inmediato contestaste

—¿Ho-hola?— Tus sollozos pararon un momento —¿Craig?, solo vine a ver un momento a Stan...— Espera, ¿Craig? ¿Craig Tucker?, ¿que hacía ese imbécil contigo? —Yo también te amo, te veo allá— Eso último me hizo entrar en razón, me hizo darme cuenta de lo que estaba pasando, me hizo darme cuenta de mis lagrimas que resbalaban por mis mejillas como mi mayor miedo, perderte, dime que es una mentira lo que acabo de oír, te lo suplico, Kyle...tus ojos verdes se encontraron con mis ojos, me miraste dudoso, creo que tú también lo entendiste cuando vi el "Lo lamento" en tus ojos que se cristalizaban al no saber que decir, yo tampoco lo sabía...

—¿Tú y Craig?— Sonreí ocultando el dolor en mi pecho, me limpie las lagrimas con la manga de mi chaqueta como si fuera un mocoso aún

—Mira Stan, no se como pasó, solo pasó y ya...cuando llegue a South Park el estaba ahí, me consoló y ayudó cuando nadie mas lo hizo, tú nunca contestabas y...— Te detuve e interrumpí

—No tienes por que darme explicaciones— Me levanté y fui hacia la puerta —Puedes irte ahora...— No dijiste nada, tomaste tus cosas y te fuiste, lo que yo no sabía es que esa sería la última vez que te vería, cerré la puerta de golpe, no había mas que decir, y ahora ¿donde había dejado aquella botella de Whiskey?

No supe cuanto tiempo paso desde la última vez que nos vimos, ¿un año?, apestaba a alcohol, era lo único que me hacía feliz, ¿como un sentimiento tan dulce me transformó en esto?, vivía en casa de Kenny y Cartman quienes ahora estaban casados, yo perdí todo en la bebida y ellos no querían verme en la calle como un vago, se ocupaban de mi, creo que me tenían lástima, ahí me encontraba, media noche, despierto, ellos habían salido a un hotel barato para cambiar la "rutina", tres botellas vacías en el suelo y un cigarrillo en mi boca, lo normal...escuche el timbre sonar y abrí

—¿Clyde?— Solté el cigarrillo solo para pisarlo, me sorprendió la visita de el

—Vine a traerte esto— Estiro dos sobres, los tomé como si nada sonrió y se fue, vaya tipo extraño, me tire en el sofá a abrirlos, una carta tuya, joder, ¿por que?, tome mi botella dando un trago largo sin importar las ganas que me dieron de vomitar y la leí, ¿así que tu también me amabas?, vaya mentira y estupidez, continúe leyendo, ahora eras muy feliz con Craig, lágrimas mías cayeron en aquella carta, la tire al suelo sin dejar de llorar, el amargo sabor que aquello me dejo no lo borraría con nada, abrí el otro sobre...sentí dolores muy fuertes a lo largo de mi vida, pero nada comparado con esto:

"Esta usted cordialmente invitado a la boda de Kyle Broflovsky & Craig Tucker"

No lo creía, no, un sueño, una pesadilla malintencionada de mi subconsciente que solo quería verme y hacerme sufrir, lance todo, botellas rotas, vidrios, sangre cayendo de mi mente, los recuerdos de cuando éramos niños me invadieron, mi llanto era incontrolable pero encontré una solución...miré la pistola que Kenny guardaba, la tomé sostuve tu carta y escribí "Lo amaré hasta que muera" solo quería dejar claro que yo ni aún en la muerte te olvidaré, di un trago a mi botella dejándola caer al suelo, goteando por el poco contenido en ella, sostuve la carta con fuerza y apunte la pistola a mi cabeza, finalmente el dolor se esfumo, disparé, nunca volví a saber nada más de ti, lo lamento, Kyle