Muy bien, hola a todos!
Escribo esta secuela en español porque se lo prometí a un amigo, la poca cantidad de lectores en mi idioma nativo me hace llorar, pero ni modo! Esta historia es básicamente una secuela de mi one-shot "Mi Realidad". No es necesario leer el one-shot para entender esta historia, pero si te gusta el CroMa en verdad no tengo idea porque no lo han leído!
De todos modos quien lee esto ademas de mi amigo? xD anyway, al fic!
DISCLAIMER: Nope, Soul Eater no me pertenece.
Susurros
Capítulo 1:
De vuelta a Death City
El movimiento relajante del tren le daba una sensacion de somnolencia. Habia estado cabeceando durante todo el camino, de vez en cuando despertando para mirar por la ventana. Fuera del tren el panorama cambiaba cada hora, en esos momentos mostrando el amplio y sofocante desierto de Nevada. No habia visto ese desierto en cinco años, desde que dejo la ciudad luego de su matrimonio, los recuerdos comenzando a llenarle de nostalgia.
Maka Albarn era ya una joven mujer de 25 años, su cabello rubio ondulaba levemente con el aire acondicionado. Sus ojos verdes miraban el desierto con un aire distraído, su mente muy lejos del panorama que pretendía observar.
Era extraño estar de regreso en Death City luego de tantos años fuera, lejos de todos sus amigos, sabiendo poco o nada de ellos en todo ese tiempo. No solo sus amigos, sino también sus viejos profesores, los lugares, parques y tiendas de su infancia. Era como regresar en el tiempo, pero sabia que al llegar todo seria diferente, ella era diferente, ellos... ¿Serian diferentes? Al menos el desierto seguía siendo igual, amplio y completamente desolado.
Un suspiro escapo de sus labios empañando el vidrio de la ventana donde su frente reposaba. Sin pensarlo mucho elevo su dedo índice y dibujo en la ventana una cara sonriente, una simple sonrisa con un par de ojos. Mirando aquel garabato su mente divagaba aún más en todo lo que había dejado atrás. Esa cara sonriente había salido de la nada, un recuerdo que nunca había logrado olvidar del todo.
¿Que había pasado con sus amigos? ¿Seguirían viviendo en Death City? No podía evitar preguntarse sobre Tsubaki y Black Star, pues tenía entendido que se habían mudado a Japón. Si era cierto entonces no los vería a ellos... Pero ¿que hay sobre Kim y Ox? No eran inmediatos a su círculo de amigos, pero seguían siendo sus amigos. No tenía que preguntarse sobre Kid, pues había mantenido comunicación con el todo el tiempo... Solo quedaba una persona de la cual había escuchado mucho y al mismo tiempo no sabía nada.
¿Cómo estaría su más querido amigo? Aquel tímido muchacho de cabellos rosas y mirada triste. En los últimos años había tratado de evitar pensar en el casi con la misma fuerza con la que quería recordarlo. Se sentía culpable, una autentica escoria al estar ausente e ignorante de la vida de quien fue su mejor amigo alguna vez. Cinco años, habían pasado cinco años de los cuales tres no sabía nada de él, ni una llamada, ni una carta. Había perdido todo rastro de él desde hacía tres años, no sabía que sucedía con su vida, solo lo que Kid le decía.
¿Seguiría en Death City? ¿Estaría sano? ¿Seguía viviendo en el viejo departamento? Había mantenido correspondencia con el hasta dos años después de su mudanza, sus cartas aun las conservaba. Solía leerlas cada vez que le extrañaba, y en el último par de años las había leído al punto de memorizarlas. Cada vez que hacía de comer algo que el había disfrutado, cada vez que miraba sola un atardecer y extrañaba ver esa sonrisa a su lado, cada vez que leía un libro nuevo y no tenía con quien comentarlo... Desde que todo dejo de funcionar y dejaron de llegar sus cartas, Maka noto un vacío profundo en su vida.
Necesitaba un descanso, un respiro de su rutina y de su vida matrimonial, necesitaba estar lejos y pensar. Sobre todo, necesitaba de sus amigos y necesitaba de él.
Un nuevo suspiro, esta vez de añoranza, al tiempo que en el horizonte comenzaba a divisar la estación de trenes, desolada en medio del desierto. Una vez ahí, Death City podría ser vista a lo lejos, a dos horas de caminata de distancia.
Dentro del Death Room, Lord Death miraba la vida rutinaria de Shibusen a través de su espejo, su rostro oculto tras la tradicional mascara caricaturesca. Detrás de él se encontraba Spirit impaciente y balbuceando palabras de añoranza respecto a su única hija, Stein un poco más atrás observando en silencio con un cigarrillo a medio terminar entre sus labios.
"¡Makaaaaaaaa! ¡Mi pequeña Maka viene a visitarme!" Lloraba Spirit danzando alrededor de la habitación, lágrimas de alegría en sus ojos.
Lord Death guardo silencio mientras Stein solo suspiraba.
"Estas consciente de que te mientes a ti mismo, ¿no es así, Spirit?" Le remarco Stein mirándole tras sus anteojos los cuales cubrían sus ojos con el reflejo de la luz. A diferencia de Spirit, ni Stein ni Lord Death estaban contentos con tener súbitamente a Maka de regreso en Shibusen.
No tenía sentido. Maka tenía una vida y empleo estable en Alemania con Soul, donde trabajaban juntos en el departamento de Usuarios y Armas del lugar. Como Death Scythe y Usuario cuatro estrellas, su estancia allá había sido requerida como necesidad urgente y el cambio de domicilio hecho justo después de su matrimonio, hacía ya 5 años.
Maka había pedido sus vacaciones abruptamente y por adelanto, escogiendo de entre todos los lugares del mundo el simplemente regresar a Death City. Aún más importante, Maka había viajado sola.
"¿Podrías dejarme fantasear aunque sea por un momento? Maldición Stein!" Rugió Spirit, dirigiéndole a Stein una mirada de furia por ser sacado así de su ensoñación. Spirit no era idiota, sabía que algo estaba mal con su hija, algo que nadie sabía... Aún.
"Stein, ¿recuérdame porque esta Spirit aquí? Pregunto Lord Death con un suspiro y algo de exasperación, mirando al pelirrojo a través de las oscuras cuencas de su máscara.
"Porque necesitas tener una Death Scythe a tu lado en todo momento" contesto Stein tras dar un par de vueltas al grueso tornillo en su cabeza, frunciendo levemente los labios que sostenian el cigarrillo.
"¡Aun más importante! ¿Quién va a ir a recoger a mi hija a la estación?" Pregunto Spirit súbitamente, volteando a ver a Lord Death. "¡Yo debería ir! Es mi deber como el papá que soy!"
"Maka me dijo específicamente que no quería a nadie esperándola en la estación, quiere hacer el camino hacia acá sola" Lord Death no dirigió ni una mirada más a Spirit, concentrándose en el espejo frente a él "de todos modos a esta hora ya debe estar por..."
Unos golpes en la puerta del Death Room silenciaron el cuarto, para ser abiertos levemente y dejar ver la cara de una joven.
"Lord Death, señor... Uhm, la usuario Maka Albarn desea hablar con usted" Comento la chica mientras jugueteaba con unas hojas aferradas contra su pecho.
"Déjala pasar" Fueron las órdenes inmediatas de Lord Death, dejando atrás el espejo para mirar hacia la puerta, agradeciendo el traer puesta una máscara. Seria incomodo que todos a su alrededor notaran la leve emoción que sentía por ver a una vieja amiga.
No espero mucho antes de que la figura de Maka, ya convertida en mujer, les saludara desde la puerta.
"¡MAKAAAAAAAAAA!" Rugió Spirit mientras se abalanzaba contra su hija "¡PAPA YA ESTA AQUI! ¡TODO ESTARA BIEN!
Maka miro a su padre con terror al inicio, pero poco después sonrió y abrió sus brazos esperando a su padre. Antes de que Spirit pudiera siquiera sospecharlo, acelero en un arranque de alegría: finalmente su hija le aceptaba. Salto hacia Maka con la plena intención de estrecharla entre sus brazos.
Grave error, pues al último segundo Maka se hizo a un lado, dejando que su desobligado padre se diera de lleno contra las puertas ya cerradas del Death Room, nockeandolo por el momento.
"¿Por qué no me sorprende el no verlo cambiado ni un poco?" Gruño Maka con molestia, mirando a su padre inconsciente en el suelo.
"Maka..." Llamo Lord Death, bajando de la tarima del Death Room para acercarse al usuario.
Maka volteo a verle, sonriendo ampliamente antes de ir al encuentro, al inicio con la plena intención de estrechar al shinigami en sus brazos. Se detuvo antes de llegar a él, mirándole con seriedad para asombro del dios, sonriendo antes de darle una leve reverencia.
"Maka Albarn reportanse, Lord Death" Anuncio con toda la formalidad requerida acorde a los manuales del Shibusen. El dios observo esto por un segundo en silencio antes de soltar una leve risa.
"Por favor Maka..." Rio mientras se retiraba la máscara de su rostro, dejando ver a un joven adulto de ojos dorados y cabello negro con tres franjas blancas perfectamente simétricas adornándolo. "Lo dije aquella vez y lo repito ahora, Kid, Kid está bien"
La joven rubia no pudo evitar reír antes de abrir sus brazos y abrazar a Kid, estrechando al dios con fuerza. Maka ya sabía que Kid era el shinigami ahora, el viejo Lord Death había dejado su puesto hacía ya años. La voz juguetona y alegre del dios todavía se extrañaba en la escuela y entre quienes lo conocieron más, pero no podían quejarse de Kid. Mucho más serio que su padre y con mucha menos paciencia, pero Kid estaba guiando al Shibusen a una nueva era de orden y paz.
"Ha pasado mucho tiempo" Saludo Kid, separando a Maka un poco de su cuerpo para mirarla bien. "Aunque estuvimos siempre en contacto usando el espejo, verte en pantalla no es lo mismo que verte en persona"
"¡Debo decir lo mismo! Te has convertido en todo un hombre, uhm?" Comento Maka con una sonrisa de diversión, haciendo que Kid se sonrojara levemente.
Separándose de Kid para permitirle respirar, Maka miro a su alrededor para observar a los presentes. Stein saludo con la mano en alto. Nadie más estaba ahí.
"Hola profesor Stein, se ve bien" Saludo la joven usuario haciendo que el rostro del doctor mostrara una mueca parecida a una sonrisa.
"Sé que no es cierto Maka, pero gracias por tu mentira" Rio Stein levemente, pasando una mano por sus desordenados cabellos plata. La lucha contra las secuelas de la locura, pese a que ya no existía un kishin, le habían envejecido más rápido de lo debido. Su rostro pálido denotaba cansancio tanto de su enfermedad como por el trabajo. Los viejos lentes le agregaban edad y hacían más obvias las oscuras ojeras debajo de sus ojos.
Pese a todo esto Stein se veía bien. La locura no había avanzado y de hecho su sanidad rayaba en la cordura ahora. Eternamente cansado, pero cuerdo y sano.
"Y Liz y Patty?" Pregunto Maka con interés. Había esperado ver a las hermanas al lado de Kid, pero estaba solo. Era un poco decepcionante, pues no podía negar que deseaba fervientemente el ver a sus amigos de nuevo.
"No deben tardar en llegar, les dije que vendrías hoy y la hora de llegada, pero estaban demasiado nerviosas como para sentarse a esperar" suspiro Kid con ambas manos en su cadera "fueron de compras para calmar los nervios, faltaba más".
Maka rio con la noticia. Por supuesto, entre Liz hecha un manojo de nervios y Patty más hiperactiva de lo usual, era lo mejor que Kid pudo hacer para calmarlas. Las puertas del Death Room se abrieron súbitamente, mandando a volar de nuevo a Spirit quien estaba al pie de la puerta aun inconsciente.
"¡Makaaaa!" Rugió una conocida voz, Patty corriendo a todo lo que daban sus piernas para saltar sobre Maka, estrujándola en un fuerte abrazo. "Maka! Estas aquí! Kid dijo que vendrías y era cierto! No puedes creerle nada a Kid ¡es peor que su padre! ¡Pero estas aquiii!"
Patty bailaba de un lado a otro con Maka entre sus brazos, quien estaba teniendo dificultades para respirar.
"Me da gusto verte... patty... No respiro...!" Jadeo Maka mientras era sacudida por la más pequeña de las Thompson, quien rápidamente la soltó para darle una palmada en su espalda y reír. Pronto frente a Maka apareció otra figura conocida, Liz sonriéndole con esa mirada calma propia de ella.
"Quería abrazarte también, pero creo que ya has tenido suficiente con Patty" Comento la rubia, quien estaba usando todo su autocontrol para no abalanzarse sobre Maka de la misma manera.
"Tonterías, ven acá..." Sonrió Maka, abriendo sus brazos con una enorme sonrisa. Liz no pudo contenerse, sus ojos se llenaron de lágrimas antes de ir y estrujar a Maka en un abrazo, Patty uniéndose a ellas abrazando a ambas. Liz podía mostrarse siempre fuerte, pero de hecho era demasiado sensible, se podía ver ahí mismo donde sus sollozos eran bastante audibles.
Kid miro la escena con una cálida sonrisa. Solo el sabia cuanto habían extrañado a Maka sus armas. Por todo lo que habían pasado juntos en su juventud, Maka era la amiga más cercana que las rebeldes delincuentes de Brocklyn habían tenido jamás.
Permanecieron así un largo rato, suficiente para permitir que las emociones del momento se disiparan. Al separarse Maka limpio las leves lágrimas de sus ojos verdes, riendo junto a Liz y Patty. Sin embargo la risa duro poco, pues Maka miro hacia la puerta del Death Room. No había llegado nadie más.
"Alguien más sabia sobre mi regreso?" Pregunto Maka volteando a ver a Kid, quien comprendió de inmediato la razón de su pregunta. Su rostro tornándose serio, el dios suspiro antes de cruzarse de brazos.
"Black Star y Tsubaki ahora residen en Japón, estabas enterada de eso. Les hice llegar una carta diciéndoles que estarías aquí por un tiempo, no he recibido respuesta"
"Kid..." Le llamo Maka, sus ojos verdes mirándole con seriedad. Si, Kid sabía lo que Maka quería saber.
"No le dije..." Confeso el joven dios, sus ojos dorados mirando fijamente a Maka, esperando su reacción.
"No le... ¿Por qué? Kid..."
"No sabía como reaccionaria" Explico, soltando un hondo suspiro antes de continuar. "Maka, no te ha visto en cinco años... No tienes idea de cómo fue para él el que te haya ido, si le decía una noticia así podía haberle hecho más daño que bien..."
"Pero, ¿está bien? Sigue viviendo aquí?" Pregunto Maka con un dejo de preocupación en su voz, haciendo a Kid fruncir el ceño.
"¿Cómo?... ¿Acaso no mantuvieron correspondencia?"
"Si... Por un tiempo, pero no he sabido nada de él en casi tres años... Mis cartas nunca fueron contestadas" Susurro Maka apretando los labios. No quería pensar que Crona la había estado ignorando los últimos años.
"Eso no lo sabía... Yo le he entregado todas tus cartas sin falta" Kid frunció el ceño. ¿Crona ignorando a Maka? Era mucho más probable que la luna dejara de reír primero.
"Y las que mande a su domicilio tampoco las respondió..." Para ese momento Maka volvía a sentir esa pesadez en su pecho, esa angustia. En el momento en que las cartas de su mejor amigo dejaron de llegar, fue el momento cuando toda su vida comenzó a desmoronarse. Claro que los problemas en su vida personal no tenían nada que ver con eso, pero el no recibir consuelo de él cuando más lo necesitó solo hizo su ausencia más obvia.
Quería verlo, saber que estaba bien, ver su rostro después de cinco años.
"Quiero verlo Kid, ¿dónde está?"
"Está aquí en Shibusen, no es así Stein?" Kid pregunto al profesor, quien miraba la escena con un profundo ceño fruncido. La pregunta le saco de sus cavilaciones.
"Salón Eclipse, primer sótano" Fue su única respuesta, sus ojos mirando a un punto incierto de la habitación con un dejo de molestia. Tal parecía ser que no le había agradado la conversación de Maka y Kid.
"¿Sótano?... Pero el shibusen no tiene salones en el sótano, solo..."
"Ahora los hay" le interrumpió Kid, sonriéndole "podría explicarte, pero sería mejor si lo vieras con tus propios ojos"
Maka quería respuestas en ese momento, pues nunca le habían agradado los acertijos. Con un leve puchero simplemente negó con la cabeza antes de despedir con la mano en alto a las Thompson y a Stein, corriendo fuera del Death Room. Quería ver a Crona y rápido, además de que era buena idea salir de ahí antes de que su padre despertara.
No le tomo mucho tiempo llegar al sótano de la escuela, la cual conocía como la palma de su mano. No se habían hecho muchas remodelaciones en el lugar, así que era tal y como lo conocía... Al menos hasta que bajo al sótano.
Seguían siendo los mismos interminables pasillos, solo que esta vez había señalaciones de vistosos colores que apuntaban a una única dirección: salón eclipse. El shibusen siempre había nombrado los salones por números y fases lunares, pero nunca habían tenido un salón llamado Eclipse. Sin número, quería decir que su clase era única, sin grados, con un fijo grupo de estudiantes.
¿Por qué Crona tomaba clase ahí? Y aún más importante ¿por qué era todavía un estudiante? Las últimas cartas que había recibido de él decían que estaba de viaje con Ragnarok bajo órdenes del shibusen. No recibió más.
Por supuesto el pánico la invadió en el momento, había estado a punto de botar su trabajo y correr de regreso a Shibusen para asegurarse de que su amigo estaba bien. Kid la calmo en ese momento a través del espejo, diciéndole que Crona había regresado del viaje sin contratiempos. Aun así, a partir de ese momento ninguna de sus cartas fue respondida.
¿Por qué?
Finalmente llego al salón, el cual estaba bastante escondido en el sótano el cual solía ser hospedaje para los criminales de Shibusen. Crona durmió en una de esas celdas por bastante tiempo.
¿Habría hecho algo mal? ¿Habría tratado de abandonar al Shibusen? Había tantas preguntas en su cabeza que comenzaba a darle jaqueca. Con un hondo suspiro tomo la perilla de la puerta, abriéndola despacio y sin hacer ruido para no interrumpir.
"Pueden pensar que están solos, y que vagar por su cuenta sería mejor que escoger bandos, pero Shibusen es más que un bando" Hablaba una joven mujer de cabellos rosas. Vestía un conjunto de falda rosa corta que llegaba a medio muslo y una ajustada blusa blanca que delineaba su figura. En su blusa había un gafete con la cita "Prof. Kim Diehl"
"Están aquí por decisión propia, y como tal el Shibusen asegura su protección a cambio del servicio requerido para cumplir con Lord Death" Siguió hablando Kim, dirigiéndose hacia un salón que tenía no más de 8 alumnos.
"No estamos aquí por decisión propia" Comento de pronto una chica de vestido negro con motas azules, muy corto y con un sombrero en punta a juego. "De hecho estamos aquí porque no tenemos elección, cualquier otro lugar significaría la muerte"
"Pero tú has decidido estar aquí. Pudiste quedarte con los tuyos, vagar sola o buscar un grupo que te aceptara sin importar las consecuencias, pero estas aquí" recalco Kim apuntándole con el plumón con la cual jugueteaba entre sus manos.
"Si, bien... No es como si las otras opciones fueran buenas..." Gruño la chica cruzándose de brazos. No tenía más de 14 años.
"Además, que uso tiene el Shibusen para nosotros? No somos usuarios de armas ni tampoco armas..." Comento otra chica sentada hasta el fondo del salón, mirando a los docentes con sospecha.
Una voz que no se había oído hasta ese momento finalmente se hizo escuchar. Un poco escondido tras el escritorio, un hombre muy delgado de cabello rosa igual que la profesora llamo la atención de todos con un leve carraspeo.
"E-el shibusen no es un l-lugar que demande algo d-de ti para ser admitido" contesto aquel hombre mientras apretaba con saña su brazo derecho, un par de ojos negros mirando al alumno fijamente, casi forzándose a mirarlo. "El shibusen es una institución para m-mantener el orden. Es un santuario para todos aquellos que son perseguidos, y es una escuela que b-busca ayudar..."
La chica de cabello rosa le sonrió a aquel hombre, posando su mano en su hombro para apoyarlo y que siguiera hablando. El joven le dio una leve sonrisa de regreso antes de continuar.
"Pero el Shibusen utiliza a las armas y a los usuarios para destruir los huevos de kishin, ¿qué posible uso puede tener para nosotros? ¡No me creo eso de que lo hace solo por caridad! ¡Mucho menos cuando incluso nos mantiene!" Comento súbitamente un joven de cabellos verdes, vestido enteramente de negro con una chaqueta de cuero y guantes de piel a juego.
"La v-voluntad de Lord Death es dar ayuda a quienes lo necesitan, sin importar su origen" El joven de cabellos rosas volvió a darse otro apretón en su propio brazo antes de continuar. "S-shibusen sabe que no todos ustedes s-son malos y destructivos, la profesora K-Kim es muestra de ello"
"Así es..." Kim apoyo a su compañero, colocando sus manos en su cadera para dirigirse al alumnado "pero también están ustedes en la razón, Shibusen si pide algo a cambio..."
Los alumnos gruñeron en desaprobación, palabras como "lo sabía!" dejándose escuchar entre ellos, obviamente nada contentos. Kim abrió la boca para continuar, pero fue interrumpida por una voz que nadie espero escuchar.
"Shibusen les dará protección, casa y una familia, a cambio de su total lealtad" Maka dijo de pronto, entrando de lleno al salón. Le había tomado un instante, pero comprendía perfectamente lo que sucedía. "Shibusen está en tregua con el Consejo de Brujas, y la nueva norma de la escuela dicta que toda bruja que necesite amparo será bienvenida en Shibusen a cambio de su firma donde asegure completa lealtad y compromiso con la visión de la escuela... Y su visión es el orden y la paz"
El grupo guardo silencio, todos observando a esta chica de cabello rubio y coletas. Un par de jóvenes murmuraron entre ellos.
"Al entrar a shibusen ustedes dejan atrás su pasado, a sus enemigos y si lo desean incluso su nombre. Shibusen es una oportunidad para empezar de nuevo, aquí se les enseñara a vivir no solo con otras personas sino con ustedes mismos, y si de paso pueden dormir tranquilos y con los estómagos llenos ¿cómo decirle no a eso?" Terminó Maka con una sonrisa, mirando a todas las brujas e hijos de brujas que le miraban de regreso casi con asombro.
Quizá sabían quien era ella, o quizá simplemente su seguridad era contagiosa, pero ningún otro alumno hablo de regreso para tratar de refutarla. Fue en ese silencio cuando escucho la respiración de alguien acelerada. Maka volteo a ver a Kim, quien le miraba con asombro.
Pero a quien realmente Maka quería ver, era a ese tímido hombre que estaba detrás de Kim, sus pálidos ojos azules mirándola casi en estado de shock, su pecho subiendo y bajando rápidamente.
Ahí estaba, alto, delgado, y tan tímido como lo recordaba.
"Crona" le llamo, sus ojos verdes mirándola casi con añoranza. Ahí estaba, su amigo, a unos metros de ella.
De los pálidos labios de aquel hombre solo salió una respuesta.
"Maka..."
AkireRosales: Primer capítulo! Phew xD quizá lo único que no me gusta de escribir es que no puedo hacerlo más rápido! Lo que daría simplemente por tronar mis dedos y plasmar toda mi idea en papel, pero anywaaaaay
Voy a terminar esta historia, si o si, toda la idea está en mi cabeza y lista! Así que no habrá bloqueo de escritor alguno xP pero como ustedes saben lo único que un escritor saca a cambio aquí son reviews! Así que por favooooor! Pweaseeee! Deja tu review! :D motívenme para continuar la historia! Y si quieren ver algo en específico coméntenlo también! Me gusta complacer.
Hasta el proximo capitulo! DEJA TU REVIEW!
