Kobanwa~ Hace tiempo que no publico, al parecer desde Junio o Julio...No lo recuerdo realmente. Este es mi primer proyecto mas extenso, y por supuesto será de mi pareja favorita; HaruRin. Esta historia trata del amor entre un profesor y un alumno. Las dificultades, los momentos felices y tristes que tendrán que vivir a lo largo de esta. Siempre había querido escribir algo de este tipo, ¡y por fin tengo el tiempo de hacerlo! Trataré de actualizar todas las semanas.~ No se arrepentirán de leer esta historia. ¡Se los aseguro! Elegí el nombre "Cobalt blue", ya que es el nombre de una canción de Galileo Galilei, y está entre mis favoritas. Además, los ojos de Haruka son color cobalto, y el mar también. Escúchenla, ¿Bien? Les gustará. :)

Dudas, criticas, e ideas. Todo lo que quieran decirme será bienvenido. ;)

Aclaraciones:

Ninguno de los personajes en este fanfiction me pertenece. Son propiedad de Kyoto Animation. Solo es mía, esta historia.

Se aprecian los reviews~ :) Y bueno, ¡disfruten la lectura!


-Buenos días.

Nanase Haruka. Nuevo profesor de literatura y artes había sido transferido recientemente a la escuela Iwatobi. A sus 25 años tenía la apariencia madura adquirida con los años de labor educacional. Su cabello laceo, azabache caía sutilmente en su frente. Aunque en el pasado lo llevaba un tanto largo, actualmente era corto, y un poco desordenado en el frente. Haciéndole parecer fresco pero a la vez profesional.

-¡Oh! ¡Haru! Has llegado. ¿Cómo estuvo el viaje? -Tachibana Makoto, profesor de educación física y natación. Amigo de infancia de Haruka. Después de que ambos terminaron la escuela, tomaron caminos diferentes. Aunque mantenían contacto.

-Ha estado bien. –Dijo quitándose su chaqueta, dejándola en unos de los colgadores de lo que era el salón de reuniones.

-Ya veo. -Sonrió. -¿La casa está bien? Ren y Ran me han ayudado a dejarla limpia. Después de todo, desde que te marchaste a Tokio esta ha estado inhabitada.

Makoto tomó asiento en su escritorio, sacando su laptop, y encendiéndola. -Nos tomó toda una tarde. Neh Haru, ¡Parece que no hacías aseo muy seguido! –Rió al notar como el aludido giraba su rostro enfadado.

-Tch. Te dije que no era necesario. Yo me podía haber hecho cargo solo, Makoto. -Se cruzó de brazos dando un suspiro. -Como sea, te lo agradezco. Me has ahorrado trabajo. Dale mis gracias también a Ren y a Ran, ya va tiempo de que no les veo.

Haruka al recordar a esos pequeños, inevitablemente una sonrisa se curvó en sus finos labios. Ellos eran los hermanos menores de Makoto. Haruka los conocía desde que eran bebés y se había encariñado de sobremanera con ellos. Imaginaba que ya debían tener entre 12 o 13 años.

-Cómo pasa el tiempo.- Pensó.

El timbre de comienzo de clases interrumpió la conversación que ambos tenían.

-Vaya, ya es hora. Será mejor que te apresures. Desde su asiento palmeó la espalda del azabache. -Hoy se anunciará tu llegada al establecimiento, los demás ya deben estar allá. ¿No piensas llegar tarde o sí?

Haruka enarcó una de sus cejas, interrogando. Comenzó a acomodar su corbata, y su camisa blanca la cual llevaba dentro de sus pantalones negros. -¿Tu no irás? Caminó hacia la puerta, girando la perilla.

-Nop. Debo terminar unos informes que me ha encargado el director.-Suspiró agobiado. Tecleando en su Laptop.

-Está bien. Nos vemos. –Se despidió agitando flojamente su mano izquierda.

-¡Suerte! -Sonrió el de cabellos cafés. Quedando en completo silencio luego de que la puerta se cerrara. "Bien, debo terminar esto pronto."


Caminaba tranquilamente por los pasillos, captando la atención de todo aquel que le mirara. Los murmullos no se hicieron esperar y las miradas no tardaron en posarse en su persona. La mayoría se preguntaba quién era ese sujeto que nunca habían visto, causando la confusión en los estudiantes presentes en los pasillos.

Haruka se daba cuenta de aquello, pero prefería ignorarlo y apresurarse en llegar a su destino. Cuando pasó por el lado de un grupo de chicas, sin intención escuchó de lo que hablaban.

"-¿Q-uien es el?"

"He oído que es el nuevo profesor de Literatura... ¿Es muy guapo no lo crees?"

"Si…Que envidia. El será el profesor tutor del Salón 3° B."

"¡Eso no es suerte! Ahí es donde están aquellos chicos ¿No?"

"Si…Para su desgracia estará a cargo de esos inmaduros. Vaya bienvenida."

"¡Son una verdadera molestia!"

"¿Pero no crees que Yamazaki-kun es guapo? ¡Aquellos ojos turquesas son preciosos!"

"¡Eso es cierto!

Después de aquello escuchó como todas reían y continuaban hablando. ¿Qué querrían decir con eso?

["Aquellos chicos" "Inmaduros" "Vaya bienvenida" "Yamazaki-kun…¿?". ]

Las frases anteriores se quedaron dando vuelta en su cabeza. Resonaban una y otra vez en su mente, hasta el momento en que llegó a la puerta del tan buscado salón. "3° B." Aun estando fuera de aquellas cuatro paredes, podía escuchar perfectamente el bullicio que había dentro. Respiró hondo dos veces. "Haruka, tranquilízate."

Por los rumores que habían llegado a sus oídos, sospechaba que en este salón había uno que otro más chico-problema. "-Ahora veremos." Dijo deslizando su mano por la perilla, abriendo la gran puerta color madera.

Al momento en que cruzó el marco, todo individuo en el lugar guardó silencio. Todos expectantes, observándole. Prestando atención. Caminó aún con aquel rostro apacible y serio que le caracterizaba. Dejó su bolso y libros en el escritorio. Tomó un marcador en color azul, y escribió en la pizarra blanca. "七瀬 遙"- Nanase Haruka. Volvió a dejar el lápiz en su lugar y cerrando sus ojos por un momento, apoyó su cuerpo en el mueble de madera oscura, cruzándose de brazos.

-Tiene nombre de chica…- Se escuchó decir a uno de los estudiantes en el salón. Las risas bajas no se hicieron esperar, aunque el sonido estrepitoso que hizo la palma de la fuerte mano de Haruka sobre sus cuadernos, en tan solo un segundo hizo que cesaran.

-…- El chico de cabellos cafés que había hecho el comentario, tragó saliva sonoramente. Pensando obviamente en que sería regañado. Al contrario de lo supuesto, Haruka solo ignoró aquello y prosiguió.

-Tal como dice ahí.-Apuntó hacia el objeto rectangular. -Mi nombre es Nanase Haruka. Su nuevo Tutor en jefatura.

Los estudiantes del salón le observaban, un tanto asustados por el repentino sonido. Haruka suspiró. Parecían chicos ordinarios a simple vista. Un poco bromistas quizás, pero nada fuera de lo común. "Quizás esas chicas chismosas solo exageraban…"

Ya daba igual el asunto. Cada vez que decía su nombre completo, era casi una costumbre que las personas rieran un poco; Estaba más que familiarizado con tal reacción.

-Espero ser su tutor desde hoy hasta que se gradúen y salgan de la escuela. Es un gusto conocerlos.- Abrió sus ojos y les dedicó una leve sonrisa. Los presentes parpadearon varias veces seguidas, relajándose.

Nanase Haruka era un hombre de pocas palabras. En la secundaria solo tenía 3 amigos. Los cuales apreciaba demasiado. Ellos entendían que quizás en su caso no eran necesarias las palabras. Tan solo las acciones y el apoyo significaban lo suficiente en su grupo. Por lo tanto podía parecer frío, pero no había ni un solo minuto en que no estuviera preocupado de sus estudiantes.

-¡Hai!-Contestaron todos al unísono. Al ver a su nuevo profesor sonreír, el ambiente en el salón se hizo menos espeso.

El de cabello azabache se sintió aliviado. Eran unos buenos chicos. Desde ahora estarían a su cargo. Pensaba en serles de ayuda y protegerlos. Sacó de entre sus cosas una carpeta en color celeste. La abrió y comprobó que estos eran los nombres y fotos de cada chico en su clase.

-Ahora pasaré la lista, por favor no se levanten de sus asientos.

Echó un vistazo a los integrantes del salón y comparó con los de su lista. Les observó uno por uno en silencio.

-Oh.- Espera un momento.

Se dio cuenta de un pequeño detalle. ¿Por qué hay dos puestos vacíos?

Sí. Los últimos dos asientos ubicados a un costado de la ventana estaban completamente vacíos. Ni tiempo tuvo para preguntar cuando la puerta se abrió de golpe.

-¡N-Nanase -Sensei!

.Una chica de estatura mediana y ojos rojizos al igual de su cabello respiraba agitada. Parecía que en cualquier momento caería al suelo.

-…¿Quién eres? –Haruka giró su rostro hacia la puerta -¿Qué sucede?

-En la azotea… Dos de sus estudiantes están…M-mi hermano… -La chica no lograba pronunciar bien las palabras producto al cansancio. Al parecer había llegado hasta el lugar corriendo sin detenerse.

-Están qu-

-¡Están peleando contra los del salón 4°A! ¡Debe ir ahora mismo, o si no seguramente saldrán heridos! Mi hermano… Sousuke…-

Aquella chica de cabellos rojizos no parecía estar mintiendo. En su rostro se notaba lo afligida que estaba. "Qué demonios" Pensó Haruka completamente estático. "Los rumores eran ciertos"; Pudo comprobar con esta situación. Y rápido muy rápido, comenzó a salir del lugar.

-¿Podrías ir a buscar a Tachibana-sensei?-Subió los puños de su camisa y se aseguró de que estuvieran en su lugar. "-El salón no puede estar sin alguien que les cuide. Yo iré a solucionar esto.-

-Uhm, C-clar...o.-Kou se exaltó. Los ojos azules como zafiros de Haruka eran profundos e inexpresivos. Pero en esos ojos se notaba la preocupación que estaba sintiendo el nuevo profesor. "Ya veo…No quiere decepcionarlos…" Comprendió la pequeña. Gou era alguien que se le hacía fácil leer a las personas. Digamos que era su mejor cualidad. – ¿Está aún en su oficina?

-Así es. Por lo menos hace 10 minutos estaba ahí. –El azabache comenzó a caminar en dirección hacia las largas escaleras que conducían a la azotea. Estas eran de color rojo, y se veían un poco resbalosas. Tendría que tener cuidado en no tropezar, ya que debía correr cuanto antes hacia el lugar del enredo. O probablemente las cosas se pondrían peor. –Di que yo te he enviado. Explícale la situación, el comprenderá.

-Está bien. ¡Iré enseguida! –Asintió. Luego de unos segundos, sintió como su pecho se estrujaba y bajó la mirada afligida. –Nanase-Sensei…Yo…

-No te preocupes.

Fue en ese momento cuando una ventisca de aire entró por las ventanas del establecimiento. Los cabellos oscuros de aquel misterioso nuevo profesor se mecieron al compás del viento, dejando ver por completo los finos rasgos de su rostro. - Traeré a tus amigos de vuelta.- Fue lo que dijo para luego desaparecer por las escaleras.

Gou solo se quedó en silencio, y por fin, pudo respirar tranquila. Sus ojos se colocaron húmedos, pero con sus manos los limpió y frunció el ceño, decidida. –Bien Kou. Ahora debes ir a buscar a Tachibana-sensei!

Imitando al mayor comenzó a correr, pero esta vez en la dirección contraria.


Haruka corría ágilmente. Era un camino largo, su respiración era rápida, y su corazón latía a mil por horas. Quería apresurarse, lo más que sus pies se lo permitieran. "Vaya primer día." Se dijo en un suspiro entrecortado. A medida que se acercaba a la azotea, pudo divisar a un gran tumulto de gente, estaban todos amontonados formando un círculo, mientras gritaban y animaban a las dos personas en el centro.

-Tch, diablos…-Sin detenerse empujó la puerta, y se detuvo. El ruido insistente de las voces no le permitía escuchar bien la charla que tenían aquellos dos individuos.

Pudo observar como uno de ellos, bastante más alto (suponiendo que era varios o quizás un curso mayor) sostenía un bate de béisbol en su hombro. Tenía el cabello anaranjado y desordenado. Su sonrisa era grande y brillante. Por otro lado, en frente estaba un chico más bajo y delgado. Rasgos finos y cabello magenta. Sus dientes eran afilados, y por la expresión era más que obvio lo enfadado que estaba.

-Matsuoka, ¿Por qué no se van a jugar con tus amiguitos?-Reía el mayor, sin maldad alguna. –No quiero hacerles daño, mejor vete. –Pero al decir lo último esta vez, su rostro adquirió un semblante serio, haciendo al otro retroceder. El menor apretó sus puños e hizo rechinar sus feroces dientes. Se negó.

-¡He dicho que este lugar nos pertenece! ¡Deja de molestarnos, Mikoshiba!- Soltó decidido. Debía adquirir este territorio a como fuese lugar. –No, es no. Pelearé si es necesario.-Concluyó la conversación de una buena vez.

-Como siempre, eres muy terco Matsuoka. –Suspiró, "Sí que es un chico insistente.". Supongo que será correcto darle en el gusto esta vez, de todas formas acabaría en un segundo.-Está bien, aceptaré tu reto.

"Oi, sostén mi bat." Llamó a uno de sus amigos, entregándole el objeto. Desabotonó la parte superior del *seifuku, y lo dejó a un costado en el piso.

El más bajo, le imitó, pero caminó hacía donde estaba un chico moreno, de ojos turquesas. Este le miraba sumamente preocupado. Quería decirle que se detuviera, pero sabía que su amigo no le haría caso. Decidió solo alentarlo. –Ten cuidado. ¿Bien?-Alargó su brazo, acercando su mano empuñada al nombrado. –Que haré contigo…Siempre estamos en problemas. –Rió rendido.

-No te preocupes Sousuke. –Sonrió ampliamente. -¡Te aseguro que este lugar será nuestro, y podremos reunirnos a diario en este lugar con los demás! –Aceptó el saludo y chocaron ambos puños. –Nos vemos.

El menor separó sus pies y tomó posición de defensa. Respiró hondo varias veces y decidió comenzar, dando el primer golpe a su contrincante. Mikoshiba hábilmente le esquivó y golpeó el estómago de Matsuoka. –Tch. –Eso había dolido bastante. Recuperándose, esta vez fue su turno, y con sus hábiles piernas propinó directamente en un costado del mayor una patada. Mikoshiba esta vez cayó al suelo de espaldas, y Matsuoka aprovechó aquello para sentarse en su abdomen, y tratar de propinarle un puñetazo en el rostro, a lo que falló y recibió uno en su contra. –U-ugh.-Pequeñas lágrimas se asomaron de sus ojos, el lugar se tornó rojo de inmediato y tuvo que aguantar el dolor. Cuando de la nada, lo inesperado ocurrió.

-Ustedes. Deténganse de una vez.

Todos los presentes giraron sus rostros hacía la voz proveniente. Era Haruka. Recuperado de su gran recorrido caminaba directamente hacia ellos. Se le veía serio, pero también enfadado. -¿No creen que es demasiado temprano para armar tal alboroto?

-¿Quién es usted?- Preguntó Mikoshiba. Nunca le había visto.

-Soy Nanase Haruka, el nuevo tutor en jefatura de 3° grado. –Dijo sin más. –Ya ha sonado el timbre, deberían volver a clases. Sus profesores deben estar preocupados.- Esta vez habló hacia el "publico". –Si no es así, me veré obligado en llevarlos personalmente.

"-¡N-no Sensei! ¡Nos iremos en un momento!" "-Con permiso." Hostigar

Uno por uno comenzó a salir –más bien escapar- de la azotea, camino a sus respectivos salones. Poco a poco el silencio se hizo presente nuevamente, quedando solo 4 individuos. Mikoshiba, Matsuoka, Sousuke y Haruka.

-…-Lanzó un largo suspiro. -¿Podrían explicarme por qué razón hicieron esto? –Haruka apoyó ambas manos en su cadera, pidiendo una explicación rápida. –Una chica me ha avisado. Se veía muy asustada.

-Esto no es su asunto. Y aún más, ¿Quién rayos es usted?-Matsuoka indignado le miró desafiante, le había molestado de sobremanera su interrupción. Quien se creía ese desconocido, entrometiendo su nariz en asuntos ajenos. –Yo y este tipo. –Apuntó a Mikoshiba.-Estamos resolviendo un par de cosas, le agradecería que moviera su trasero, y volviera a-

No le fue posible seguir, ya que su amigo de ojos turquesas le interrumpió.

-Rin. Silencio.-Recibió una mirada asesina por el nombrado, pero solo le ignoró y prosiguió hablando tranquilo. -¿No escuchaste? Es Nanase Haruka. Nuestro nuevo profesor en jefatura. Deberías tener un poco más de cuidado al hablar con él.

Rin se cruzó de brazos, visiblemente enfadado con su mejor amigo. –Sousuke maldito…- bufó por lo bajo.

Mikoshiba quien observaba la escena en silencio, comenzó a reír a carcajadas. – ¡Eres un chico muy especial Matsuoka!-¡Palmeó la espalda del pelirrojo, haciendo que este casi perdiera el equilibrio, se balanceo unos segundos, pero recuperó la compostura y luego quitó la mano ajena de un manotazo. –Yo y Matsuoka somos muy buenos amigos Sensei! –Nuevamente rodeó el cuello del más bajo y la atrajo hacia él. -¡No debe preocuparse!

Haruka entrecerró sus ojos, claramente confundido. Eso ni Makoto se lo creía. Aquel extraño chico de cabellos rojizos era muy problemático. Eso estaba más que claro. Pero, en cambio… ¿Mikoshiba era su nombre? se veía común, bromista. "Que haré…" Se dijo a sí mismo. Debería pensar en una buena solución para esto.

-Primero, comenzaremos con una explicación. Antes, dijiste algo sobre "arreglar unos asuntos", ¿No es cierto? –Posó sus inexpresivos ojos azules en Matsuoka. -A que te referías con "asuntos".

-Hem…-Tosió un par de veces. Al darse cuenta de que esa penetrante mirada era posada en sí mismo, sintió unos incontenibles nervios. –E-este tipo nos quiere robar la azotea.-Dijo sin más. –Y yo no se lo permitiré.

-¿La azotea?- Enarcó una ceja. ¿Todo este enredo por no querer compartir la azotea? Debía ser una broma. Que alguien tomara su carpeta y le abofeteara con esta ahora mismo.

-Todo…Esto… ¿? ¿Acaso no pueden compartirla? Es tan simple como suena.

-Sensei…No es tan fácil. Nosotros y los amigos de Seijürou somos rivales. Luchamos por nuestro territorio. –Aclaró Yamazaki. –Como sea… Nos disculpamos por el alboroto. – Se inclinó y dio una reverencia en modo de disculpa. –Vamos Rin, tú también hazlo. –Frunció el ceño mirándole. –Discúlpate.

-…- bufó por enésima vez.-Lo siento Sensei. –Con su mano izquierda colocó una de las hebras rojizas que se escapan tras su oreja.

Nanase-Sensei, sonrió levemente. Al parecer no había pasado nada tan relevante. Aun así debía llevarles con el director, aunque no lo quisiera. –¿Mikoshiba es tu nombre, no es así?

-S-si… ¡Sensei!-Contestó colocando su mano rígida en su frente, como si de un marinero ante su capitán se tratase. -¿Qué sucede?

-Tú y Yamazaki irán a hablar con el director. Y explicarle todo lo sucedido. Tómenlo como su castigo por alborotar la escuela desde el primer día de clases y por supuesto, espero que no vuelva a repetirse.

-¡Per- Yamazaki estuvo a punto de reclamar, pero fue interrumpido por Mikoshiba.

-Está bien Yamazaki. Debemos ir. –Sonrió cálidamente Mikoshiba. Era en momentos de tal magnitud, que afloraba la madurez casi neta que tenía. Aunque no lo pareciera, ese chico podía ser un muy buen líder. Encontraba la forma de convencer a las personas, y los otros no podían negarse. A Rin aquello le abrumaba y molestaba a la vez. El creía ser mejor. Mucho mejor que él. –Apresurémonos, debemos irnos.

-¿Y Rin? ¿Qué hará con el, Sensei? –Intervino Sousuke, intrigado.

–Le llevaré a enfermería. Tiene una herida bastante profunda en su rostro…

Haruka pudo notar el respingo que dio el pelirrojo. Sospechaba que trataba de esconder el dolor que sentía en su rostro para mostrarse rudo y fuerte. Pero vamos. Todos podemos sentir dolor. Rin solo mantuvo silencio. Obedeciendo a ese extraño profesor. Le observó detenidamente. Parecía de unos 24 o 25 años tal vez. Esbelto, espalda ancha. Brazos fuertes y cuello estilizado. Algo que llamó su atención fue lo azul de sus ojos. Parecían dos grandes zafiros. Entrecerrados y levemente cansados. Quizás no había descansado lo suficiente, pensó.

Yamazaki y Mikoshiba se marcharon. Antes de que comenzaran a descender las escaleras, Sousuke se giró y le sonrió a su amigo. Diciendo que le veía más tarde. Mikoshiba solo le sonrió a Sensei también, y se despidió de su supuesto amigo, batiendo fervientemente su mano derecha.

-Nanase-Sensei…-Murmuró incomodo Matsuoka. –No creo que sea necesario lo de la enfermería. Digo…Yo…m-me siento perfecto.-Aseguró. ¿Qué diablos era esto? Bajo aquella inexpresiva y penetrante mirada le era más que difícil pronunciar correctamente las palabras. –Ehm…-

-¿Puedes caminar?

¿Qué? ¿Le había escuchado bien? –¿E-eh…Supongo..? –Pero al momento en que dio un paso, se tambaleó al instante perdiendo el equilibrio y dirigiéndose de lleno al piso.

Pensó que caería. Se puede decir que se vio estampado de cara en el áspero pavimento de la azotea. Cuando de la nada, unos brazos le rodearon, sosteniéndole tan solo a segundos de caer por completo. –Deberías ser más cuidadoso.-Dijo simplemente. Deslizó su mano derecha por la cintura del más bajo, y le levantó sin ningún problema.

Su rostro atónito y asombrado quedó a centímetros del nuevo profesor, quien únicamente le observaba tranquilo. Su corazón latía. Podría decir que era a mil veces por segundos, o un millón más bien. En su estómago afloró una sensación extraña, algo revoloteaba dentro. Poco a poco sus mejillas se tornaron rosadas, entre rojizas. Tenía sus manos agarradas firmes en ambos antebrazos de Haruka, sosteniéndole con fuerza; como si su vida dependiera de ello. Mantenía sus ojos cerrados, evitando abrirlos pero ya estando seguro, lentamente separó sus parpados y levantó la vista encontrándose con sus ojos. Aquellos zafiros brillantes.

Fue ahí, por primera vez, en que sintió como su corazón se desvanecía. Se detuvo. En el mismo momento en que ambos pares de ojos se encontraron. Unas incontrolables ganas de acercarse más, solo un poco más le invadieron por completo. Aún medio hipnotizado, abrió sus ojos de par en par. Que estaba haciendo. –S-suélt-tame…-Brusco se soltó del agarre del de cabellos azabaches. Y dirigió el puño de su mano a su rostro, ocultando sus mejillas rosadas. –Yo…estoy bien. –Su respiración era entrecortada e irregular, sentía como sus piernas temblaban. "Dios. Qué diablos…"

El nuevo profesor sonrió de medio lado. Era fácil hacer que aquel chico se avergonzara, podía notarlo. Pero ahora debía preocuparse de algo más importante. Su pierna. Era obvio que no podía caminar correctamente de aquí a la enfermería. Aún más por las escaleras.

Le miró unos momentos ideando alguna opción. Por mientras Rin se apoyó en la baranda, tarareando lo que parecía una canción para tranquilizarse, la cual nunca había escuchado. Fijó su vista en la espalda del chico. No parecía tan problemático como pensaba. Quizás solo tenía mal carácter. Debía de haber alguna razón para eso. Suponía.

-¿Qué tal si subes a mi espalda?

-¿Eh…?

¿Estaba bromeando? ¿Acaso creía que subiría en la espalda de un desconocido? Ni loco. Ni aunque fuera la última opción en toda la tierra.

Pero para su desgracia, Nanase Haruka nuevo profesor en jefatura del 3° año B, hablaba en serio.


*Seifuku: Uniforme tradicional Japonés.

¡Gracias por leer! ¿Les gustó? Espero que haya sido así~ Yo adoro a Haru cuando es mayor, ¿Ustedes también? Encuentro que se ve endemoniadamente sexy. XD haha~ Hasta la próxima! Los quiero 3